jueves, 19 de mayo de 2016

Dubái se reinventa

Dubái no quiere dejar de sorprender a un mundo que sigue en tensión entre la austeridad fiscal y la política de crecimiento. A pesar de la situación económica compleja que afecta a muchas regiones y a la zona de Golfo por la caída de los precios del petróleo, el Emirato quiere sacar adelante emblemáticos proyectos como su nuevo icono, la torre de observación más alta del mundo, obra del arquitecto Calatrava, con un coste de mil millones de dólares, que será inaugurada en la Expo Mundial de Dubái 2020.

La visión de Dubái para el desarrollo es impulsada por su conocimiento de las necesidades futuras, y se basa en ideas proactivas porque quiere estar en la vanguardia mundial. Su economía se reinventa y es diferente a sus hermanas del Golfo: sólo el 4 % de los ingresos son generados por el Petróleo. Cuenta con una infraestructura moderna y una estructura adecuada que puede promover su posición como un centro mundial y un laboratorio del futuro.

No es un concepto nuevo para la ciudad, que ha logrado una importante experiencia en la aviación, el comercio, las finanzas y la tecnología, así como mecanismos para vincularse a los mercados globales y políticas a favor del sector empresarial, lo que constituye una base sólida para crecer.

Dubái es un hub de enlace para más de 2.200 millones de personas en Oriente Medio, África y el subcontinente indio, y sede de miles de empresas internacionales. Es el tercer mayor centro de exportación y uno de los primeros aeropuertos del mundo, el primero en tráfico de pasajeros, con 78 millones de personas en 2015, y podrá recibir a 150 millones de pasajeros en 2025, la aviación es sangre para Dubái y representa el 27% del PIB.

El Emirato tiene sus detractores. Se enfrenta a muchos retos e importantes vulnerabilidades por su sistema político unilateral. Necesita desarrollar una estrategia coherente, un nuevo tipo de economía que afectará a la inversión y la geopolítica, un modelo que tenga en cuenta no solamente lo económico sino también el desarrollo de los derechos.

Su límite no es el infinito y su destino es seguir siendo centro de de transacciones de bienes y grandes ideas. Su futuro dependerá de potenciar el rol del sector privado mediante la atracción y retención de talentos, de empresas internacionales, de turistas y de inversores, así como de fomentar el crecimiento demográfico. Debe evitar otra burbuja inmobiliaria, solucionar sus problemas estructurales y la dependencia de la mano de obra extranjera. Pero el problema es que a veces, la arrogancia tiene la costumbre de quedarse sin control.

Expansión, Opinión, Edición Catalunya, Pag. 2. Martes, 17 mayo 2016

miércoles, 11 de mayo de 2016

Y China descubrió el Mediterráneo

Mientras EEUU y la UE están cada vez más involucrados en crisis, conflictos, refugiados y elecciones, China se consolida como un competidor importante en términos económicos y financieros. Y ahora busca el equilibrio de poder militar que puede amenazar el hasta ahora liderazgo único de EEUU en el mundo. En el campo político, China mantiene el perfil bajo, en un calculado intento de auto-defensa del llamado “modelo chino”. Una mezcla de apertura económica y mano dura política. China se protege tras su respeto a la soberanía nacional de cada país, ya que las ansias de libertad que cotizan al alza en muchas partes del mundo no son un producto que el dragón asiático pueda vender.

China es hoy el primer socio comercial de Oriente Medio, África y la India en detrimento de EEUU y la UE, aunque muchos preferirían reducir su influencia y expansión en los mercados emergentes y controlarle el suministro de petróleo. La producción en la fábrica del mundo sigue aumentando, a pesar de su crisis, y también su demanda de petróleo. Y Oriente Próximo es la región que suministrará la mayor parte de la producción actual y futura, ya que tiene el 60% de las reservas mundiales. La demanda china aumentará a 6,72 millones de barriles/día en 2020. Las inversiones también están en auge entre China y fondos del Golfo, sobre todo en el sector energético y banca. 

China intenta reforzar los intereses mutuos, así como vínculos diplomáticos para asegurar sus necesidades, y reforzar su estrategia  de crear un espacio económico que se extiende desde China a África a través de la India y Oriente medio. Para ello, el Mediterráneo, mar de tres continentes, es una de sus anclas y la  puerta  de entrada en Europa para los productos chinos y asiáticos. El transporte marítimo constituye un pilar fundamental de la economía mundial. Por mar circulan el 80% de las mercancías y alrededor del 50% del petróleo; y el  Mediterráneo tiene la clave. La expansión China para ganar la supremacía en los puertos del  Mare Nostrum  no para de crecer y forma parte  de su cinturón de protección. Su política de rutas llamada Tierra del siglo XXI el equivalente marítimo a la ruta de la seda. 

Cataluña es el primer socio y destino de sus inversiones en España. Hay una  vinculación clara con el puerto de Barcelona, que es el mayor del Mediterráneo de mercancías. La relación  se ha visto reforzada con la apuesta de Hutchison Port por el puerto, donde dispone de una gran terminal.  China aprovechó el plan de privatización que el gobierno griego liderado por Syriza tuvo que poner en marcha presionado por la troika para poder acceder al tercer rescate. El grupo estatal Chino Cosco ha ganado la licitación del principal puerto heleno, El Pireo, con una oferta de 1.5 oo millones de euros, abriendo el camino para  convertirlo en un centro importante para el comercio entre Asia y Europa Central.  Aprovechando el éxito en Grecia, Cosco ha puesto los ojos en  la vecina Chipre, presentándose al concurso de privatización del principal puerto de la isla. Limasol será una plataforma para las grandes empresas petroleras, favorecida por el descubrimiento en alta mar de grandes reservas de gas en el Mediterráneo oriental entre Chipre, el Líbano e Israel. 

La orilla Sur también es un objetivo. Argelia firmó un contrato de 3.000 millones de euros para construir y explotar un nuevo puerto de transbordo al oeste deArgel, la capital. Esta infraestructura será crucial en el trafico entre África y Europa.  En Egipto, China está creando una zona industrial a orillas del canal de Suez, que atraerá a un centenar de empresas y una inversión de  2.500 millones de dólares.

Y en África el avance de China es espectacular sobre todos en los países ricos en materias primas, lo que le ha transformado en el primer socio comercial.  China ha empezado a construir su primera base militar en  Yibuti, un pequeño país situado en el Cuerno de África, cerca del Golfo de Adén y el Mar Rojo, próximo al estrecho de Bab al Mandeb, por el que transita el 40% del tráfico marítimo mundial. La base servirá para asegurar sus intereses económicos y posicionar el gigante asiático como una gran potencia mundial. El aumento de los lazos económicos podría conducir a una mayor voluntad política y cooperación militar. Está por ver si EE.UU. va a mantener su posición dominante y como afectara a la UE y su estrategia   al ver su patio mediterráneo y sus conexiones con la orilla  sur y oriental controlados por empresas estatales chinas.  

El camino no está claro, las relaciones son complejas en la era del comercio político. China intenta establecer una nueva ruta de la seda de los negocios, el Dragón sigue su máxima de no tener miedo de crecer lentamente, solo teme estar parado.

El  Periódico de Catalunya, Página 8 Opinión, Miércoles, 4 Mayo 2016

miércoles, 4 de mayo de 2016

Arabia Saudita: revolución silenciosa

  Economía Digital, 28/04/2016


http://www.economiadigital.es/es/notices/2016/04/argelia-y-espana-no-faltan-recursos-sino-ambicionarabia-saudita-revolucion-silenciosa-83480.php

Arabia Saudita anunció el 25 de abril su tan esperada visión económica, un plan que esboza las grandes reformas para reducir su dependencia de los hidrocarburos y establece la agenda social para los próximos 15 años.

El plan, que llega con 10 años de retraso, se basa en posicionar el reino como una de las grandes potencias regionales favorecida por su capacidad de inversión masiva y su ubicación estratégica.

El Príncipe Mohammed, el  joven y nuevo  hombre fuerte que dirige la agenda económica  reveló que 'Arabia Visión 2030' pretende  transformar el país y situarlo entre los inversores globales y diversificar su economía lejos del crudo en 2020.

La nueva hoja de ruta esboza una estrategia para una economía post petrolera, que incluye mayor participación del sector privado, reducir el gasto público, impulsar cambios para diversificar los ingresos en lugar de una total dependencia de un solo producto como es el petróleo mediante la introducción de impuestos, una revisión de los subsidios y la limitación de los salarios del sector público, o  privatizar una serie de sectores y actividades económicas.

Y lo más importante, vender una participación del 5% de Aramco, la mayor empresa petrolera del mundo, y con los ingresos obtenidos que podrían alcanzar los 2 billones de dólares crear el fondo soberano más grande del mundo.

Trata de cambiar el país y pensar de forma diferente. No será una tarea fácil, pero los jóvenes dirigentes entienden los desafíos que tiene la economía y lo que está por venir.

La Visión 2030 ha tranquilizado el mercado al presentar un plan para reducir la vulnerabilidad de la crisis del petróleo y crear un instrumento para la rendición de cuentas. Pero la implementación de este ambicioso programa necesitará un amplio apoyo de los diferentes segmentos de la sociedad, y los cambios estructurales requieren decisiones significativas de largo alcance. Estos factores serán determinantes para el éxito.

El cambio económico y social también requerirá una recalibración completa de la relación entre la ciudadanía y el Estado. El alarmante aumento de Daesh es una advertencia de las consecuencias de no contar con la gente, especialmente los jóvenes.

Tendrán que repensar los métodos tradicionales de consulta y  encontrar una manera de acomodar las preocupaciones de una generación con una mentalidad independiente y más exigente de sus mayores.

La población saudí es de 24 millones, el 70% tiene menos de 30 años, y el 37% menos de 14 años y llegará a 40 millones a finales de 2030. Las expectativas de vida de los jóvenes están cambiando rápidamente por la exposición a las redes sociales, alimentando una creciente desconexión entre ellos y la vieja élite gobernante.

Mientras, los grupos extremistas intentan explotar este abismo. Así, sin un proyecto de desarrollo, las autoridades no serán capaces de  cumplir con las expectativas de sus ciudadanos.

La economía tendrá que acomodar un número creciente de personas que buscan empleo. Necesita crear 4 millones de empleos en los próximos años para absorber los nuevos entrantes en el mercado laboral.

La caída de los ingresos ha agravado las altas reservas de Arabia Saudita alrededor de 650 mil millones de dólares. Su deuda representa sólo el 5% del PIB, pero el déficit presupuestario se ubica en el 15% de la riqueza nacional, y el gasto militar crece del 7% del PIB en 2012 al 10% en 2015.

El tamaño de la economía saudí se ha cuadruplicado durante los últimos 10 años, ocupando el lugar 19 a nivel mundial, el tercero en reservas de activos exteriores del mundo. Es la mayor economía de la región con el 25% de participación en el PIB total.

Arabia Saudita vive una revolución silenciosa, fruto de una profunda reflexión interna y grandes convulsiones empujadas por una situación regional explosiva.

El impacto de la caída de los precios del petróleo, y el cambio de bando de sus históricos aliados internacionales les ha despertado y el reino se ha embarcado en varias batallas: una contienda peligrosa con Irán, la guerra en Yemen y la batalla estratégica con los proyectos de extracción de petróleo de esquisto. Además trata de competir con Rusia en el mercado europeo.

De momento el plan solo afecta a la economía y no al sistema político, muy cuestionado a nivel internacional. Es importante que el reino no pretenda cambiar todo para que nada cambie.

La Visión 2030 puede tener éxito y una mayor influencia regional, pero no puede soslayar que tiene en su casa algunos problemas difíciles que debe abordar, como la demanda interna de reformas, los derechos básicos, los derechos de la mujer y la democracia que serán claves para predecir el futuro. Con independencia del resultado, el desafío a largo plazo no va a desaparecer. El éxito en Arabia Saudita ayudará a otros países árabes y musulmanes a  mover fichas  hacia adelante.