martes, 17 de diciembre de 2013

Expo Universal 2020

Dubái ha visto compensado su esfuerzo y el gran trabajo desarrollado a lo largo de los últimos años ganando el derecho a organizar la Exposición Universal de 2020, tras superar las ofertas de otras tres ciudades Ekaterinburg, Izmir y Sao Paulo.

Ser la primera ciudad de Oriente Medio que organiza una Expo a las puertas de una vasta área geográfica habitada por 2.000 millones de personas, marca un hito en una ciudad acostumbrada a asumir grandes riesgos para situarse entre las mejores. 

Con su lema "Conectando mentes, crear el futuro" y con una geometría que refleja una ciudad futurista, como un vínculo entre Europa y Asia. Dubái ha atraído a su propuesta a países como el Reino Unido, Francia, Canadá o Holanda, así como personajes como Bill Clinton y Bill Gates, y a otros del mundo del cine.

Entre los factores principales del éxito de Dubái esta su marca - pocas son las ciudades que pueden presumir de ser tan glamurosas -, así como la experiencia de Dubái como referencia de exposiciones y congresos internacionales. En 2012, acogió a 36.996 empresas de 130 países y la participación récord de visitantes de 186 países. Y la clave es el apoyo financiero de su hermano mayor Abu Dabi, sin olvidar que la región del Golfo se encuentra en la parte ascendente del ciclo económico.

Dubái destinará 15.000 millones de dólares al evento. Se estima que la Expo atraerá a 25 millones de visitantes, creará más de 275.000 puestos de trabajo y el impacto de la inversión será de 23.000 millones de dólares, con un crecimiento medio del PIB del 6,4%  hasta  2019, y  un 10,5 % para 2020. 

Se prevé que aumente la confianza económica y que la puesta en marcha de las infraestructuras y las inversiones en proyectos ofrezcan oportunidades en los sectores industriales, inmobiliarios, logísticos, turísticos y educativos.

Esto no quiere decir que el futuro será un camino de rosas: se corre el riesgo crear una burbuja inmobiliaria con un probable aumento de la deuda y un legado potencial de exceso de capacidad en una economía con gran dependencia  del comercio y las finanzas. Vale la pena recordar como en 2008 se pasó del auge a la quiebra. 

Todos los grandes eventos internacionales, sea la Expo, los Juegos Olímpicos o el Mundial llegan con un alto grado de escepticismo. A pesar de éxitos importantes, también ha habido sonados fracasos. Dubái ha ganado la primera etapa pero para llegar a la meta solo tiene un camino hacerlo bien sin dejar nada al azar.