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viernes, 2 de diciembre de 2011

Foro Mediterráneo de la Franquicia, Barcelona

El Salón BNF, Barcelona Negocios y Franquicias,  se organizó anualmente en la Fira de Barcelona, en los años 2002-2008. Sus áreas de negocio fueron las cadenas franquiciadoras, licencias y agentes, prensa técnica, proveedores de equipamiento y servicios, y entidades financieras, comerciales y de fomento empresarial.

Complementando el Salón, organizamos Cinco Ediciones del Forum Mediterráneo de la Franquicia. Representantes institucionales, agentes económicos y emprendedores de todos los países mediterráneos debatieron sobre la franquicia, como instrumento de defensa y promoción de los productos mediterráneos.

Todos los foros se estructuraron en sesiones plenarias donde se debatia el modelo de Franquicia, las oportunidades de negocio, experiencias de estrategias empresariales e historias de éxito de la franquicia mediterránea.

Adjunto diversos links sobre los diferentes foros con artículos aparecidos en los medios, entrevistas,...







Barcelona, Años 2002-2008

jueves, 24 de marzo de 2011

Turquía : los retos del futuro

El objetivo del nuevo Gobierno  del partido Justícia y Desarrollo tras su victoria electoral, es el cumplimiento de los compromisos internacionales adquiridos con la integración en el espacio europeo.

En este sentido, el esfuerzo realizado por Turquía por acercarse a Europa, y no es algo novedoso sino que se remonta ya a mediados del siglo XIX, la voluntad de Turquía por estar en Europa hace que la historia se repita. A pesar de la aprobación del Parlamento Turco de una serie de medidas políticas de gran transcendencia como la derogación de la pena de muerte, la concesión de derechos culturales a la minoria kurda, el apoyo manifestado por la UE a las medidas adoptadas, la realidad muestra que la travesía será muy larga.

Cabe recordar que la posición geoestratégica de Turquía con una superficie de 779.452 kilómetros (3% en Europa y 97% en Asia); con un papel regional clave, posible ruta alternativa del petróleo del Mar Caspio; único miembro musulman de la OTAN, le ha permitido ser receptor de grandes ayudas económicas para hacer frentre a los desastres económicos y naturales.

Los flujos de ayuda internacional tienen una importancia vital para su supervivencia económica debido a la escasez de recursos financieros del país. Así, la aportación total del Fondo Monetario Internacional (FMI) entre los años 2002-2005 se prevé que alcance los 35.000 millones de euros, lo que convertiría a Turquía en el primer deudor del FMI.

De ahí que la principal preocupación de las autoridades económicas turcas se haya centrado en superar la precaria situación económica del país, la peor desde 1945, y emprender un programa de reformas estructurales que permita recuperar la confianza de los inversores extranjeros.

A la hora de analizar la integración turca en la UE hay que tener en cuenta los siguientes datos demográficos y económicos: Turquía tiene una tasa de crecimiento demográfico del 1,8% - una de las más altas de los países de la OCDE y de la OTAN- con más de 65 millones de habitantes. Esta cifra aumentará a los 80 millones en el 2025; 98% de la población de religión musulmana; 10 millones de minoría kurda; 2.200 euros/PIB habitante,  15% de paro, y una deuda externa en torno a los 120.000 millones de euros.

Además, el país sufre una notable dependencia económica de Europa; el 85% de las inversiones, el 50% de sus importaciones tienen como origen la UE.

La UE siempre ha otorgado a Turquía un trato privilegiado. Algunas muestras del evidente interés de Europa por lograr la estabilidad de Turquía son: el Tratado de Unión Aduanera (a pesar de la exclusión en el mismo de los capítulos agrícola y de servicios), los fondos Meda 2000-2006 (con mas de 3.000 millones de euros), el auxilio económico prestado por la UE a Turquía en los organismos financieros internacionales.

Ahora bien, estas relaciones han topado también con el mismo muro que encontraron en el pasado los defensores turcos del acercamiento a Europa. Esto es, el problema de la minoría Kurda, la ocupación del norte de la isla de Chipre, la armonización jurídica, la necesidad de acometer reformas económicas estructurales, asentar el sector bancario y continuar con el programa de privatización.

A pesar de las importantes reformas, todavía quedan muchos asuntos que necesitarán su tiempo; tiempo que puede ser decisivo a la hora de redibujar el papel de Turquía en Europa y su aportación a una nueva realidad capaz de ofrecer respuesta a los desafíos económicos y los retos culturales.

Expansión Edición Catalunya, Pag.6, Martes 10 de diciembre de 2002

Los temores de Jordania a la guerra a Iraq



Jordania vive con preocupación una posible guerra en Iraq, tanto por las consecuencias directas que ello pueda tener en su economía,como por el futuro papel estratégico que puede estar destinada a desempeñar en la región. Hasta su ventajosa situación geoestratégica le ha reportado numerosas ayudas de la comunidad internacional y una relación privilegiada con la economía iraquí, que representan un 5% de su PIB. Un hipotético cambio en Iraq podría cuestionar o redibujar el interés de la comunidad internacional en el reino hachemí, caracterizado hasta la fecha por su tradicional papel de estabilidad en medio de las fuertes turbulencias regionales.

Para entender la estrecha imbricación existente entre las economías de Iraq y Jordania hay que tener en cuenta varios aspectos.En primer lugar, la fuerte dependencia  energética jordana del crudo iraquí. Jordania consume anualmente unos 45 millones de barriles de crudo, por un valor estimado de unos 800 millones de dólares, de los cuales Iraq ofrece gratis la mitad y le vende la otra mitad,descontando 5 dólares por barril al precio del mercado internacional. Además, el territorio jordano es el principal camino de paso de las importaciones iraquíes que llegan a través del puerto de Aqaba,considerado el pulmón y la salida de Iraq al mar Rojo, y cuya importancia geoestratégica se ha visto incrementada primero, por el cierre del único puerto iraquí Al-Bakr durante los años ochenta en el marco de la guerra Irán-Iraq, y luego por el embargo internacional a Iraq, que lleva más de doce años.

A esto hay que añadir el hecho de que Iraq no sólo sea un mercado comercial natural de Jordania, si no un mercado casi en exclusividad con respecto a otros mercados vecinos de Iraq gracias a los conflictos políticos y militar es de Iraq con estos países. Así, por ejemplo, las exportaciones jordanas oficiales a Iraq representaron en el 2001 el 12% de sus exportaciones ( 230 millones de dólares ) a lo que hay que añadir la entrada de mercancías de contrabando (valoradas en 500 millones de dólares), que en los primeros 9 meses de este año han aumentado un 19%. Por su parte, las importaciones jordanas a Iraq representan el 14% del total.

Por todo ello, un cambio en el poder político de Bagdad afectaría sin lugar a dudas a la economía jordana. Un Iraq integrado en la comunidad internacional y abierto a sus vecinos provocaría un cambio radical en las relaciones económicas exclusivas que mantiene con Jordania y la competencia con otros países vecinos (ejemplos: Siria, Egipto, Arabia Saudí o Líbano), que encontrarían en el mercado iraquí grandes oportunidades para sus productos de consumos y agroalimentarios en competencia directa con los jordanos. Otro aspecto que también preocupa a Jordania es la posible apertura de las fronteras orientales de Iraq a Asia central y Turquía. Unas hipotéticas buenas relaciones con Irán y Turquía redibujarían una nueva realidad comercial,favorecida por las potencialidades de estos dos mercados vecinos.

Un cambio de régimen político en Iraq y la cosecha de los frutos de un hipotético acuerdo de paz en Oriente Medio,que Jordania siempre ha apostado por recoger,puesto que su papel histórico en la zona le ha permitido ser receptor de grandes ayudas internacionales,podría cambiar de signo a favor de un nuevo poder proamericano en Bagdad y la creación de un Estado palestino. A su vez, Israel,otro de los vecinos importantes de Jordania, con el que tiene un tratado de paz que no ha dado los frutos económicos deseados por el reino hachemí, también podría cambiar el sentido de sus escasas inversiones hacia el mercado iraquí, un mercado interior mucho más grande ( 24 millones habitantes), el segundo productor de petróleo y tierras más fértiles. Con todo, algunos analistas apuntan hacia un crecimiento de la economía jordana y restan importancia a las consecuencias de un cambio de régimen en Iraq, apoyándose en una apertura global del mercado iraquí a mercancías jordanas, ya que factores geográficos y culturales impulsarían a Iraq a seguir dando petróleo a un precio económico como señal de buena vecindad.

Otro factor que considerar es la presencia norteamericana en Iraq, y los grandes proyectos y contratos para su reconstrucción,estimados en unos 100.000 millones de dólares. Sin obviar las grandes posibilidades de Iraq,lo cierto es que también hay que tener en cuenta que con un PIB de 30.000 millones de dólares, su economía sufre las consecuencias de más de 22 años de guerras; de un gasto de 180.000 millones de dólares que debe abonar a Kuwait en concepto de compensación por la invasión en 1991 y con una deuda externa superior a 75.000 millones de dólares con un servicio de deuda entre 5.000 y 10.000 millones dólares anuales.

 Aunque Iraq también tiene un dato a su favor: posee el 35% de las reservas mundiales de petróleo y tiene capacidad de producirlo en los próximos 15 años. En todo caso, la economía jordana sufrirá a corto plazo las consecuencias de un conflicto militar y un cambio de régimen en Bagdad.De todas maneras, si bien es cierto que inicialmente ello puede producir una situación de inestabilidad, a medio plazo puede permitirle potenciarlas relaciones bilaterales,dado el conocimiento mutuo y los vínculos existentes no sólo geográficos sino también entre la comunidad empresarial de ambos países.

En resumen, las puertas están abiertas a toda suerte de posibilidades, entre las que no cabe descartar la integración económica entre ambos países, que dependerá del ritmo de las relaciones regionales que EE.UU. quiera tejer en Oriente Medio.

La Vanguardia, Pag.8 Internacional.  Miércoles, 4 diciembre de 2002