viernes, 28 de abril de 2017

Turquía, referéndum y economía

El Referéndum por la reforma constitucional en Turquía lo ganó Erdogan pero con una victoria disputada y bajo sospechas. El presidente turco ha construido gran parte de su éxito en el auge económico. Sin embargo, la economía empezó a decaer en los últimos meses y el deterioro puede que haya podido afectar al resultado ajustado de la votación. Seguramente la reforma fortalezca sus poderes, pero mientras tanto la economía está a medio gas y con serios problemas.

La inflación ha alcanzado el 11,29%, su nivel más alto desde 2008, y el desempleo llega al 10,9%, un 19,6% entre los jóvenes. Además, la lira ha perdido el 3,9% de su valor frente al dólar. Todo ello en un entorno de incertidumbre política y económica.

El gobierno considera que la situación económica mejorará una vez aprobada la consulta. Sin embargo, los problemas tienen raíces más profundas: un gran déficit en cuenta corriente, unas tasas de ahorro crónicamente bajas y la economía informal. Además, el 2016 estuvo marcado por el fallido golpe de estado,y una ola de ataques terroristas vinculados con el Daesh y el PKK Kurdo. También influyeron la tensión con Rusia y con la UE y la guerra en Siria, que impactaron sobretodo en el turismo, sector que representa el 10% del PIB y emplea 2,5 millones de personas.

El ejecutivo maniobra con estímulos para el consumo interno y financia grandes proyectos tratando de mantener a flote la economía y evitar el descontento. El tobogán de la lira ha beneficiado las exportaciones a Europa, su principal mercado y la economía creció un 2,9% en 2016.

la economía turca es lo suficientemente fuerte como para soportar las tormentas, con un PIB de 800.000 millones de dólares y una población de 78 millones de personas, una ubicación geográfica que proporciona acceso a 1.600 millones de personas en los mercados de Europa, Oriente Medio y Asia Central, instituciones modernizadas y un clima de negocios abierto. Pero necesita crecer más del 4% para continuar creando empleo y atrayendo inversores extranjeros muy necesarios para la financiación de un déficit del 4,5% del PIB.

En los últimos 10 años creció el número de empresas españolas establecidas en Turquía, llega a 610 y las inversiones de España en el país superaron los 10.000 millones de euros, con un volumen del comercio bilateral de 9.800 millones. Se teme que la aprobación de la reforma aumente el control del presidente sobre la política fiscal y monetaria. También que haya más arbitrariedad y un deterioro del entorno económico, una tendencia que podría afectar a las esperanzas de los turcos de poder unirse algún día a la Unión Europea.

Expansión Opinión, Ed.Catalunya, pag 2  Viernes, 28 abril 2017

miércoles, 12 de abril de 2017

Tánger vuelve

La historia de la evolución de las ciudades está llena de contradicciones y visionarios que han entendido desde hace tiempo el efecto transformador de las infraestructuras en términos de estimulación económica. Tánger no es ajena a ello y empieza a configurarse como una gran área de referencia. La dramática metamorfosis experimentada por la ciudad en la última década es sorprendente.
Con un prestigioso pasado cultural, en ella han vivido escritores o artistas como Bowles, Bertolucci o hasta los Rolling Stones, que se han dejado seducir por sus callejuelas y por su asombrosa diversidad de formas de vida y pensamiento. Su bullicio se deriva de su condición como puerto que une dos continentes,y el Mediterráneo y el Atlántico.
Sobrevivió durante veinte años en la oscuridad, y miles de sus habitantes emigraron, pero luego llegó el punto de inflexión hace 15 años cuando el Rey Mohammed VI anunció un gran plan para la ciudad y su región, que incluye grandes infraestructuras, autopistas, alta velocidad, un renacimiento de la antigua medina, y el impulso del turismo, con el objetivo de restaurar su condición de centro económico y social.
Si hay un proyecto al que se le debe este cambio es el megapuerto de transbordo Tánger Med, uno de los más importantes del Mediterráneo, y sin duda, la locomotora económica de Tánger y de toda la región. Tánger Med hoy es algo más que un puerto. Es una terminal de cruceros, puerto de pescadores y punto de abastecimiento de combustible para los barcos. Es un gran centro industrial donde se establecen grandes operadores globales como Renault y otros actores de la industria automotriz, textil, alimentación, química o de equipos eléctricos y electrónicos. Hay que destacar la presencia de centenares de empresas españolas y, sobretodo, catalanas, que se centran en el eje norte Tánger-Larache.
Tánger también sons salarios bajos que generan malestar. El paro de los jóvenes licenciados es alto -casi el 25%- y existe una sensación de afrenta de la clase menos favorecida.  Por eso es clave reforzar el impacto social de todos los proyectos para asegurar un desarrollo económico inclusivo y equilibrado.
La geografía ha beneficiado a Tánger, en el cruce de los continentes, a sólo 14 Km de Europa y con una infraestructura notable. Sus habitantes prometen estar a la altura de su reputación y la ciudad del estrecho tiene muchas cartas para ganar las apuestas. El escritor Mohamed Chukri, definió Tánger como una ciudad mítica, y el mito no se explica. 

Expansión, Edición Catalunya, Pag.2 Martes, 11 abril 2017

miércoles, 5 de abril de 2017

Economía Islámica, realidad o reacción

El Periódico de Catalunya
 Opinión, Pag. 9, Miércoles, 5 de abril de 2017

http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/economia-islamica-realidad-reaccion-5936644


Se acrecienta la industria del miedo. Las corrientes de extrema derecha cuestionando los valores liberales. Se dimensionan los temas referentes a la inmigración o refugiados. Y se consienten emociones o sentimientos de propiedad que han conducido, dependiendo de las circunstancias, a actos terroríficos o a la compasión en caliente.

Y mientras tanto, crece el negocio de la llamada economía islámica, un fenómeno que se consolida tanto en las finanzas como en sectores importantes de la alimentación, turismo, farmacia, cosmética o moda. Muchas empresas y ciudadanos en general están intrigados, escandalizados por la ropa, el velo, el burquini, la comida o el turismo halal, y sobre todo por la banca.

A simple vista, son unas tradiciones  religiosas y unas convicciones éticas, pero hay mucho más: un tremendo potencial que empieza a agitar muchos sectores económicos. Los estereotipos de fanatismo sin alegría son tan engañosos como la idea de que el mercado musulmán implica solo las finanzas sin intereses y la carne sacrificada a mano.

Es una economía que está en expansión. Es una forma de vida a través de sus productos, experiencias, servicios y procesos. Este fenómeno abarca regiones geográficas distintas y límites culturales. Son más de 1.600 millones de musulmanes del mundo o el 23% de la población total. La gran mayoría proviene de las economías emergentes, como Indonesia, Malasia, Turquía y los países del Golfo. Uno de los grandes mercados de consumo.

El sector de las finanzas, el pilar principal de esta economía, dispone de dos billones de dólares en activos que llegarán a los 3,3 billones en el 2020.
ALIMENTACIÓN Y BEBIDAS

Favorecidos por esta creciente conciencia económica, los musulmanes gastaron 1,9 billones de dólares en el 2015. Alimentación y bebidas ocupan el primer lugar con 1,17 billones de dólares, seguidos de la moda y el textil con 243.000 millones; medios de comunicación y cultura, 189.000 millones; turismo, 151.000 millones de dólares, y productos de farmacia y cosmética, 80.000 millones de dólares.

La moda islámica está generando polémicas y gran demanda. Ha conseguido atraer a la industria textil y las grandes casas de moda. Representa el 11% del mercado mundial, y crecerá un 6% anual hasta el 2020. Mientras, el número de viajeros musulmanes ascendió a 108 millones, el 10% del total mundial, y podría alcanzar los 150 millones de turistas en el 2020. EEUU y la UE son los beneficiarios principales de estos visitantes.

No se puede borrar lo que nos hace diferentes -la cultura, la religión, la educación-, pero se pueden encontrar caminos para transformar las diferencias en fuente potencial de riqueza en lugar de sospecha y temor.

Para un desarrollo saludable de la economía islámica será necesario crear un entorno que promueva su complementariedad e integrar sus criterios y las normas internacionalmente aceptadas en la economía mundial. Las dinámicas cambiantes de la economía islámica abren grandes interrogantes pero también un gran potencial que vale la pena explorar. 

lunes, 3 de abril de 2017

África puede, nada es inevitable

Economía Digital, Jueves, 30/03/2017
Análisis económico y empresarial

http://ideas.economiadigital.es/analisis-economico-y-empresarial/que-pasa-en-africa-conflictos-en-africa_402519_102.html#

Durante la última década, África reunió a seis de las diez economías con mayor crecimiento favorecidas por la exportación de materias primas que representa el 32% del PIB. El impulso del petróleo, y otros recursos, los préstamos baratos de China y Japón y las remesas de la diáspora, el comercio, la construcción o el flujo de capital han permitido que la mitad de los países africanos mejoren su calidad de gobierno, el clima de negocios, y los servicios básicos y esto se ha traducido en un aumento de los niveles de ingresos y la caída de la pobreza del 51% en 2005, al 40% en 2015.

Unos 350 millones de africanos ahora ganan entre 2 y 20 dólares al día. Pero la venta de los productos básicos es intensiva en capital, con poco impacto en el empleo local.

Unos 400 millones de personas aún viven por debajo del umbral de pobreza y 200 millones habitan en Estados frágiles o fallidos. El ingreso medio anual per cápita es de sólo 1.000 dólares, pero los patrones de crecimiento varían mucho entre diferentes Estados.

Cerca de 12 millones de jóvenes ingresan en el mundo laboral cada año, pero sólo una quinta parte consigue un empleo. Hoy, 8 de cada 10 africanos son trabajadores autónomos y pobres atrapados en el sector informal.

Entre 1980 y 2015, África perdió casi 1,5 billones de dólares por la fuga ilícita de capital o la corrupción. Esta cifra representa tres veces la ayuda internacional recibida en el mismo período y es mayor que la inversión extranjera.

La demografía, con 1.200 millones de habitantes, la mitad menores de 18 años, puede ser un dividendo o un desafío, dependiendo del acierto, En 2050, serán 2.000 millones, una persona de cada cinco en el mundo será africano, también uno de cada cuatro trabajadores.

La región es vulnerable. Tiene graves problemas, como la pobreza, la enfermedad, la mortalidad infantil, el cambio climático, la corrupción, los conflictos étnicos, algunas dictaduras corruptas. Y sin embargo, el desastre ya no es homogéneo y está siendo desafiado.

Con este panorama , Todos los días miles de jóvenes desesperados emigran y muchos de ellos se ahogan en el Mediterráneo o intentando saltar vallas como en Melilla, tratando de llegar a Europa, Entonces, ¿por qué el crecimiento del empleo es tan bajo si las perspectivas económicas son buenos?

Al continente, en lugar de centrarse en las cuestiones de la identidad, tras la etapa colonialista y la era de los libertadores, ahora le toca impulsar el crecimiento, concentrarse en el desarrollo y asumir su responsabilidad por el destino económico. Proporcionar las condiciones para crear empleo es urgente.

África necesita integración, sigue sufriendo discriminación en su propio continente. También inversión en Agricultura, Industria, infraestructuras, tecnología y educación para impulsar la creación de los puestos de trabajo necesarios.

África es rica, con el 30% de los recursos naturales y 60% de la tierra cultivable del mundo. Sin embargo, la mayoría de los agricultores son pobres. Pero el continente importa anualmente por valor 35 mil millones de dólares productos alimentarios.

África podría ser el granero del mundo y satisfacer las necesidades alimentarias de 9 mil millones de personas en 2050, pero debe liberar todo su potencial y hacer una transformación radical de su agricultura. Los agricultores y el sector agroalimentario podrían generar un mercado de un billón de dólares en 2030, y millones de puestos de trabajo si pudieran tener acceso a fondos, electricidad, regadío y mejor tecnología .

El continente tiene que apostar por la industrialización que es un requisito previo para la transformación económica. La industria representa el 10% del PIB , mientras la agricultura el 12%, pero emplea el 60%. Esto demuestra que la riqueza de África no es está donde está la gente. Esta es la paradoja del crecimiento con un mercado laboral débil.

No hay industrialización, ni siquiera en la producción agrícola. Como en Asia empieza a ser más caro fabricar productos. debido al aumento de costos de mano de obra, se genera oportunidades sin precedentes para África. Puede ofrecer su mano de obra intensiva y así ayudar a resolver el problema persistente de desempleo. Abordar este tema complejo, es un imperativo puesto que las verdaderas causas son estructurales.

La región también tiene otra gran ventaja: puede dar un salto tecnológico evitando muchas etapas que los países desarrollados tuvieron que hacer. Casi 800 millones de teléfonos móviles circulan en el continente, e Internet puede originar menores costes. Si hay una cosa en la que los expertos están de acuerdo es que África presentará una de las mayores oportunidades de crecimiento en el mundo en los próximos años.

África puede, como lo hicieron otras regiones, En el desarrollo nada es inevitable, pero debe tener una visión clara de cómo crecer, y cómo se utiliza el crecimiento en beneficio de sus poblaciones. No se trata de crecer para el beneficio de una pequeña elite. La cuestion central es resolver las contradicciones, apostando por más justicia, y más dignidad y mejora de la calidad de vida para los pueblos africanos, principalmente para sus jóvenes, que son los pilares de su presente y futuro.