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lunes, 4 de julio de 2022

Argelia - España - UE y el gas

 

Europa es uno de los mercados consumidores de gas natural más importantes del mundo, y mientras las guerra en Ucrania continúa, el significativo aumento de los precios de los suministros energéticos está creando una fuerte preocupación. Esta escasez de gas en la Unión Europea presenta una oportunidad única para que Argelia amplíe su presencia y consolide su posición como el proveedor de gas más confiable, aprovechando su proximidad geográfica a Europa.

Argelia, es el octavo mayor productor de gas del mundo y tiene un 3% de reservas mundiales probadas, pero su territorio está prácticamente inexplorado y se estima que tiene grandes depósitos naturales de gas por descubrir. La El 5 de julio, celebró sus 60 años de independencia en un momento clave para su relación con Europa.

La UE no puede reemplazar completamente las importaciones de gas ruso a corto plazo, pero está decidida a reducir su dependencia. Un acuerdo con Argelia indicaría a Rusia que existen alternativas y  ayudaría a aliviar la presión sobre los precios.

Cuando el empresario Pere Duran i Farell descubrió las posibilidades de Argelia, en los años 60, pocos europeos apostaban por este país. Sin embargo, el industrial abrió las puertas a unas relaciones privilegiadas entre España y Argelia, multiplicando los contactos y vínculos económicos, y ayudando a construir los gaseoductos que hoy transportan el 70% de la producción de gas argelino a la UE.

España compra GNL de Argelia, pero el enlace del gasoducto a través de Marruecos se cerró en noviembre pasado, tras décadas de disputas entre Argel y Rabat, principalmente, sobre el Sáhara Occidental. Además, las relaciones de Argel con Madrid se enfriaron desde marzo cuando España  apoyó el plan de autonomía del Sahara presentado por Marruecos y rechazado por Argelia, el principal aliado del Polisario.

El conflicto diplomático con España se ha intensificado y ha adquirido una dimensión europea, al recibir Madrid el firme apoyo de la UE. Es una oportunidad para Argel de revisar sus relaciones, y de desempeñar un papel más significativo y convertirse en el  socio  necesario y principal proveedor de gas de la UE. 

España  podría suministrar el gas al resto de Europa, a través de los dos gasoductos que le unen con Argelia: el Durán-Farrel en Gibraltar y el MEDGAZ de Orán a Almería. Aunque sería necesario completar el gasoducto MIDCAT a través de los Pirineos catalanes eso convertiría a España en país Hub. Argelia también precisará políticas públicas para controlar el crecimiento de la demanda interna e impulsar la inversiones que respalden el aumento de producción. 

Las relaciones entre España y Argelia presentan elementos de complementariedad, con intereses comunes y sin gran competencia. Hay más de 300 empresas españolas presentes en  varios sectores y decenas de proyectos en Argelia, también hay grandes oportunidades pendientes en numerosos sectores. 

Argelia y España han superado otras tensiones en los últimos años, y pueden aspirar a construir una relación de vecindad estratégica: La cooperación económica es la antesala del acercamiento político, Proteger las relaciones comerciales y potenciar los  intereses mutuos  pesa más que los temas espinosos.

El Magreb es clave para España y Europa. La UE es el primer socio de la región pero asume un papel secundario ante las situaciones de incertidumbre en la región. No actuar multiplica el riesgo. Se necesita un nuevo enfoque europeo basado en la cooperación económica y la interacción regional, porque una política solo orientada a la seguridad o la energía  no puede ser la única opción.

En Argelia las necesidades hoy son colosales. El tiempo apremia para una población con un futuro incierto. Las autoridades  deben  responder a los enormes anhelos de su pueblo y Europa y España deben ayudar a pavimentar este camino.    

La guerra entre Rusia y Ucrania ha dejado claro que Europa no tiene otra opción que mirar más de cerca y de forma renovada a  Argelia y sus vecinos del sur.

Anwar Zibaoui, Opinión, La Vanguardia 3 Julio 2022

https://www.lavanguardia.com/economia/20220708/8393146/argelia-espana-gas-ue-guerra-ucrania-rusia.html

martes, 10 de agosto de 2021

Marruecos y España: Priorizar el interés mutuo

Son conocidos los desacuerdos históricos entre Marruecos y España: el tema de Ceuta y Melilla o la visión sobre una solución del conflicto del Sahara. Cuestiones que aparecen cada cierto tiempo, tensan el entorno y complican la situación. Es urgente superar el contencioso y evitar exponer los intereses mutuos a serios peligros.

Demasiados estereotipos perjudican las relaciones entre España y Marruecos. Sin embargo, se necesitan mutuamente y su relación es estratégica para ambos. Desplazando las cuestiones delicadas, los dos países están creando fuertes vínculos políticos, económicos, militares, sociales y culturales. Porque el único camino son la cooperación y los intereses compartidos. Y es imprescindible encontrar las formulas que beneficien a las dos sociedades a ambos lados del estrecho.

Marruecos y España han superado otras tensiones en los últimos 15 años. Muchas veces facilitadas por  la aproximación entre los tejidos empresariales de ambos países, que han dado muestras de dinamismo y efectividad. 

Es bien sabido: la cooperación económica es la antesala del acercamiento político, y la base para un crecimiento sostenido. Los datos son claros: España es el primer socio comercial de Marruecos, el segundo mercado fuera de la UE y el primero de África. Los intercambios comerciales alcanzaron los 16.000 millones de euros en 2019. 22.000 empresas españolas exportan a Marruecos y más de 1.500 están presentes en múltiples sectores. Son socios naturales por cercanía y complementariedad.

El comercio Marruecos-UE representa el 60% del comercio exterior de Marruecos, España es el primer cliente de Marruecos con el 41,6% del total de la UE y el principal proveedor de Marruecos con el 35,6% del total de la UE.

Ampliar la cooperación multilateral entre ambos países en relación a África y Europa facilita poner en marcha proyectos de interés común y especialmente, en beneficio del continente africano. Marruecos y España podrían desempeñar un papel importante en sus continentes, por todo ello es importante avanzar e impulsar una mejor alianza euroafricana.

El camino es construir y reforzar el eje Rabat - Madrid para hacer prosperar el Mediterráneo y África, porque la geografía obliga. Los dos países enfrentan los mismos riesgos geopolíticos, sociales y medioambientales. Hay que aprender a desarrollar proyectos juntos: nueva economía, energías renovables, el túnel ferroviario debajo del Estrecho de Gibraltar entre otros, que pueden ser un catalizador formidable para un acuerdo bilateral.

Pese a las conocidas fricciones es posible llegar a consensos. No hay que olvidar, que casi toda la sociedad y los partidos políticos marroquís, consideran al Sahara Occidental como parte de su unidad territorial. También es conocida la herencia histórica, la sensibilidad a la causa de los saharauis en algunos ámbitos políticos y de la sociedad civil en España.

Han pasado 14 años desde que Marruecos presentó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, su "Plan de Autonomía del Sáhara Occidental". Esta propuesta puede ser una base para empezar a encontrar una solución en el marco  de la ONU. España tiene que proponer espacios que ayuden a aproximar las posiciones.

Porque este conflicto ha impactado en el proceso de la construcción de la Unión del Magreb Árabe, en un momento crítico que exige aunar voluntades, reparar las grietas y buscar salidas de futuro para todos los pueblos del Magreb. En este proceso Argelia y Marruecos, que son los actores principales, deben buscar salidas para el conflicto del Sahara, fomentar la estabilidad en la región y neutralizar el peligro que representan las organizaciones jihadistas que están ganado terreno en el Sahel.

España y Marruecos pueden aspirar a construir una relación parecida a la que se mantiene con   Francia y Portugal, o con el Reino Unido, El interés mutuo minimiza problemas. Las relaciones humanas, turísticas, comerciales y culturales  pesan mucho más que los temas espinosos. 

Ni España puede perder un socio estratégico como Marruecos, ni Marruecos puede perder a España. Urge reconstruir la confianza que es vital para permitir la reconstrucción de soluciones orientadas al futuro sostenibles. Impulsar la cooperación es un antídoto para eliminar potenciales factores de desestabilización, y crear puentes entre los 14 km de estrecho que los separan, para protegerles de olas imprevistas.

Períodico El Mundo, Estrategia y negocios, Opinión, Viernes 6 agosto, 2021

https://www.elmundo.es/economia/2021/08/06/610bdc64e4d4d8c6018b45c3.html



lunes, 12 de junio de 2017

El sur del Mediterráneo y el turismo

El Turismo es un factor multiplicador en las estrategias globales de desarrollo. Por su carácter transversal, impacta sobre 70 sectores. Es la cuarta actividad por ingresos generados dentro del comercio internacional, y pocos sectores pueden impulsar el crecimiento y crear empleo como él. En cifras, el turismo representa el 10,2% del PIB mundial, un total de 7,6 billones de dólares. El 6% de las exportaciones. El 10% del empleo registrado. Más de 1.200 millones de viajeros en 2016 y se estima que llegará a 2.000 millones en 2026.

El Mediterráneo es la principal zona de turismo del mundo, con el 32% de las llegadas internacionales y el 30% de los ingresos, y una previsión de 420 millones de turistas para el 2020. Representa el 13% de las exportaciones de la región, el 23% del sector de servicios y emplea a millones de personas. Sin embargo, es un sector heterogéneo y fragmentado. 

Mientras en destinos del norte del Mediterráneo crecen las quejas por las llegada masiva de turistas, en la orilla sur el turismo se desploma y se añoran esos millones de visitantes.

Los ataques terroristas, la inestabilidad política, las fluctuaciones monetarias y los desafíos geopolíticos han afectado a un sector vital para las economías del sur, donde el turismo representa un 12% del PIB y 11% del empleo. En el 2016, hubo una transferencia masiva de turistas, de entre el 15% y el 40% según destino. Desde 2010, Egipto ha perdido 5 millones de turistas y Túnez 2,5 millones. Y desde el 2015, Turquía el 30% de sus visitantes. Millones de viajeros evitan el sur en beneficio de los tranquilizadores destinos del norte Mediterráneo.

Los países del sur pagan cara la factura de la inseguridad y la inestabilidad política. Y con la principal fuente de divisas impactada por los ataques terroristas, las consecuencias lastran unas economías con problemas profundos: se ahuyenta a los inversores, se incrementa la inestabilidad, se agrava el desempleo, y se empuja a emigrar.

Es necesario un cambio, reinventarse, hay que repensar los modelos y encontrar nuevas formas de comercialización. Es preciso extraer el máximo partido del sector para crear puestos de trabajo, reducir la pobreza y contribuir a la paz, especialmente en la orilla sur. Pero debe hacerse desde una nueva visión, sostenible y coordinada. Hay que trabajar con los territorios, revisar el turismo social, cuidar el patrimonio y atender el desafío que plantea el cambio climático.

Es precisa una agencia de turismo mediterránea,  una institución que debería contar con la participación de los actores públicos y privados. Esa agencia facilitaría la creación de una marca común del área para una promoción conjunta en el mundo. Es preciso aunar esfuerzos, ofrecer paquetes de destinos integrados para competir con otras regiones en el futuro.

El sur necesita el turismo. Será imposible sin paz y estabilidad y sin la cooperación entre ambas orillas. El Mediterráneo no debería ser una brecha entre dos mundos, sino una zona común para todos sus habitantes y visitantes

El Periódico de Catalunya,  Opinión, Pag. Lunes, 24 de Mayo de 2017

viernes, 26 de mayo de 2017

Malta mirando al Este

Por primera vez desde su adhesión en 2004, Malta preside la Unión Europea e intenta aprovechar su liderazgo para promocionar su posición. Estratégicamente situada en el Mediterráneo, a 80 km de Sicilia y 284 km de Túnez, esta pequeña nación con una estructura económica sólida, se abre a inversores de fuera de la UE, como los países del Golfo, China y África.

La adhesión no fue una tarea fácil. Malta tuvo que adaptarse a un sistema de gobierno más estricto. Pero su economía diversificada le permitió resistir durante la crisis de la eurozona mucho mejor que otros miembros de la UE. Su actual crecimiento económico está impulsado principalmente por la demanda interna. El sector servicios es el principal contribuyente al crecimiento del consumo privado en el país.

Es también un importante centro de servicios financieros y de comercio marítimo, debe elegir bien su orientación para tener un sano y solido crecimiento económico, lo que impulsa su interés por las inversiones más allá de su mercado tradicional europeo. Su situación, entre Europa y el norte de África, ofrece numerosas oportunidades para el comercio y la inversión y como plataforma para entrar en la UE y en las regiones vecinas.

Desde 2012, mientras sus exportaciones hacia Europa bajan, Se han duplicado sus ventas hacia mercados fuera de la UE. Y lo mismo sucede con uno de sus sectores estratégicos. Elturismo procedente de la UE bajó,pero aumentaron los gastos y la duración de estancia de los turistas provenientes de fuera de la UE.

Malta también apuesta por el sector de servicios financieros, que representa el 12% del PIB, ampliando su oferta como centro financiero regional. Ha identificado cinco sectores para promover este objetivo: fondos y gestión de activos, seguros y pensiones, bancos e instituciones financieras, fideicomisos y fundaciones, y gestión de la riqueza, además de las finanzas islámicas.

Para facilitar los negocios, a diferencia de los países más grandes, en Malta cuentan con el incentivo de una gran agilidad legislativa y poca burocracia.

Malta disfruta de una tasa baja de paro, un superávit presupuestario y una de las economías de más rápido crecimiento en la UE,  pero la inestabilidad por las elecciones anticipadas del 3 de junio tras las acusaciones de corrupción contra la familia del primer ministro podría tener un impacto negativo.

Como parte de Europa, Malta debe respetar las directrices y la legislación comunitarias. Pero, para seguir creciendo, la Unión tiene que abrirse al Este, y Malta puede ser un trampolín perfecto.

Expansión, Pag.2, Edición Catalunya, Martes, 23 Mayo 2017

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Magreb: ¿ China o Europa?

En los últimos años, China ha conseguido un avance espectacular en el Magreb y África, regiones vecinas de Europa, e intenta reforzar los intereses mutuos y los vínculos diplomáticos para asegurar sus necesidades y reforzar su estrategia de crear un espacio económico que se extiende desde China a África a través de la India y Oriente medio.
Este movimiento debería alertar a los europeos del riesgo del cerco geo-económica.

El Mediterráneo, es una de las anclas y la puerta de entrada en Europa para los productos chinos. Pekín ha adquirido el segundo mayor puerto griego, el Pireo, y negocia la gestión del puerto de Limassol. Además, tiene una gran terminal en el puerto de Barcelona.

En el Norte de África hay varios ejemplos; en Argelia va a construir un gran puerto, en Marruecos quiere participar en el proyecto del enlace fijo a través del Estrecho de Gibraltar, y en Egipto está creando una zona industrial en el canal de Suez.

Mientras dos tercios de las importaciones de los países del Magreb vienen de la UE - España es uno de los principales socios con el 12 % del total-, vemos que el 60% de las importaciones alemanas de China son bienes que el Magreb también exporta, como textil, electrónica, mecánica y cuero.

La balanza comercial de la Unión Europea con los países de la región genera un excedente que apenas compensa la tercera parte de su déficit con China. Además, hay gran dependencia energética de la UE en los países del Magreb. Ejemplo de ello: casi 50% del gas de España proviene de Argelia.
Las empresas europeas solo dedican el 2% de sus inversiones en los países de la orilla sur y el 3% en África. Mientras, China aumenta sus esfuerzos de inversión en un 15% en el Magreb y un 20% en África.

La UE no tiene un plan geo-económico coherente para el Magreb y África. China construyó cuatro rutas de la seda, una en Asia Central, otra por el océano Índico, una tercera a través del ártico, y una cuarta que es una extensión de la Península Ibérica hacia la África Atlántica y el Golfo de Guinea.

Los temas económicos y de inversión deben introducirse en un amplio debate que con demasiada frecuencia está dominado por cuestiones de seguridad y de inmigración con el Magreb.

Es imprescindible lanzar nuevas propuestas audaces. La UE, y particularmente España, deben implicarse; hay que priorizar una estrategia y una buena respuesta para evitar el cerco y  ver el patio mediterráneo y sus conexiones controlados por empresas estatales chinas. Sino, es muy probable que la UE quede atrapada en la red de las rutas de la seda.

Expansión, Opinión, Edición Catalunya, Pag.2, Miércoles, 14 diciembre 2016

viernes, 15 de julio de 2016

¿Ahuyentará el brexit a los inversores árabes de Londres?


Economia Digital, Dimecres, 13/07/2016

http://www.economiadigital.es/es/notices/2016/07/-ahuyentara-el-brexit-a-los-inversores-arabes-de-londres-85069.php

La decisión inesperada del Reino Unido el 24 de junio de salir de la UE ha enviado ondas expansivas por todo el mundo, y las consecuencias de la votación del 'Brexit' se harán sentir en los próximos años. El Brexit tendrá poco impacto inmediato y directo sobre la política económica, negocios o proyectos del Reino unido con Oriente Medio, porque los contratos y transacciones regionales se realizan en gran medida en dólares, y el gobierno inglés proporciona apoyo, como los créditos a la internacionalización.

Mientras, los exportadores británicos se beneficiarán de una libra más débil que permitirá que sus productos y servicios sean más competitivos. Los precios del petróleo también pueden verse afectados, si la agitación impacta en una ralentización del crecimiento económico del Reino Unido y de la Unión Europea.

El voto favorable al Brexit ha cogido por sorpresa a los inversores y hombres de negocios extranjeros y especialmente los de Medio Oriente que lideran junto con los norteamericanos la inversión en valores de renta variable y del sector inmobiliario y hotelero. Y ahora se preguntan cómo les puede afectar. A corto plazo, el impacto inmediato de la salida del Reino Unido de la Unión Europea se encuentra en las enormes inversiones de propiedad de los fondos de riqueza soberana del Golfo en el reino, que se enfrentan a un período de incertidumbre y probablemente tratarán de transferir o vender parte de sus inversiones hacia entornos más estables o seguros.

Desde que estalló la crisis financiera mundial, los fondos soberanos de Oriente Medio se han convertido en una de las fuentes de capital en el panorama mundial del sector inmobiliario. Cerca del 75% de las inversiones inmobiliarias comerciales de Oriente Medio se hicieron fuera de la región en los últimos años. Europa gana la mayor parte de la tarta, ya que el 80% de la inversión directa de esta región se dirige a los países europeos, porque ofrecen diversificación, aceptación cultural, alta liquidez y protección fiscal.

Reino Unido es el primer mercado receptor con un volumen de transacciones en el sector hotelero y inmobiliario que representan el 39% de las ventas totales en Europa. Las inversiones del Golfo se calculan en más de 250.000 millones de dólares. Arabia Saudí representa el 55% de las inversiones del Golfo, seguido por Qatar con un 20% y Kuwait, con el 18%, mientras el resto comparten el 7%.

Este capital es en general de carácter institucional, casi la mitad procede de los fondos soberanos. Las transacciones de los compradores de Oriente Medio muestran un fuerte sesgo hacia Londres, cerca del 50 % del total. Los inversores árabes y del Golfo han hecho un apuesta estratégica por Londres y la City puesto que buscan ciudades o países por su potencial de crecimiento sólido y su estatus como un centro económico, financiero regional o global, junto con un entorno político estable y un sistema legal transparente. Y se sienten atraídos por el flujo de ingresos constante y la posibilidad de crecimiento del capital a largo plazo.

Estos factores son claves para acelerar sus decisiones. Los fondos de Oriente Medio han invertido más de un billón de dólares en los mercados globales, pero ahora pueden estar buscando un cambio de rumbo empujados por la situación en UE especialmente después del Brexit del Reino unido, y la incertidumbre en EEUU, que son sus mercados preferenciales. Y además, los enormes compromisos de proyectos en la región, y sobre todo por los bajos precios del petróleo, los estados del Golfo no están frenando sus compromisos de capital, lo que indica que tendrían que echar mano de sus reservas.

Londres y el Reino Unido tienen miedo de que los inversores de los países del Golfo reduzcan su tasa de inversión en un 25%-35% y empiecen a buscar sedes alternativas a Londres para sus fondos puesto que el Brexit puede impactar en la disminución de los valores de los activos y depreciación de la libra . Francia, Alemania, España empiezan a mover ficha y se ofrecen.

martes, 1 de marzo de 2016

Europa, a exámen en el Mediterráneo

En el Mediterráneo se acumulan los problemas y se multiplican los actores y los conflictos, lo que constituye un desafío común que precisa de un enfoque coordinado y global. Las buenas intenciones y las palabras sin contenido no son suficientes. La tragedia humana que se vive en el Mediterráneo hoy muestra los desequilibrios.

La consecuencia natural de la guerra y la agitación, es el refugio o la inmigración forzosa, y eso es solo la punta del iceberg. ¿Cómo se puede pensar en retener a millones de personas que están tratando de evitar la guerra, el hambre, la dictadura? Una política solo orientada a la seguridad no puede ser la única opción que Europa presenta a sus vecinos del Sur. Ya no son efectivas las políticas de cooperación con regímenes autoritarios, ni los despliegues de fragatas.

Todo el Mediterráneo está experimentando un cambio radical, especialmente después de las «Primaveras árabes». La región vive una situación de incertidumbre: crisis económica, guerras, intentos lentos de reformas. Estamos en una etapa clave. No actuar multiplica el riesgo y afecta al conjunto. Los conflictos en Libia, Siria y Palestina. Los atentados terroristas. La seguridad. La energía. Los refugiados y la Emigración, son preocupaciones que la UE debe resolver.

El sistema de valores europeos está en juego, y en general, la UE no tiene ninguna estrategia o plan ante los cambios en la orilla sur y los problemas que los rodean. La UE parece un socio secundario, sigue ausente del conflicto palestino-israelí, no reacciona ante la guerra asociada al terrorismo, ni ante los problemas en la orilla sur. Y sin embargo, la región que va desde Marruecos hasta el Golfo, pasando por Damasco, es donde Europa tiene más intereses económicos y estratégicos.

La Guerra siria ha quemado todas las fronteras, y como se está demostrando, Europa no será capaz de aislarse de ella y evitar las consecuencias en lo que se refiere al asilo y el terrorismo. En el Mediterráneo sur y oriental y en el Magreb 40 millones de jóvenes están en paro, 27 millones de ellos sin formación. El 50% de los 369 millones de habitantes son menores de 25 años, lo que constituye una bomba de relojería.

Por supuesto, Europa no está en su mejor momento. Ha pasado una grave crisis económica y sigue en tensión entre la austeridad fiscal y la política de crecimiento. Los esfuerzos para integrar países de la región bajo un mismo paraguas, como el Proceso de Barcelona en 1995, la Política Europea de Vecindad en 2004, el Instrumento de Vecindad y Asociación en 2007 y la Unión por el Mediterráneo en 2008, han dado pocos frutos, y aún menos credibilidad.

El futuro depende de la capacidad para adaptarse a las nuevas realidades y no levantar nuevos muros de Berlín en el Mediterráneo, muros de prejuicio, miedo e ignorancia. Lo que está en juego es mucho.  Se necesita un nuevo enfoque europeo de las bases de la cooperación. Por ejemplo, aumentar el ritmo de inversión en la zona, empezando a salvar a Europa de la crisis económica. Un plan Marshall para el Mediterráneo como pasó después de la Segunda Guerra Mundial en Europa. No es una idea descabellada si recordamos que ese plan, en su momento, no solo salvó a Europa sino también a los EEUU.

Fomentar la cooperación económica ayudaría a solucionar los problemas de inmigración y radicalización.  Impulsar la interacción intra-regional, la creación de empleo, la inversión, la experiencia crediticia, y la promoción del turismo. Son las políticas clave que podrían ayudar a resolver las condiciones socioeconómicas desesperadas que desencadenaron las revueltas. Se lucharía contra la pobreza y el desequilibrio, y se incrustaría la democracia. Hay que apoyar a los países que están tratando de realizar su transición: Marruecos, Túnez, Jordania, el Líbano. Además, Europa también debe acelerar el proceso de adhesión de Turquía.

Poner en marcha un programa ambicioso que apoye la creación de un espacio común. Es una necesidad. La UE debe adoptar una nueva política clara y efectiva. La creación de una Comisaria para el Mediterráneo mostraría la apuesta estratégica que la situación requiere. Además, es preciso revitalizar la Unión por el Mediterráneo que constituye el marco regional de cooperación adecuado entre los 43 Estados miembros.

Europa tiene que implicarse, ya que su futuro está estrechamente relacionado con la capacidad de desarrollo de la otra orilla. Si los europeos y los mediterráneos quieren ser más que vecinos y convertirse en propietarios de un futuro común, deben entender esta evidencia. Hay que moverse de las emociones a las soluciones, y no esperar que crezca el riesgo y aumente el coste. Las oportunidades perdidas han sido muchas y muy dolorosas. Hace falta un poco más de generosidad y algo menos de egoísmo.

El Periódico de Catalunya, Pag.8 Opinión, Martes, 1 de Marzo 2016

jueves, 25 de febrero de 2016

Siria: Gritos en el silencio


Economia digital, 18/02/2016
http://www.economiadigital.es/es/notices/2016/02/siria-gritos-en-el-silencio-81819.php

La posibilidad de éxito respecto al acuerdo entre EEUU y Rusia de un alto de fuego en Siria tiene pocas probabilidades. Como siempre la clave sería su implementación que no está definida, lo que no podría ayudar a poner fin a la tragedia.

Pese al tiempo que dura la guerra, Siria ha visto como EEUU no se ha preparado lo suficiente y el Zar ruso ha conseguido ganar una batalla en una nueva guerra fría.

El fuego sirio está emitiendo radiaciones en dirección a países lejanos y cercanos. Pero como la ONU y los vetos de unos u otros han impedido tomar medidas para presionar y detener la contienda, se ha facilitado una tragedia para millones de personas.

Además, se permitió encontrar un nuevo refugio a grupos extremistas como Daesh, se promovió la violencia en algunos países vecinos y se exportó el problema a Europa empujando a centenares de miles de refugiados.

Los resultados sobre el terreno son impredecibles, pero las previsiones de un conflicto que ha matado ya a cientos de miles no son optimistas. De hecho, ha dejado muchas zonas del país en escombros.

Siria vive una despiadada y cruel guerra civil y una confrontación regional sin precedentes: una prueba de fuerza entre las grandes potencias. Siria necesita un consenso internacional y parar la guerra civil y la propagación de la crisis a los vecinos y a Europa.

Más allá de los bandos que luchan y la geopolítica de las potencias, por encima de todo hay que pensar en el alto coste humano imposible de cuantificar. En definitiva, un sufrimiento terrible a una población civil muy castigada, en un país sobre el que se cierne la realidad de la destrucción sin saber cuál es el futuro incierto que le aguarda.

Siria ha roto grandes hitos históricos vergonzosos: el número de niños y niñas obligados a huir de su patria ha alcanzado los 1,2 millones. Más de 270.000 muertos, la mitad de la población desarraigada y un país en ruinas. La revuelta contra el régimen se ha convertido en una guerra devastadora.

El balance no incluye los miles de desaparecidos cuya suerte se desconoce. 486.700 personas viven actualmente en una zona sitiada por el ejército o los rebeldes. Decenas de personas murieron a causa de la desnutrición y la falta de asistencia médica.

Con 23 millones de habitantes, 13,5 millones de sirios están desplazados por la guerra y se han quedado sin hogar. 5 millones de personas han huido del país. Se trata de la población de refugiados más grande para un solo conflicto en una generación. Turquía acoge a 2,5 millones, Líbano a unos 1,2 millones de personas y Jordania más de un millón.

Los refugios en los países vecinos están llenos y las organizaciones de socorro se han quedado sin existencias. Se enfrentan a la pobreza extrema, los problemas de salud y las tensiones crecientes con las comunidades locales.

Además de la crisis humanitaria, los riesgos políticos relacionados con los combates irán en aumento. Una gran mayoría de los refugiados quieren ir a Europa, por su cuenta y riesgo, a través de las redes de contrabando.

El conflicto ha devuelto tres décadas atrás la economía, que experimentó una desindustrialización masiva debido al cierre de empresas, la quiebra, el saqueo y la destrucción.

Las exportaciones cayeron un 90%. El país se ha privado de casi todos sus ingresos y la mayoría de sus infraestructuras están destruidas. Las pérdidas en el sector del petróleo y gas ascendieron a miles de millones de euros. Siria vive sin electricidad en casi 80% del territorio y escasea el agua.

Se estima que el coste económico de la guerra en Siria y su impacto en los países vecinos, Irak, Egipto, Líbano, Jordania y Turquía ascendió a unos 34 mil millones de euros. Este coste no incluye los recursos asignados por los vecinos de Siria para proporcionar servicios básicos a los refugiados.

Esta Guernica Siria ha dejado al descubierto no sólo la hipocresía internacional, sino también su impotencia. Una vez más, esta región imán para las intervenciones militares de grandes potencias ha causado enormes bajas que no han servido ni para restaurar la paz y la estabilidad ni la democracia.

El caos actual es difícil de entender para el ciudadano europeo, pero lo que está en juego en Siria afecta a todos. Urge detener la tragedia. Ya no vale pedir prudencia, cautela, consenso, y vetos, si se deja de proteger a una población indefensa.

La comunidad internacional no puede apartarse a lo que está pasando. La alternativa no es la pasividad o unas negociaciones para limpiar conciencias. En lugar de bombardeos y campañas militares, urge lanzar una ofensiva diplomática. Un plan que incluya un acuerdo político, una solución general de la situación en su totalidad, un enfoque más global que tenga en cuenta las aspiraciones de los sirios a la libertad y dignidad.

Y si no, ¿cuántos más sirios tienen que morir y cuántas ciudades deben ser destruidas hasta que la conciencia internacional se mueva para detener esta sangría?

lunes, 7 de diciembre de 2015

Puentes sobre el Mediterráneo

Por octavo año, Barcelona ha vuelto a confirmarse como la gran referencia económica del Mediterráneo, acogiendo la Semana Mediterránea de líderes económicos. Más de 1.500 participantes de 32 países, entre representantes del sector privado, autoridades políticas y de organizaciones internacionales, se han reunido entre el 24 y el 27 de noviembre en esta ciudad a pesar de una situación compleja, en una región en la que parecen que son tiempos más de división, violencia y guerras que de encuentros, economía y desarrollo.

Esta edición ha coincidido con el 20 aniversario de la Declaración de Barcelona. A pesar de la gran ambición de las propuestas en su momento para crear una zona de paz, seguridad y prosperidad compartida, el resultado no está a la altura ni de las aspiraciones de los pueblos de la región, ni de los desafíos a los que se enfrenta Europa y el Mediterráneo.

En esta semana también 25 organizaciones y asociaciones del sector privado de Europa, el Mediterráneo y el mundo árabe han acordado 20 iniciativas, herramientas y programas eficaces para profundizar en las relaciones económicas y para redefinir el papel de los gobiernos y de las empresas en el marco de la asociación euro-mediterránea, trabajando juntos a favor del renacimiento de la región.

20 iniciativas que van desde impulsar el papel del sector privado como actor principal, estimular el espíritu emprendedor y la innovación, consolidar el rol clave de las mujeres y los jóvenes en la economía, la contribución de las diásporas y emigrantes, paliar la falta de inversiones privadas, la buena gobernanza, la economía social y solidaria, la economía verde, promover los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) 2030, la apuesta por un modelo de ciudad mediterránea sostenible y competitiva, el apoyo a la Unión por el Mediterráneo, instrumentos de financiación de las PYMES, promover un Banco de Desarrollo Mediterráneo, asociaciones público-privadas, responsabilidad social, promoción del arbitraje, crear una Agencia Mediterránea de Turismo y una Marca Global Mediterránea, y una red multimodal de transporte integrada con el corredor Mediterráneo como prioridad

Todo el Mediterráneo está experimentando un cambio radical. Los recientes acontecimientos requieren una respuesta urgente a los problemas de empleo y desigualdad que están provocando una gran agitación social. En Oriente Medio y el Magreb, 40 millones de jóvenes están en paro, 27 millones sin formación, el 50% de los 369 millones de habitantes son menores de 25 años y esto es una bomba de relojería. Y podría afectar a la seguridad y la prosperidad en el conjunto del Mediterráneo y de Europa. Fomentar la cooperación económica, resolver las condiciones que desencadenaron revueltas y conflictos, ayudaría a solucionar los problemas de inmigración y radicalización. Se lucharía contra la pobreza y el desequilibrio, y se incrustaría la democracia.

Hoy es más necesario que nunca crear espacios de encuentros. Barcelona y los organizadores de esta semana económica han intentado facilitar esta apuesta. Los mediterráneos juntos conseguirán movilizarse para superar las dificultades y riesgos coyunturales, deben transformar la amenaza en una oportunidad y convertir la debilidad en una fortaleza. Esto les permitirá enfrentarse a los retos y construir un futuro común.

20 años después, los actores de la región, públicos y privados, han tenido otra vez la posibilidad de relanzar el espíritu del Proceso de Barcelona y de apostar por la integración económica con un objetivo principal: la creación de un espacio económico mediterráneo, con una población de 800 millones de personas, que emerge lleno de posibilidades. Pero deben enfrentase a las dificultades y muros de incomprensión, sobre todos las herencias y conflictos ya históricos que están hipotecando el futuro.

El Mediterráneo no puede permitirse quedar al margen del mundo en vista del potencial material y humano de que dispone. Esa suma debe convertirse en un elemento de competitividad y en una ventaja comparativa en relación a otras economías, como la China, la de EEUU o la de la India.

La falta de una verdadera integración está impidiendo atraer inversiones, y el crecimiento insuficiente supone pérdidas económicas. El sur del Mediterráneo es el menos integrado en el mundo de los intercambios: solo alcanzan 4%, frente al 62% de la UE y el 26% de ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático).

La región es uno de los primeros socios comerciales de la UE con más de 280.000 millones de euros de intercambios comerciales. El 70% de las importaciones proviene de la UE, mientras que el 12% de las exportaciones de la UE se dirigen a esta zona. La UE es el mayor inversor en la zona con más del 48% del total. El 40% del suministro energético de la UE proviene del sur.

La solución pasa inevitablemente por la reactivación del Proceso de Barcelona y la apuesta clara por la Unión por el Mediterráneo que agrupa a 43 países, y su dotación de instrumentos financieros eficaces es el camino a seguir. Sumando las fuerzas todos tenemos mucho que ganar. Unas economías de escala importante, un potencial real de crecimiento y un gran mercado de consumidores. En diez años, el Mediterráneo podría ganar el hasta 30% del PIB si finalmente decide abrir las fronteras y crear un área de integración económica y un mercado único.

El desarrollo es mejor antídoto contra los extremismos. Estamos en una etapa clave en la que hay que moverse y no esperar a que crezca el riesgo y aumente el coste por no actuar.


 Cronica Global, Viernes, 4 diciembre 2015

miércoles, 25 de noviembre de 2015

miércoles, 14 de enero de 2015

Etihad por Europa

El sector de la aviación en Oriente Medio sigue creciendo a un mayor ritmo que el conjunto del mercado mundial. El tráfico en las rutas entre la región y África, Europa y Asia se incrementó un 14,5 %, un 7,8% y un 13,4% respectivamente, con un aumento en el tráfico aéreo a nivel mundial de apenas un 2,3%. Boeing ha pronosticado que las aerolíneas de Oriente Medio necesitarán más de 2.600 nuevos aviones en los próximos dos decenios, por valor de 550.000 millones de dólares. Sin embargo, sólo hay espacio para la expansión de estas aerolíneas, sea en rutas, nuevos aviones o invirtiendo en Europa y  en Asia-Pacífico.

En tres años Etihad ha aumentado su participación en ocho aerolíneas de todo el mundo como Air Berlin que es su mayor accionista, Aer Lingus, Virgin Australia, Darwin Airlines, Air Serbia, y Alitalia. Seguramente su mayor apuesta hasta el momento es Alitalia,  donde  tiene una participación del 49%, de la aerolínea italiana, que sufría desde hace años graves pérdidas. Etihad tiene un plan de rescate de 1.700 millones de euros, lo que permitirá a Alitalia invertir en rutas de larga distancia, y reducir su dependencia del mercado interior. Y a Etihad aumentar su presencia en el cuarto mercado europeo con 25 millones de pasajeros. La compañía ha creado 20.000 puestos de trabajo en Europa.Su estrategia de ampliar su red global vía inversiones la distingue de sus competidores del Golfo. Y le da un acceso privilegiado a los diferentes mercados con mayor poder adquisitivo ofreciendo un único programa de fidelidad. Su modelo de negocios se basa en tres pilares: crecimiento orgánico, códigos compartidos e inversiones en el capital de otras compañías. Esto le permite una continua expansión a través de las marcas globales establecidas mientras construye "una nueva" Ruta de la Seda a través de Abu Dhabi como Hub concentrador.

Etihad quiere sacar provecho de su nueva reputación y marca. Su ambición es ser la mejor en términos de calidad de servicio, no la más grande, como su vecina de Dubai Emirates que tiene diez veces más tráfico.La compañía empieza a digerir sus inversiones en Europa, donde está experimentando un crecimiento significativo. Su sede en Berlín será responsable de desarrollar la marca y sus relaciones con la UE. Etihad ha ampliado los vuelos existentes entre Abu Dhabi y 21 destinos en 16 países europeos.

La historia de Etihad es única en la aviación, pero su éxito dependerá de si es capaz de ser global y crear un buen discurso junto con sus socios europeos.

Expansión, Ed.Catalunya, Pag.2, Miércoles, 14 enero 2015

viernes, 12 de diciembre de 2014

Turismo mediterráneo, necesidad de cambio


Economia Digital, 26/11/2014

http://www.economiadigital.es/es/notices/2014/11/turismo_mediterraneo_necesidad_de_cambio_62489.php?hootPostID=4ee6d741736362808c5db83d8f580d8e

A pesar de las epidemias, guerras, y otras crisis, el turismo sigue creciendo hasta alcanzar unos ingresos de 902.000 millones de euros en el mundo. Esta cifra incluso llegó a los 1,1 billones de euros si incluimos el transporte de pasajeros. 

La actividad turística mundial representa en la actualidad el 20% del PIB total y supone un porcentaje similar del empleo registrado. Las llegadas internacionales al Mediterráneo alcanzaron los 344 millones de turistas y están aumentando de manera constante cada año. El Mediterráneo es el destino más importante en el mundo tanto para el turismo internacional como para el interno. Y supone el 30% de los ingresos por turismo a nivel mundial.

Además, representa el 13% de las exportaciones de los países del Mediterráneo, el 23% del sector de servicios y emplea a más de 5 millones de personas. Sin embargo, a pesar de estos grandes números, el turismo mediterráneo sigue siendo heterogéneo y está fragmentado.

Francia, Italia, Grecia, España y Turquía, los países motores captan el 80% de estas llegadas. Y las perspectivas son muy positivas en la zona norte del Mediterráneo, en países como Montenegro, en los Balcanes, que ha visto aumentar sus llegadas de turistas un 25% entre 1995 y 2013. En los mismos años, Croacia progresó un 12,1%. En el Sur se están haciendo grandes esfuerzos, como en Egipto o Marruecos, que será el primer destino africano en 2014, con un incremento del 7% respecto a 2013. Túnez registrará un aumento del 5%. 

El optimismo es clave, pero es necesario un cambio. La crisis obliga a repensar el modelo económico. Es preciso examinar las maneras y encontrar nuevas formas de comercialización, de reinventarse y crecer. Trabajar con los territorios, revisar el turismo social y cuidar el patrimonio.

En este contexto, la necesidad de potenciar el turismo en el Mediterráneo es obvia. Pero, ¿cuál es la estrategia? ¿Qué herramientas pondrán en marcha los actores económicos y las comunidades? El intercambio de prácticas y la coordinación entre los países de las dos orillas debería ser la prioridad.

La misma perspectiva de cambio climático supone una seria amenaza para el desarrollo y la sostenibilidad. Muchos desafíos determinantes para el futuro, particularmente en términos de gestión del turismo, el clima y el medio ambiente, la estrategia y la sostenibilidad. Es urgente potenciar la oferta presente en todos los países del Mediterráneo, tanto por su diversidad cultural como por su importancia histórica, poniendo especial énfasis en la gran biodiversidad existente. 

El sector turístico demostró cómo fue capaz de adaptarse a los cambios del mercado, impulsar el crecimiento y crear puestos de trabajo en el mundo, a pesar de los desafíos económicos y geopolíticos persistentes.

Es el momento para evaluar y analizar la situación de la industria turística a nivel regional ya que competencia y cliente han cambiado, hay que apostar por trabajar juntos, sumar para competir en un mundo global, apostar por un desarrollo sostenible capaz de crear nuevas oportunidades que permitan continuar en la senda del crecimiento.

Una agencia de turismo regional, una institución que debería contar con la participación de todos los actores, desde la cooperación público-privada, es una necesidad y facilitaría la creación de una marca común para una promoción conjunta en el mundo. Los intereses turísticos nacionales y la competitividad entre los países mediterráneos han primado más que la cooperación regional y la voluntad de aunar esfuerzos para ofrecer paquetes de destinos integrados o nuevas fórmulas innovadoras.

La creación de una marca única para todo el Mediterráneo es necesaria para potenciar sistemas y herramientas de promoción y comercialización conjuntas, apoyándose en el elemento que nos une, el Mediterráneo. Es un paso necesario para unificar, promover y competir en el mercado global.

Impulsar la cooperación para consolidar el liderazgo y ampliar la cuota de mercado turístico del Mediterráneo y extraer el máximo partido de esta capacidad será necesaria para generar ingresos, crear puestos de trabajo, reducir la pobreza y contribuir a la paz en ambas orillas del Mediterráneo. 

Ferdinand Braudel decía que el Mediterráneo no es un paisaje sino innumerables paisajes. No es un mar sino una serie de mares. No es una civilización sino varias civilizaciones, y es el motivo que atrae millones de visitantes de todo el mundo, para seguir esta senda hay que enfrentarse a los retos del futuro, a la luz de los recientes acontecimientos políticos, la incertidumbre económica y el desafío continuado que plantea el cambio climático, fundamental para la perdurabilidad a largo plazo.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Argelia 2015 - 2019

Argelia lanzará un nuevo plan 2015-2019 para invertir 210.000 millones de euros, con el objetivo de impulsar una economía productiva y diversificada lejos de la dependencia de los hidrocarburos. 

Este impulso viene precedido de los planes anteriores, el 2005-2009 y el 2010-2014 con más de 400.000 millones para construir infraestructuras, que incluían 1.200 km de autopistas, plantas de desalinización de agua y miles de viviendas. Los resultados fueron modestos, y estuvieron lejos de las expectativas proyectadas debido a la lentitud de las reformas que limitaron la participación de los inversores extranjeros y privados. Ahora, las autoridades, quieren contar con su implicación en el nuevo plan.

La financiación siempre es un factor clave del desarrollo económico, pero no soluciona todos los problemas. Es necesaria una visión de largo plazo que refleje la ambición de construir una economía productiva exitosa, unas instituciones sólidas la y participación de todos los actores. 

Argelia dispone de 154.000 millones de euros en reservas de divisas y 54.000 millones del fondo de estabilización, que ayudarán, pero no serán suficientes. La economía argelina, pese a su potencial de crecimiento, tiene problemas estructurales, el excesivo peso del Estado y la producción de hidrocarburos como principal fuente de riqueza. La proyección de crecimiento del PIB para 2015 es del 3%, y de un 4,2% sin hidrocarburos. Al ser un importante proveedor de gas para Europa, Argelia tiene posibilidades para reposicionarse en el mercado mundial mediante la explotación a su favor de la crisis entre la UE y Rusia, que suministra el 30% del gas a Europa, por el 10 que proporciona Argellia.

España sigue siendo el primer cliente de Argelia y su cuarto proveedor, con intercambios que alcanzan los 15.000 millones de euros. El 50% del gas que consume España viene de Argelia. Unas 270 empresas españolas se han instalado en este país y muchas son compañías de sectores como la construcción y la obra pública que han ganado suculentos contratos, como por ejemplo los 2.000 millones de euros ganados por 10 licitaciones de 12 de plantas desalinizadoras.

También Argelia gasta más de 50.000 millones de dólares al año en importaciones de bienes, productos alimenticios y farmacéuticos. El país cuenta con todos los recursos humanos y materiales para hacer su revolución económica y situarse entre las potencias emergentes. El problema no es económico, pero ahora es necesaria la valentía política de un país que aparentemente se niega a crecer.

Expansión, Ed.Catalunya, Opinión. Pag.2. Jueves, 4 diciembre 2014

martes, 25 de noviembre de 2014

Entrevista para ATALAYAR, 22 NOV 2014

"El viaje de vuelta hacia el Mediterráneo, es el camino al futuro"
Entrevista, 22 /11 / 2014, para ATALAYAR










http://www.atalayar.com/content/%E2%80%9Cel-viaje-de-vuelta-hacia-el-mediterr%C3%A1neo-es-el-camino-hacia-el-futuro%E2%80%9D

Por Paco Soto

"La Asociación de Cámaras de Comercio e Industria del Mediterráneo (ASCAME) organizará los días 26, 27 y 28 de noviembre, en Barcelona, la VIII Edición de la Semana de Líderes Económicos del Mediterráneo. Unos 1.200 empresarios y líderes políticos y económicos participarán en este foro. El evento cuenta con la colaboración de diversos organismos como el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed), la Unión para el Mediterráneo (UPM) y  el Banco de Inversiones Europeo (BEI), y tiene el apoyo de medios de comunicación como Atalayar entre dos orillas. El coordinador general de ASCAME y de este foro empresarial y económico, Anwar Zibaoui, analiza para Atalayar la importancia de la cita barcelonesa. Zibaoui, español de origen libanés, es un experto en economía mundial y está especializado en el Mediterráneo. Es también consejero internacional de grupos empresariales y de varios gobiernos, así como colaborador de medios de comunicación españoles e internacionales. En la entrevista, afirma: “Europa no puede mantenerse ajena a lo que pasa en el Mediterráneo”.

Pregunta: ASCAME  organiza en Barcelona, la VIII Edición de la Semana de Líderes Económicos del Mediterráneo. En su opinión, ¿cómo valora la importancia de este evento que reúne a países de las dos riberas del Mediterráneo?
R: “Es un hecho importante que sigamos por octavo año consecutivo celebrando esta semana económica  y aumentando  la participación. Esto demuestra la importancia  de esta plataforma anual para la región, sobre todo para el sector económico mediterráneo. Esto también  demuestra que Barcelona adquiere un papel cada vez más decisivo como capital económica y puente entre las riberas del Mediterráneo, junto con  la Cámara de Comercio de Barcelona y con la colaboración de una docena de organizaciones de la región. Durante tres días, el mundo económico del Mediterráneo, la Unión Europea y los países del Golfo  participarán en debates e intercambiarán ideas y propuestas de colaboración con la voluntad de ofrecer un firme apoyo a la integración mediterránea desde la sociedad civil. Además, se celebrarán encuentros empresariales porque el papel de las empresas en la construcción de este edificio mediterráneo es clave y su implicación en este proceso se hace cada vez más necesaria”.

P: ¿Cuáles van a ser los grandes retos de esta nueva edición?
R: “La necesidad de cambio es el lema de esta edición de la Semana, que  debatirá y  buscará respuestas a cuestiones cruciales como el turismo, la integración del Magreb, los emprendedores y  el empleo juvenil, las pymes, la economía verde, la energía solar , las ciudades, la sostenibilidad, las zonas  francas y económicas especiales, la inteligencia económica, las finanzas islámicas. Y también la inversión, el comercio, las infraestructuras, las oportunidades de negocios con especial atención  a Marruecos y Líbano… Se presentarán diferentes proyectos en el campo de la energía solar y desarrollo sostenible co-financiados por la UE y habrá espacios para la presentación de propuestas y   proyectos específicos, creando nuevas oportunidades empresariales durante  las jornadas de ‘networking’. Centenares de empresarios procedentes de  países como Argelia, Marruecos, Egipto, España, Francia, Italia, Turquía, Líbano, Jordania, Mauritania Túnez, Albania, Croacia, Serbia, también del Golfo, Estados Unidos y Malasia buscarán reforzar los lazos empresariales y trazar nuevos caminos de cooperación”. 

P: El evento cuenta con la participación de diversas instituciones y también medios de comunicación como Atalayar. ¿Esto demuestra que la importancia del Mediterráneo desde el punto de vista económico y geo-estratégico ha sido asumida por amplios sectores económicos, sociales y políticos?
R: “Es clave que líderes empresariales y representantes del sector privado, autoridades políticas y  organizaciones internacionales se reúnan durante esta semana que viene para analizar las políticas Euro-Mediterráneas de los últimos 19 años, los resultados obtenidos hasta ahora, las perspectivas de los  proyectos prioritarios de la Unión por el Mediterráneo y, sobre todo, los objetivos y retos futuros para impulsar y hacer realidad las aspiraciones del  Proceso Barcelona de 1995, cuando empezó formalmente este proceso de integración y cooperación entre ambas orillas. La región euro-mediterránea con una población de 800 millones de habitantes ofrece ventajas específicas y competitividad dentro de la nueva división internacional del trabajo y de cooperación. Esta complementariedad puede jugar un papel de protagonista en el panorama mundial. Pero antes hay que favorecer la construcción de una zona  estable y sostenible. Europa tiene una oportunidad histórica para incidir en el desarrollo del Mare Nostrum. Por eso no hay que seguir considerando el Mediterráneo como una historia pasada o como la zona de amortiguamiento de emigrantes y turbulencias en África y Oriente Medio”.

P: El foro que organiza ASCAME es el más importante desde el punto de vista económico en la región mediterránea. ¿Qué esfuerzos se han tenido que hacer para lograr este objetivo?
R: “ASCAME ha sido pionera cuando en 1982 empezó a poner el Mediterráneo y la cooperación económica entre ambas orillas en la agenda política y entre los objetivos del sector privado. No hemos cesado en este esfuerzo y hemos aportado mucho a la UE, a la UpM y a los países del Sur nuestra visión y apuesta decidida por el Mediterráneo, su asociación con Europa y su promoción en el mundo. En estos momentos de cambios profundos podemos  demostrar que el diagnóstico de ASCAME fue acertado puesto que el Mediterráneo está experimentando un cambio radical. Los recientes acontecimientos  políticos y económicos en la región requieren una respuesta inminente y urgente a los problemas que han destapado, porque la amplia desigualdad económica puede provocar  una gran agitación social. Europa no puede mantenerse ajena a lo que pasa en el Mediterráneo. Su futuro está estrechamente relacionado con la capacidad de desarrollo de toda la región por la fuerte interdependencia y los múltiples canales de transmisión entre ambas orillas”. 

P: ASCAME fue creado hace 32 años. ¿Augura usted un buen futuro a esta plataforma?
R: “Creo que ASCAME es hoy más necesario que nunca, es una de las pocas organizaciones  representativas del sector privado en el Mundo Norte-Sur; es un espacio único donde más de 250 cámaras de comercio, industria, servicios de 23 países mediterráneos se encuentran y defienden la cooperación económica y la región.  Sin lugar a dudas, es precisamente esta promoción de la actividad económica, entendida como instrumento de paz, colaboración y acercamiento, la principal aportación de ASCAME”. 

P:  En la ribera norte del Mediterráneo, ¿qué papel deben desempeñar las tres grandes potencias económicas, España, Francia e Italia?
R: “La región mediterránea sur y oriental es uno de los primeros socios comerciales de la UE.  Francia, Italia y España representan el 60% de este intercambio, más de  15.000 empresas europeas están instaladas allí y muchas provienen de estos países. El 40% del suministro energético hacia estos países de la UE proviene del sur del Mediterráneo. A esto hay que añadir  la apuesta por la energía solar. Estos datos evidencian que el área mediterránea sur y oriental es de una extraordinaria importancia estratégica. Hay intereses económicos, energéticos y estratégicos obvios. Estos países de la  UE son los aliados naturales de esta región, no solo por  razones históricas, geográficas y comerciales, sino también como equilibrio en el ámbito europeo”.

P: ¿Qué tienen que hacer desde el punto de vista económico, pero también social y político, los países de la ribera sur mediterránea para solucionar sus problemas y conseguir una verdadera estabilidad?
 R: “Los acontecimientos de los últimos años en la zona, nos llevan a analizar qué lecciones obtenemos desde el punto de vista económico y la relación entre estabilidad, democracia, crecimiento e inversión. Vemos que la estabilidad y el crecimiento económico a  largo plazo dependen de un sistema democrático, una buena gobernanza  y la participación de todos los actores de la sociedad civil. Es urgente el desarrollo del sector privado, sobre todo las pymes, y solo un sistema de transparencia política puede impulsar el crecimiento económico y crear mejores entornos para la inversión privada. El proceso de integración mediterráneo y su asociación con Europa debe ser la opción prioritaria”.

P: ¿Es usted optimista sobre el futuro de las relaciones euro-mediterráneas?
R: “Los que llevamos años defendiendo el proyecto euro-mediterráneo no podemos dejar de ser optimistas pero también realistas. En estos momentos de cambios profundos es cuando se demuestra la necesidad del proyecto euro-mediterráneo. Este viaje  de vuelta hacia el Mediterráneo, es el camino hacia el futuro”.

jueves, 29 de mayo de 2014

Entrevista en ATALAYAR, Entre dos orillas

MAGAZINE INTERNACIONAL DE ACTUALIDAD DE ESPAÑA Y EL MAGREB

http://www.atalayar.com/content/%E2%80%9Cestamos-en-una-etapa-clave-en-la-historia-del-magreb%E2%80%9D

http://www.atalayar.com/

TRANSCRIPCIÓN DE LA ENTREVISTA Mayo, 28 2014

Por Paco Soto
En esta entrevista con Atalayar, el experto analiza la situación económica y política en los países del Magreb. Asegura que “la integración es una apuesta clave para transformar esta región en un destino de atracción  económica y empresarial”. A su juicio, “esto impactaría positivamente en países vecinos como España”. 

Pregunta: ¿Cuál es su opinión sobre la situación que vive el Magreb desde que estalló la denominada Primavera Árabe?

Respuesta: “La región  vive una situación de incertidumbre: crisis económica en el sur de Europa, su primer socio económico, revueltas de distintas intensidades  en Libia y Túnez y  cambios constitucionales en Marruecos y Mauritania, e intentos graduales de reformas en Argelia. Esto indica que estamos en una etapa clave en la historia de esta zona y que los países del Magreb  tienen que moverse, no pueden esperar y ganar tiempo ya que el riesgo es ver que cada uno de estos países no pueda hacer frente a las exigencias. El costo de llegar tarde a impulsar las reformas o la  recuperación de la estabilidad sería muy alto. Y no hay que olvidar el potencial y la interrelación entre Europa y el norte de África. Está claro que los impactos pueden cruzar al otro lado”.

P: A su juicio, ¿Túnez, que adoptó hace poco una nueva Constitución, se sitúa en estos momentos en la vanguardia de la democratización en el Magreb, pero también en el resto de África del Norte?

R: “Túnez ha dado un ejemplo. El movimiento islamista Ennahda  sucumbió a las presiones de la calle y aceptó la nueva Constitución  y un gobierno de transición. Es posible que no tuviera muchas opciones y todo lo que quedaba era hacer frente a la ira en la calle o contenerla con la menor cantidad de pérdidas. A la luz de la experiencia de Egipto, una ratificación a  tiempo  en el momento oportuno es mejor cuando es imposible ofrecer concesiones mutuas. Y al igual que la Primavera se inició en Túnez y provocó un terremoto cuyas réplicas llegaron hasta muchos países, esperemos  que ahora este modelo de compromiso  se propague por toda la región”.

P: ¿Qué piensa de la situación de Marruecos, donde también se han dado pasos significativos en materia de democratización, y en Argelia, que es una gran potencia en hidrocarburos?

 R: “Marruecos, en comparación con la agitación que sacude a gran parte de la región, se ha convertido en el primer país del Magreb en acordar un programa de reforma constitucional y realizar elecciones limpias.  La experiencia de Marruecos pone de manifiesto que hay otra manera de tratar de implicar a los partidos islamistas en lugar de enfrentarse a ellos. Creando una atmósfera democrática que les permita ser socios en la responsabilidad, que la gente pueda comprobar su capacidad de gobernar. En Argelia, el deseo de cambio es real y profundo, pero el miedo al deslizamiento está todavía presente. El entorno regional experimenta una transición caótica y el orden internacional ha cambiado. Así un cambio radical se ha demostrado muy  costoso en algunos países vecinos como Libia. Después de más de medio siglo de independencia, y cuarenta años de bonanza petrolera y de grandes ingresos, llegan ahora las reivindicaciones de libertad, progreso y  justicia social”.

P: Pero Libia lo tiene muy complicado por sus propias divisiones territoriales y tribales y por la inestabilidad política, social y militar. ¿Qué salida le espera a este país?

 R: “La gestión de la posguerra suele ser más compleja y peligrosa que la planificación del propio conflicto. Gadafi se ha ido, pero dejó tras de sí su legado. Es el resultado de un régimen que concibió un modelo durante cuatro décadas que dejó al país desprovisto de cualquier funcionamiento de instituciones de Estado y una nación profundamente dividida por diferencias tribales y regionales. Las identidades étnicas son complejas. Libia debe urgentemente establecer un sistema democrático, sino caerá en el caos. Libia se enfrenta al desafío de reforzar la seguridad, restaurar el orden, la unificación del país e impulsar el crecimiento rescatando los activos libios congelados. También tiene que completar las exportaciones de petróleo y empezar la reconstrucción; tiene un difícil reto por delante”.

P: Y sobre Mauritania, ¿cuál es su opinión?

 R: “En los últimos años algo está cambiando, y las autoridades apuestan por un renacimiento económico y social.  Su  economía  ha dado un  salto cualitativo creciendo un 7% en 2013,  el más alto en África, Pero tiene que resolver los importantes problemas pendientes y consolidar la  gobernabilidad y estabilidad política y social. El desarrollo y la riqueza deberán incluir a todo el abanico social y regional mauritano”.

P: ¿Qué papel debe desempeñar la UE en su relación con el flanco sur del Mediterráneo occidental?

R: “La región euromediterránea reúne una población de 800 millones de habitantes, ofrece ventajas específicas y competitividad dentro de la nueva división internacional del trabajo y de la cooperación. Por esta complementariedad y sinergias la región está  llamada a jugar un papel de protagonista en el panorama mundial. Pero antes debe favorecer la construcción de una zona  estable, próspera y sostenible. La Union Europea tiene una oportunidad histórica para incidir en el desarrollo y la  interdependencia económica de la zona mediterránea. Por tanto, la UE debe asumir una política global y prioritaria mediterránea. Hay que consolidar la Unión por el Mediterráneo (UpM).   Este  reto exige una suma de compromisos y unir fuerzas. Europa tiene que implicarse, porque su futuro está estrechamente relacionado con la capacidad de desarrollo económico y social de los países de la otra orilla. En este momento de cambios profundos es cuando  se demuestra la necesidad del proyecto mediterráneo y su integración con  Europa. En caso contrario, Estados Unidos, China y otros están ya en el patio de este vecino cercano a Europa”.

P: ¿Y España, que tiene sólidos intereses económicos en la región, sobre todo en Marruecos y Argelia, qué debe hacer?

R: “Para España, Marruecos y Argelia, desde hace años, son  una prioridad estratégica y con ambos países España ha intensificado el desarrollo de sus relaciones económicas, a pesar de algún contratiempo. Esto demuestra que en el ámbito de la cooperación la aproximación entre los tejidos empresariales ha dado muestras de dinamismo y una mayor efectividad. Pero la relación con ambos países exige la creación de marcos estables, que favorezcan el acercamiento y fomenten la actuación de la sociedad civil. Argelia y Marruecos representan el 75% del total de la población del Magreb y el 70% de PIB de la zona.  La integración es una apuesta clave para transformar esta región en un destino de atracción  económica y empresarial. Esto impactaría positivamente en países vecinos como España”. 

P: ¿Un conflicto como el del Sáhara occidental, que tanta desunión y enfrentamiento provoca entre Rabat y Argel, podría resolverse a través de una negociación política entre las partes opuestas?

R: “Este conflicto ha impactado en el proceso de construcción de la Unión del Magreb Árabe. Paradójicamente, es un momento crítico que exige aunar voluntades, reparar las grietas y buscar salidas para ganar las apuestas del futuro y así responder a las aspiraciones de los pueblos del Magreb. La propuesta de una autonomía avanzada es una salida a tener en cuenta  y ayuda a fomentar la estabilidad en la región y neutralizar los peligros” .

P: Además de la respuesta policial y judicial y de la colaboración entre la ribera norte y sur del Mediterráneo, ¿qué otras vías se tienen que buscar para acabar con el terrorismo yihadista?

R: “Hay que hacer  frente a los problemas de terrorismo abordando las cuestiones que lo han alimentado. La solución militar  no debe ser la única, y a veces puede ser contraproducente. La marginación facilita los mensajes de los extremistas y provoca la caída en sus redes, como presa fácil, de miles de jóvenes sin futuro. Hay un verdadero sentimiento de agravio que conduce a la radicalización de una parte de la población”.


lunes, 16 de septiembre de 2013

UE, Siria y Mediterráneo




No solo a nivel interno la UE pasa en momento delicado. Años de recesión económica,  euroescepticismo, la desconfianza en las instituciones y la falta de transparencia en las decisiones, han hecho mellas en un proyecto europeo. También a nivel internacional la situación actual de la UE, y su poca incidencia en el exterior, especialmente en la región vecina Mediterránea es testimonial, su papel no solo Siria o Egipto también en Irán, y el proceso de paz palestino – israelí,  requiere un análisis al más alto nivel  porque afecta como resultado del deterioro los intereses, las relaciones y la seguridad económica.

La UE está inmersa en una crisis política y económica  interna y externa ya se sabe que las democracias son débiles en tiempos de crisis.

La UE se enfrenta a una difícil situación después de la intervención en Libia. Sobre todo cuando se les pregunta sobre lo que están haciendo para proteger al pueblo sirio, Algunos apoyan un ataque directo, otros dicen que la intervención no es posible sin una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU mientras otros callan o mantiene un perfil bajo  entre tanto la alta representante de la UE para estos asuntos parece ausente.

Países como Gran Bretaña, Francia no podían estar de brazos cruzados ante lo que está sucediendo después de permanecer en silencio durante años con dictadores y mirando al otro lado  y, a veces en connivencia con ellos. Las revueltas en Egipto, Túnez, libia o Siria  sorprendieron a estas democracias occidentales ante su opinión pública.

Es cierto que todos los países siguen la política que consideren idónea para lograr sus intereses. Y de hecho los países, y especialmente las grandes potencias, actúan de acuerdo con ese interés, y por lo tanto no hay obras de caridad.

La política de la UE afirma estar junto a la libertad y la democracia pero estas declaraciones no se han traducido en acciones. En plena revuelta popular que recorre la orilla sur y oriental del Mediterráneo, desde Túnez a Egipto, Libia o Siria, un nuevo muro de Berlín está cayendo y los vecinos del sur han apostado por subir al tren de las transformaciones a pesar del alto coste que representa para sus vidas y economías. Pero a diferencia de lo que encontraron los Países del Este cuándo tomaron esta estación de la libertad fueron acogidos y protegidos por la UE, ahora los vecinos mediterráneos se sienten solos en esta lucha.

Puede que la primavera árabe no haya alterado el equilibrio de poder en la región, pero las expectativas son las que prevalecen, Las reacciones en otros países demuestran la fuerte interdependencia. La multiplicidad de los canales de transmisión de las revueltas, una vez que alcanzó la esfera económica o de cambio, y la rapidez con la cual afectó a todos los países. En la otra orilla del Mediterráneo llena de división, que se levanta diariamente con conflictos que ya contaminan a la UE. Las palabras ya no son suficientes.

El cambio que se avecina implica también a Europa. Y quien piense que al UE  puede mantenerse ajena se equivoca su rumbo ya que su futuro está estrechamente relacionado con la capacidad de desarrollo de los países de la otra orilla. Sino el coste de no implicarse sería mucho más alto. Hay que superar los muros de incomprensión, herencias y conflictos que están hipotecando el futuro.

Hay una oportunidad para que el papel europeo sea distinguido como  actor internacional y regional. Oriente Medio, el Golfo y África, cercan geográficamente a Europa, donde tiene más interés económico y estratégico.

UE es el aliado natural de esta región tiene que formular su papel al servicio de las aspiraciones de democracia para servir a los intereses de Europa por varias razones relacionadas no sólo la historia y la geografía, la economía sino también Su papel en el ámbito internacional en la ecuación de relaciones de Estados Unidos – Rusia – China y de posicionar la UE en el mapa como un jugador y no solo un mero socio financiero o un apéndice de otros.

50x7;  10 septiembre 2013

sábado, 23 de febrero de 2013

La aventura de exportar


La caída de las exportaciones españolas a la UE, el mercado que absorbe casi el 75% del total de ventas al exterior, no es una buena noticia, pero indica como dato positivo que las empresas empiezan a diversificar los destinos de sus exportaciones buscando nuevos mercados. Es más por necesidad que por estrategia pero esto podría ayudar a medio y largo plazo el proceso de internacionalización y alejar la dependencia histórica de Europa.

Las exportaciones extracomunitarias son el 37% del total, y en 2012 aumentaron un 14,4%. Destacan las ventas a África, que crecieron un 30,8%, con alzas del 29% a Marruecos y del 38,5% a Argelia; y a Asia, donde las ventas a China subieron un 10,4%; y a Japón un 13%. Asia, Oriente Medio -sobretodo la región del Golfo- y algunos países latinoamericanos y africanos se perfilan como mercados potenciales. 

Vivimos grandes cambios. Las perspectivas económicas parecen empeorar en algunas zonas y el anterior centro de gravedad cambia de ubicación. Esto afecta a las exportaciones y obliga a repensar modelos, métodos y estrategias. Las relaciones  entre  las economías ricas e industriales del norte y las emergentes del sur se igualan. Si en 2002 los países del sur hicieron el 60% de sus compras a los países ricos del norte, en 2012, el comercio sur-sur superó por primera vez a las exportaciones norte-sur. Los países emergentes han aumentado su  participación en el comercio mundial, al pasar del 16% en 1991, al 32% en 2011.

Normalmente las empresas piensan en la exportación cuando empiezan a ver la reducción de perspectivas en casa, y miran a las economías de rápido crecimiento. Está demostrado el potencial de miles de empresas que todavía no han empezado la aventura internacional. Pero, ¿están preparadas las Pymes para  este reto? 

En los viejos tiempos, la definición de una empresa internacional solía ser el de una empresa que exporta y tal vez tenía filiales de ventas fuera de su mercado doméstico. Florecían en las librerías los libros de auto ayuda o de bolsillo sobre cómo hacer negocios en un país o aprender ingles. 

Las empresas deben  tener en cuenta factores como la desaceleración del crecimiento en algunos mercados, la competencia, los desafíos culturales -que no se deben subestimar- y el desarrollo de modelos de negocio altamente flexibles que les permitan responder a nuevas oportunidades y amenazas, ademas de tener equipos capaces de gestionar esta aventura. Sin olvidar la política, que se ha vuelto más importante en un mundo donde todo es menos predecible.

Expansión, Edición Catalunya, Opinión, Jueves, 21 febrero 2013