miércoles, 30 de noviembre de 2016

Barcelona y el talento internacional

Barcelona ya no es una excepción, sino que empieza a ser habitual como destino para el talento internacional. La asociación Barcelona Global revela en un estudio que el 77% de los extranjeros captados por Barcelona para invertir, vivir y trabajar en la ciudad poseen un master o un doctorado. La carrera por el talento entre las grandes ciudades se presenta cada vez más dificil. Solo resistirán aquellas que apuestan por crear entornos competitivos diferenciados, innovar convirtiendo sus atractivos en productos o sectores, generar actividades de valor, buscar mayores niveles de satisfacción, y facilitar redes y servicios logisticos eficientes, entre otros factores.

El talento sin fronteras crea valor, con un estilo incluyente y adaptable que cultiva la capacidad para sacar lo mejor en un entorno diverso. Es un gran revulsivo para la economia, la creación de nuevas empresas y la internacionalización. En EEUU, Canadá o Emiratos Árabes, donde conviven y trabajan diferentes nacionalidades, las empresas más exitosas son las que incorporan las influencias y valores de otras culturas, y permiten a un amplio espectro de personas participar activamente y aprovechar el potencial para sacar lo mejor de su diversidad.

Vivimos en un mundo impulsado por el flujo transnacional de personas, capitales e ideas. En muchos países o ciudades de acogida, la tasa de creación de empresas es mayor entre los immigrantes que entre los nacionales.

La imagen de immigración en EEUU es la de los obstaculos y la relegación social. Pero también es la del éxito de los emprendedores que aportaron su dinamismo y esfuerzo en beneficio de la economía americana. El 40% de las empresas del ranking Fortune 500 fueron fundadas por immigrantes o sus hijos. Estos empresarios immigrantes crearon el 28,5% de las nuevas empresas en 2014, frente al 13,3% en 1996.

En tiempos de crisis, los temas referentes a la immigración se dimensionan con más intensidad. Es fácil dejarse llevar por los sentimientos de propiedad.

Obviamente, no podemos borrar lo que nos hace diferentes. Pero no se puede dejar de imaginar posibilidades para sumar culturas y capacidades y utilizar esta sinergia como fuerte potencial de riqueza, y no de sospecha. A menudo se olvida que la diversidad es lo único que todos tenemos en común.

Las ciudades deben emprender un proceso integral y continuo que comienza con la atracción de talento potencial, se centra en la retención de los mejores y asegura su desarrollo profesional sostenido. Y Barcelona y su gente son capaces de ilusionarse e ilusionar.

Expansión, Ed. Catalunya, Opinión, Pag. 2, Jueves, 24 noviembre 2016

martes, 22 de noviembre de 2016

El golpe que cambió Turquía

La noche del 15 de julio del pasado verano, y por primera vez en la historia turca, el pueblo venció a un golpe militar. La gente eligió estar en el lado de la democracia y dejó claro que cualquier cambio tiene que ser a través de las urnas y no de los tanques. La sociedad ha cambiado. La era de los golpes había llegado a su fin trascurridos 36 años desde la asonada de los generales de 1980, que dejó el país hundido  y la economía  colapsada.

La gestión del posgolpe es compleja. El presidente  tiene que recuperar un país mirando al futuro. Es necesario rectificar algunas de sus políticas y consolidar una unidad con la oposición y la sociedad, que fueron factores claves para derrotar a los golpistas

Pero, en algunos aspectos se ha utilizado el golpe para otros fines, y es que Erdogan no perdona. Se ha movido rápidamente para purgar a miles de soldados y generales y sobre todo a los seguidores de su exaliado Fethullah Gülen, a quien acusó de ser el principal instigador del golpe. A Gülen le siguen cientos de miles de devotos y tenía gran poder entre la policía y los jueces, las finanzas, la educación y la prensa. Esta purga está creando divisiones en la sociedad y con  la oposición democrática .

La represión preventiva no es la opción inteligente para mantener la unidad. Turquía necesita reflexionar sobre las causas de la situación actual. No se debe excusar de ninguna forma a los instigadores del golpe, pero hay que juzgarlos de acuerdo a  la ley. El presidente debería considerar las grietas que el golpe ha provocado. Erdogan es posiblemente el presidente más popular de Turquía. Pero su estilo ha servido para polarizar el país. Y lo mismo pasa en el exterior.

Turquía revela una serie de profundas contradicciones. La historia no es solo una elección entre velo o no. Entre Ataturk, Erdogan o Gülen. Entre secular o islámico. Entre kurdos y turcos. Demasiados enfoques contradictorios y conflictivos. Aunque se logró imponer una forma de estabilidad y desarrollo, todavía falta mucho por hacer para conseguir la igualdad entre todos los componentes.

El país se enfrente a muchos peligros: la campaña de terror de Daesh, la situación económica, la insurgencia kurda del PKK, la intervención en la guerra en Siria y los millones de refugiados, las relaciones con  Rusia, EEUU y la UE.

La situación estratégica convierte al país en un actor importante para la estabilidad mundial en una región que está sobre un barril de pólvora. Las tensiones políticas y el terrorismo están en niveles insostenibles y ninguna gran potencia se ha comprometido a apagar el fuego y alejar las llamas. Estados Unidos, el gran actor durante décadas en la zona, ha abandonado su responsabilidad mientras se extiende el fuego hacia otras regiones vecinas como Europa.

El golpe en Turquía ha unido a la gran mayoría de los turcos a corto plazo. Pero para el largo plazo, hay que reconocer la realidad: el país está dividido.

El Periódico de Catalunya, Opinión, Pag. 13, Miércoles, 9 de Noviembre de 2016

jueves, 10 de noviembre de 2016

De Algeciras a Estambul

Mientras en Barcelona y en algunas ciudades del norte del Mediterráneo crecen las quejas por las llegadas masivas de turistas, en el sur el turismo se desploma y se echan de menos estos millones de visitantes prestados por la situación de inestabilidad y seguridad.

El Mediterráneo es la zona principal de turismo del mundo, con el 32% de las llegadas de turistas internacionales y el 30% de los ingresos, y una previsión de 420 millones de turistas para el año 2020. Además, representa el 13% de las exportaciones de los países mediterráneos y el 23% del sector de servicios, y emplea a millones de personas. Sin embargo, el turismo sigue siendo heterogéneo y fragmentado.

Es necesario un cambio, La crisis, los conflictos, la inseguridad y la competencia internacional obligan a repensar el modelo y a encontrar nuevas formas de comercialización y de reinventarse.

Hay que trabajar con los territorios, revisar el turismo social, y cuidar el patrimonio y la visión sostenible para seguir atrayendo. En este contexto, la necesidad es obvia. Pero, ¿Cuál es la estrategia? ¿Qué herramientas pondrán en marcha los actores? El intercambio y la coordinación entre los países mediterráneos debería ser la prioridad.

La misma perspectiva de cambio climático supone una seria amenaza para el desarrollo y la sostenibilidad. Hay muchos desafíos determinantes para el futuro, como la gestión del turismo, el clima, la estrategia y la planificación del espacio. Es urgente potenciar  la oferta en toda la región, tanto por su diversidad cultural como por su importancia histórica, poniendo especial énfasis en la gran biodiversidad existente.  Es el momento para pensar en el largo plazo, ya que competencia y cliente han cambiado.

Hay que trabajar juntos, sumar para competir en un mundo global, y apostar por un desarrollo sostenible capaz de crear nuevas oportunidades que permitan continuar en la senda del crecimiento.

La creación de un consorcio regional, como fruto de la cooperación público-privada, es una necesidad y facilitaría  el lanzamiento de una marca común para una promoción conjunta en el mundo.

Impulsar la cooperación para consolidar el liderazgo será será necesario para generar ingresos, crear puestos de trabajo, reducir la pobreza y contribuir a la paz. A la luz de los recientes acontecimientos, la incertidumbre y el desafío continuado que plantea el cambio climático, es fundamental para la perdurabilidad a largo plazo y para que de Algeciras a Estambul se sigan pintando de azul las largas noches de invierno.

Expansión, Edición Catalunya, Pag.2 Opinión, Miércoles, 9 noviembre 2016

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Marruecos, transición gradual

Economía Digital, Viernes, 04/11/2016

http://www.economiadigital.es/es/notices/2016/11/marruecos-transicion-gradual-87056.php


Cinco años después de llegar al poder en 2011, en plena efervescencia de la Primavera Árabe, los islamistas del PJD, Partido de la Justicia y el Desarrollo, han vuelto a ganar las elecciones legislativas de Marruecos. 

Su líder, Abdelilah Benkirane, asumirá un segundo mandato como jefe de gobierno. El "Partido de la Linterna" --el emblema de la formación-- ha  llevado a cabo una campaña agresiva, destacando cinco años de estabilidad del país y una imagen de partido incorruptible e independiente.

Los resultados de las contienda electoral también confirman la aparición de un bipartidismo en la vida política marroquí, con dos grandes partidos que suman 240 escaños de 395 en la Cámara de Representantes.

Marruecos mantiene una gradual transición política y económica y una estabilidad en un entorno regional tormentoso. Es la primera economía en el Magreb en términos de crecimiento. Una excepción que navega de forma equilibrada, entre la geoeconomía y la geopolítica, en un momento de cambios profundos.

A diferencia de los levantamientos populares en todo el Oriente Medio y el norte de África en 2011, Marruecos se ha mantenido relativamente indemne, evitando la agitación política desestabilizadora o el impacto económico. El caso de Marruecos ha sorprendido a muchos observadores, ya que sus indicadores sociales, políticos y económicos débiles y problemáticos son muy parecidos a los de los otros países en transición.

Los factores que definen la situación única del país son la consolidación de la legitimidad del rey Mohammed VI, los esfuerzos rápidos del gobierno para la elaboración de un plan económico con el apoyo de las instituciones financieras internacionales,y la gestión inteligente de las reformas socio-políticas.

Economía, reformas y estabilidad son las tres áreas que afectan directamente la vida de los marroquíes. Hoy la estabilidad depende de cómo se gestionan la economía y la agenda de reformas, así como de la lucha contra los desafíos de los extremistas.

El relativo éxito de las reformas está en las inversiones en grandes proyectos de infraestructuras y programas para la emergencia del turismo, la industria y las energías renovables. Obras como TangerMed, uno los puertos más grandes del Mediterráneo, fábricas de automóviles como Renault, la industria aeronáutica, los tranvías urbanos y la alta velocidad, la mayor obra ferroviaria de África, que estará lista en 2017.

La economía empieza a beneficiarse de la modernización. En los últimos 17 años, su modelo de desarrollo ha cambiado. Hay avances en su apertura a nuevos mercados y la diversificación de sus socios. De seguir este ritmo el reino podría formar parte del club de los emergentes.

Situado en una encrucijada estratégica entre Norte y Sur, Este y Oeste, Marruecos explota inteligentemente su ventaja competitiva geoestratégica y, sin alejarse de Europa, se acerca a África. Para así convertirse en un potencial centro de negocios y finanzas, una plataforma de producción y exportación, una puerta de entrada entre ambos continentes --y esto no sólo beneficia a las empresas marroquíes, también aumenta el atractivo internacional del país.

El vínculo económico entre España y Marruecos es asimétrico. Son socios naturales, complementarios y necesarios. España es el primer socio comercial: 20.000 empresas de España exportan a este mercado y más de 1.500 están presentes en múltiples sectores. En 2015 los intercambios comerciales alcanzaron los 11.037 millones de euros. Marruecos es el noveno mercado a nivel global, segundo fuera de la UE y primero de África para España.

Las nuevas realidades requieren escribir una nueva narrativa, una nueva alianza que, además de potenciar la relación bilateral, apueste por competir juntos para desempeñar un rol puente entre África y América Latina.

Hay que apoyar el compromiso del Reino de una dinámica inclusiva que permita fortalecer el pluralismo político, la reforma económica y la modernidad. Sin perder su identidad, cultural y religiosa. Europa, y sobre todo España, necesitan que este modelo tenga éxito, para mantener la estabilidad. Marruecos se enfrenta a muchos desafíos sociales y económicos profundos subyacentes, y existe el riesgo de que estos puedan llegar a alimentar el malestar si el actual proceso de reforma moderada no da frutos o resultados.

A pesar de los avances aún queda mucho por hacer para abrir sustancialmente el espacio político y crecer económicamente. Entre otros desafíos: el desempleo, la cuestión de los licenciados en paro y la inclusión de las mujeres en el mercado laboral.

La actualización del sistema de educación y sanidad pública, la creación de canales de participación ciudadana y las reformas por hacer son factores pendientes para mantener a Marruecos en el camino hacia un país más plural y económicamente viable.