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miércoles, 1 de mayo de 2024

España y el mundo árabe: nueva energía

 

Los vínculos entre España y algunos países árabes han mejorado de forma evidente en los últimos años, tanto a nivel político como económico. La proximidad histórica y geográfica siempre habían sido un valor añadido, por la cercanía y las relaciones políticas tejidas durante años, que facilitan la reciprocidad y la expansión de las empresas.

Nunca antes estos lazos habían alcanzado este nivel. Los intercambios comerciales crecieron entre el 80% y el 90% anual, llegando incluso al 150% con algunos países. Hoy, ya no es una excepción que una empresa española gane un contrato y prueba de ello, son los grandes contratos adjudicados en Arabia Saudita, Qatar, Kuwait, Emiratos, Egipto, Argelia o Marruecos a empresas españolas.

Además, el compromiso de España con el mundo árabe se traduce también en la presencia de inversores árabes que aumentaron su apuesta por España, con fondos y empresas que han invertido más de 18.000 millones de euros en los últimos años en diferentes sectores en una muestra de confianza en la economía española.

Los fondos soberanos del Golfo están cambiando sus estrategias de inversión, buscando activos alternativos que aseguren el rendimiento e impacto en su entorno económico, apoyando sus economías locales y creando riqueza para sus generaciones futuras. En 2022, estos fondos invirtieron más de 90.000 millones de dólares. El doble que en 2021. Un 60% se destinó a Europa y América del Norte. Por ello ahora están utilizando su riqueza para reclamar un papel más importante en el escenario mundial, diversificar sus economías y ganar influencia geopolítica.

Hace unos meses, el principal operador de telecomunicaciones saudita, Saudí Telecom STC adquirió una participación en Telefónica, una importante inversión a largo plazo coherente con su estrategia de crecimiento invirtiendo en sectores vitales de tecnología e infraestructura digital en mercados prometedores, a nivel regional europeo y global.

En los últimos años, el sector energético español ha recibido la atención de grupos y fondos árabes con la gran liquidez financiera. Seguramente una de las operaciones que puede marcar un paso importante sería el interés del grupo energético Taqa, perteneciente a un fondo soberano de Abu Dhabi, ADQ, en convertirse en el socio mayoritario de Naturgy tejiendo una alianza con Criteria. Esta no sería la primera operación de un fondo de este emirato, puesto que en 2011 IPIC -Mubadala se convirtió en el socio mayoritario de Cepsa y tomó participación en Enagás e Iberdrola.

Qatar también ha hecho grandes inversiones en otros sectores, como el inmobiliario, hotelero y en comunicación; el fondo soberano qatarí es el principal accionista de Iberdrola y recordemos la gran participación de IAG en el Corte Inglés.

El grupo argelino Sonatrach compró el 4,1% de Naturgy, y es uno de los primeros proveedores, con un contrato de suministro hasta el 2030. Además, Sonatrach dispone de una gran participación en Medgaz, el gasoducto que une España y Argelia.

Como bloque, la UE es el segundo mayor consumidor de petróleo y gas del mundo, con un consumo de unos 13 millones de barriles de petróleo por día (un 15% del total mundial) y 440.000 millones de metros cúbicos de gas por año (el 13% del total mundial). Por otra parte, Oriente Medio dispone del 47% de reservas mundiales de petróleo, y el 43% de reservas de gas. Aunque solamente entrega el 32% y el 17% respectivamente, por lo que la región se beneficiará del acceso a nuevos mercados.

Hay muchas posibilidades si se opta por sumar y colaborar, más allá de la polémica de reyes y emires. No olvidemos que en algunos países europeos, se hace una defensa selectiva de los derechos humanos de acuerdo con intereses geopolíticos, geoestratégicos y económicos. Porque, en definitiva, se trata de una región en la que conviven tradiciones conservadoras y tecnología punta, gran riqueza petrolera y enormes necesidades de desarrollo, y falta de democracia o transparencia junto a grandes oportunidades que favorecen los intereses de la economía del Estado Español.

A veces, puede haber diferentes prioridades para España y Europa y sus socios tradicionales en el mundo árabe, pero un diálogo regular podría ayudar a alinear esas prioridades y permitirles trabajar al unísono en temas en los que estén de acuerdo.

Anwar Zibaoui. Opinión-Tribuna. EXPANSIÓN Edición Catalunya.23 abril 2024

https://www.expansion.com/catalunya/2024/04/23/66279009468aebaa068b45a2.html

martes, 26 de diciembre de 2023

Argelia y España, la desescalada

Argelia anunció el nombramiento de un nuevo embajador para España. Se cierra así una crisis diplomática que había afectado las relaciones entre Argelia y España desde marzo de 2022, dañando los vínculos económicos y empresariales, y que ahora debe resolverse con prudencia para restaurar los lazos entre ambos países.

Una relación cordial conseguida por Pere Duran Farell, que se comprometió con Argelia, estableciendo unas relaciones privilegiadas, en un momento en que los europeos no miraban hacia el sur. Hoy, los gaseoductos desde Argelia transportan a la UE el 70% de su producción, y el grupo argelino Sonatrach y el grupo catalán Naturgy han establecido una alianza que ha permitido a Argelia convertirse en un importante socio para España y Europa.

En estos años, unas 300 empresas españolas se han instalado en Argelia. Multinacionales de diversos sectores, como construcción y obra pública, energía, alimentación o logística y transporte, y están presentes en decenas de proyectos. Argelia todavía no ha explotado turísticamente su litoral mediterráneo, y también se ofrecen grandes oportunidades en gestión hospitalaria, gestión de servicios públicos, ingeniería e infraestructura, aguas….

Las relaciones entre España y Argelia presentan elementos de complementariedad, con intereses comunes y sin gran competencia. Es un hecho lógico, por la proximidad geográfica, y muy interesante desde el punto de vista global. Además, España ha desempeñado un papel decisivo en el desarrollo de la política mediterránea de la Unión Europea y en la articulación  de unas relaciones bilaterales más sólidas con los países del norte de África, en particular con Argelia...
 
En sus relaciones económicas, el comercio bilateral siempre ha sido deficitario para España, ya que Argelia es un suministrador fundamental de productos energéticos, especialmente gas. En el año 2022 las exportaciones españolas a Argelia alcanzaron los 1.021 millones de euros mientras las importaciones llegaron a los 7.597 millones.
 
Tras las restricciones al comercio bilateral impuestas por Argelia por la crisis diplomática las exportaciones españolas han caído un 75%, contrastando con el repunte de las importaciones de gas debido al mayor precio de los hidrocarburos.

Argelia es el tercer proveedor de gas de Europa, y el octavo mayor productor mundial, y también tiene petróleo, oro y otros recursos naturales, reservas de divisas, fondos de estabilización y una alta tasa de ahorro. Cuenta con una gran y joven población, territorio y una ubicación geográfica envidiable. Pero, también tiene problemas estructurales, como el excesivo peso del estado, la dependencia de los hidrocarburos. El petróleo y el gas son el 98% de las exportaciones, 45% del PIB y 65% de los ingresos. También, el gasto público sobredimensionado con las subvenciones que representan el 25% del PIB.
 
En este mundo turbulento e incierto, con grandes trastornos geoestratégicos, Las fronteras políticas y económicas en las futuras batallas por el desarrollo están condicionadas por el buen gobierno y la mejora del conocimiento. Argelia tiene ambición, pero requiere una estrategia de desarrollo y una visión a largo plazo para construir una economía productiva exitosa, con instituciones sólidas. Su progreso económico dependerá también de su capacidad de mejorar el clima social, atraer inversores y desarrollar una clase empresarial, especialmente las Pymes, Conciliar la eficiencia económica y la cohesión social es clave.

Es probable que esta última crisis entre España y Argelia haya afectado a las percepciones sobre la confianza y la asociación económico y comercial. No está claro cómo Argelia puede reducir la escalada y guardar las apariencias de ejercer un liderazgo fuerte, Pero ambos países deberán hacer juicios diplomáticos cuidadosos en los próximos meses para evitar otras crisis y el daño económico mutuo. Toca facilitar la desescalada para normalizar y estrechar lazos sobre una nueva base solida para unas relaciones de vecindad equilibradas y amistosas.

Anwar Zibaoui, Opinión, ON ECONOMIA, Martes 26 de diciembre



lunes, 4 de julio de 2022

Argelia - España - UE y el gas

 

Europa es uno de los mercados consumidores de gas natural más importantes del mundo, y mientras las guerra en Ucrania continúa, el significativo aumento de los precios de los suministros energéticos está creando una fuerte preocupación. Esta escasez de gas en la Unión Europea presenta una oportunidad única para que Argelia amplíe su presencia y consolide su posición como el proveedor de gas más confiable, aprovechando su proximidad geográfica a Europa.

Argelia, es el octavo mayor productor de gas del mundo y tiene un 3% de reservas mundiales probadas, pero su territorio está prácticamente inexplorado y se estima que tiene grandes depósitos naturales de gas por descubrir. La El 5 de julio, celebró sus 60 años de independencia en un momento clave para su relación con Europa.

La UE no puede reemplazar completamente las importaciones de gas ruso a corto plazo, pero está decidida a reducir su dependencia. Un acuerdo con Argelia indicaría a Rusia que existen alternativas y  ayudaría a aliviar la presión sobre los precios.

Cuando el empresario Pere Duran i Farell descubrió las posibilidades de Argelia, en los años 60, pocos europeos apostaban por este país. Sin embargo, el industrial abrió las puertas a unas relaciones privilegiadas entre España y Argelia, multiplicando los contactos y vínculos económicos, y ayudando a construir los gaseoductos que hoy transportan el 70% de la producción de gas argelino a la UE.

España compra GNL de Argelia, pero el enlace del gasoducto a través de Marruecos se cerró en noviembre pasado, tras décadas de disputas entre Argel y Rabat, principalmente, sobre el Sáhara Occidental. Además, las relaciones de Argel con Madrid se enfriaron desde marzo cuando España  apoyó el plan de autonomía del Sahara presentado por Marruecos y rechazado por Argelia, el principal aliado del Polisario.

El conflicto diplomático con España se ha intensificado y ha adquirido una dimensión europea, al recibir Madrid el firme apoyo de la UE. Es una oportunidad para Argel de revisar sus relaciones, y de desempeñar un papel más significativo y convertirse en el  socio  necesario y principal proveedor de gas de la UE. 

España  podría suministrar el gas al resto de Europa, a través de los dos gasoductos que le unen con Argelia: el Durán-Farrel en Gibraltar y el MEDGAZ de Orán a Almería. Aunque sería necesario completar el gasoducto MIDCAT a través de los Pirineos catalanes eso convertiría a España en país Hub. Argelia también precisará políticas públicas para controlar el crecimiento de la demanda interna e impulsar la inversiones que respalden el aumento de producción. 

Las relaciones entre España y Argelia presentan elementos de complementariedad, con intereses comunes y sin gran competencia. Hay más de 300 empresas españolas presentes en  varios sectores y decenas de proyectos en Argelia, también hay grandes oportunidades pendientes en numerosos sectores. 

Argelia y España han superado otras tensiones en los últimos años, y pueden aspirar a construir una relación de vecindad estratégica: La cooperación económica es la antesala del acercamiento político, Proteger las relaciones comerciales y potenciar los  intereses mutuos  pesa más que los temas espinosos.

El Magreb es clave para España y Europa. La UE es el primer socio de la región pero asume un papel secundario ante las situaciones de incertidumbre en la región. No actuar multiplica el riesgo. Se necesita un nuevo enfoque europeo basado en la cooperación económica y la interacción regional, porque una política solo orientada a la seguridad o la energía  no puede ser la única opción.

En Argelia las necesidades hoy son colosales. El tiempo apremia para una población con un futuro incierto. Las autoridades  deben  responder a los enormes anhelos de su pueblo y Europa y España deben ayudar a pavimentar este camino.    

La guerra entre Rusia y Ucrania ha dejado claro que Europa no tiene otra opción que mirar más de cerca y de forma renovada a  Argelia y sus vecinos del sur.

Anwar Zibaoui, Opinión, La Vanguardia 3 Julio 2022

https://www.lavanguardia.com/economia/20220708/8393146/argelia-espana-gas-ue-guerra-ucrania-rusia.html

domingo, 29 de septiembre de 2019

Perspectivas económicas en el Magreb

La región del Magreb se encuentra en un momento político y económico clave para su futuro. Los continuos disturbios y protestas políticas, además del conflicto abierto en Libia, afectan a la situación económica. 

En Argelia, tras la renuncia del Presidente Bouteflika, las reformas económicas y políticas previstas y los esfuerzos para abordar el nepotismo y la corrupción se han ralentizado, generando incertidumbre. Hay preocupación por el equilibrio fiscal y la inflación, y especialmente, por los ingresos que provienen de hidrocarburos, que representan el 80% del total.

En Marruecos, se mantiene la estabilidad económica y las perspectivas inmediatas, aunque hay protestas sin resultados ni cambios políticos que resuelvan los problemas de fondo. Se ha controlado la deuda, y el reto más importante para el reino es el rápido crecimiento de la población. El desempleo juvenil y el lento crecimiento incrementan la desigualdad y desencadenan malestar social.

Túnez se enfrenta a las subidas de impuestos en el combustible y los bienes básicos, y a las políticas de austeridad y a nuevas elecciones parlamentarias y presidenciales. Pero se esperan progresos. La inflación está disminuyendo y el Gobierno se está consolidando fiscalmente, lo que debería detener el aumento de la deuda pública para 2020.

En Libia, el conflicto abierto mantiene al país -en el ámbito político y económico- encaminado a una incertidumbre prolongada y una interrupción económica. 

Sin embargo, se estima que la región crecerá más del 2% este año. Túnez y Marruecos alcanzarán un 2.7% y 3.2 % en 2019, y hasta un 3.2% y un 3.8% en 2020. Argelia y Libia quedarán por debajo del 2%.

Hay mucho margen de mejora. Recuperar el proyecto de integración de la Unión del Magreb Árabe seria clave en una región que tiene ya más de 101 millones de personas y enormes recursos naturales. Y no olvidemos que su situación geográfica es clave, entre Europa al norte, y el África subsahariana al sur.  

China se aprovecha de las ventajas de esta región y ha conseguido un avance espectacular  aumentando su comercio y sus esfuerzos de inversión en un 15%. A de pesar que la UE sigue siendo  el primer socio económico del Magreb y dos tercios de los intercambios magrebíes se efectúan con la UE, las empresas europeas sólo dedican el 2% de sus inversiones en esta región.

La perturbación política paraliza las economías y puede disuadir las inversiones extranjeras en el corto plazo. Sin embargo, toda la región podría mejorar rápidamente si se acometen las reformas adecuadas.

Expansión, Edición Catalunya, Pag.2  Jueves, 26 septiembre 2019

miércoles, 10 de abril de 2019

España-Argelia algo más que el gas

Argelia vive momentos históricos con una situación que empieza a alarmar a la Unión Europea y en especial a España. Argelia es el octavo mayor productor de gas del mundo y el tercer proveedor de la UE, que absorbe el 70% de su gas. En España casi la mitad del gas consumido proviene de Argelia a través de dos gasoductos: el Duran-Farell, con 12.000 millones anuales de metros cúbicos de capacidad, y el MEDGAZ, de Orán a Almería, con 8.000 millones anuales de capacidad. 

La alianza entre la empresa estatal de hidrocarburos de Argelia, Sonatrach, y Naturgy abrió nuevos horizontes a ambos grupos, y reforzó las relaciones bilaterales, lo que permitiría a Argelia consolidarse como un importante socio de España.

Si se completara el gasoducto MIDCAT, a través de los Pirineos, España podría suministrar el gas argelino a la UE, con numerosos beneficios y Argelia mejoraría su posicionamiento en el mercado mundial del gas. Para 2030, la UE necesitará incrementar los metros cúbicos anuales de gas importados. Hoy, un tercio del gas natural consumido procede de Rusia, y transita por la red ucraniana de gasoductos, lo que generó preocupación tras las crisis de Ucrania en 2013.

Con el carismático empresario Pere Duran i Farell empezó todo, al descubrir las posibilidades de Argelia cuando pocos apostaban por este país. El ingeniero catalán desarrolló numerosos proyectos y gracias a su visión, se materializó el primer gasoducto entre España y Argelia.

Además del gas, unas 300 empresas españolas se han instalado en Argelia en los últimos años. Muchas son multinacionales de sectores como la construcción y la obra pública. Las relaciones bilaterales son estratégicas por su proximidad geográfica, los intereses, comunes, por presentar elementos de complementariedad pero sin gran competencia. 

El gas y el petróleo representan el 60% de los ingresos y el 96% de las exportaciones. Los ingresos de los hidrocarburos ascendieron a 980.000 millones de dólares en el periodo 2000-2017. Pero las importaciones e inversiones fueron de 800.000 millones de dólares, por lo que es preciso contener la sangría y aplicar más rigor y reformas financieras. 

El tiempo apremia para una población con un futuro incierto que ha alcanzado los 42 millones de personas (un 65% tiene menos de 25 años) y aspira hoy al progreso económico. Argelia cuenta con todos los recursos humanos y materiales para hacer su revolución económica y situarse entre las economías emergentes, pero debe responder a los anhelos de su gente. Europa y España pueden ayudar a pavimentar este camino. 

Expansión, Ed.Catalunya, Pag.2, Martes, 9 abril 2019

martes, 2 de abril de 2019

Argelia no es una excepción

Tras 57 años desde la independencia y 40 de bonanza petrolera, llegan a Argelia las reivindicaciones de libertad, progreso y justicia social. Hay un profundo deseo de cambio, euforia y dudas ante la propuesta del Ejercito del cese del presidente por incapacidad, de abrir un periodo de transición y organizar elecciones.

Dos periodos han marcado la historia reciente de Argelia. En 2011, para evitar una "primavera argelina", el gobierno pagó un alto precio en subsidios, aumentos salariales, puestos de trabajo públicos y la construcción de cientos de miles de viviendas sociales para jóvenes.  En el 2014, la caída del precio del petróleo redujo los ingresos a la mitad. Pero se compró tiempo para evitar lo inevitable.

El sistema ha logrado mantener la economía con las ganancias de los hidrocarburos, pero Argelia ha gastado en los últimos años 750.000 millones de dólares para calmar las iras sociales y no ha logrado sacar al país adelante. Petróleo y gas representan el 98% de las exportaciones, el 45% del PIB y el 65% de los ingresos. Argelia es el tercer proveedor de gas de Europa, el primero de España y el octavo mayor productor del mundo.

La evolución del mercado mundial de la energía y la tensión geopolítica obliga a Argelia a adaptar estrategias claras sin parches. La situación es preocupante. Aunque Argelia dispone de recursos, sufre por el excesivo peso del Estado, las subvenciones - que representan el 25% del PIB., y la excesiva dependencia de los hidrocarburos. Los jóvenes saben que se requiere un cambio estructural para aprovechar las oportunidades, la gran población, la ubicación geográfica y los reservas naturales que pueden resucitar la economía e incrementar el empleo.

El régimen puede desactivar las protestas acordando un candidato alternativo al Presidente Bouteflika. Pero, con el modelo actual, los problemas se mantendrán, porque la dependencia del sector petrolero no revierte las ganancias en una economía diversificada.

El mundo está cambiando.Las fronteras políticas y económicas están condicionadas por batallas geoestratégicas. Los futuros avances en el desarrollo dependen del buen gobierno y la mejora del conocimiento. Argelia tiene ambición pero requiere una estrategia para construir economías productivas e instituciones sólidas. El progreso económico depende de mejorar el clima social y desarrollar el sector privado. La clave es conciliar eficiencia económica y cohesión social.

Las medias concesiones no son el camino. La oleada de frustración no disminuirá sin modificaciones de fondo político y una respuesta eficaz a los problemas económicos. La población ha descubierto su fuerza, sabe que tendrá que mantener la presión si quiere alcanzar sus objetivos.

El cambio es lento pero ha empezado. No debe terminar en unas elecciones. La clave no es solo lograr el cambio democrático, sino garantizar su continuidad. Argelia necesita contar con todos los activos y actores para superar lo que probablemente será un período difícil.

El Periódico de Catalunya, Internacional, "Tensión en el Magreb" Pag.15, Martes, 2 de Abril de 2019

Edición Online:

martes, 26 de febrero de 2019

Automóviles "Made in África"

Los fabricantes de automóviles más importantes del mundo están transformando el norte de África en un centro de fabricación regional, construyendo nuevas unidades de producción, en su estrategia de apostar por el continente como la próxima frontera de crecimiento.

No era ningún secreto que muchos países de la zona quieren desarrollar una industria del automóvil, y esta visión ha comenzado a tomar una forma coherente en Egipto, Marruecos, Argelia y otros países.

La inversión extranjera directa en el norte de África aumentó de 5.000 millones de dólares en 2011, a 15.000 millones de dólares en 2018, en gran medida impulsada por la inversión de los fabricantes de automóviles. La situación en la región se está estabilizando, para construir plantas de ensamblaje a cambio de garantías gubernamentales para proteger las inversiones.

Hay un gran nicho en los vehículos de bajo coste, en los transportes comerciales y colectivos, y en la fabricación de componentes. Además, las inversiones de los fabricantes de automóviles en la región se están expandiendo, en parte porque varias naciones africanas han comenzado a rechazar las importaciones de automóviles para atraer la capacidad de producción, y porque las perspectivas de crecimiento en África superan con creces los mercados más maduros. Las ventas de vehículos nuevos en EEUU, China o Europa están disminuyendo tras una década extraordinaria. Las empresas también reconsideran sus cadenas de suministro globales, a medida que aumentan las barreras comerciales en todo el mundo, impulsadas en gran medida por las políticas del Presidente Donald Trump.

Marruecos ya ha superado a Sudáfrica como centro automotriz del continente, y pronto se espera que produzca más automóviles al año que Italia. El reino también se está convirtiendo en un proveedor importante para las fábricas de automóviles europeas. En Marruecos, Renault, que tiene una participación de mercado de más del 40% en la región, ha construido dos plantas de ensamblaje en los últimos cinco años que producen más de 200.000 automóviles al año. Peugeot, en una importante unidad de expansión, está construyendo una planta en Marruecos que se pondrá en funcionamiento a finales de este año.

Desde el año pasado, Argelia ha requerido que casi todos los autos nuevos vendidos en el país se produzcan allí. Esa decisión ayudó a convencer a Renault y Volkswagen de construir una nueva planta, y SEAT, la unidad española de la compañía, está produciendo algunos de sus modelos.

Los gobiernos locales, deseosos de atraer inversión extranjera, en parte para pagar los préstamos de infraestructura, están adoptando políticas favorables a los negocios, como el relajamiento de los controles cambiarios, la creación de zonas de libre comercio y el suministro de incentivos financieros. Algunos también están construyendo o expandiendo carreteras, enlaces ferroviarios y puertos de aguas profundas.

Los fabricantes de automóviles son conscientes de los riesgos de hacer negocios en África, donde las combinaciones de corrupción, inestabilidad económica, terrorismo o turbulencia política son altas en muchos países. Las anteriores incursiones en mercados extranjeros como Sudamérica, Rusia e India parecían prometedoras, pero han agotado en gran medida las finanzas de la industria automotriz.

Por supuesto, hay riesgos. Pero lo que se ve es el potencial de la región. Es un mercado muy joven que se está volviendo más industrial cada día. La industria del automóvil tiene sentido en el norte de África, hay muchas ventajas: energía barata, materias primas, dinero, ubicación geográfica y mano de obra joven que puede ser formada con las habilidades requeridas. Otra gran ventaja es el efecto multiplicador de la creación de nuevas empresas y oportunidades para los jóvenes. Un 45% de la población son menores de 21 años, y la creación de empleos aleja la emigración, la delincuencia y el extremismo. La estabilidad y la prosperidad en la región son claves para la seguridad de todos.

La visión debería ser crear un hub mediterráneo mundial, para fabricación de automóviles, tanto de bajo coste como de alta gama, y los coches del futuro de nueva generación tecnológica o eléctrica. Y las cadenas de valor industrial y logística asociadas. Porque la competencia no es entre el norte y el sur del Mediterráneo. En un mundo globalizado hay que competir con otras regiones, especialmente Asia.

Los últimos obstáculos que frenaban el desarrollo de una industria del automóvil local se están eliminando, Sólo podía ser una cuestión de tiempo  para que esta industria inicia su despegue y se perfila como una gran oportunidad para la región.

Crónica Global,  Economía - Pensamiento, Sábado, 23 /02/2019 

lunes, 26 de marzo de 2018

Argelia, no aplazar lo inevitable

Uno de los periodos que seguramente marcaran la historia económica reciente de Argelia fue el conocido como la Primavera Árabe en 2011. Para evitar el contagio, el Gobierno argelino pagó un alto precio en subsidios, en aumentos salariales, en puestos de trabajo públicos y la construcción de cientos de miles de viviendas sociales para jóvenes. El otro periodo es en 2014 con la caída en picado del precio del petróleo​ que redujo los ingresos de Argelia a la mitad.

La conjugación del shock económico vinculada a la primavera árabe y la crisis del petróleo elevó el déficit presupuestario en un 15% del PIB, Argelia hipnotizada por el oro negro y dependiendo de su fluctuación en los mercados internacionales ha visto cómo sus arcas de reservas acumuladas en la década anterior se vacían. Pasaron de los 200.000 millones de dólares en 2014 a 100.000 millones del 2017. La evolución del mercado mundial de energía y la tensión geopolítica en sus fronteras obliga a Argelia a adaptar estrategias claras sin parches.

La situación es muy preocupante, Argelia dispone de reservas de divisas, de oro, fondos de estabilización, una alta tasa de ahorro interno que le permitiría aliviar el malestar,... pero no será suficiente. La economía argelina, pese a su potencial, tiene muchos problemas estructurales. El excesivo peso del Estado y la dependencia de los hidrocarburos son dos de estos problemas.

El gasto público se excede, las subvenciones representan el 25% del PIB, un tasa extravagante, se debe de tratar de contener esta sangría y aplicar más rigor.

Más allá del actual desajuste de capital entre los gastos y los ingresos del gobierno que refleja tanto la dependencia fiscal de los hidrocarburos como los mecanismos político-económicos de una economía rentista, el país debe enfrentarse a desafíos estructurales, como el desempleo masivo, el factor demográfico, con una tasa de fertilidad del 2,8, y la sostenibilidad del Estado social.

Argelia se encuentra en una encrucijada y solo el camino de las reformas puede garantizar una salida. Pero esto requiere una transformación completa de la economía, comenzando por el marco fiscal y los grandes grupos públicos, y la gobernanza. Una fase de aceleración del crecimiento solo puede lograrse con el aumento de la inversión privada, lo que es frenado con el actual sistema, y sobre todo apostar por la diversificación para alejarse de la dependencia de los hidrocarburos​ que representan el 70% de los ingresos del presupuesto, el 95% de las exportaciones y el 36% del PIB.

Argelia cuenta con todos los recursos humanos y materiales. El problema no solo es económico.

Las reservas actuales y el bajo nivel de endeudamiento dan una ventaja de tres o cuatro años para las reformas. Dispone de una fuerza laboral bien capacitada, energía a bajo costo y un gran mercado interno. Este es el momento de reformar. Y construir, y apostar por la iniciativa privada, dejar de estigmatizar a los inversores extranjeros, impulsar una economía productiva y diversificada, debe empezar a reformular los subsidios y reservar el dinero para los presupuestos de inversión.

El país magrebí ha impulsado desde 2005 varios planes para construir infraestructuras​ con más de 600.000 millones de dólares. Pero el resultado ha sido modesto y lejos de las expectativas por la lentitud de las reformas que han limitado la participación de los inversores extranjeros y privados.

Argelia, un importante proveedor de gas a Europa, tiene posibilidades para reposicionarse en el mercado mundial del gas mediante la explotación a su favor de su asociación y vecindad con la UE. Es el tercer proveedor de gas de Europa y el octavo mayor productor de gas del mundo, y España sigue siendo el primer cliente de Argelia y su cuarto proveedor con intercambios que superan los 15.000 millones de euros. El 50% del gas que consume España viene de Argelia. Unas 300 empresas españolas se han instalado en Argelia, muchas son multinacionales de sectores como la construcción y la obra pública y han ganado suculentos contratos.

En este mundo turbulento e incierto anunciando grandes trastornos geoestratégicos, las fronteras políticas y económicas en las futuras batallas por el desarrollo están condicionadas por el buen gobierno y la mejora del conocimiento. Argelia tiene la ambición pero requiere una estrategia del desarrollo y adaptarse a los cambios en el mundo. Pero será necesaria una visión de largo plazo para construir una economía productiva exitosa con instituciones sólidas. El progreso económico dependerá de la capacidad de mejorar el clima social, de atraer a los inversores y del desarrollo de una clase empresarial, especialmente las pymes. Conciliar la eficiencia económica y la cohesión social será clave.

Argelia tiene que moverse y no aplazar lo inevitable, contar con todos sus activos y actores para superar las dificultades y hacer su revolución económica para situarse entre las potencias emergentes.

Crónica Global.  Diario Digital. 19/03/2018. Artículo Opinión. Análisis Económico
https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/argelia-aplazar-inevitable_128264_102.html

jueves, 28 de septiembre de 2017

Argelia, mirando al futuro


La evolución del mercado mundial de energía, la tensión interna y la geopolítica regional ha obligado a Argelia a adoptar medidas para enfrentarse a la grave crisis. Como la disminución de las subvenciones que representan el 20% del presupuesto, reducir la factura de las importaciones y un nuevo proyecto de ley de inversión que ofrece incentivos importantes a los inversores priorizando sectores como la industria, la agricultura y el turismo.

Hipnotizada por el oro negro y dependiendo de su fluctuación, Argelia ha visto cómo sus arcas se vacían y el precio apenas se recupera. El gas y petróleo representan el 60% de los ingresos del presupuesto,  el 96% de las exportaciones. Los ingresos del petróleo ascendieron a 780.000 millones de dólares entre 2000-2015, mientras que, durante el mismo período, las importaciones fueron de 600.000 millones de dólares. Es preciso contener la sangría y aplicar más rigor y reformas financieras.

Argelia dispone de grandes reservas de divisas, de oro, fondos de estabilización, y una alta tasa de ahorro interno, y un bajo nivel de endeudamiento que le permitiría  aliviar el malestar, pero no será suficiente. La economía argelina tiene problemas estructurales pero mucho potencial, cuenta con todos los recursos humanos y materiales para "hacer su revolución económica". Una fuerza laboral capacitada, energía barata y un gran mercado. Este es el momento de las reformas, de apostar por la iniciativa privada, dejar de estigmatizar a los inversores extranjeros para impulsar una economía productiva y diversificada.

Desde 2005, el país ha impulsado varios planes con más de 600.000 millones de dólares para construir infraestructuras y viviendas. El resultado ha sido modesto por la lentitud de las reformas que ha limitado la participación del sector privado.

Argelia es el 3r proveedor de gas de Europa y el 8º mayor productor de gas del mundo. España es el primer cliente de Argelia y su 4º proveedor con intercambios de 15.000 millones de euros y 300 empresas españolas están instaladas en este país.

Argelia necesita una visión de largo plazo que refleje la ambición de construir una economía exitosa, instituciones sólidas y transparentes. Su progreso dependerá de su capacidad de mejorar el clima social, atraer las empresas internacionales y el desarrollo de las Pymes. Conciliar la eficiencia económica y la cohesión social será clave. El país tiene que perder sus miedos, mirar al futuro, Y contar con todos sus activos y actores para superar las dificultades. 

Expansión, Opinión, Edición Catalunya, Pag.2 Martes, 26 septiembre 2017

lunes, 30 de enero de 2017

El sueño de un Magreb unido



Economía Digital, 27/01/2017


http://www.economiadigital.es/es/notices/2017/01/magreb-unido-88607.php

El 17 de febrero de 1989 en Marrakech, Argelia, Libia, Marruecos, Mauritania y Túnez firmaron el acuerdo de la creación de la Unión del Magreb Árabe (UMA) con el objetivo de impulsar la integración y construir relaciones complementarias integradas, basadas en una visión unificada para el futuro.

Tras 28 años, no se logró ninguno de los grandes objetivos, lo que ha causado un gran desorden. La seguridad y la política eclipsan la atención y las diferencias internas y regionales, en el momento en el que el mundo se mueve para la formación de bloques económicos y mercados de consumo integradas, el Magreb sigue ausente de la escena internacional, y económicamente no pesa, aunque disponga de enormes posibilidades y riquezas.

Las diferencias políticas entre Argelia y Marruecos y el cierre de sus fronteras ha impedido avanzar, puesto que ambos países representan el 75% del total de la población y el 70% de PIB de la zona. Pero lo preocupante es que de 2007 a 2015 la proporción del gasto militar en el PIB se ha incrementado en un 20% en Marruecos y más de 65% en Argelia. Se trata de un aumento sin precedentes que hace de estos países los más derrochadores de la región.

Los desafíos se multiplican pero las oportunidades se pierden. La región se enfrenta al alto índice de desempleo, la insuficiencia de los sistemas de educación y salud, una débil competitividad, la alta vulnerabilidad económica y la exposición al cambio climático.

El impacto de la crisis económica global y las revueltas que sucedieron desde 2011 han impactado profundamente en las economías norteafricanas, contribuyendo a un aumento del proteccionismo comercial y a un debilitamiento de la inversión. Los países del Magreb no pueden esperar y ganar tiempo, ya que se arriesgan a no poder cumplir con las exigencias del mercado, y no pueden desatender este frente si quieren luchar contra el radicalismo, estimular la diversificación económica y el crecimiento de empleo que necesitan para mantener una estabilidad política y social.

El Magreb es clave para Europa y para sus intereses económicos y estratégicos. La UE es el primer socio de la región pero asume un papel secundario ante una situación de incertidumbre: crisis económica, el conflicto en Libia, los atentados terroristas, la seguridad, la energía, los refugiados y la emigración. Todas son preocupaciones que la UE debe resolver. No actuar multiplica el riesgo y afecta al conjunto, por ello se necesita un nuevo enfoque europeo que fije las bases de la cooperación con el vecino magrebí.

Una política solo orientada a la seguridad no puede ser la única opción: el fomento de la cooperación económica ayudaría a buscar soluciones para los problemas de inmigración y radicalización, además de impulsar la interacción intra-regional, la creación de empleo y la inversión.

En el conjunto de los países del Magreb viven 100 millones de personas con una media de edad de 24 años, una riqueza estimada en medio billón de dólares, un superávit fiscal que alcanzó los 30.000 millones de dólares, y con reservas de divisas que superan los 300.000 millones de dólares.

Una reactivación del proceso de integración es clave para satisfacer las necesidades del crecimiento y fortalecer la resistencia a los choques externos. La solución está en casa: sumando sus fuerzas los países de la región tienen todo para ganar: unas economías de escala importante, un potencial real de crecimiento, y un gran mercado de consumidores que tiene unos márgenes de progresión muy significativos. Además cuenta con grandes recursos y riquezas en los campos de la energía, la agricultura, el turismo, los minerales, los recursos humanos y la proximidad a los mercados europeos, árabes y africanos.

La estabilidad del Magreb depende de la presión demográfica y la economía. La región tiene que crear millones de nuevos puestos de trabajo para el 2022, pero la ausencia de una verdadera integración está impidiendo atraer inversiones. Por un crecimiento insuficiente se enfrentan grandes pérdidas económicas: el comercio inter-magrebí es el menos integrado del mundo, co un escaso 3,3% frente al 62% de la UE, 26% de Asean (Sudeste asiático) y el 15% del Mercosur .

La integración atraería a empresas internacionales y crearía de decenas miles de puestos de trabajo, en una zona donde el paro alcanza cifras importantes, de hasta el 25%. Cada país de la región ganaría 8.000 millones de dólares, se podrían crear más de 2.500 pymes cada año, las exportaciones aumentarían y en diez años el Magreb podría aumentar en un 25 a 30% su PIB.

La idea es tentadora. Tal vez, después de décadas de lucha interna regional, la conveniencia económica podría dar lugar a un mercado único magrebí, como sucedió entre Francia y Alemania después de la Segunda Guerra Mundial. Esto impactaría positivamente en países vecinos como España y Italia, y las necesidades de la región se transformarían en oportunidades para sus vecinos europeos. El potencial y la interrelación entre Europa y el norte de África es evidente y los impactos pueden cruzar al otro lado del Mediterráneo.

El sueño de la unificación del Magreb y su complementariedad geográfica es una ventaja que los tuareg han podido explotar durante siglos, desplazándose de un país al otro y dentro del Sahara. Son tiempos decisivos: el Magreb tiene que transformar el sueño en realidad, la amenaza en una oportunidad, y convertir su debilidad en una fortaleza. Debe movilizarse para superar las dificultades y riesgos coyunturales, y construir un futuro común en beneficio de todos sus habitantes.

jueves, 28 de abril de 2016

Argelia y España, no faltan recursos sino ambición


Economia Digital, Miércoles, 07/04/2016

http://www.economiadigital.es/es/notices/2016/04/argelia-y-espana-no-faltan-recursos-sino-ambicion-82967.php

Un espejismo dulce, y una pequeña ola de pánico comenzó a circular en los pasillos del poder de muchos países productores de petróleo a causa de la gran caída del precio del crudo. Argelia, hipnotizada por el oro negro y dependiendo de su fluctuación en los mercados internacionales, ve como sus arcas se vacían y el precio apenas se recupera.

El gas y petróleo representan el 70% de los ingresos del presupuesto del Estado, el 95% de las exportaciones y el 36% del PIB. Los ingresos de divisas provenientes del petróleo ascendieron a  750.000 millones de dólares entre 2000 y 2014, mientras que, durante el mismo período, las importaciones fueron de 550.000 millones de dólares.

La evolución del mercado mundial de energía y la tensión geopolítica en sus fronteras obliga a Argelia a adaptar estrategias claras sin parches.

La situación es muy preocupante, pero, a diferencia de los impactos en 1986, Argelia dispone de 140.000 millones de dólares de reservas de divisas, 7.000 millones en reservas de oro,  fondos de estabilización, y una alta tasa de ahorro interno que le permitiría aliviar el malestar. Pero no será suficiente.

La economía argelina, pese a su potencial, tiene muchos problemas estructurales. El excesivo peso del Estado  y la dependencia de los hidrocarburos como principal fuente de riqueza son dos de estos problemas.

El gasto público se explota. Todo está subvencionado: gasolina, electricidad, vivienda, transporte, empleo juvenil, harina, aceite, azúcar, fertilizantes, tractores… Esta bonanza representa el 25% del PIB, una tasa extravagante e imposible de mantener que debe tratar de contener la sangría financiera y aplicar más rigor.

Otro punto negro es la fuga de capitales que entre los años 2004 y 2014 se estima en 14.000 millones de euros.

El período de vacas gordas se ha completado, pero hay margen de maniobra. Argelia cuenta con todos los recursos humanos y materiales para "hacer su revolución económica" y situarse entre las potencias emergentes.

El problema no es económico. Para iniciar la inversión productiva, sería más útil aliviar la anorexia de un país que aparentemente se niega a crecer.

Las reservas actuales y el bajo nivel de endeudamiento dan una ventaja de tres o cuatro años para las reformas. Argelia dispone de una fuerza laboral bien capacitada, energía a bajo costo y un gran mercado interno.

Este es el momento de reformar y construir. Y apostar por  la iniciativa privada, dejar de estigmatizar a los inversores extranjeros, impulsar una economía productiva y diversificada. Se deben empezar a eliminar suavemente los subsidios y reservar el dinero para los presupuestos de inversión. Argelia se puede curar de la llamada "enfermedad holandesa" o "la maldición del petróleo".

Desde 2005, el país ha impulsado varios planes estratégicos 2005-2009 y 2010-2014, 2015-2019 con más de 600.000 millones de dólares para construir infraestructuras, incluyendo un 1.200 km de autopistas, plantas de desalinización de agua y miles de unidades de vivienda.

Pero el resultado hasta el momento ha sido modesto y lejos de las expectativas proyectadas por muchos factores como la lentitud de las reformas que ha limitado la participación de los inversores extranjeros y privados. Las autoridades deben contar con su implicación en la elaboración de cualquier nuevo esquema.

Argelia, un importante proveedor de gas en Europa, tiene posibilidades para reposicionarse en el mercado mundial del gas mediante la explotación a su favor su asociación y vecindad con la UE. Es el tercer proveedor de gas de Europa, el octavo mayor productor de gas del mundo y es de los 20 primeros países productores de petróleo.

España sigue siendo el primer cliente de Argelia y su cuarto proveedor con intercambios de 15.000 millones de euros. El 50% del gas que consume España viene de Argelia. Unas 270 empresas españolas se han instalado en este país del Magreb. Muchas son multinacionales de sectores como la energía, la construcción y la obra pública y han ganado suculentos contratos.

En este mundo turbulento e incierto anunciando grandes trastornos geoestratégicos militares, las fronteras políticas y económicas en las futuras batallas por el desarrollo están condicionadas por el buen gobierno y la mejora del conocimiento.

Argelia a pesar de la caída de sus ingresos tiene la ambición pero requiere una estrategia del desarrollo, teniendo en cuenta los nuevos cambios del mundo. El progreso económico dependerá de la capacidad  de mejorar el clima social, de una nueva ley de inversión capaz de atraer a las empresas internacionales y del desarrollo de una clase empresarial, especialmente las pymes. Conciliar la eficiencia económica y la cohesión social será clave.

La cuestión de la financiación siempre es factor clave del desarrollo económico. Pero no soluciona  todos los problemas. El país magrebí tiene que perder sus miedos, mirar al futuro y no aplazar lo inevitable.

Y contar con todos sus activos políticos, económicos y sociales para superar las dificultades. Pero también será necesaria una visión de largo plazo que evite las posiciones y comportamientos derrotistas y que refleje la ambición de construir una economía productiva y exitosa, instituciones sólidas y la participación de todos los actores

jueves, 12 de noviembre de 2015

La apuesta árabe en España

El sector energético de España está siendo centro de atracción por parte de grupos y fondos árabes. Especialmente de países productores de hidrocarburos del Golfo que disponen de gran liquidez financiera para realizar importantes adquisiciones y tienen nuevas estrategias. El último capítulo lo han protagonizado Gas Natural Fenosa y el fondo soberano de Kuwait (KIA) que invierte 490 millones de euros en GPG, una filial de Gas Natural de la que se convierte en el segundo accionista con el 25%. A finales del 2014, KIA, en una alianza con el fondo australiano Macquarie, ya se hizo con la empresa E.ON España, por 2.500 millones de euros.

En el 2011, el grupo argelino Sonatrach compró el 3,8% de Gas Natural Fenosa por 600 millones, y es su primer proveedor, con un contrato de suministro hasta el 2030. Además, Sonatrach tiene presencia en Renagosa y en MedGaz. El 50% del gas natural que abastece a España proviene de Argelia.

Mientras tanto, una de las consecuencias de la crisis de Ucrania fue la preocupación europea por los suministros energéticos. Un tercio del gas natural consumido por la UE procede de Rusia y el 40% transita por la red ucraniana de gasoductos. España se ha postulado como alternativa y podría suministrar al resto de Europa el 50% de esa cantidad a través de los dos gasoductos que la unen con Argelia: el Pere Duran-Farell en Gibraltar, de 12.000 millones metros cúbicos anuales de capacidad, y el MEDGAZ de Orán a Almería, con 8.000 millones metros cúbicos. Pero para ello sería necesario completar el gasoducto MIDCAT a través de los Pirineos catalanes, cuya capacidad prevista es precisamente de 8.000 millones. Eso convertiría a España en 'país Hub' lo que proporciona grandes beneficios económicos. La vuelta del fondo kuwaití no es la única apuesta árabe por España. Ha estado precedida por Qatar, Omán, Argelia, Emiratos Árabes Unidos y otros inversores en los últimos años.

Seguramente la operación más importante hasta el momento, pero no la última, la efectuó en el 2011 el fondo IPIC, de Abu Dhabi, al hacerse con la totalidad de Cepsa por 4.000 millones. Cepsa, favorecida por este nuevo dueño y su músculo financiero, ha logrado cerrar operaciones de adquisiciones clave, como comprar Coastal Energy de EEUU por 1.630 millones o participar en Medgaz, entre otras operaciones.


Qatar también se mueve en España. A parte de sus importantes inversiones en el sector inmobiliario, hotelero o deportivo --la última, la inversión de 1.000 Millones en El Corte Inglés uno de sus fondos soberano-- Qatar Holding se convirtió en el principal accionista de Iberdrola con el 14,2%. Omán mantiene una relación privilegiada con Enagás, de la que tiene el 5%, y también adquirió el 10% de CHL entre otras. Arabia Saudí es el cuarto suministrador de crudo de España. Ha hechos varias inversiones en diferentes sectores, como hoteles, moda, sector de derivados de petróleo, y un grupo saudí ha adquirido el 100% de Fotowatio FRV, una compañía importante de desarrollo solar.

En los últimos años, España ha multiplicados los vínculos económicos con algunos países árabes. Cada vez es más numerosa la presencia de empresas de España en la zona, atraídas por las grandes oportunidades. Un buen ejemplo son los grandes contratos adjudicados en Arabia Saudí, Qatar, Kuwait, Emiratos, Egipto, Argelia o Marruecos.

Como bloque, la UE es el segundo mayor consumidor de petróleo y gas del mundo. Consume unos 13 millones de barriles de petróleo por día (el 15% del total mundial) y 440.000 millones de metros cúbicos de gas por año (el 13% del total mundial). Oriente Próximo y el norte de África tienen el 51,7% y el 46,9% de las reservas mundiales de petróleo y gas, respectivamente, mientras solo suministran el 32% y el 17% de la respectiva producción de petróleo y gas global, lo que sugiere que la región se beneficiará de accesos a nuevos mercados.

Más allá de polémicas sobre reyes y emires, contrastes y equilibrios, riqueza y enormes necesidades, falta de democracia o transparencia, nunca antes las relaciones de España con esta región habían alcanzado estos niveles. Un ejemplo es el crecimiento de los intercambios comerciales hasta el 90% anual, llegando incluso al 150% con algunos países. La proximidad histórica y geográfica acerca a España al mundo árabe, lo que es un valor añadido que facilita la expansión y la cooperación económica y las inversiones, aunque los inversores son a menudo difíciles de convencer por la multiplicación de las ofertas. Muchos son los factores a tener en cuenta, tal vez el menos conocido es la política, que se ha vuelto el más importante ,y todo es menos predecible.

El Periódico de Catalunya, Opinión, Pag. 8, Lunes 9 Noviembre 2015

lunes, 15 de diciembre de 2014

25 años de desunión del Magreb

Han pasado 25 años desde la fundación de la Unión del Magreb Árabe (UMA) con un resultado decepcionante que no está a la altura ni de las aspiraciones de los pueblos de la región, ni de los desafíos que afronta la comunidad internacional en la zona. No se ha logrado ninguna integración entre los cinco países de la Unión -Argelia, Marruecos, Túnez, Libia y Mauritania-, lo que ha causado gran desorden y perdida de oportunidades, en un contexto de globalización y agrupaciones regionales.

Un factor clave son las diferencias políticas entre Argelia y Marruecos, por el contencioso del Sáhara Occidental y el cierre de sus fronteras desde hace 20 años. Ambos países representan el 75% del total de la población y el 70% del PIB de la zona. Además, es preocupante que la proporción del gasto militar en el PIB se ha incrementado en un 19% en Marruecos y en más del 65% en Argelia, un derroche sin precedentes.

El mundo se mueve para la formación de bloques económicos y zonas de libre comercio y mercados de consumo integrados, pero el Magreb sigue ausente de la escena internacional, económica y comercial. Las diferencias internas o la seguridad y la política oscurecen las afinidades y complementariedad en sectores como la energía, la agricultura, el turismo, los minerales, los recursos humanos y la proximidad a los mercados europeos, árabes y africanos.

Unos 100 millones de personas

En el conjunto de los países del Magreb viven 100 millones de personas con una media de edad de 24 años, y una riqueza estimada en medio billón de dólares. El superávit fiscal alcanzó los 30.000 millones de dólares, y las reservas de divisas superaron los 352.000 millones de dólares. Ante la presión demográfica la región debe crear 20 millones de puestos de trabajo en el año 2020 para mantener la estabilidad. Pero la falta de una verdadera integración está impidiendo atraer inversiones y el crecimiento insuficiente cuesta pérdidas económicas de 8.000 millones de euros anuales. Además, el comercio interno magrebí es el menos integrado en el mundo un 3,3% , frente al 62% de la UE o el 26% de ASEAN, que agrupa a países del sureste asiático.

El impacto de la crisis global se ha percibido profundamente en todos los sectores de las economías norteafricanas, contribuyendo a un aumento del proteccionismo comercial y a un debilitamiento de la inversión. Pero los países del Magreb precisan estimular la diversificación económica y crear empleo.

La solución existe, está en casa, y es conocida: pasa por la reactivación de la Unión del Magreb Árabe. Sumando fuerzas tienen todo a ganar con economías de escala importante, un potencial real de crecimiento y un gran mercado de consumidores. En 10 años, el Magreb podría ganar hasta un 30% de PIB si finalmente decide abrir sus fronteras. De lo contrario, corre el riesgo de faltar otra vez a su cita con la historia.

El gasoducto del Magreb

De la misma manera, que la Unión Europea comenzó como una unión del carbón y del acero en la década de 1950, los recursos de la región pueden servir para unir. Un ejemplo es el gasoducto del Magreb desde el desierto argelino a España a través de territorio marroquí, en uso desde 1996, y que benefició a Rabat y Argel y pero también a España.

La posible integración atraería a empresas internacionales y la creación de miles de puestos de trabajo en una zona donde el paro alcanza cifras importantes (20%). Podría hacer ganar anualmente a cada país de la región 5.000 millones de dólares, la creación de más 2.500 pymes, un aumento de las exportaciones y un 3% del PIB. La idea es tentadora. Tal vez, tras décadas de lucha interna regional, la conveniencia económica podría dar lugar a un mercado único magrebí. Esto impactaría positivamente en países como España e Italia ya que las necesidades de esta región se transformarían en oportunidades para sus vecinos europeos.

Urge encontrar la manera de superar el conflicto político a través de la economía, como pasó entre Francia y Alemania tras la segunda guerra mundial. Pero las diferencias políticas se han incrementado, especialmente tras la 'primavera árabe'. La región vive una situación de incertidumbre: crisis económica en Europa -su primer socio económico-, guerra en Libia, Túnez esperando consolidar su revolución, cambios constitucionales en Marruecos y Mauritania e intentos graduales muy lentos de reformas en Argelia. Esto indica que estamos en una etapa clave y los países del Magreb no pueden esperar ya que el riesgo es ver que solos no puedan hacer frente a las exigencias. Son tiempos decisivos y el papel de la sociedad civil es clave. Los países del Magreb tienen que transformar la amenaza de fractura económica en una oportunidad, construir un futuro común, y convertir su debilidad en fortaleza.

El Periódico, Opinión. Pag. 8, Martes 9 de diciembre de 2014

jueves, 4 de diciembre de 2014

Argelia 2015 - 2019

Argelia lanzará un nuevo plan 2015-2019 para invertir 210.000 millones de euros, con el objetivo de impulsar una economía productiva y diversificada lejos de la dependencia de los hidrocarburos. 

Este impulso viene precedido de los planes anteriores, el 2005-2009 y el 2010-2014 con más de 400.000 millones para construir infraestructuras, que incluían 1.200 km de autopistas, plantas de desalinización de agua y miles de viviendas. Los resultados fueron modestos, y estuvieron lejos de las expectativas proyectadas debido a la lentitud de las reformas que limitaron la participación de los inversores extranjeros y privados. Ahora, las autoridades, quieren contar con su implicación en el nuevo plan.

La financiación siempre es un factor clave del desarrollo económico, pero no soluciona todos los problemas. Es necesaria una visión de largo plazo que refleje la ambición de construir una economía productiva exitosa, unas instituciones sólidas la y participación de todos los actores. 

Argelia dispone de 154.000 millones de euros en reservas de divisas y 54.000 millones del fondo de estabilización, que ayudarán, pero no serán suficientes. La economía argelina, pese a su potencial de crecimiento, tiene problemas estructurales, el excesivo peso del Estado y la producción de hidrocarburos como principal fuente de riqueza. La proyección de crecimiento del PIB para 2015 es del 3%, y de un 4,2% sin hidrocarburos. Al ser un importante proveedor de gas para Europa, Argelia tiene posibilidades para reposicionarse en el mercado mundial mediante la explotación a su favor de la crisis entre la UE y Rusia, que suministra el 30% del gas a Europa, por el 10 que proporciona Argellia.

España sigue siendo el primer cliente de Argelia y su cuarto proveedor, con intercambios que alcanzan los 15.000 millones de euros. El 50% del gas que consume España viene de Argelia. Unas 270 empresas españolas se han instalado en este país y muchas son compañías de sectores como la construcción y la obra pública que han ganado suculentos contratos, como por ejemplo los 2.000 millones de euros ganados por 10 licitaciones de 12 de plantas desalinizadoras.

También Argelia gasta más de 50.000 millones de dólares al año en importaciones de bienes, productos alimenticios y farmacéuticos. El país cuenta con todos los recursos humanos y materiales para hacer su revolución económica y situarse entre las potencias emergentes. El problema no es económico, pero ahora es necesaria la valentía política de un país que aparentemente se niega a crecer.

Expansión, Ed.Catalunya, Opinión. Pag.2. Jueves, 4 diciembre 2014

miércoles, 30 de julio de 2014

Sonatrach, España, Ucrania


Economia Digital, 23/07/2014

http://www.economiadigital.es/es/notices/2014/07/sonatrach_espana_ucrania_57552.php

Sonatrach, el gigante estatal argelino, ha aprobado el programa 2014-2018, para invertir más de 75.000 millones de euros en la renovación de las reservas anticuadas y aumentar la producción de petróleo y gas. También tiene como objetivo comenzar a producir gas de esquisto en 2020.

Cabe recordar que este aglomerado fue uno de los candidatos para comprar las acciones de Repsol en Gas Natural, donde dispone del 4% de acciones como resultado de una alianza entre ambos grupos que cerró algunos litigios y abrió nuevos horizontes hacia una asociación estratégica. 

En 2013, España se convirtió en el primer socio e importador de gas de Argelia gracias a los 10.260 millones de euros en intercambios comerciales. 

Además de un balance favorable a Argelia por el gas, más del 50% del gas natural que se abastece en España proviene de este país magrebí. Aumenta de forma importante la presencia de muchas grandes empresas españolas en Argelia a la par que lo hace el interés de algunas grandes corporaciones argelinas por invertir en España, como el primer grupo empresarial privado, Cevital, interesado en la compra de Fagor.

Una de las consecuencias de la crisis de Ucrania es la preocupación europea por los suministros energéticos. Un tercio del gas natural consumido por la UE procede de Rusia y el 40% transita por la red ucraniana de gaseoductos. 

España se ha postulado como alternativa y podría suministrar al resto de Europa ese 50% del gas que recibe de Rusia, a través de los dos gasoductos que le unen con Argelia, el Durán-Farrel en Gibraltar con 12.000 millones anuales de capacidad, y el MEDGAZ de Orán a Almería con 8.000 millones. Sería necesario completar el gasoducto MIDCAT a través de los Pirineos catalanes, cuya capacidad prevista es precisamente de 8.000 millones. Ello convertiría a España en país hub o de tránsito, lo que proporciona grandes ingresos y beneficios económicos.

Argelia se ha mantenido relativamente a salvo de la crisis financiera mundial y las turbulencias regionales en los últimos años, cuenta con abundantes recursos de hidrocarburos, pero la expansión del PIB ha sido modesto. El crecimiento fue del 3,3% en 2012 y del 2,7% en 2013, pero para 2014 se prevé un 4,3%. 

Petróleo y gas representan el 98% de las exportaciones, 45% del PIB y 65% de los ingresos. Argelia es el tercer proveedor de gas de Europa, el octavo productor de gas del mundo y uno de los 20 países productores de petróleo del mundo. La situación financiera cómoda ha permitido al Gobierno lanzar varios planes de desarrollo con un presupuesto de 225.000 millones de euros para crear tres millones de puestos de trabajo, construir dos millones de viviendas, cinco nuevas ciudades, hospitales, escuelas, plantas solares y servicios públicos.

Sonatrach se enfrenta a una feroz competencia. La desaceleración económica mundial requiere una acción más amplia para ello. Sonatrach ha enviado una señal para tranquilizar a sus clientes y socios, que pese al desorden geopolítico regional es un proveedor fiable y trabaja para asegurar el mercado del gas, invirtiendo fondos propios.

Otra lectura sugiere que Sonatrach puede asumir el esfuerzo en solitario ante la posible deserción de las empresas internacionales en las licitaciones para exploración de hidrocarburos en Argelia. El programa prevé la creación de más de 160 pozos/año, la consolidación de las reservas recuperables de gas y petróleo de esquisto bituminoso estimada en más de 700.000 millones de metros cúbicos, y la construcción de instalaciones petroquímicas para aumentar su capacidad a 45 millones de toneladas/año.

Desde los años sesenta, los contratos de gas a largo plazo garantizaban un retorno de la inversión con precios fijos y suministros ininterrumpidos a los clientes tradicionales a través de la provisión de mil millones de metros cúbicos. Sin embargo, este sistema hoy encuentra poco eco entre las empresas europeas, que prefieren el mercado al contado (más flexible y competitivo en términos de precios). 

Frente a la reducción de la demanda del mercado de EEUU por la explotación del gas de pizarra y los volúmenes importantes de gas natural licuado en el mundo, Sonatrach empieza a diversificar sus socios y avanzar hacia nuevos mercados como India y China. El grupo ha invertido en dos mega trenes de GNL para aumentar su oferta.

Adaptarse para hacer frente a los cambios en la demanda de petróleo o a la geopolítica y prepararse para ofrecer una alternativa, como podría ser en el caso de la crisis de Ucrania, también supone la exploración y explotación de energía no convencional y promover que la nueva ley de hidrocarburos atraiga a los inversores. 

De producirse, podría ser una señal de la voluntad de las autoridades y una llamada desde Sonatrach a sus socios internacionales para apoyarle en esta aventura, aportando conocimientos y experiencia.

lunes, 5 de mayo de 2014

¿Argelia, Buteflika IV?


http://www.economiadigital.es/es/notices/2014/04/_argelia_buteflika_iv_53219.php

Economía Digital, 16/04/2014

Pocos argelinos dudan de la victoria del presidente Abdelaziz Buteflika, entre los seis candidatos en la elección del 17 de abril 2014. Han sido tres mandatos consecutivos desde 1999 con éxitos pero, también, con muchos fracasos. Esta falta de suspenso no impide a muchos mostrar su preocupación por el empeoramiento del clima económico, social y político.

Argelia vive una división entre los partidarios de Buteflika, de 77 años al que ven como un signo de estabilidad para el país, y quieren que siga para un cuarto mandato; y sus opositores, que reclaman su retiro y allanar el camino para un nuevo liderazgo más joven. 

Si bien está enfermo desde 1995 y menos activo desde abril de 2013. Ya pasó una enmienda constitucional para renovar el tercer mandato presidencial consecutivo y ahora se presenta al cuarto, a pesar de su mala salud y su promesa de dejar espacio a los jóvenes. Por voluntad propia o ¿empujado por un séquito que no quiere dejar el poder? Es difícil de saber. A pesar de la reacción, ha tenido el mérito de mostrar que el ejército, que no apoya esta opción, ya no es todopoderoso.

El actual presidente cuenta con el apoyo político importante de varios partidos, sindicatos y patronales. Aunque hay grietas importantes en el régimen. Figuras políticas importantes del sistema que hacen sonar la alarma y llaman a la democratización. Otros se pasan a una oposición activa como el ex primer ministro Ali Benflis, el gran rival de Buteflika en esta batalla electoral, cuenta con el apoyo desde dentro del régimen. Algunos partidos islamistas, laicos y los Amazigh de la Cabilia hacen campaña por el boicot.

Durante los últimos 15 años, Argelia ha gastado 600.000 millones para calmar las iras sociales. Es evidente que no ha logrado sacar al país adelante. Petróleo y gas representan el 98% de las exportaciones, el 45% del PIB y el 65% de los ingresos. 

Además, es el tercer proveedor de gas de Europa, el octavo mayor productor de gas del mundo y se cuela en el top 20 de los países productores de petróleo. Una situación financiera cómoda, con un 4% de crecimiento medio que le ha permitido al Gobierno lanzar varios planes de desarrollo con un presupuesto de 225.000 millones para crear tres millones de puestos de trabajo, construir dos millones de viviendas, cinco nuevas ciudades, hospitales, escuelas, plantas solares y servicios públicos.

Argelia se consolida como un importante socio de España, con 10.260 millones de intercambios comerciales, a pesar de un balance favorable a Argelia por la importación de gas. Un ejemplo sería el 53% del gas natural que se abasteció en España en 2013 y que provenía de este país. 

También aumentan, de forma importante, la presencia de muchas grandes empresas españolas en Argelia y, a su vez, el interés de algunos grandes grupos económicos argelinos por invertir en España. El deseo de cambio es real y profundo, pero el miedo de deslizamiento está todavía presente. Partidarios de Buteflika han entendido esto y centran su campaña en la estabilidad.

Después de más de medio siglo de independencia y cuarenta años de la bonanza petrolera o de los ingresos, llegan las reivindicaciones de libertad, de progreso y de justicia social.

El entorno regional experimenta una transición caótica y el orden internacional ha cambiado. Así, un cambio radical se ha demostrado muy costosos en algunos países vecinos como Libia o Siria: sangre, descomposición social, crisis económica, instituciones que se erosionan y fronteras que desvanecen. 

Después de los trágicos acontecimientos de 1988; la anulación de las primeras elecciones parlamentarias en 1991; el golpe de Estado en 1992 y la posterior guerra civil que mató a 200.000 personas, el ejército se erigió como líder y salvador.

Pero ahora, el verdadero reto para unas elecciones democráticas genuinas es la participación. Será el pueblo argelino quien deba decidir si está de acuerdo o prefiere otra alternativa. Si Buteflika ayudaría a mantener la estabilidad o no. Hay que respetar el resultado de las urnas, siempre que estas elecciones sean libres y justas y con la presencia de observadores internacionales neutrales.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Sonatrach cambia

Sonatrach, el gigante estatal argelino, es uno de los candidatos para comprar las acciones de Repsol en Gas Natural Fenosa, donde dispone del 4% del capital como resultado de una alianza entre ambos grupos energéticos, que cerró algunos litigios y abrió nuevos horizontes hacia una asociación estratégica. Este primer semestre, España se ha convertido en el primer importador de gas de Argelia. 

El conglomerado argelino se enfrenta a una feroz competencia, y la demanda de Europa, su principal mercado, empieza a disminuir. La desaceleración económica mundial requiere una acción más amplia. Para ello, Sonatrach ha lanzado el programa 2013 – 2017, con el que planea invertir 100.000 millones de dólares en cinco años para renovar las anticuadas reservas de gas. Es una señal que envía para tranquilizar a sus clientes en el sentido de que, pese al desorden geopolítico regional, es un proveedor fiable y trabaja para asegurar el mercado del gas, invirtiendo fondos propios. 

Otra lectura sugiere que Sonatrach puede asumir el esfuerzo sola ante la deserción de las empresas extranjeras en las licitaciones para exploración de hidrocarburos en Argelia. 

El programa prevé la creación de más de 160 pozos al año, la consolidación de las reservas recuperables de gas y petróleo de esquisto bituminoso, estimada en más de 700.000 millones de metros cúbicos, y la construcción de instalaciones petroquímicas para aumentar su capacidad a 45 millones de toneladas al año. Argelia es el octavo mayor productor de gas del mundo.

Desde los años sesenta, los contratos de gas a largo plazo, garantizaban un retorno de la inversión con precios fijos y suministros ininterrumpidos a los clientes tradicionales a través de la provisión de 1.000 millones de metros cúbicos. Sin embargo, este sistema hoy encuentra poco eco entre las empresas europeas, que prefieren el mercado al contado, que es más flexible y competitivo en términos de precios.

Frente a la reducción de la demanda del mercado de EEUU por la explotación del gas de pizarra y los volúmenes importantes de gas natural licuado  (GNL) en el mundo, Sonatrach empieza a diversificar sus socios y avanzar hacia nuevos mercados como India y China. Al mismo tiempo, el grupo ha invertido en dos Mega trenes de GNL para aumentar su oferta.

Adaptarse para hacer frente a los cambios en la demanda de petróleo también supone la exploración y explotación de energía no convencional, y promover una nueva ley de hidrocarburos que atraiga a los inversores. Podría ser una señal de la voluntad de las autoridades. Y una llamada desde Sonatrach a sus socios internacionales para apoyarle en esta aventura, aportando conocimientos y experiencia.

Expansión, Edición Catalunya, Opinión, Pag.2. Miércoles, 27 noviembre 2013

miércoles, 10 de julio de 2013

Argelia, más que gas


Argelia es un país que las empresas han situado en su radar como destino. El espectacular aumento del 30% de las ventas  españolas a este mercado confirma esta tendencia y, a pesar de ser un mercado con algunas dificultades para entrar, también es una tierra de oportunidades.

Las relaciones entre España y Argelia presentan elementos de complementariedad, con intereses comunes y sin gran competencia. Es un hecho lógico, por la proximidad geográfica. Argelia se consolida como un importante socio de España con 10.260 millones de Euros de intercambios comerciales con una balanza favorable al pais norteafricano gracias a la importación de gas. Como ejemplo, el 53% del gas natural que consumió España en el primer trimestre de 2013 provenía de Argelia. A la vez, aumentan las exportaciones y la presencia de empresas españolas en el pais africano, como es el caso de Gas Natural, Repsol, Cobega, FCC, Banco Sabadell, La Caixa, Assignia, Iberdrola, OHL, Comsa, Agbar o Idom, entre otras. Sectores como energía, alimentación, bebidas, transporte, turismo, restauración, Medio ambiente, gestión hospitalaria, Gestión de servicios públicos, Ingeniería e infraestructura, aguas, distribución o Construcción se han situado como prioritarios y ofrecen grandes oportunidades de negocio.

Petróleo y gas representan el 98% de las exportaciones,el 45% del PIB y hasta el 65% de los ingresos del país. Argelia es el tercer proveedor de gas en Europa,y el octavo productor de gas del mundo además de situarse entre el top 20 de países productores de petróleo.  Una situación financiera cómoda, junto con un crecimiento sostenido del 4% del PIB, han permitido al Gobierno acometer varios proyectos de inversión con un presupuesto de 225.000 millones de euros para crear tres millones de puestos de trabajo, construir dos millones de viviendas y cinco nuevas ciudades, además de hospitales, escuelas, plantas solares y servicios públicos.

En este contexto, se nota  el esfuerzo para relanzar la actividad, diversificar la economía y atraer la inversión, pero será difícil llevar a cabo estos planes si no se cambian las tendencias nacionalistas de la ley de inversión. El empresariado privado ha ganado peso en numerosos sectores como telecomunicaciones, transporte, agricultura y turismo. El último bastión, el energético, está en un proceso lento pero irreversible de liberalización. la clave para alcanzar el progreso económico dependerá de la capacidad de mejorar el clima social, de atraer a los inversores y del desarrollo de una clase empresarial, especialmente las Pymes. Para consolidar las reformas, crecer y ayudar a las empresas a ganar los retos de la globalización es prioritario salir de la dependencia energética, reformar la banca y reestructurar el tejido productivo.