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lunes, 1 de julio de 2024

Marca Mediterránea

En un entorno competitivo global, el Mediterráneo se enfrenta a múltiples desafíos. Estos se refieren principalmente a su posicionamiento entre regiones. Para impulsar su éxito será necesario unir el largo plazo y los proyectos capaces de garantizar el desarrollo económico, y la ejecución oportuna y eficiente de los planes operativos. Otros elementos esenciales son la selección de los instrumentos idóneos, el establecimiento de las prioridades correctas y confiar en los procesos de ejecución.

El Mediterráneo, cuna de civilizaciones, puente entre Oriente y Occidente, origen del pensamiento político y filosófico, tiene ahora la oportunidad de recuperar el esplendor y la hegemonía del pasado. El ADN Mediterráneo es rebelde, creativo, viajero, curioso. Es sinónimo de innovación, un factor clave para superar múltiples crisis y reinventarse continuamente para inspirar y ofrecer un horizonte ambicioso, para crecer y emprender. Si en el pasado las naciones mediterráneas estaban unidas por el comercio del vino y del aceite, hoy en día lo están por los acuerdos bilaterales en sectores como los de energía, agricultura y salud, por la transferencia de conocimiento y tecnología y, sobre todo, por las ideas y los intereses compartidos.

Hablar acerca del Mediterráneo es hablar de la “Marca Mediterránea”, un concepto que engloba el patrimonio cultural e histórico, la idiosincrasia de sus pueblos con sus estereotipos particulares, la gastronomía e, incluso, la estética mediterránea. Sin duda, nuestra región se está convirtiendo en el centro de un poderoso imaginario que inspira propuestas y valores de marca y se convierte en parte de un sugerente lenguaje de marca.

Las marcas crecen y se desarrollan en contextos o entornos específicos que proporcionan (y a veces limitan) su desarrollo. Dicho contexto podría definirse por el convencionalismo, los antecedentes culturales, los marcos de categorías o las premisas establecidas por diferentes operadores e influyentes. Es decir, las marcas están condicionadas por antecedentes culturales y apelan a la autenticidad y a la singularidad, al valor diferencial, como ocurre en el sector turístico del Mediterráneo, con un auge de destinos y productos conectados con la tradición y los valores culturales.

Los países mediterráneos tienen mucho en común. Un mar, una historia, una cultura, una comida y unos valores que nos recuerdan que es posible trabajar juntos y crear un nuevo destino común. Para avanzar será necesario crear un espacio común de carácter innovador y dirigido a constituir un eje básico de la evolución entre ambas orillas del Mediterráneo. Para ello, no es suficiente con comprender únicamente el contexto de la marca, sino indagar en el contenido, es decir, en esos valores únicos que todos identificamos con el Mediterráneo. La clave está en potenciar un “referente de especificidad”, es decir, poner el foco en lo que diferencia nuestra región de otras. De esta manera, daremos a conocer la riqueza y la diversidad de nuestros pueblos, proporcionaremos referencias significativas a los consumidores y evitaremos la mercantilización de los rasgos mediterráneos y la indiferenciación.

Ha llegado el momento de construir todos juntos esta marca que nos identifica, nos diferencia y nos enorgullece. Para avanzar en el desarrollo económico del Mediterráneo es necesario establecer un lenguaje de marca mediterránea más segmentado y pluralista. Es hora de buscar respuestas que permitan el desarrollo y la construcción de un futuro común entre las dos orillas. La región debe promover su modelo económico e ilustrar su desempeño, excelencia y demostrar su capacidad para afrontar cualquier desafío, igual que en el pasado. Desafíos que afectan por igual a todos los países de la región, como son la transformación digital y la implementación de nuevas tecnologías, o la economía verde y azul. 

Para convertir desafíos en oportunidades es necesario configurar nuevas alianzas. Sólo así crearemos un entorno que favorezca la convivencia y la cooperación entre los pueblos de ambas orillas. Esta acción permitiría la integración de las generaciones emergentes y el arraigo de los valores de tolerancia y aceptación del otro, más allá de los estereotipos manidos, lejos de cualquier forma de exclusión y rechazo que engendre irreparablemente una lógica de confrontación y antagonismo. Es posible construir una relación sana y alejada de prejuicios, con una gestión común de problemas comunes. Un enfoque global e integrado y una responsabilidad compartida son posibles. Los mediterráneos debemos construir un futuro en común, porque sabemos que cuando nos unimos emprendemos iniciativas que nos hacen avanzar. Porque mantenernos juntos es progresar. Trabajar juntos es triunfar. 

Anwar Zibaoui, ON Economia, Opinión, 22 Junio 2024

https://www.elnacional.cat/oneconomia/es/opinion/marca-mediterranea-anwar-zibaoui_1239192_102.html

 

viernes, 21 de junio de 2024

La cadena de suministro que se avecina

Las cadenas de suministro rara vez se han sentido más frágiles. Desde la sequía en el Canal de Panamá hasta el conflicto que afecta al Mar Rojo, apenas ha pasado poco tiempo sin que surjan nuevos desafíos. Por supuesto, siempre ha habido que lidiar con diferentes problemas geopolíticos, pero la propia globalización se ha puesto en tela de juicio después de la pandemia, con una mayor regionalización de las cadenas de suministro que ha provocado la fragmentación. A lo que cabría añadir una mayor imprevisibilidad e incertidumbre a consecuencia del aumento de la inestabilidad climática.

La industria logística está evolucionando a un ritmo sin precedentes debido, sobre todo, a la necesidad de adaptación continua a los nuevos desafíos que van surgiendo, como las guerras en Ucrania y Gaza o la ruptura de la cadena de suministro en el Mar Rojo. Este contexto ha puesto de manifiesto la importancia de las cadenas de suministro resilientes.

Todas estas crisis han mostrado en poco tiempo lo que podría ser un efecto tsunami en el comercio mundial si no se evalúa correctamente su impacto económico. Dado que el comercio marítimo es vital para Europa es necesario encontrar nuevas opciones que hagan que las rutas sean más eficientes. Se necesita analizar y decidir cómo cambiar la producción y el transporte, de manera que se puedan contrarrestar mejor estos riesgos futuros.

Las empresas priorizan cada vez más el crecimiento a través de la expansión del mercado y el aumento de la demanda en regiones clave. Las expectativas de los consumidores de envíos sin fricciones van en aumento. Ante esta situación, las empresas deben satisfacer de manera eficaz y eficiente estas nuevas demandas, creando conexiones fluidas y aprovechando las tecnologías de vanguardia para ofrecer soluciones a medida y para convertir las infraestructuras logísticas en pasarelas comerciales eficientes.

Las tendencias que más están impactando en la cadena de suministro son la transformación digital, la creciente importancia de la resiliencia y la gestión de riesgos, los programas de sostenibilidad y el aumento de las demandas de comercio electrónico. El análisis de datos, la adopción de la automatización y la robótica, la necesidad de visibilidad de la cadena de suministro y la personalización para mantenerse al día con las expectativas cambiantes de los clientes están revolucionando las operaciones de la cadena de suministro.

Reducir las emisiones de carbono es ahora una necesidad global. El cambio climático es una preocupación importante y constante, lo que obliga al sector a priorizar la reducción de la huella de carbono. La colaboración entre todos los actores, tanto desde el sector público como desde el privado, es clave para explorar combustibles alternativos y a la búsqueda de soluciones sostenibles pioneras para la industria marítima. Las iniciativas y los proyectos que surgen de la colaboración entre todos los agentes convierten esta industria en uno de los principales motores de la economía para propiciar el cambio positivo que se necesita para afrontar la crisis climática y humanitaria actual. Las asociaciones público-privadas son cruciales para crear entornos favorables a la inversión y promover el crecimiento sostenible.

Por otro lado, los mercados emergentes ofrecen un gran potencial y han demostrado resiliencia frente a los desafíos económicos globales. La industria se está diversificando y adaptando a los nuevos retos, lo que ha dado lugar a regiones más dinámicas y resilientes. En este nuevo escenario, la digitalización y la innovación deben estar en el centro de la estrategia para preparar las cadenas de suministro para el futuro. La implementación de soluciones basadas en IA y Big Data es clave para avanzar hacia una toma de decisiones proactiva y la optimización de la gestión de la cadena de suministro.

Es urgente abordar los riesgos económicos y militares inherentes de la globalización y las rutas comerciales restringidas por factores geográficos, es el momento de repensar como fortalecer la economía en un mundo en turbulencias y crisis. Los desafíos a los que se enfrenta el sector sólo se corresponden con las oportunidades que se presentan. El futuro del comercio, la innovación y la sostenibilidad requieren una acción conjunta para forjar un camino hacia un futuro más resiliente, próspero, sostenible y pacífico. Los increíbles avances que hemos visto en la industria logística nos dan esperanza y nos animan a seguir mirando el futuro con optimismo, convirtiendo los desafíos de hoy y de mañana en prometedoras oportunidades.

Anwar Zibaoui, EXPANSIÓN, Opinión, 14 junio 2024

miércoles, 17 de enero de 2024

El Mar Rojo, nueva línea de frente

Las guerras tienen repercusiones negativas en las economías. No solamente en la zona específica en conflicto. Sea Ucrania o ahora Gaza, siempre se producen daños colaterales, victimas civiles, destrucción, aumentos de precios, inestabilidades, y otros problemas.

Los ataques del grupo de Hutíes de Yemen, que apoyan a los palestinos asediados en Gaza, y atacan con misiles los buques comerciales en el Mar Rojo, ya está provocando el aumento de las tarifas de los fletes marítimos por el tiempo extra que tardan los barcos en rodear África en los viajes de ida o vuelta, entre Asia y destinos europeos.

En consecuencia, se prevé que las tasas de inflación vuelvan a aumentar, que se interrumpan las cadenas de suministro en fábricas y tiendas debido al retraso en la llegada de bienes, repuestos y materias primas, y que los principales bancos centrales congelen sus planes de reducción de los tipos de interés.

El transporte marítimo constituye un pilar fundamental de la economía mundial. Por mar circulan más del 80% de las mercancías y alrededor del 50% del petróleo consumido en el mundo.  Además de los múltiples componentes de productos elaborados en distintos países.

El 12% del comercio mundial pasa por el Mar Rojo. Desde el inicio del conflicto, las principales compañías navieras han desviado más de 200.000 millones de dólares en mercancías hacia el Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica, para evitar los ataques con misiles. Obviamente, no debemos olvidar el impacto que la crisis tendrá en los ingresos que genera el Canal de Suez para Egipto.

La seguridad de la navegación marítima en el Mar Rojo, es indivisible de la seguridad en toda la región, y de la navegación marítima internacional, y por tanto de la economía mundial. Si la amenaza se extendiera al Mar Arábigo, por donde transita un tercio del petróleo mundial, el costo económico aún sería mayor.

Así que ahora, el Mar Rojo se ha convertido en una línea de frente, también en el conflicto entre Irán y Estados Unidos, que durante décadas han evitado una confrontación directa. EEUU ha liderado la formación de una coalición multinacional para asegurar la navegación marítima en el Mar Rojo

Recordando los costos económicos del Covid en 2020, el bloqueo del Canal de Suez en 2021, Ucrania en 2022, o la actual guerra en Gaza, que sigue su curso sin saberse ni su área geográfica final ni su periodo de tiempo, está claro que la globalización declina.  El modelo de abastecimiento global que ha prevalecido con las cadenas de valor impulsadas por productos de bajo coste no tiene resiliencia. Y con las nuevas tecnologías y los patrones de demanda evolucionando, hay que acortar las cadenas hacia modelos de abastecimiento regionales, con nuevos centros de fabricación y logísticos más equilibrados. Es el momento de repensar como fortalecer la economía para impulsar el progreso, en un mundo en cambio.

En Gaza, la guerra es un riesgo permanente y presente mientras la paz esté paralizada. Para evitar extender las consecuencias de la guerra, con todos los riesgos económicos o militares inherentes para las rutas comerciales y el mundo, urge lanzar una ofensiva diplomática. Un acuerdo político que conduzca a una solución general y permanente de la situación en su totalidad.

Anwar Zibaoui, 11 Enero 2024, Opinión-Economía, EXPANSIÓN

https://www.expansion.com/catalunya/2024/01/11/659fcb6be5fdea4a178b45bd.html

lunes, 11 de diciembre de 2023

Explorar las finanzas islámicas

 La prosperidad es interdependiente de la inclusión y la sostenibilidad; del hecho de que ningún emprendimiento es sostenible si no incorpora y refleja a su sociedad; de que tener un ecosistema empresarial sano implica tener mejores pymes, más personas con acceso al crédito, más diversidad, y menos informalidad.

Y el sector financiero islámico constituye una gran oportunidad que alcanzará un volumen de 5,9 billones de dólares para 2028. A simple vista, para algunos pueden parecer unas tradiciones religiosas o convicciones éticas, pero hay mucho más: un tremendo potencial que empieza a agitar muchos sectores económicos. Los estereotipos de fanatismo sin alegría son tan engañosos como la idea de que el mercado musulmán implica sólo las finanzas sin intereses y la carne sacrificada a mano.

Por ello, crece el interés en el sector financiero islámico. Son cada vez más numerosas las entidades que intentan desarrollar productos e instrumentos adaptados a las reglas que rigen este concepto a pesar que el sector representa un 10%  a nivel mundial pero muestra aspectos más saludables que muchos de sus compañeros convencionales.

Este sector mantiene su impulso de crecimiento a pesar de los desafíos de una economía en recuperación, que también se ha visto afectada en gran parte por los precios de la energía, los conflictos, la interrupción de la cadena de suministro y el aumento de la inflación.

De hecho, la financiación islámica se ha expandido a un ritmo mucho más rápido en los últimos años en comparación con el crecimiento de los préstamos convencionales. los dos segmentos crecieron a una tasa compuesta promedio de 10,5 % y 3,4% respectivamente durante el período 2021-2022.

Se espera que la industria financiera islámica global crezca a 5.9 billones de dólares para 2028 de los 4 billones en 2022, y cuenta con el respaldo de 1.679 instituciones financieras presentes en 136 países en todo el mundo. Este fenómeno abarca regiones geográficas distintas y límites culturales.

Las perspectivas para el sistema financiero islámico son optimistas, será el sector que más crece del sistema financiero mundial, con el  8%  anual hasta  2026. El mercado aún se encuentra en una etapa de madurez, están surgiendo oportunidades considerables, y animado por capitales en busca de oportunidades, particularmente con el mayor enfoque en alinear los productos financieros islámicos con factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) y los recientes avances en digitalización.

Pero se deberán liberalizar sus mercados, asegurar la libertad de inversión, y la coherencia jurídica lo que facilitara su incorporación  rápida al sistema financiero internacional.

Esta novedad está demostrando una capacidad de movilizar recursos con una gama diversificada de productos de inversión y ahorro, que podrían beneficiar al sector público y privado y atraer importantes flujos para invertir en sectores productivos y financieros. Vale la pena no dejar pasar esta gran  oportunidad.

Anwar Zibaoui, EXPANSIÓN, Tribuna-Opinión, Edición Catalunya, 30 Noviembre 2023

https://www.expansion.com/catalunya/2023/11/30/65688486468aeb337c8b464d.html


lunes, 25 de septiembre de 2023

Cámaras de Comercio 4.0

"Mercaderes de la Paz" se llamó el pequeño grupo de líderes empresariales que fundaron hace más de un siglo la Cámara de Comercio Internacional. La convicción era que el comercio es una poderosa fuerza en pro de la paz y la prosperidad y que la actividad económica hay que entenderla como verdadero instrumento de entendimiento entre pueblos. 

Pero en los últimos 10 años, en algunos países, se ha cuestionado el papel y la razón de ser de las Cámaras de comercio e industria, obviando su importancia para el desarrollo y la integración económica y comercial.  

Por su carácter internacional, regional y supra-sectorial, tienen la ventaja de hablar con la autoridad que emana de las empresas de todos los sectores y de todas la partes del mundo. Son actores claves como instituciones encargadas de promover la actividad económica y fomentar la cooperación entre los empresarios y los agentes económicos.

Y no solo a nivel global. También representan a todos los sectores empresariales a nivel regional con una tupida red de Cámaras de comercio en Europa, el Mediterráneo, África, Iberoamérica o Asia Pacifico. En este sentido, las asociaciones regionales de Cámaras de comercio, como ASCAME, AICO o Eurochambers entre otras, que engloban entidades de diferentes niveles de desarrollo son un instrumento de cooperación de primer orden.

En 2023, el mundo se encuentra en una encrucijada. Gobiernos y empresas deben adaptarse a la nueva era y aprender a navegar con una velocidad de cambio nunca antes vista. La crisis climática se ha vuelto más apremiante que nunca y aún persisten las amenazas al comercio internacional y la cooperación global. La colaboración y el diálogo abierto y constructivo son necesarios para garantizar el éxito y la prosperidad de las generaciones futuras.

Las Cámaras de comercio  necesitan reconfigurar sus servicios para ayudar a las empresas a satisfacer las nuevas demandas y para seguir siendo defensores efectivos del sector privado en la era de las cuatro transformaciones disruptivas:la energética, la tecnológica o digital, la económica y la demográfica.

Las tendencias comerciales y tecnológicas que surgen en el panorama empresarial actual son clave, y a la vez desafíos y oportunidades. También obligan a impulsar diferentes y nuevas herramientas de referencia para orientar a las Cámaras a medida que describen sus propias estrategias para hacer su transición hacia una nueva generación de Cámaras de Comercio 4.0, y adoptar la innovación, proporcionando una base para construir un marco para las actividades de las Cámaras en el futuro para seguir siendo útiles y relevantes frente a las nuevas realidades.

La nueva generación de Cámaras de comercio e industria puede ayudar a las empresas a aprovechar las nuevas tecnologías para continuar las transformaciones digitales y adaptarse a la responsabilidad ambiental y social, a seguir impulsando sus procesos de internacionalización, promover las inversiones, la formación empresarial, y a priorizar el apoyo a las pymes, pilar central de la economía tanto nacional como global.

Anwar Zibaoui, EXPANSIÓN Ed.Catalunya Opinión Economia 13 septiembre 2023

https://www.expansion.com/catalunya/2023/09/13/65018bfa468aeb2a718b4616.html

sábado, 1 de julio de 2023

Cámaras de Comercio: nuevas realidades, nuevas demandas

 En los últimos años se ha cuestionado mucho el papel y la razón de ser de las cámaras de comercio e industria. En varios países se ha reducido su papel a meros clubs de negocios, obviando su importancia para el desarrollo económico.

 Desde hace más de un siglo, las Cámaras de Comercio han sido un motor clave en el desarrollo de millones de empresas, y han trabajado con gobiernos e instituciones para encontrar soluciones a los desafíos locales y globales y apoyar el sector privado.

Las Cámaras fomentan la apertura del comercio y de la inversión internacional así como la economía de mercado. Por su carácter internacional y supra-sectorial, tienen como ventaja que hablan con la autoridad que emana de las empresas de todos los sectores y de todas la partes del mundo. Son los actores necesarios para jugar un papel clave como instituciones encargadas de promover la actividad económica y fomentar la cooperación entre los empresarios y los agentes económicos

Hoy, las empresas operan en un nuevo entorno de negocios, volátil, tecnológico y donde la innovación y la adaptación son claves. La estructura de la empresa, la fuerza laboral, los productos o el cliente están en constante cambio y son precisas nuevas soluciones. Las Cámaras, están en una posición única para ayudar, aprovechar oportunidades y unir sinergias.

La internacionalización y la globalización son grandes retos, pero también lo es la regionalización de sectores que se benefician de la proximidad geográfica y la complementariedad económica. En un entorno empresarial en evolución, las Cámaras proporcionan reglas, directrices y códigos voluntarios diseñados para facilitar los flujos, equilibrar las transacciones transfronterizas y ayudar a los gobiernos a gestionar los desarrollos globales de manera colaborativa. Las Cámaras no solo protegen los intereses de sus asociados, sino que su trabajo beneficia a la economía local, nacional y mundial en su conjunto, y por tanto, favorecen los Objetivos del Desarrollo Sostenible y ayudan a garantizar la paz y la prosperidad global.

Su característica de representar a todos los sectores empresariales a nivel mundial vía la Cámara de comercio internacional o a nivel regional se basa en la particular organización en forma de tupida red de las cámaras de comercio, especialmente en África, Europa, el Mediterráneo, Iberoamérica o  Asia Pacifico.  En este sentido, las asociaciones regionales de Cámaras de Comercio, como ASCAME o Eurochambers entre otras, que engloban entidades de las diferentes niveles de desarrollo son un instrumento de cooperación de primer orden.

A lo largo de los años, las Cámaras han evolucionado, y deben seguir haciéndolo para adaptarse y conseguir el progreso. Su papel también es clave para facilitar la cooperación entre los sectores público y privado, y lograr grandes objetivos cuando se unen esfuerzos, como se vio en Barcelona, en las Olimpiadas, en la Fira o en Turismo de Barcelona. Ciertos aspectos de este sistema tan exitoso, se pueden adaptar fácilmente en otras cámaras de comercio y ciudades de todo el mundo.

Al trabajar juntos, compartir conocimientos y utilizar la experiencia combinada, las cámaras de comercio pueden lograr objetivos comunes, mejorar la competitividad de sus miembros, y hacer avanzar a las empresas siguiendo estrategias de futuro que allanen el camino para un crecimiento global sostenible. El crecimiento económico, el trabajo justo, alianzas para lograr objetivos y el progreso son el camino.

Las Cámaras de comercio deben alinear los servicios que brindan a sus miembros para seguir siendo defensores efectivos de las empresas en la era de la nueva economía, y de las cuatro transformaciones disruptivas. La transición energética, la tecnológica o digital. la económica, y la demográfica.

Ahora tienen que reformular su papel y rol en un mundo que está  cambiando de manera irrevocable y apostar por diseñar programas  para ayudar a las empresas a trazar un rumbo adecuado para una nueva era de negocios.

Las Cámaras deben trabajar para cultivar un ecosistema empresarial que apoye a las pequeñas y medianas empresas para que continúen desempeñando un papel vital en la economía, que los principios ambientales, sociales y de gobernanza sean los impulsores clave del negocio en el futuro; y que las empresas deben orientarse hacia el desafío de lograr emisiones netas de carbono cero.

Dar forma al futuro de las Cámaras requiere esfuerzos concertados y una visión unificada para lograr los objetivos necesarios para las próximas etapas. El papel de las Cámaras hoy en día es aún más importante que nunca. Las empresas se enfrentan a algunos de los mayores desafíos y necesitan innovar continuamente para sobrevivir y las Cámaras también tienen que adaptar sus servicios para ayudar a las empresas a satisfacer estas nuevas demandas. Están en una posición única para apoyar la configuración de soluciones para estos desafíos, permitir el desarrollo del sector privado y ayudar a las economías emergentes a lograr crecimiento y aprovechar oportunidades en todo el mundo. Todavía tienen relevancia para facilitar los caminos para que las empresas prosperen.

Anwar Zibaoui, Economía Opinión Sábado,24 junio 2023

https://www.elnacional.cat/oneconomia/es/opinion/camaras-comercio-realidades-demandas-anwar-zibaoui_1050198_102.html

jueves, 19 de mayo de 2022

La velocidad del cambio

   Nos enfrentamos a tiempos interesantes y desafiantes sin ninguna  duda. Y la velocidad del cambio será superior a lo que esperábamos. El mundo se estaba volviendo más pequeño y pensamos que la globalización era el destino de la humanidad, y que los tratados y acuerdos habían acercado a las naciones. Ahora, esa certeza está siendo puesta a prueba.

Estamos en el futuro de un pasado en el que, como zombis, resucitan los regímenes y los gobiernos y la invasión rusa de Ucrania de finales de febrero de 2022 nos recuerda a septiembre de 1939. En realidad es la ley del más fuerte, bien ilustrada en la "Fábula del lobo y el cordero" de La Fontaine, que parece ser la norma de las relaciones internacionales.

Los avances científicos, económicos, sociales y técnicos logrados durante la última década superan a los alcanzados en 100 años Los logros de los últimos dos años superan aún más a los de la última década y el ritmo futuro será aún más rápido. El escenario es ilusionante.

Y sin embargo, pueblos y sociedades luchan por recursos escasos en medio de una crisis climática que se exacerba y la amenaza de otra pandemia o de enfermedades más peligrosas que el COVID-19.

En este momento clave, la cooperación mundial es aún más necesaria porque nos enfrentamos a una crisis global todavía evitable.

La aceleración destaca en la economía digital que se ha multiplicado por ocho en los últimos dos años, alcanzando los 4 billones de dólares. El aprendizaje a distancia se ha multiplicado por 11. La telemedicina aumentó un 154 % y su valor de mercado alcanzará los 400.000 millones de dólares en los próximos cinco años. La cantidad de dispositivos conectados a Internet se duplicará de 26.000 millones a fines de la última década a 50.000 millones en solo dos años.

La naturaleza de los problemas que enfrentamos hoy en día es tal que ningún país puede afrontarlos solo. En el mundo interconectado, los acontecimientos en un país puede tener un impacto significativo sobre todos los demás. Problemas como cambio climático, pandemias, seguridad alimentaria y otros requieren de enfoques de colaboración para resolverlos.

El camino es resolver los desafíos del siglo XXI, como la pobreza, las crisis de salud, las turbulencias económicas, que requieren acciones rápidas para mejorar la calidad de vida. Por el momento, no hay un equilibrio entre los que producen, pero que no consumen y los que consumen pero no producen. 

Necesitamos planes y herramientas que se basen en la creatividad y la tecnología para asumir la responsabilidad de las comunidades y lograr la prosperidad. Quizás la historia más hermosa sucede mañana.


https://www.expansion.com/catalunya/2022/05/16/62828f50468aebe90b8b45f4.html# 

Anwar Zibaoui, Opinión  DIARIO EXPANSIÓN, Edición Catalunya 16 Mayo 2022

martes, 1 de marzo de 2022

Nuevo impulso a la OMC

Una economía global próspera necesita un comercio que impulse el crecimiento, la innovación y el empleo. Es el único sistema para conseguir un mundo desarrollado equilibrado y justo. Y hasta los más grandes defensores del libre comercio saben que el sistema precisa mecanismos para fomentar la cooperación, impulsar la coordinación e integración, evitar guerras comerciales o militares y resolver disputas de forma pacífica. Es evidente que actualmente, el sistema no cumple con sus objetivos. La Organización Mundial del Comercio, OMC necesita una reforma para mejorar su funcionamiento e impulsar el progreso.

El orden económico y comercial establecido desde la Segunda Guerra Mundial está llegando a su fin. En este momento, los estados buscan asegurar sus intereses políticos y económicos mediante aranceles y otras medidas proteccionistas. Estas nuevas "guerras comerciales" paralizan el sistema y amenazan la eficacia de organismos internacionales especializados como la OMC, que se estableció para fortalecer un sistema multilateral de comercio.

Es imprescindible una actualización de sus principios y objetivos, en la que todos los países y actores muestren flexibilidad y establezcan consensos para superar su estancamiento. Necesitamos un sistema que asegure la distribución equitativa de los beneficios del comercio internacional garantizando el desarrollo de los países menos favorecidos.

Porque en este nuevo mundo poscovid, el poder es difuso y las relaciones internacionales se están volviendo impredecibles. La políticas proteccionistas y los sentimientos nacionalistas chocan con la realidad de la globalización, que no se puede detener, pero debe ser más inclusiva, sostenible y debería crear trabajo. Se precisa una nueva OMC con claridad de visión, estrategia y pragmatismo.

Problemas como el cambio climático y la seguridad geopolítica, las epidemias, las superpoblación, la desigualdad, el hambre, las migraciones o el desempleo requieren de enfoques de colaboración que solamente pueden resolverse a escala mundial. Pero no aparece ningún tipo de consenso. Estos problemas están interconectados y no pueden ser resueltos a través de soluciones provisionales.

Nunca en la historia reciente se ha vivido cambios tan fundamentales. Para enfrentarse a estos nuevos desafíos, es necesario un nuevo impulso que revitalice el sistema multilateral. Una OMC fortalecida y respaldada por reglas inclusivas que promuevan el comercio, el desarrollo empresarial y la inversión, puede desempeñar un importante papel en la recuperación de la economía mundial tras el impacto de la Pandemia de COVID-19.

La naturaleza de los problemas que enfrentamos hoy en día es de tal magnitud que ningún país puede hacer frente a ellos en solitario. En un mundo interconectado los acontecimientos en un país o una región pueden tener un impacto significativo sobre todos los demás.

No hay mejor comercio que el de la acción correcta. Él comercio, no es un arma sino una fuerza para un crecimiento inclusivo que erradique la pobreza porqué la actividad económica debe ser un verdadero instrumento de paz y prosperidad.

 
Anwar Zibaoui; La Vanguardia, opinión,economía, 05 febrero 2022

viernes, 11 de junio de 2021

Mediterranean Logistics Post-Covid-19: Opportunities come with challenges

 Artículo Publicado el 22/02/2021 en CETMO

https://www.cetmo.org/mediterranean-logistics-covid-19/

https://mailchi.mp/cetmo/newsletter1-post-covid19-8274456?e=d189785e94

CETMO, The Center for Transport Studies for the Western Mediterranean  is an organization that promotes cooperation on transport in the Western Mediterranean. 

The mission of CETMO is to "Improve transport conditions in the Mediterranean region, in order to facilitate commercial exchanges and movements of people in a safe, efficient and sustainable (particularly environmentally) way, and all with the general objective to sustain the socioeconomic development of the region and its people".

 

MEDITERRANEAN LOGISTICS POST-COVID-19 :

OPPORTUNITIES   COME  WITH  CHALLENGES 

Por Anwar Zibaoui

 

We are facing a challenge that will change the world. As countries take essential measures to protect their populations, no sector remains immune to change. Closed borders, telework, travel bans and confinement. The coronavirus outbreak is redefining how we stay connected. And with a fifth of the planet already isolated, it is imperative to keep the flow of goods so that critical supplies can get where they are needed. The global logistics industry faces its biggest challenge.

The COVID-19 outbreak has increased the importance of supply chains in responding to needs in real time and in the transportation of goods, whether in managing the increase in online retail demand or maintaining the supply of medical supplies and fresh products. The COVID-19 pandemic has shown that logistics needs to evolve to build stronger supply chains. We all depend on them to achieve food security, health and stability, as their mission is to keep people safe and businesses operational, while customers adapt to the new challenges.

Trade keeps the world connected. Maritime transport, where 80% of the goods and 50% of the oil consumed circulate (UNCTAD, 2018), is of vital importance in global geopolitics. In addition, transport and logistics promote cooperation and development. In developing countries, competitive logistics would help solve migration, radicalisation or job creation problems. Without a doubt, economy is an essential lever to fight poverty, inequality, and solve desperate socioeconomic conditions.

Impact of the COVID-19 pandemic

The pandemic has made the fourth industrial revolution a reality for millions of people. The contours of a new horizon are being configured. The digital future will create new opportunities for people, companies and governments. But if mismanaged, it will also bring new threats, polarisations between societies or divergent economies. The current economic models need to give new answers, since the existing measures are not enough. More economic integration, emergency plans and realistic solutions are needed to solve endemic problems.

The magnitude of the challenge makes the existing measures insufficient. Without an effective logistics sector, the economy cannot develop. An efficient logistics reduces costs in export, import and distribution in the domestic market. It is the lever for growth and competitiveness. Internationalisation requires emphasising the overall performance of distribution and supply networks, but also the regionalisation of sectors that benefit from geographic proximity and economic complementarity.

Furthermore, the sector is committed and has reacted by prioritising critical medical supplies, keeping the flow of fresh products and improving the use of technologies. The effort to maintain trade has been global. Governments and airport authorities across the world are implementing strict guidelines, such as increased disinfection, while protecting the safety and health of the workforce. We must thank workers and companies in the sector for their creativity, innovation and dedication to keep the supply chain operational, agile and robust in this time of crisis.

Beyond the immediate challenge, initiatives must be urgently promoted to make trade flows more robust. The construction of digital platforms will be crucial to adapt to this new type of crisis in the long term. The digitised supply chain, in addition to the global network of ports, terminals and economic zones, will guarantee the transportation of cargo from one place to another through just one click. New technologies are driving online logistics and enabling smarter commerce, with more efficiency throughout the supply chain and greater visibility and transparency; in turn allowing the movement of goods to be optimised and redirected to where they are most needed.

The role of logistics

This pandemic comes at a key moment. The global logistics sector is booming, with a greater demand for service from customers, the emergence of new competitors, the review of logistics processes and their incorporation into the digital revolution. Great challenges await us, such as the use of big data to efficiently manage logistics flows or the implementation of online platforms that optimise the volumes of cargo transported.

Logistics is one of the main columns of support for the continuous development of economies and its indicator of global competence. The increasing internationalisation of operations requires a special emphasis on the global performance of distribution and supply networks.

Trade logistics, or the ability of countries and companies to export products to international markets, is a key ingredient for economic competitiveness, growth, and poverty reduction. Poor logistics performance creates a sunk loss for producers and consumers alike, and results in a net loss of resources. Improved trade logistics, on the other hand, would give a positive boost to the economy at a time of fragile recovery from the global recession.

Logistics is necessary to flourish the economy and even the population to survive. For example, transportation and logistics directly affect the price and local availability of food. In developing countries, the impact of transport and logistics are between 20-60% on the prices of food delivered (World Bank, 2012). They constitute for some countries 40% of the cost of imported wheat. So, at a time of high prices for food and raw materials, enhancing and improving the logistics sector is necessary. Competitiveness is also the result of reduced transport time and costs.

Effects on global trade and logistics

Global trade is shifting, and the centuries-old model that saw maritime powers located in the Western world control cargo flows through is giving way to a more multidirectional and multimodal future.

In this new dynamic, China begins to exert a greater influence on world trade. The launch of the New Silk Road, an initiative with an investment of multi-trillion dollars, aims to reshape intercontinental trade through a new network of land and sea connections between Asia, Europe and Africa, based on the old trade routes. The Mediterranean holds the key. China’s expansion to gain supremacy in the region’s ports does not stop growing.

2000 years ago, the first concept of free port was created between Chaldeans, Phoenicians and Carthaginians to facilitate trade. But the Mare Nostrum runs the risk of losing its leadership despite its advantages. The Mediterranean is located right where Asia, Europe and Africa are very close to each other, which makes this sea not only a neighbour for nearby regions, but also for the world.

In addition, both in the Mediterranean and worldwide, the weight of the sector is important. Logistics must be effective because, without this, the economy cannot develop. Efficient logistics will contribute to reducing the total cost of products for export, import and distribution in the domestic market. It is simply blood for the economy and a real lever for growth and competitiveness.

The maritime power model that has been carrying cargoes across the high seas for centuries is giving way to a more multidirectional and multimodal future. The world shipping map will change. It is necessary and urgent to bet on the 2030 Agenda and on a sustainable model. 23% of CO2 emissions are attributed to transport (World Bank, 2016), so the common priority is to move towards greater efficiency and eco-sustainability throughout the Mediterranean region.

The shipping industry needs to set its own challenging but achievable voluntary CO2 reduction targets for the maritime sector or risk targets being imposed. Shippers are under increasing pressure to respond to the climate change challenge. “They must understand, monitor and report their supply chain carbon footprint in order to meet their reporting and regulatory obligations,” said GSF (Global Shippers Forum, 2015). “However, they are dependent on the shipping industry to provide accurate data on emissions and the GSF believes urgent action is now needed to agree targets. It is crucial to select a measure that will incentivise technical and operational measures to reduce CO2 and not simply pass on additional costs to shippers” (GSF, 2019).

The Mediterranean has more than 450 ports and terminals, represents 30% of world maritime trade by volume, and is the leading tourist destination in the world (UfM, 2016). It is the point of confluence of three continents (Africa, Asia and Europe), where 500 million people live. From this new situation, a large platform with unique characteristics may emerge to facilitate world trade.

This strategic location is unique to facilitate global trade and logistics. But the regional economic potential needs to be unlocked. For this, we must bet on integration and build a unified strategy that encourages investments, construction, modernisation and management of infrastructures, that also allows growth and competition with another region.

It is urgent to develop the interconnection of the South, create a communication network efficient land, air and maritime transport, and promote multimodal corridors. Here the Mediterranean corridor should be paramount. The region has a great potential to build up intermodal solutions engaging maritime and railway resources with other modes of transport to increase its global freight volumes and viability. What remains to be done is to promote and maintain emerging intermodal demands through the provision of a legal framework and financial or regulatory incentives, so as to foster intermodal transport, which can only come true with a regional alliance and its partnership with Europe. A roadmap is needed to allow a more efficient and sustainable growth of intermodal operations.

After the COVID-19 pandemic, globalisation is wounded. For this reason, we recommend going towards the regionalisation of the economy, betting on the sectors that benefit from geographic proximity and economic complementarity. Regional economic integration and the creation of a common Euro-Mediterranean Economic partnership must be objectives to be achieved to face the new and post-pandemic challenges.

The economic and social importance of logistics and the awareness of its shortcomings in the Mediterranean, require a strategic vision shared by public and private actors. A national and regional policy articulated with professional players that integrates the other strategic objectives (ecological transition, industry, regional planning, …) is also needed, as well as a sustainable organisational approach and logistical planning of the territory, articulated with a new industrial policy reoriented on European, Mediterranean and African exchanges.

Conclusions

The pandemic has made the 4.0 industrial revolution a reality for millions of people. The contours of a new horizon are being configured and the digital future will create new opportunities for people, companies and governments.

It is crucial to support logistically the relocation of a certain number of industrial activities, by encouraging the local Mediterranean economy and industrial clustering and by strengthening shorter, more reactive and more resilient supply chains. A new industrial and logistics cooperation, more balanced between Europe and the Mediterranean, is also essential.

For the Mediterranean and Europe to regain sovereignty, logistics must be taken into account at the highest level of the State, with adequate governance and resources. The success of the sector cannot be proven without the incorporation of women into qualified jobs, especially in fields that are traditionally male dominated.

Betting on Mediterranean integration would change trends and benefit everyone. It would attract international companies, increase exports, and boost the creation of local jobs and businesses. Closing the existing gaps between two Mediterranean shores will not be easy but achieving it would mean a more effective transport network, more trade and development. The region has the capacity and ambition to become a key player on the international logistics scene.

The investment needs in Mediterranean region in the sector are estimated to be around 2% of GDP, a sum that the public sector cannot cope with and the contribution of the private sector will be necessary.

To reach a successful conclusion, it is necessary to overcome the obstacles and work to deepen the partnership in order to better control the challenges of development and favour reforms in this regard, strengthen the capacity of international institutions to take risks in financing infrastructure and facilitating the access of financial organisations and operators betting on a greater role of the private sector could help in this way.

25 years after the launch of the Barcelona Process, and provided the necessary mechanisms to accelerate the planned terms for the entry into force of the Euro-Mediterranean Association, the transport and logistics sector is considered an economic pillar and an important factor for this integration of all priority action projects.

The need to invest in the Mediterranean logistics sector is a driving force for development, which could be more if several elements, such as the development of infrastructure, the private sector and the complementarity of networks between both sides, are reinforced. Joining the dots across so many Mediterranean countries is not easy. The result would be a more effective transport infrastructure, more trade and development, and a stronger and more united Mediterranean.

Moreover, we need to strengthen cooperation on transport legislation and develop infrastructure to connect the two sides of the Mediterranean Sea. Transport is a key vector for achieving closer market integration and contributing to regional integration, economic growth, employment, tourism and increased regional trade. In the context of profound change in the Mediterranean region, transport cooperation between the EU and its neighbours is crucial and needs to be supported.

Relations in the field of transport between the European Union and its southern partners were formally established in 1995 with the Barcelona Process. The key priority of this cooperation is the achievement of a safe, sustainable and efficient transport system in the Euro-Mediterranean area.

The future of the region depends on the ability to adapt to new realities, build bridges, create meeting spaces to transform this threat into an opportunity and turn weakness into strength. This would allow properly facing the challenges, creating a common future by adding capabilities and applying this synergy to the search for new paths.

The task of making this sea a great platform capable of competing with other regions will be difficult but not impossible. This can only become a reality in an alliance between both shores in this Mare Nostrum.

It is time to act to reposition the Mediterranean as the great logistics platform for east-west flows and as the best option to channel cargo between Asia, Africa and Europe. Logistics has never been as important as today.

CETMO NEWS,  Anwar Zibaoui 02/2021

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martes, 4 de mayo de 2021

De global a regional

 

El coronavirus sigue marcando el ritmo de particulares, empresas y gobiernos, nos mantiene obligatoriamente conectados y, a su vez, hace que se replanteen la logística, el libre comercio y la globalización. En esta nueva normalidad, resulta necesario valorar el establecimiento de cadenas de suministro más cortas y ágiles, y la creación de flujos comerciales que no dependan de destinos demasiado lejanos.

La globalización ha mostrado su debilidad e interdependencia económica, llegando incluso a afectar a la salud pública. Sin embargo, es posible combatir sus efectos perversos y las desigualdades que crea. Hemos alcanzado el punto de no retorno, siendo testigos de la globalización de los datos, de la educación, del conocimiento, del talento y de las ideas.

Esta crisis de salud hace evidente que las empresas deben diseñar sus cadenas de suministro en torno a la competitividad del riesgo, en lugar de solo el costo.  “No tiene sentido abrir una planta de baterías a miles de  kilómetros de la línea de producción de coches". Así lo ha indicado Luca de Meo, director general del Grupo Renault. 

El modelo de abastecimiento global que alguna vez prevaleció en las cadenas de valor impulsadas por productos de bajo coste ha disminuido a medida que las nuevas tecnologías y los patrones de demanda de los consumidores han ido evolucionando.

"de global a regional"

La globalización no se ha revertido este año, pero se ha visto obligada a hacer balance y cambiar de rumbo, algo que inevitablemente cuestiona la existencia del modelo actual de las cadenas de suministro y los flujos comerciales en todo el mundo. La regionalización surge como una fuente inmensa de oportunidades, especialmente cuando permite reducir las barreras al comercio y los riesgos, mientras ofrece rapidez y rentabilidad. Los flujos comerciales regionalizados serán esenciales. Por este motivo, es conveniente fortalecer los bloques comerciales regionales con un nuevo diseño de los bienes y servicios de logística de extremo a extremo.

Puede que sea el momento de repensar la relación entre UE y el Mediterráneo e impulsar juntos un proyecto capaz de competir globalmente con otras regiones como el RCEP, el CPTPP o el CFTA. En este contexto, la región mediterránea podría convertirse en una pujante frontera de producción norte-sur, ya que su situación geográfica permite acortar los circuitos logísticos entre la UE y África, y reducir la huella de carbono.

Resulta también indispensable acelerar el proceso de integración Euro-Mediterránea en aras de favorecer la construcción de una zona política y económicamente estable, integrada y sostenible. Y es que la proximidad geográfica permite desarrollar la cadena regional Unión Europea-Mediterráneo-África. Europa cuenta con una oportunidad histórica en el desarrollo de esta nueva alianza.

Los modelos económicos en vigor se han quedado sin aliento por la velocidad con la que se suceden los numerosos cambios. Por ello es preciso dar nuevas respuestas. 

La Vanguardia, Economía, Opinión, Domingo, 2 mayo 2021

viernes, 30 de abril de 2021

Canal de Suez y Cadena Logística : Lecciones post pandemia

 

El mega-buque de contenedores "Ever Given" ha sido liberado, y el Canal de Suez vuelve a ser transitable. Considerado como una de las rutas comerciales más cortas y efectivas del mundo, el Canal ha servido al mundo durante más de 160 años, ya que es una forma más rápida y rentable de transportar productos desde Asia a Europa que el antiguo camino del Cabo de Buena Esperanza.

 Para Egipto, es una importante fuente de ingresos, unos 5.000 millones de dólares. Se estima que el costo de esta crisis es ha sido de 9.000 millones de dólares de pérdidas comerciales por día.

La crisis del Canal de Suez, junto con la pandemia Covid-19, marcarán el surgimiento de una nueva escuela de pensamiento de la logística comercial: ¿Pasará la gestión de la cadena de suministro global del "just-in-time”  al “just-in-case”? Las cadenas de suministro se acortarán y los bienes esenciales se producirán cada vez más a nivel regional o local. La globalización puede dar lugar a una mayor regionalización. ¿Menos eficiencia pero mucha más seguridad?

Cadena Logística

El transporte marítimo constituye un pilar fundamental de la economía mundial. Por mares y océanos circulan más del 80% de las mercancías y alrededor del 50% del petróleo consumidos globalmente y juega un importante papel en las llamadas cadenas de suministro, en las cuales los múltiples componentes de un mismo producto son elaborados en distintos países.

El restablecimiento del tráfico es una buena noticia, pero teniendo en cuenta los difíciles momentos que vivimos, la mejora de la logística del comercio debe ser un asunto de todos. Porque la logística es necesaria para la economía incluso para sobrevivir. Por ejemplo, afecta directamente el precio y la disponibilidad local de alimentos, e influye directamente en los costes de exportación, importación y distribución interna y son parte integral de cada negocio. El sector es vital para la economía, un gran apoyo para el ecosistema industrial y una verdadera palanca para el crecimiento y la competitividad.

En un mercado global, la necesidad de ofrecer mejoras en costes y usar los recursos de modo eficiente obliga a las cadenas logísticas a prestar una atención máxima a los aspectos asociados a la intermodalidad, los hubs o los puertos. La internacionalización requiere poner un especial énfasis en el rendimiento global de las redes de distribución y suministro, pero también en la regionalización de sectores que se benefician de la proximidad geográfica y la complementariedad económica.

Lecciones post Pandemia

El incidente demuestra que el control del flujo logístico es clave para la seguridad económica global. El mundo occidental  analiza continuamente los mercados mundiales y los posibles aumentos de precios o escasez de productos, centrándose en el petróleo y el gas. Pero, deberían revisarse mejor los puntos de estrangulamiento, la seguridad marítima, la geopolítica y la globalización. Porque, hay un cambio drástico en los equilibrios, y China esta irrumpiendo con fuerza en el tablero de juego.

El sueño del comercio global, entrelazando las economías y sociedades hasta un punto sin retorno, se ha visto afectado por la realidad.

El bloqueo del canal y el Covid 19 han mostrado en poco tiempo lo que podría ser un efecto de tsunami o mariposa en el comercio mundial si no se evalúa correctamente. Dado que el comercio marítimo es vital para Europa es necesario encontrar nuevas opciones que hagan que las rutas sean más eficientes. Se necesita analizar y decidir cómo cambiar la producción y el transporte, de manera que se puedan contrarrestar mejor estos riesgos futuros.

La mayoría de los centros de fabricación y las economías de todo el mundo dependen de suministros rápidos y fiables. Pero, el modelo de abastecimiento global que alguna vez prevaleció en las cadenas de valor impulsadas por productos de bajo coste ha disminuido a medida que las nuevas tecnologías y los patrones de demanda de los consumidores evolucionan. Acortar las cadenas de logística hacia modelos de abastecimiento regionales, con nuevos centros de fabricación más cercanos y sistemas logísticos más equilibrados

Amenazas como el bloqueo por un buque comercial podrían ser vistas por terceros como una opción fácil para golpear duramente a los adversarios. Es importante abordar los riesgos económicos y militares inherentes de la globalización y las rutas comerciales restringidas por factores geográficos, es el momento de repensar como fortalecer la economía en un mundo post-pandemia.

Periodico  EL MUNDO, Estratégia y Negocios, Artículo Opinión, 22 Abril 2021

https://www.elmundo.es/economia/actualidad-economica/2021/04/22/607eb326fc6c83a5048b4655.html



martes, 27 de abril de 2021

Cruceros en el Mediterráneo : Emerger de la Pandemía

 

La industria de cruceros también se ha visto significativamente afectada por las consecuencias negativas de la pandemia del COVID-19.

Los cruceros han ido evolucionando en los últimos años, adecuándose a la demanda, desde el concepto de mero transporte marítimo al enfoque de ocio turístico.

Es un producto completo, con variedad de destinos, buena relación calidad/precio, que ofrece experiencias y emociones para todas las edades y además genera empleo directo e indirecto, ya que implica a embarcaciones, puertos, agencias de viajes, proveedores y a la cadena de suministro de bienes y servicios asociados.

El turismo de cruceros ha sido uno de los segmentos del mercado turístico internacional que mayor crecimiento ha experimentado en los últimos años, también en el Mediterráneo, con un incremento de la demanda del 20,5% desde 2016. En 2019, 29 millones de personas tomaron un crucero.

Por otro lado, a medida que crecen los destinos, esta industria resulta también ejemplo de la globalización. Con clientela y personal de abordo multinacional, y un nivel de independencia con respecto a comunidades y naciones nunca visto, su desarrollo tiene importantes implicaciones económicas, legales, medioambientales y sociales.

El Mediterráneo es el segundo destino de cruceros a nivel mundial, pero podría superar al Caribe, que hoy es el número uno, por sus excelentes condiciones climatológicas y el atractivo que supone su diversidad de culturas, su dieta y su historia.

La temporada de cruceros es más larga y cuenta con itinerarios diferenciados. Es por ello por lo que las principales empresas internacionales saben que este mar ofrece un enorme espacio de crecimiento.

El mar Mediterráneo cuenta con 45.000 km de costas, de los cuáles 19.000 km representan costas isleñas, soporta 30% del comercio marítimo mundial por volumen; tiene una ruta de tránsito para el 25% del tráfico marítimo petrolero, y más aglutina más de 450 puertos y terminales.

Con más de 150 puertos en las riberas mediterráneas, existen unos 70 operadores. Sin embargo, no todos los puertos gozan de los mismos privilegios. El puerto principal sigue siendo Barcelona, que ejerce como centro de todos los cruceros del Mediterráneo occidental.

La batalla de los cruceros se gana en tierra y los grandes puertos del Mediterráneo continúan desarrollando nuevas plataformas y grandes terminales marítimas con inversiones en millones de euros con el fin de atraer a millones de pasajeros y ofrecer productos diferenciados. Esto es una ganancia financiera real para la economía local. La visión de una flotilla de buques de crucero que se alinean en el puerto también hace que la ciudad sea más atractiva.

Esta industria supone una gran fuente de riqueza, pero debe afrontar un reto imprescindible para un desarrollo sostenible porque tiene un altísimo impacto medioambiental. Un informe reciente indica que la contaminación que generan los cruceros en los puertos donde atracan equivale a cinco veces el total de vehículos que circulan por su territorio. Por eso urge impulsar alternativas como la fabricación de cruceros eléctricos.

Además, es una industria controlada en un 80% por cuatro grandes grupos centrados en pocos puertos con gran impacto. A nivel mediterráneo, es importante ampliar la oferta hacia otras pequeñas ciudades portuarias para ayudar a vertebrar el territorio, ampliando así la oferta. La concepción tradicional de crucero es la modalidad vacacional reservada a segmentos con poder adquisitivo.

Otros retos a los que la industria debe hacer frente son los elevados costes: la construcción del buque, una tripulación cualificada, normas de seguridad adecuadas, hacer frente a la inestabilidad política, al comportamiento del precio del petróleo, … Todos ellos factores que impactan en el desarrollo del sector.

El crecimiento espectacular que han experimentado los cruceros en el Mediterráneo nos indica el camino para ganar la apuesta por promover una sociedad y un modo de vida común a nivel global.  Aunque hasta ahora cada destino ha contado con sus prioridades y estrategias, todos deberíamos trabajar juntos a partir de ahora y con un objetivo único para promover la región.

Emerger de la Pandemia

Hay que apostar por crear una marca común que impulse la complementariedad de las ofertas en lugar de una competencia entre destinos. Otras regiones del mundo ya lo han hecho apostando por la promoción conjunta y por una marca común, como es el caso de la ‘Caribbean Tourism Organization’, en la que participan 33 países.

En este momento de reflexión impuesto por la pandemia, hacen falta nuevos planteamientos.

Se debe invertir en el desarrollo de una marca turística común que refuerce los atributos clásicos del Mediterráneo entre los consumidores, sobre todo en aquellos de mercados emisores lejanos. Los diferentes organismos mediterráneos deben promover un nuevo marco de cooperación y proyectos conjuntos para una nueva alianza mediterránea, algo que resulta clave para afianzar el liderazgo de la industria turística y alcanzar así la primera posición del sector crucero a nivel mundial.

Opinión, 9 abril 2021

https://atalayar.com/en/blog/mediterranean-cruises-emerging-pandemic 

 https://www.economiadehoy.es/cruceros-en-el-mediterraneo-emerger-de-la-pandemia

https://www.territoriobitcoin.com/cruceros-en-el-mediterraneo-emerger-de-la-pandemia/ 

 https://www.cronicaeconomica.com/cruceros-en-el-mediterraneo-emerger-de-la-pandemia-154092.htm 

 


lunes, 8 de marzo de 2021

Mujer Mediterránea, motor del cambio y la recuperación

 


Mediterranean Forum Entrepreneurs Forum BCN 2020

  Las mujeres de la región mediterránea se han enfrentado a la pandemia en condiciones particularmente duras. 

Han liderado el frente de la salud con un 79% de enfermeras. Pero a pesar de sus múltiples responsabilidades, las mujeres en la región tienen las tasas más bajas de participación en la economía y fuerza laboral del mundo.

En la etapa post COVID-19, las mujeres pueden marcar la diferencia en el proceso de recuperación y apostar por un nuevo modelo de desarrollo. 

 Ahora es el momento para que ocupen el lugar que les corresponde en la economía, en los puestos de liderazgo en la región, de y que actúen como el motor del cambio y recuperación.

La integración de las mujeres en la economía en la región mediterránea sigue siendo una asignatura pendiente, a pesar de los progresos en algunos países. Lamentablemente la renta per cápita sigue siendo de las más bajas, la pobreza continúa afectando a amplias partes de esta región y la coyuntura internacional ya no es tan favorable como en el pasado.

La mitad de la población mundial en edad de trabajar son mujeres, el 50% de ellas en sectores empresariales frente al 80% de hombres. Se estima una pérdida de riqueza debido a la brecha de género del 10% del PIB en las economías avanzadas y de más del 30% en la región Mediterránea.

Las cifras son abrumadoras: solamente el 49,2% de la población en la parte sur y oriental del Mediterráneo participa en el mercado laboral en comparación con el 63,5% a nivel mundial. De estas cifras, tan solo el 30% son mujeres, alcanzando el paro femenino el 41% en mujeres jóvenes. El desempleo entre graduadas llega al 45% y, pese a que ahora existe un mayor acceso a la educación, todavía están excluidas. En realidad, aumentar la participación de la mujer añadiría un 47% al PIB en la próxima década.

Se trata de una baja tasa de participación en la economía del sur del mediterráneo, con tan solo un 16%, mientras que el promedio mundial es del 33%. Ello implica una triple pérdida en capital humano, en crecimiento y en igualdad social. Con la participación de la mujer en el trabajo se aumenta la clase media y se reducen las desigualdades sociales y de género.

Incorporar a las mujeres es una necesidad que condiciona el éxito o el fracaso del desarrollo económico y social de toda la región. En el proceso de integración mediterránea, es preciso conseguir el equilibrio de género y la igualdad de oportunidades. Hay que disponer de estrategias a largo plazo con programas específicos, ya que el apoyo a las mujeres podría añadir 12 billones de dólares al PIB mundial para el año 2025.

Alentar a las mujeres a emprender y aumentar el número de emprendedoras garantiza ganancias económicas y acelera la igualdad. Se trata de diversidad e inclusión, no de mujeres versus hombres. Se trata de un equilibrio que contribuya a una toma de decisiones mejor informada. La mujer tiene el potencial para ser un contribuyente al crecimiento económico.

Hay mucho en juego. Muchas dificultades se podrían evitar facilitando las condiciones para promover su papel en la economía, eliminando los obstáculos reales para que las mujeres asciendan en el escalafón corporativo, ofreciendo igualdad de oportunidades en retribuciones y ascenso, y no encasillando a las mujeres en cargos determinados.

Las desigualdades que afectan a las mujeres en el sector empresarial tienen, entre otras causas, las normas culturales, el apoyo insuficiente a las empresas lideradas por mujeres, la falta de marcos políticos que aborden la brecha de género, y el reto de equilibrar las responsabilidades familiares con el trabajo.

Pero las mujeres emprendedoras constituyen una realidad cada vez más consolidada y presente en el mediterráneo, y su papel es clave para alcanzar los objetivos de integración regional. Las mujeres comparten una tradición de cooperación, pueden aprovechar su fuerza para crear nuevos escenarios, compartir sus experiencias y establecer relaciones empresariales.

Es preciso aprovechar la creatividad y potencial de las mujeres. Se les debe dar el apoyo, la oportunidad y la libertad para que puedan realizar su contribución. Aferrarse a las tradiciones obsoletas es cómodo, pero puede matar el genio de la innovación. El cambio es inevitable y puede ser enriquecedor si todos participan y se abren a las ideas y puntos de vista de los otros.

La participación de las mujeres en la economía es una prioridad y un imperativo debido a su impacto positivo para impulsar el crecimiento económico. Con su contribución podemos reducir las desigualdades sociales porque la prosperidad es interdependiente de la inclusión. También del hecho de que ningún emprendimiento es sostenible si no incorpora y refleja a su sociedad.

Es imposible avanzar en la región sin construir juntos una sociedad basada en la igualdad de oportunidades o sin asegurar la participación de las mujeres en el desarrollo económico y empresarial. Las mujeres son actores importantes para la creación de empresas y cuentan con una ventaja competitiva: son innovadoras que creen nuevas soluciones para mejorar la vida de las personas. Su impacto en la sociedad puede ser determinante y clave para el desarrollo y la recuperación en esta etapa post COVID-19. Sin ellas es imposible avanzar, ya que son socias en las evoluciones y revoluciones, como lo son en la sociedad.

Anwar Zibaoui, Opinión, Marzo 2021

https://www.innovaspain.com/mujer-mediterranea-motor-del-cambio-y-la-recuperacion/ 

https://www.economiadehoy.es/mujer-mediterranea-motor-del-cambio-y-la-recuperacion 

https://www.territoriobitcoin.com/mujer-mediterranea-motor-del-cambio-y-la-recuperacion/

https://www.revistaaral.com/opinion/mujer-mediterranea-motor-cambio-recuperacion_15145029_102.html 



domingo, 29 de noviembre de 2020

MEDA ECONOMIC WEEK 2020 Press Info II Interviews 1

 "Es el momento de repensar la relación entre Europa y el Mediterráneo"

 

En el Marco de la Semana Económica, MEDA ECONOMIC WEEK 2020, he realizado varias entrevistas para intentar difundir al máximo nuestras propuestas. Estamos en un momento clave, empujados por la Pandemia, para tomar decisiones que nos favorezcan a todos.

Os las adjunto aquí:

Entrevista con DIRIGENTES el coordinador general de la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria del Mediterráneo (ASCAME), Anwar Zibaoui, señala que la pandemia ha revelado "las grietas en nuestras sociedades".  La región del mediterráneo cuenta con numerosas oportunidades de negocio, pero también muchas posibilidades de mejora. Desde la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria del Mediterráneo (ASCAME) contribuyen a los intereses del sector privado, promueven los países bañados por este mar, así como sus negocios en todo el mundo. Una labor que cobra aún más relevancia en este contexto de crisis sanitaria y económica.

... Anwar Zibaoui, sostiene que "se necesita una acción coordinada y seria para crear economías inclusivas", así como "facilitar el camino al sector privado y una mayor inversión pública en infraestructuras, sanidad y educación". Además, señala que tener un ecosistema empresarial "sano, inclusivo y sostenible" produciría prosperidad y canalizaría todo el potencial de la región del Mediterráneo.

¿Cuáles son las principales oportunidades de negocio de la zona de los países del Mediterráneo en el contexto actual?

La región mediterránea sur y oriental está entre los primeros socios comerciales de la UE. Recibe el 70% de sus importaciones, lo que se traduce en unos 380.000 millones de euros en 2018, principalmente de países como Alemania, Francia, Italia o España. Sin embargo, este comercio se mantiene todavía por debajo de las expectativas y se le presentan grandes oportunidades sobre todo en esta era COVID-19.

Más de 30.000 empresas europeas están instaladas en esta zona. Y la UE sigue siendo el mayor inversor con más del 40% del total. Pero las empresas del Viejo Continente sólo destinan el 2% de sus inversiones a los países de la orilla sur y el 3% a África, mientras que EE.UU., Japón y China aumentan sus inversiones en estas regiones hasta en un 15%-20%. El 40% del suministro energético de la UE proviene de los países del sur del Mediterráneo y a esto hay que añadirle la apuesta por las energías renovables.

El balance indica que hay muchas posibilidades de mejora y oportunidades de negocio. Es el momento de repensar la relación entre la UE y el Mediterráneo e impulsar juntos un proyecto capaz de competir en un mundo que vira hacia las grandes áreas económicas regionales.

¿Cómo ha cambiado el clima de negocios de estos países tras la irrupción de la pandemia?

Las repercusiones económicas de la pandemia de la COVID-19 y las medidas proteccionistas han demostrado la importancia de apoyar y fomentar el sector Salud y a la industria farmacéutica regional para lograr la autosuficiencia. Se prevé que el gasto mundial en salud aumente a 15 billones de dólares en 2022. La región mediterránea necesita una cooperación más estrecha y eficiente entre los sectores público-privado y de la sociedad civil. Apoyar al sector salud y las inversiones con el objetivo de mejorar la sostenibilidad de la seguridad sanitaria en el Mediterráneo. Ahora tenemos la oportunidad de transformar los sistemas de salud en las economías emergentes de la región, de convertir el Mediterráneo en un Hub Global de innovación en salud.

Este año el sector salud ha cobrado especial relevancia como consecuencia de la COVID-19, que pone en primer plano la atención en la industria de la salud. También en MedaWeek Barcelona le damos gran protagonismo con la organización por primera vez del Foro de Salud del Mediterráneo”, en el que contaremos con la intervención online de Salvador Illa Roca, ministro de Sanidad.

¿Cuáles son los ingredientes necesarios para avanzar hacia la recuperación económica?

La globalización muestra su debilidad e interdependencia económica. La recesión será dura, las consecuencias pueden ser dramáticas, y por tanto, deberán tomarse medidas efectivas para apoyar la economía regional y establecer un plan de recuperación multidimensional a la vez que poner los cimientos para cambiar y diversificar los patronos del crecimiento impulsando las nuevas economías digital, verde y azul.  

Recuperar el equilibrio geopolítico global y reforzar la potencia de Europa, ya que está debilitada y agotada por sus divisiones internas y por las crisis de refugiados o de identidades. Disputas que favorecen especialmente a Rusia, que refuerza su estatus político, y a China, que está tratando de reemplazar económicamente a los EEUU y a Europa en el mundo.

Lograr la integración del eje estratégico Europa, el Mediterráneo y África para convertirse en una pujante frontera de producción norte-sur. Hay que prestar atención al nuevo paradigma económico y comercial llamado Slowbalisation, en el que las cadenas globales de valor están acortándose, pasando a ser cadenas regionales.

¿Qué medidas económicas puestas en marcha actualmente en los países del Mediterráneo valora positivamente? ¿Qué sería necesario hacer todavía?

La magnitud del desafío deja a las medidas existentes claramente insuficientes para el propósito. Por ello, hace falta una nueva política europea para el Mediterráneo, un "Plan Marshall " sería una solución realista para resolver los problemas económicos endémicos, buscando revitalizar el comercio y la inversión, así como estimular el espíritu empresarial, en un momento en el que Europa busca nuevas fuentes de crecimiento y la región necesita una transformación económica.

Es imperativo consolidar la economía regional y fortalecer su inclusión en la economía mundial para facilitar la transformación de la región. Las futuras relaciones entre las dos orillas se basan, en un grado nada despreciable, en la capacidad de las empresas del sector privado para incrementar los flujos de inversión, de bienes producidos y comercializados, desarrollar infraestructuras, especialmente la digital, es una forma de estimular indirectamente el espíritu empresarial facilitando el proceso de creación de las PYME, además de mejorar los modelos de gobernanza luchando contra la corrupción con mayor transparencia y rastreabilidad. Las empresas internacionales tienen que considerar la región no como un mercado de consumo o una fuente de materias primas, sino también como un región que crea valor.

La situación geográfica del Mediterráneo permite acortar los circuitos logísticos con la UE comparado con China, y reducir la huella de carbono. El coste de la mano de obra, aunque más alto que en Asia, sigue siendo muy ventajoso, sin olvidar el potencial de innovación científica y tecnológica que ha revelado la COVID-19. Estos aspectos, sin duda, reforzarían el desarrollo de la cadena de valor regional Europa-Mediterráneo estableciendo un nuevo eje de integración. Reitero que ha llegado el momento de diseñar una política industrial europea con una dimensión geográfica que se expanda hacia el Mediterráneo y África.

¿En qué proyectos se encuentra inmersa ASCAME actualmente y cuáles son sus objetivos para los próximos meses?

ASCAME ha sido pionera en el lanzamiento de una estrategia integral que apuesta por combinar la urgencia de una reactivación para evitar la asfixia económica y financiera, con la necesidad de sentar las bases de un nuevo modelo de desarrollo basado en promover las economías digital, verde y la azul, apostar por la sostenibilidad de los sectores de turismo, agrícola, textil, de la automoción y logístico, rescatar las Pymes y fomentar el espíritu empresarial de los jóvenes y mujeres emprendedores, destacando la promoción de la paridad entre hombres y mujeres como punto clave. Este Plan de Recuperación y de nuevo Desarrollo Económico de ASCAME ha contado con el apoyo de instituciones comunitarias y multilaterales, así como algunos de gobiernos de la región como el español y de la mayoría de los sectores empresariales y nuestro objetivo, en los próximos meses, es implementar iniciativas y proyectos en este sentido.

¿Cómo prevé que avanzará la economía en los próximos meses?

Lo que más se necesita hoy es una visión viable y la adopción de un enfoque global para la recuperación, que a su vez redefina y reimagine la economía. Las soluciones de ayer no resolverán los problemas de hoy. Es fundamental ir más allá de la crisis y continuar apoyando el cambio sistémico para mejorar la resistencia a futuras crisis y su impacto socio-económico positivo. El camino hacia la recuperación pasará por la evolución de la demanda, la reconstrucción de la confianza, la salud e higiene, la innovación y digitalización, y la sostenibilidad.

Habrá cambios significativos en la economía en la era post COVID-19. Algunos serán estructurales y permanentes y otros serán temporales, porque una vez que la amenaza para la salud disminuya, no se podrán obviar las consecuencias que la pandemia de la COVID-19 ha revelado las grietas en nuestras sociedades, haciendo que afloren problemas políticos, económicos y sociales comunes en todo el mundo.

https://dirigentesdigital.com/mercados/europa/es-el-momento-de-repensar-la-relacion-entre-la-ue-y-el-mediterraneo


ENTREVISTA PARA CATALUNYA PRESS- MIÉRCOLES, 18 NOVIEMBRE 2020

1.- Desde hace siglos, las cámaras de comercio han sido un motor clave en el desarrollo de empresas, y han trabajado con gobiernos e instituciones para encontrar soluciones a los desafíos locales, regionales y globales y apoyar el sector privado. ¿Cuáles son los retos actuales de las Cámara de comercio internacionales?

Las cámaras fomentan la apertura del comercio y la inversión internacional así como la economía de mercado. Por su carácter internacional y supra sectorial, hablan con la autoridad que emana de las empresas de todos los sectores y de todas las partes del mundo. Son actores necesarios para jugar un papel clave como instituciones encargadas de promover la actividad económica y fomentar la cooperación empresarial.

Las cámaras no solo deben proteger los intereses de sus asociados, sino que su trabajo debe beneficiar a la economía nacional y mundial en su conjunto, y por tanto, favorecen los Objetivos del Desarrollo Sostenible y ayudan a garantizar la paz y la prosperidad global promoviendo un sistema de comercio internacional más abierto e inclusivo y creando un mecanismo sostenible que mida y evalúe las necesidades, aspiraciones y desafíos de las empresas de su entorno.

Deben seguir su trabajo para facilitar el comercio, formación o el apoyo para explorar mercados internacionales, pero tendrán que esforzarse por brindarles a sus miembros las herramientas y el conocimiento que necesitan para prosperar y crecer tanto en el ámbito local como global y desarrollar soluciones y servicios inteligentes e innovadores para empresas, y adoptar estrategias de futuro con marcos para mejorar la competitividad. Ayudar a avanzar a las empresas mediante la búsqueda de estrategias futuras que allanen el camino para el crecimiento sostenible y potenciar asociaciones y partnerships para alcanzar metas y progresar de forma óptima.

2.- El Mediterráneo tiene un potencial geopolítico muy importante. ¿Qué papel debe desempeñar la UE en su relación con el flanco sur del Mediterráneo occidental?

Europa tiene una oportunidad histórica para incidir en el desarrollo y la interdependencia económica de la zona mediterránea. Para ello, la UE debe asumir una política global y prioritaria Mediterránea y consolidar la Unión por el Mediterráneo.

El Mediterráneo y la UE necesitan una relación diferente a todos los niveles. El modelo actual debe ser renovado ante los nuevos problemas económicos, geopolíticos, las consecuencias de la pandemia, la seguridad y el cambio climático. Los tiempos han cambiado y hay que hablar sin rodeos.

La magnitud del desafío hace que cualquier medida actual de asistencia financiera sea claramente insuficiente para hacer frente a este reto. Por ello, hace falta una nueva política europea para el Mediterráneo, un "Plan compacto" sería una solución realista para resolver los problemas económicos endémicos, buscando revitalizar el comercio y la Inversión, estimular el espíritu empresarial. Un Plan compacto de desarrollo en un momento en que Europa busca nuevas fuentes de crecimiento y la región necesita una transformación económica.

3.- Y España, que tiene sólidos intereses económicos en la región, sobre todo en Marruecos y Argelia, ¿qué debe hacer?

Para España, el Magreb desde hace años es una prioridad estratégica y ha intensificado el desarrollo de sus relaciones económicas, a pesar de algún contratiempo, demostrando que a este nivel de cooperación la aproximación entre los tejidos empresariales ha dado muestras de dinamismo y una mayor efectividad.

El vínculo económico entre España y Marruecos es asimétrico. Son socios naturales, complementarios y necesarios. España es el primer socio comercial, 22.000 empresas de España exportan a este mercado y más de 1.500 están presentes en múltiples sectores productivos y de servicios, Marruecos es el segundo mercado fuera de la UE y el primero de África.

Las relaciones entre España y Argelia presentan elementos de complementariedad, con intereses comunes y sin gran competencia, España es el primer cliente de Argelia y su cuarto proveedor con intercambios que superan los 15.000 millones de euros, el 50% del gas que consume España viene de Argelia. Unas 300 empresas españolas se han instalado en Argelia, muchas son multinacionales de sectores como la construcción y la obra pública. Argelia se consolida como un importante socio de España.

En cuanto a la preocupación europea por los suministros energéticos, tercio del gas natural consumido por la UE procede de Rusia, España se ha postulado como alternativa y podría suministrar al resto de Europa el 50% del gas que recibe de Rusia a través de los dos gasoductos que le unen con Argelia, el Pere Duran Farell en Gibraltar y el Medgaz de Orán a Almería, aunque sería necesario completar el gasoducto MIDCAT a través de los Pirineos catalanes. Eso convertiría a España en país Hub o de tránsito, lo que proporciona grandes ingresos y beneficios económicos.

Se necesita un nuevo enfoque tanto español como europeo de las bases de la cooperación con los vecinos magrebís. Una política solo orientada a la seguridad no puede ser la única opción, el fomento de la cooperación económica ayudaría a buscar soluciones para los problemas de inmigración y radicalización. Impulsar la interacción intrarregional, la creación de empleo, la inversión.

4.- ¿En qué situación se encuentra actualmente el área mediterránea a nivel social y económico?

En la Región hay una profunda preocupación por las consecuencias sociales, económicas y políticas de la pandemia. Es un choque enorme, inesperado para la vida pública, la salud, y la actividad económica en el área mediterránea que se añade a los conflictos y tensiones en algunos países. El cambio climático, la demografía, la seguridad, energía, y la migración son algunas de las preocupaciones que la Unión Europea y los países mediterráneos deben resolver .

La región mediterránea sur y oriental, con más de 380.000 millones de euros, está entre los primeros socios comerciales de la UE. El 70% de las importaciones proviene de la UE, mientras que el 12% de las exportaciones comunitarias se dirige a los 12 países que conforman el Mediterráneo sur y oriental. El 70% de estas exportaciones proviene de Italia, Alemania, Francia, España y Gran Bretaña. Sin embargo, el comercio, si bien es importante y denso, se mantiene por debajo de las expectativas y hay mucho margen para el crecimiento.

La pandemia de la COVID-19 reveló la gran fragilidad de nuestras economías y nuestra interdependencia. Puede que sea el momento para repensar la relación entre UE y el Mediterráneo e impulsar juntos un proyecto capaz de competir en un mundo que cada vez está más interconectado y centrado en impulsar grandes aéreas o uniones económicas gigantes como la gran Asociación Económica Integral Regional -RCEP- que acaba de de anunciar su creación China y los países de Asean y otros como la mayor área de libre comercio. El pacto comercial Pan-Asia cubre un tercio de la población y la producción económica del mundo.

5.- ¿Cómo cree que saldremos de esta pandemia? ¿Qué elementos son para usted imprescindibles en la era pos-COVID-19?

La pandemia de la COVID-19 ha revelado muchas grietas en nuestras sociedades, haciendo que afloren problemas políticos, económicos y sociales comunes en todo el mundo.

Las instituciones del contrato social que habían logrado durante décadas el equilibrio y poner los cimientos de sociedades modernas y regímenes democráticos están en peligro. El sistema que proponía solidaridad e igualdad se ha degenerado.

Por ello hoy debemos emprender importantes reformas y transiciones para que la inclusión, la justicia, la sostenibilidad y la igualdad sean los cimientos de un nuevo modelo de desarrollo.

Lo que más se necesita hoy es una visión viable y la adopción de un enfoque global para la recuperación, que a su vez redefina y reimagine la economía. Las soluciones de ayer no resolverán los problemas de hoy. Es imperativo ir más allá de la crisis y continuar apoyando el cambio sistémico para mejorar la resistencia a futuras pandemias o crisis y su impacto socio-económico positivo. El camino hacia la recuperación pasará por la evolución de la demanda, la reconstrucción de la confianza, la salud e higiene, la innovación y digitalización, y la sostenibilidad.

Habrá cambios significativos en la economía en la era pos-COVID-19. Algunos serán estructurales y permanentes y otros serán temporales, porque una vez que la amenaza para la salud disminuya, no se podrán obviar las consecuencias que la pandemia de la COVID-19. Se necesita un nuevo modelo de desarrollo económico, que englobe también una revolución digital, verde y azul, para lograr un sistema justo, igualitario e inclusivo que pueda satisfacer las expectativas sociales y reducir la brecha de injusticia. La lucha contra la desigualdad y la pobreza debe estar en el centro de este gran desafío.

6.-El cambio climático nos afecta a todos ¿qué cree que tiene que hacer los países del mediterráneo para combatirlo?

La historia del Mediterráneo siempre ha estado dependiente del clima y la dieta, No hay que olvidar que los productos del suelo dependen del cielo.

En los próximos años, las consecuencias del calentamiento global se volverán más graves. Si no se toman medidas urgentes, el cambio climático y la escasez de agua en el Mediterráneo acrecentarán el impacto de los diferentes conflictos y añadirán nuevos retos. Es preciso ordenar los usos, gestionar los recursos y conseguir la sostenibilidad.

Hoy la mayoría de países están comenzando a sufrir los efectos de la contaminación y hay una creciente conciencia de que el cambio climático no tiene fronteras, nacionalidad o religión y no se puede detener construyendo muros, Afecta a todos. La situación exige movilizarse y construir juntos un futuro sostenible.

En el Mediterráneo es urgente impulsar la creación de economías eficientes en recursos y resistentes al clima.

Es el primer paso hacia un futuro que debe incrementar la cooperación entre las riberas del Mediterráneo, proteger su ecosistema, fomentar el crecimiento sostenible en línea con la Agenda 2030. Ahora es el momento de estimular este crecimiento sostenible en el Mediterráneo .

7.- ¿Cuál es, según usted, el mayor desafío al que se enfrenta la zona del Mediterráneo?

El Mediterráneo, mar de tres continentes, con su dividendo demográfico, y sus recursos naturales es el punto de referencia para la competitividad del futuro como una gran plataforma con unas características únicas para facilitar el comercio mundial.

La región debe impulsar su modelo económico e ilustrar su rendimiento, excelencia y demostrar la gran capacidad de gestión para sobresalir y cumplir con las expectativas . Esto se ilustra con las tecnologías, innovación, transformación digital, la economía verde y azul y el conjunto de transformaciones creativas, pero también Turismo, Alimentación, y Energía.

La integración Euro-Mediterránea y su conexión con África es una apuesta clave para transformar esta región en un destino de atracción económica y empresarial y de prosperidad compartida. En 1995 se puso en marcha el Proceso de Barcelona y durante estos veinticinco años hemos podido desarrollar una visión de cuáles son los principales problemas del Mediterráneo y qué tipo de propuestas e instrumentos se podrían implementar en la búsqueda de respuestas, que permitan el desarrollo de la región mediterránea y la construcción de un futuro común entre las dos orillas.

El destino de Europa y África está vinculado, y el Mediterráneo es el espacio natural de este eje. Hay que aunar las voluntades, defender los intereses convergentes, apostar por una mejor integración y cooperación, hay que romper los miedos y dibujar el futuro de las próximas generaciones.

El segundo día de celebración de la 14 edición de MedaWeek Barcelona, el próximo jueves 19 de noviembre, presentaremos la Declaración de Barcelona del sector privado, con la propuesta de 25 iniciativas clave para impulsar este proceso de integración regional hoy más necesario que nunca en la era pos-COVID-19.

8.- Ahora que hay tanta preocupación con los recientes atentados terroristas además de la respuesta policial y judicial y de la colaboración entre la ribera norte y sur del Mediterráneo, ¿qué otras vías se tienen que buscar para acabar con el terrorismo yihadista?

La estabilidad y la seguridad están amenazadas por comportamientos y políticas mal planeadas que generan más desigualdades y peligrosos desafíos. La historia ha revelado una correlación entre el progreso económico y el progreso social.

Se necesita una acción seria para crear economías inclusivas y empleo juvenil, liberar el camino para el sector privado, una mayor inversión pública en infraestructuras, en sanidad y educación. A pesar de este panorama, los jóvenes de la región necesitan tener esperanza y un deseo de estabilidad y prosperidad. Nada es más poderoso que la esperanza de una vida mejor.

9.- ¿Por qué cree que la economía social aporta soluciones para hacer frente a la actual crisis económica?

La economía social es un sector vibrante de la economía y fomenta sociedades sostenibles e inclusivas, junto con empleo y crecimiento, pero necesita ecosistemas adaptados y propicios para prosperar.

Con un desempleo juvenil del 35%, un 45% en las mujeres, la situación es bastante peligrosa en algunos países. Tener un ecosistema empresarial sano, inclusivo y sostenible, produciría prosperidad y canalizaría todo ese potencial.

ASCAME está participando en proyectos de la UE que buscan el desarrollo de la zona. Todo lo que tenga que ver con la creación de empleo, impulso de startups, proyectos de I+D+i, inclusión de la mujer en la economía, entre otros.

La economía social debe formar parte de un nuevo modelo de desarrollo económico, que englobe también una revolución digital, verde y azul, para lograr un sistema justo, igualitario e inclusivo que pueda satisfacer las expectativas sociales y reducir las desigualdades .

10.- ¿Qué cree que ha aprendido el mundo de la pandemia del Covid-19?

Entramos en un período marcado por una llamada nueva normalidad impuesta por un virus llamado COVID-19, Por la inestabilidad política, social, económica y financiera y por enormes desafíos para la acción humanitaria.

La COVID-19 nos ha demostrado que los pilares de nuestra sociedad de consumo son demasiado frágiles. Ha faltado una regulación del mercado. Las economías son demasiado interdependientes, incluso en lo que respecta a la salud pública trágicamente expuesta por la escasez de bienes esenciales en una situación de crisis. Pero más que eso, esta pandemia es sobre todo la demostración de los límites de un modelo económico y la conciencia del empeoramiento de la concentración de la riqueza en pocas manos.

Es necesario potenciar la creación de alianzas, acuerdos y asociaciones. Hay que subrayar la importancia estratégica de una nueva visión de asociación entre ambas orillas del Mediterráneo lo que permitiría una vinculación entre los dos continentes y una profunda integración entre Europa y África. La crisis de la COVID-19 demuestra que esta nueva asociación sea aún más necesaria para enfrentarse a las consecuencias económicas y sociales de la pandemia.

Configurar futuras alianzas para crear un entorno que favorezca la convivencia y la cooperación entre los pueblos de las dos regiones. Esta acción permitiría la integración de las generaciones emergentes y el arraigo de los valores de tolerancia y aceptación del otro, más allá de los estereotipos trillados, lejos de cualquier forma de exclusión y rechazo que engendre irreparablemente una lógica de confrontación y antagonismo.

11.- ¿Qué van a encontrar las empresas que participen en MedaWeek Barcelona?

La 14 edición de MedaWeek Barcelona, con el lema 'Time to act: Stronger together’, abordará la situación pos-COVID-19 de los sectores clave de las economías mediterráneas y las oportunidades que surgen de la necesidad de la integración Euromediterránea. Además, con motivo del 25 Aniversario del Proceso de Barcelona, en el evento se presentará una nueva declaración para reposicionar al Mediterráneo como actor clave para la recuperación.

Este año las empresas participantes tienen un amplio programa con 17 foros que tratarán ampliamente los sectores económicos clave: Healthcare (Salud y Bienestar), incluido por primera vez en la trayectoria de MedaWeek Barcelona, Hoteles y Hostelería, Industria Halal, Desarrollo de Negocios en África, y Mujeres Emprendedoras, un colectivo en alza que está logrando destacados éxitos. También tendrá lugar un Summit con tres foros dedicados a potenciar tres áreas principales, como son la Innovación, la Transformación y Digitalización de pymes y grandes empresas, y el ecosistema de las Startups que acapararán el protagonismo del primer día del evento, el 18 de noviembre. En paralelo, se desarrollarán Conferencias Mediterráneas (MedaTalks) sobre el sector de Ferias y Congresos e Instrumentos de financiación multilateral, así como diversos webinars como el centrado en el turismo costero, entre otras temáticas, y se presentarán proyectos internacionales de distintos campos de actividad.

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