martes, 1 de marzo de 2022

Nuevo impulso a la OMC

Una economía global próspera necesita un comercio que impulse el crecimiento, la innovación y el empleo. Es el único sistema para conseguir un mundo desarrollado equilibrado y justo. Y hasta los más grandes defensores del libre comercio saben que el sistema precisa mecanismos para fomentar la cooperación, impulsar la coordinación e integración, evitar guerras comerciales o militares y resolver disputas de forma pacífica. Es evidente que actualmente, el sistema no cumple con sus objetivos. La Organización Mundial del Comercio, OMC necesita una reforma para mejorar su funcionamiento e impulsar el progreso.

El orden económico y comercial establecido desde la Segunda Guerra Mundial está llegando a su fin. En este momento, los estados buscan asegurar sus intereses políticos y económicos mediante aranceles y otras medidas proteccionistas. Estas nuevas "guerras comerciales" paralizan el sistema y amenazan la eficacia de organismos internacionales especializados como la OMC, que se estableció para fortalecer un sistema multilateral de comercio.

Es imprescindible una actualización de sus principios y objetivos, en la que todos los países y actores muestren flexibilidad y establezcan consensos para superar su estancamiento. Necesitamos un sistema que asegure la distribución equitativa de los beneficios del comercio internacional garantizando el desarrollo de los países menos favorecidos.

Porque en este nuevo mundo poscovid, el poder es difuso y las relaciones internacionales se están volviendo impredecibles. La políticas proteccionistas y los sentimientos nacionalistas chocan con la realidad de la globalización, que no se puede detener, pero debe ser más inclusiva, sostenible y debería crear trabajo. Se precisa una nueva OMC con claridad de visión, estrategia y pragmatismo.

Problemas como el cambio climático y la seguridad geopolítica, las epidemias, las superpoblación, la desigualdad, el hambre, las migraciones o el desempleo requieren de enfoques de colaboración que solamente pueden resolverse a escala mundial. Pero no aparece ningún tipo de consenso. Estos problemas están interconectados y no pueden ser resueltos a través de soluciones provisionales.

Nunca en la historia reciente se ha vivido cambios tan fundamentales. Para enfrentarse a estos nuevos desafíos, es necesario un nuevo impulso que revitalice el sistema multilateral. Una OMC fortalecida y respaldada por reglas inclusivas que promuevan el comercio, el desarrollo empresarial y la inversión, puede desempeñar un importante papel en la recuperación de la economía mundial tras el impacto de la Pandemia de COVID-19.

La naturaleza de los problemas que enfrentamos hoy en día es de tal magnitud que ningún país puede hacer frente a ellos en solitario. En un mundo interconectado los acontecimientos en un país o una región pueden tener un impacto significativo sobre todos los demás.

No hay mejor comercio que el de la acción correcta. Él comercio, no es un arma sino una fuerza para un crecimiento inclusivo que erradique la pobreza porqué la actividad económica debe ser un verdadero instrumento de paz y prosperidad.

 
Anwar Zibaoui; La Vanguardia, opinión,economía, 05 febrero 2022

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