miércoles, 29 de enero de 2014

Oriente Medio 2014

Hace cinco años, las empresas españolas eran pequeños actores en Oriente Medio y,sobre todo, en el Golfo. Pero el éxito llegó en 2013 con los 14.000 millones de euros invertidos en el AVE de la Meca y el metro de Riad, dos hitos históricos. Estas operaciones de grandes sumas financieras están ejerciendo un impacto de arrastre para muchas empresas de España: ahora ya no es una excepción que un grupo español gane un contrato, sino empieza a ser la norma.

¿Cómo será el 2014 en Oriente Medio? 2013 fue un año sólido para la región, aunque poco espectacular. Los altos precios del petróleo continuaron impulsando  las economías de los estados exportadores ,aumentaron los intercambios comerciales ,el superávit, así como las reservas de divisas y se redujeron los niveles de deuda soberana, lo que permitió  grandes inversiones  públicas en planes de  infraestructura. 

Se espera que en el  2014 continúe la mejoría en Oriente Medio y se prevé un crecimiento económico del 3,8%, frente al 2,1% en 2013, que se ha visto afectado una menor demanda mundial de energía, la interrupciones de la producción de petróleo en Irak y la inestabilidad política en la región. La región del Golfo con Arabia Saudita serán el principal motor de crecimiento y se espera que su crecimiento sea del 4,1% este año.
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La zona, con una población de 400 millones, dispone del 60% de la riqueza mundial de petróleo y el 40% de las reservas de gas, y necesita seguir invirtiendo para su desarrollo. El gasto en proyectos de la región del Golfo será significativo: para el sector de construcción se prevén contratos con un valor de 140.000 millones de dólares en 2014, frente a los 130.000 millones de 2013; la perspectiva es más positiva para el sector financiero y los bancos regionales se centrarán en el desarrollo continuo de los mercados de capital y la búsqueda de activos para rentabilizar su abundante liquidez, a la vez que buscaran oportunidades para expandirse en nuevos mercados.  

A pesar de este panorama alcista impulsado por la mejora de las condiciones globales, el auge del gasto en infraestructuras , el consumo y la perspectiva de un acuerdo entre Irán y Occidente, también se esconde una disparidad cada vez mayor entre países ricos y pobres potencialmente desestabilizadora. La guerra en Siria y el aumento de la violencia sectaria en Irak son ejemplos de ellos. Y no hay que olvidar los dos desafíos crónicos: las altas tasas de desempleo y la dependencia de los hidrocarburos, que deja a la región en manos de los mercados mundiales más que nunca.

Expansión, Edición Catalunya. Opinión. Martes 28 enero 2014

miércoles, 22 de enero de 2014

Menos educación, menos empleo






Cast   http://www.economiadigital.es/es/notices/2014/01/menos_educacion_menos_empleo_49792.php


El Mediterráneo está experimentando un cambio radical, los recientes acontecimientos políticos y económicos en la región requieren una respuesta inminente y urgente a los problemas de empleo. Además, han destapado cómo la amplia desigualdad económica puede provocar una gran agitación social. 


En todos los países de la región hay déficit de conocimiento y paro juvenil. Esto supone profundas implicaciones para la seguridad y la prosperidad en el conjunto del Mediterráneo . La capacidad para adquirir y producir conocimiento es un factor fundamental de competitividad en la economía globalizada. 

La esencia del paradigma de desarrollo es el enfoque de muchos gobiernos que se dirige a inflar la economía y embellecer la marca país, cuando se deberían hacer esfuerzos en el desarrollo de las condiciones de vida para la gente de bajos ingresos y la clase media. 

Aunque la construcción de grandes infraestructuras y levantar rascacielos son componentes necesarios en el proceso de modernización, sin embargo, no se debería ignorar que lo primero y indispensable para crear una economía próspera y sostenible es la ciudadanía. Las personas son la verdadera riqueza de un país o una nación.

Y en esta ecuación, los jóvenes son la base y el futuro. Más del 30% de la población mediterránea tiene menos de 15 años. Esto podría ser una enorme fuente de dinamismo, si se aprovechan estas energías. Pero con el paro juvenil entre el 25% y el 55%, en los países de esta área, el riesgo por la falta de oportunidades impulsa la inestabilidad como lo que estamos viendo en los últimos años en diferentes capitales mediterráneas. Encontrar salidas es uno de los desafíos más importante. 

Existen varios ejemplos como Túnez, Egipto, Argelia, Italia o Francia y también el caso de España, donde la tasa de jóvenes desempleados alcanzó 54,39% (26,7% de toda la población), o el de Grecia, con el 56,5%. Sin ignorar la responsabilidad de todos, mas allá de una crisis económica, se trata de un problema estructural que produce jóvenes licenciados con carnet de paro y el abandono a veces deliberado de los estudios. 

La única ventaja que nos enseñan los acontecimientos actuales es tener conciencia de la importancia fundamental de la educación, aunque es un pequeño consuelo cuando una generación se siente traicionada y abandonada. 

Las presiones demográficas pesarán. Se augura un fuerte incremento de la demanda en el mercado laboral donde la unanimidad empieza a ser total sobre la necesidad urgente de abordar la situación. 

La educación es inseparable del empleo. De la educación depende la magnitud de las tensiones del mañana. De ahí la importancia sobre la atención y el esfuerzo en este aprendizaje, pero si tuviéramos que establecer una prioridad entre los ciclos primaria, secundaria y universidad, la escuela primaria sería donde se juegan dos factores fundamentales directamente relacionados con la educación: la eficiencia económica y la equidad social. 

Sería un error sugerir que no se han hecho esfuerzos para mejorar los niveles educativos. El problema procede de los resultados poco considerables. Las tasas de alfabetización han aumentado a pesar de que en los últimos años hay un vuelta al analfabetismo entre los jóvenes, especialmente en algunos zonas de la ribera sur, pero ambas orillas comparten el abandono temprano y el fracaso escolar. 

Es obvio que la medida más eficaz para mejorar el empleo es lograr la alfabetización universal. Si el paro universitario es dramático para un país, lo es todavía mucho más en jóvenes sin formación. 

La educación básica de calidad es un mecanismo clave para la resolución de las desigualdades socio-económicas. Hace falta más inversión pública en educación pero debe ser mejor gastada. Más de lo mismo, no permitirá cerrar la brecha entre rendimiento académico y ser competitivo a nivel mundial. Hay que sacar provecho de las habilidades, ser innovadores y intentar facilitar soluciones a los problemas de los jóvenes en su formación y en sus vida.

Sócrates dijo: "sólo es útil el conocimiento que nos hace mejores". Los sistemas educativos de los países mediterráneos están produciendo una generación de licenciados sin la formación y capacitación adecuada para contribuir productivamente a la economía.

Para resolver esta cuestión apremiante, los gobiernos, empresas y el mundo educativo deben unir esfuerzos para alinear las habilidades con las necesidades, las empresas pueden desempeñar un papel importante en el proceso de creación del empleo mediante el aprovechamiento adecuado de sus propios ecosistemas, mientras que el sector académico tiene que adoptar un enfoque más práctico y desarrollar programas de formación adecuados centrándose en las prioridades inmediatas, al mismo tiempo que conducir reformas sistémicas de largo plazo. 

Los gobiernos tienen que cambiar el marco de una posición de mando y control a una de comunicación y convocatoria. Se necesita un nuevo paradigma. Sólo trabajando todos los actores en una asociación múltiple se puede aspirar a tener resultados significativos en reducir el paro .

La necesidad de mejoras en los sistemas educativos es un imperativo que definirá nuestro futuro. Con la excepción de unos pocos gobiernos, muchos tienen que apostar cuanto antes dando prioridad a la educación. De lo contrario, prepararse para el impacto.

Economia Digital, Lunes 20/01/2014

jueves, 16 de enero de 2014

Qatar 2022 y la FIFA:¡Qué calor!



http://www.diariogol.com/es/notices/2014/01/qatar-2022-y-la-fifa-que-calor-37134.php
Diariogol, Miércoles 09/01/2014

El órgano de gobierno de la FIFA ha emitido un comunicado distanciándose de las observaciones formuladas por su secretario general, Jerome Valcke, quien dijo el 8 de enero que el Mundial del 2022 en Qatar podría tener lugar en la época entre noviembre y enero.

La FIFA dice que La fecha exacta del mundial sigue siendo objeto de un proceso de consulta permanente que involucra a todos los actores principales del evento. Y podría no haber una decisión oficial sobre la fecha hasta diciembre de 2014. Cabe recordar que, en los últimos meses, ha habido una creciente presión de los funcionarios de la FIFA y otros líderes de fútbol para mover el torneo hacia el invierno para evitar el calor del verano de Qatar.

La responsabilidad recae en la FIFA. Qatar dice, con razón, que no rompió ninguna regla cuando presentó la oferta para el torneo y que todos los criterios establecidos por la FIFA fueron cumplidos. Pero la desgracia de Qatar es que el organismo rector del fútbol, presidido por Jospeh Blatter, parece decidido a permitir que la situación caiga en el caos antes de actuar.

El Mundial de Qatar de 2022 ha sido un tema polémico desde que el país se adjudicó el derecho a organizar el evento, a finales de 2010. Lo que parece haberse olvidado en esta batalla para despojar a Qatar de su ocasión de ser sede del acontecimiento es que el país era tan caliente o caluroso en 2010 como lo es ahora, en 2014, y los funcionarios de la FIFA que visitaron este Emirato en su momento informaron de que junio es un buen momento para jugar y ver fútbol en Oriente Medio.

El comité organizador de Qatar ha mostrado moderación frente a los múltiples ataques provenientes de algunas ligas de fútbol europeas, antiguos funcionarios de la FIFA, una gran cadena de televisión de EEUU., y los informes en algunos medios sobre sus malos tratos a los trabajadores extranjeros asiáticos. Ha mantenido la calma sin caer en la provocación.

Es evidente que hay un problema con el mundial en verano en Qatar, y también hay varios obstáculos que deben resolverse si se cambia la fecha. Sin embargo, faltan ocho años antes de que se chute una pelota; hay tiempo suficiente para limar todos estos problemas.

Qatar ha declarado públicamente que mover las fechas no afectará a sus planes para el torneo, que incluyen la inversión de 70.000 millones de dólares en proyectos de infraestructura y campos con aire acondicionado y desmontables, que seguirá con sus planes para las nuevas licitaciones de cinco proyectos de estadios en 2014.

En los últimos años, sus líneas de actuación, compras de clubs o patrocinios llevados a cabo parecen más enfocadas hacia una estrategia determinada para promocionar sectores capaces de diversificar su economía y su dependencia del gas. Pero, seguramente, es en la apuesta del deporte donde más se manifiesta la incredulidad de la gente. La oferta de éxito de Doha para acoger la Copa Mundial de Fútbol 2022 fue un shock para muchas personas fuera de la región el 2 de diciembre del 2010. Qatar, un pequeño país con una población de 1,6 millones (80% extranjeros), superó todos los obstáculos y a candidatos de la talla de EEUU., Australia y Japón, y consiguió este derecho del Mundial 2022. Presentó una oferta diferente, con una serie de compromisos técnicos, sociales y medioambientales orientados a defender con argumentos los factores que jugaban en su contra.

Qatar tiene sus detractores puesto que asume un riesgo muy alto en un mundo donde las alianzas o enemistades cambian a ritmo rápido tanto en política como en economía o en el deporte. Qatar se enfrenta a un largo camino hacia 2022.

viernes, 10 de enero de 2014

Bali es sólo el comienzo

Los ojos llenos de lágrimas del brasileño Azevedo, sucesor del francés Lamy al frente de la Organización Mundial del Comercio (OMC), anunciaron hace ahora un mes en Bali (Indonesia) un emocionante éxito que refleja el poder de los países emergentes, el nuevo estilo de los altos funcionarios procedentes de estas naciones, así como su competencia en las instituciones multilaterales.

Tras el tartamudeo de la ronda de Doha, el impulso de pactos globales se alejó en favor de acuerdos regionales, como la Asociación Trans-Pacífica que Estados Unidos está negociando con otros once países, o el acuerdo Trans- Atlántico con la UE.

El reciente acuerdo en Bali marca un hito para la OMC y la rescata del borde del fracaso. Así pues, reavivará la confianza en su capacidad para cumplir sus objetivos, después de 12 años de negociaciones infructuosas desde la ronda de Doha en 2001, cuando se aprobó un programa que resultó ser demasiado ambicioso.

El acuerdo tiene tres componentes importantes: la agricultura y el compromiso de reducir las subvenciones a la exportación, la ayuda al desarrollo (que proporciona un aumento de la exención de derechos aduaneros para los productos de los países menos desarrollados) y la reducción de las barreras al comercio, con la eliminación de los trámites burocráticos a nivel mundial.

Los 49 países menos avanzados no han sido olvidados. Con el fin de encajarlos mejor en el comercio y en la creación de cadenas de valor, Se les ofrecen plataformas para la exportación en los mercados de los países ricos y podrán exportar productos libres de aranceles si el 25% del valor se ha generado en estos países.

Algunos expertos estiman que el acuerdo de Bali podría impulsar la economía mundial inyectando 960.000 millones de dólares y creando 21 millones de puestos de trabajo, 18 millones de ellos en los países en desarrollo.

Bali es sólo el comienzo. Pero hay escepticismo ante lo poco que se había logrado hasta ahora. A muchos les gustaría creer que la ineficiencia irá a mas, puesto que sólo se acordó el 10% del amplio programa de liberalización de Doha. Pero hay que mirar el vaso medio lleno sin olvidar el cambio de patrones en las exportaciones mundiales, sobretodo Sur-Sur que constituyen el 50% a nivel mundial. Lo alcanzado en Bali ayudará a seguir con la puesta en marcha de la capacidad de la OMC para impulsar otros acuerdos, acercar los mercados y romper barreras.