miércoles, 23 de mayo de 2018

Líbano, Historia de desafios

Líbano ha celebrado las primeras elecciones parlamentarias desde 2009. El parlamento en funciones había extendido su mandato dos veces debido a la guerra en Siria y la implementación de importantes reformas en el sistema electoral.

La nueva ley electoral es tan compleja que muchos libaneses ha preferido quedarse en casa. La participación no alcanzó el 50%, si bien la introducción de un sistema de representación proporcional está destinada a facilitar una mayor pluralidad en el panorama político. Pero los altos límites establecidos para los candidatos ha favorecido a los grandes bloques políticos en lugar de crear una oportunidad para los nuevos partidos.

La política libanesa es actualmente un mosaico de alianzas contradictorias, aparentemente basadas en la supervivencia por encima de todo. Las promesas sobre la política o la prestación de servicios públicos no se toman en serio.

La apatía es el estado de ánimo predominante. La atención se ha centrado demasiado tiempo en asuntos que están fuera de las fronteras. Hay fatiga y desilusión entre la ciudadanía, pero también una aceptación de que su país está controlado por los grandes actores regionales que les rodean.

El nacimiento de un movimiento de la sociedad civil?, presentado como un primer desafío para los partidos establecidos, es elogiable a pesar de haber sacado un solo asiento en el nuevo parlamento.

El Líbano, a pesar de muchos contratiempos, sigue siendo el modelo de pluralismo, tolerancia y apertura en un Oriente Medio sacudido por las crisis y herido por las guerras. Pero el pequeño país mediterráneo no es una isla. Ha soportado toda la fuerza de las tensiones regionales, combate el terrorismo en sus fronteras. Y los temores de un colapso económico están aumentando aunque se espera que el gobierno salido de las elecciones impulse medidas urgentes para frenar esta tendencia .

A pesar de que la guerra civil terminó hace 28 años, la política todavía está dominada por excaudillos y dinastías familiares enredados en divisiones sectarias. Estas élites que mantienen el poder, lo que siempre les ha permitido resolver las elecciones antes de que los votantes lleguen a las urnas.

Seguramente habrá otra vez un gobierno de consenso y los libaneses esperan que resuelva sus numerosas demandas. Aspiraciones como la estabilidad, electricidad, agua, recogida de basuras, empleo juvenil, seguridad, reactivación de la economía, turismo, y un parlamento que refleje sus demandas y su diversidad.

En el corazón de Oriente Medio y en el cruce de tres continentes, donde el Este se encuentra con el Oeste, en el enlace de las rutas comerciales desde hace miles de años está Líbano. El país del cedro intenta convertirse en un centro regional e internacional para el comercio, las finanzas, los servicios, la cultura y el turismo.

El Líbano es el único país que tiene cuatro veces su población distribuida en los cinco continentes en el mundo como emigrantes: 16 millones. La emigración es parte de su historia, presente y futuro; y define y determina su economía, cultura y la movilidad de su capital humano.

Líbano es un país pequeño pero muy diverso. Lo que que trasciende las fronteras demográficas y geográficas. Debido a sus numerosos problemas, sus líderes, partidos políticos y poderes regionales e internacionales, no han podido sacarlo del camino de las crisis .

Si el conflicto sirio explica en parte la inestabilidad del país, las raíces de la situación actual se encuentran principalmente en la naturaleza del sistema político libanés. Las fuerzas políticas son confesionales. Como resultado de ello, no puede haber un consenso nacional ya sea en la política o en la aplicación de la política exterior para definir el sistema. Cada vez que hay un gran conflicto en la región, las diversas corrientes políticas se colocan de acuerdo a sus alianzas externas, y se proyecta sobre la sociedad con la creación de divisiones de la comunidad. Se vivió el mismo fenómeno en 1958 (durante la época de Nasser), en la guerra civil (1975-1990) y de nuevo desde 2005 con el asesinato del ex primer ministro Hariri.

Los puntos débiles son la enorme deuda contraída por la reconstrucción después de la guerra civil y los impactos de los conflictos en la región. El país es una economía para producir graduados: exporta talento e importa mano de obra no cualificada. Con un déficit doble, tanto fiscal como comercial, importa más de lo que exporta. La financiación de estos déficits requiere una entrada continua de capital, que en gran parte está garantizada por las transferencias de los emigrantes que llegaron a 8.000 millones de dólares en 2016.

El Líbano es también un país de 4,5 millones de personas que acoge a 1,5 millones de refugiados de Siria. Esta crisis humanitaria le ha costado 20.000 millones de dólares, en un país con un PIB anual de 48.000 millones de dólares.

La vulnerabilidad del Líbano a los conflictos regionales prolonga su estancamiento, así como los problemas de seguridad en la región. Pero también desde los más remotos tiempos el Líbano sigue siendo el puente para el comercio y la prestación de servicios hacia y desde la región.

El Estado libanés moderno con menos de un siglo de vida ha sufrido experiencias únicas desconocidas para otras naciones con historias mucho más larga --una guerra civil de 15 años, invasiones extranjeras, el malestar sociopolítico y la seguridad y más recientemente, la importante afluencia de refugiados--. Líbano ha sobrevivido todos estos choques. De hecho, no es ninguna sorpresa su reconocida capacidad de recuperación.

Crónica Global, Pensamiento, 11/05/2018
https://cronicaglobal.elespanol.com/pensamiento/libano-historia-desafios_140486_102.html


martes, 22 de mayo de 2018

"Turismo Halal " : Mucho potencial

El "Turismo Halal" se ha relacionado siempre con la peregrinación a la Meca pero ahora forma parte de la industria del turismo global. Es un enorme mercado para atender a millones de viajeros musulmanes en el mundo.

Aunque con dudas, el negocio crece y se consolida como parte de la llamada economía islámica, que incluye finanzas, alimentación, farmacia, cosmética o moda. Los estereotipos son tan engañosos como la idea de que el mercado musulmán implica sólo las finanzas sin intereses y la carne sacrificada a mano.
En 2016 el número de turistas musulmanes alcanzó los 130 millones y llegará a los 168 millones en 2020. Representan hoy el 10% del turismo mundial y el 12 % del gasto total. Los viajeros musulmanes gastaron 156.000 millones de dólares en 2016. Es el segundo mercado después de China con 168.000 millones dólares, Se espera que alcancen los 300.000 millones para 2026. Su impacto, además, generó cinco millones de puestos de trabajo.

Estados Unidos y Europa fueron los beneficiarios de este turismo. España, segundo destino mundial, ocupa la novena posición ante los viajeros musulmanes, a pesar de sus vínculos históricos. El 72% de estos turistas proviene de Indonesia, Malasia, Turquía y los países del Golfo. Economías emergentes y grandes mercados de consumo. Asia y Europa se perfilan como destinos principales para atraer a estos visitantes que forman parte de un potencial de 1.600 millones de musulmanes en el mundo.

El viaje es un gran componente de la industria halal e incluye aspectos tales como el servicio prestado en el avión, la comida en los hoteles, lugares de ocio, complejos de playa, la disponibilidad de espacios de oración... Estos turistas están constantemente en busca de destinos que les proporcionen instalaciones, productos y servicios amigables para ellos. 

Es importante integrar unos criterios y normas Halal únicos a nivel mundial. Esto facilitaría su incorporación a grupos, empresas o cadenas internacionales que los requieran de manera que puedan satisfacer las necesidades de los turistas que demanden estos productos y servicios. Para ello, hay que promover su complementariedad e integrar sus criterios y sus normas internacionalmente aceptadas en el sector de los viajes y del turismo  mundial. 

El problema clave a solucionar es el desconocimiento sobre la responsabilidad del sector en asegurar al viajero el uso de servicios absolutamente Halal. De la misma forma que el sector se adaptó a otros retos, clientes, sectores y experiencias. El potencial del turismo Halal no debe ser ignorado: vale la pena explorarlo.

Expansión, Edición Catalunya. Opinión. Pag. 2. Martes, 22 de mayo 2018

martes, 8 de mayo de 2018

África unida por el comercio

EEUU se retira de la Asociación Transpacífico (TPP) e impone aranceles altos a la importación de acero y aluminio. Europa vive su "momento Brexit". Se vuelve a hablar de fronteras y de patriotismo económico. Una guerra comercial amenaza al mundo. Sin embargo, los países africanos han elegido la unidad por el camino del comercio. El pasado 21 de Marzo, en Kigali, capital de Ruanda, 44 países africanos firmaron el Tratado de la Área de Libre Comercio Continental (CFTA), dando un paso de gigante hacia la integración económica.

Esta futura área catalizará inversiones, estimulará el crecimiento económico, desarrollará interconexiones continentales y traerá un nuevo dinamismo a la integración regional. El objetivo principal es reducir las barreras aduaneras y promover el comercio interafricano. Este primer paso ayuda a los africanos a comprender que, desde el punto de vista económico, su salvación radica principalmente en la intensificación de sus relaciones comerciales.

Muchos son los retos y más las expectativas. El entusiasmo con que se han llevado a cabo las rondas de negociaciones han permitido contemplar la liberalización del comercio de mercancías a una tasa ambiciosa del 90%. Las negociaciones futuras deben centrarse en cuestiones tan importantes como las condiciones para una competencia sana, el respeto de la propiedad intelectual y la promoción de la inversión.
El continente necesita una integración real para reequilibrar su relación económica con sus socios históricos (Europa, EEUU) y con los nuevos (Asia, BRIC) y buscar alternativas solidas a la financiación que se basa principalmente en la ayuda pública y la cooperación internacional.

La futura Zona de Libre Comercio da lugar a la creación de un mercado común de más de 1.000 millones de consumidores, con un PIB combinado de más de 3.000 billones de dólares. Impulsa un aumento en el comercio entre los países africanos en un 52% para el 2022. Allana el camino para establecer una Unión Aduanera en cuatro años y una Comunidad Económica Africana en 2028. La zona podría generar importantes ganancias y cumplir muchos objetivos de desarrollo,  además de mejorar el atractivo del continente como socio comercial global.

La distancia promedio entre las ciudades africanas con una población de más de 4 millones de habitantes es de 4.100 km, en comparación con 1.300 km en Europa. Esto es una barrera al desarrollo del comercio, debido a la falta de infraestructuras. Pero los intercambios económicos dentro del continente se han multiplicado, impulsados por la aparición de grupos panafricanos. Estos pioneros del sector privado saben que, con la integración, hacer negocios es una forma de mejorar su éxito.

Al unirse, África se convierte en el mayor exportador mundial de petróleo, oro, cobre y cobalto entre otros productos. Continuando con su actual fragmentación, el continente se está convirtiendo en el mayor exportador de inmigrantes y el escenario ideal para el crecimiento del  terrorismo.

África necesita crear 20 millones de empleos al año y multiplicar el número de centros educativas y de formación profesional para satisfacer el crecimiento de la población, que llegara a 2.000 millones de personas en 2050. África necesita integración e inversión en sectores como infraestructuras, tecnología y educación; y apostar por la industrialización.

El desafío ahora radica en la implementación de este mercado común Africano. Es sabido que la apertura económica y el establecimiento de zonas de libre comercio con socios del Norte y del Sur a menudo generan preocupaciones legítimas e inducen a ciertos desafíos que es importante resolver.

El comercio es un mecanismo que ayuda a aumentar el bienestar y a escapar de la pobreza. Los países africanos deben trabajar juntos para construir un proyecto de integración que, además de ser más equilibrado y equitativo, se traduzca en su capacidad de competir en la economía mundial.

Este paso clave hacia la integración tendrá que lidiar con las diferencias en la " filosofía económica" en los bloques económicos y entre las principales potencias regionales. Por ahora, la entrada en vigor de la CFTA debería ser en Enero de 2019. Aunque los Estados se dan 10 años para una generalización de las medidas del tratado. Para entonces, se espera que el acuerdo de Kigali sobreviva al único obstáculo que sigue bloqueando la integración: ¡la voluntad! Si hay voluntad África presentará una de las mayores oportunidades de crecimiento en el mundo en los próximos años.

El Periódico de Catalunya, Opinión, Pag.4, Lunes, 7 de Mayo 2018