martes, 20 de febrero de 2024

Los objetivos de Desarrollo Sostenible se alejan del 2030

 Las turbulencias en materia de seguridad, clima, geopolítica y economía que recorren el mundo sacuden los cimientos mismos de nuestra sociedad. El auge de nacionalismos, proteccionismos y la competencia entre países obstaculizan el progreso en materia de desarrollo sostenible, restringen el crecimiento y complican las perspectivas económicas.

Un contexto mundial desfavorable está contribuyendo a un lento progreso para alcanzar los objetivos de la agenda 2030. La pandemia ha tenido importantes consecuencias sociales, económicas y medioambientales que poco a poco se van reflejando en los datos. Las crisis y los conflictos en curso han perturbado las cadenas de suministro mundiales y han avivado la inflación y las incertidumbres y han contribuido a la volatilidad de los precios de los alimentos y las materias primas y a un entorno financiero limitado.

Sin embargo, se demuestra la necesidad de cooperación multilateral como única opción para mitigar amenazas a nivel global. Con la idea misma de multilateralismo en entredicho, las organizaciones multilaterales se enfrentan al desafío de evolucionar, aunque no se sabe en qué partes y cómo aplicar las reformas.

Algunos países quieren obstaculizar la colaboración en algunos campos, pero no tienen capacidad para resolver los problemas globales por sí solos. Saben que fracasarán si no cooperan de forma global frente al cambio climático, las crisis de deuda de los países del sur, o las aplicaciones de IA, entre otros muchos temas. Solamente la actividad conjunta de varios países sobre cuestiones determinadas puede aportar soluciones.

El informe de Desarrollo Sostenible 2023 de Naciones Unidas es demoledor. Para 2030, solo se está en camino de alcanzar un 12% de las metas evaluables. Un 50% serán inalcanzables. Y, hasta un 30% de esos objetivos han empeorado en comparación del punto de partida en 2015.

Se esperaba que esta década terminara con el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, acceso a agua potable, educación inclusiva, ciudades sostenibles, igualdad entre géneros, acceso a energías limpias… pero con los modestos esfuerzos actuales, y un mundo que sufre polarización, fragmentación política y económica no conseguirá objetivos tan importantes como erradicar la pobreza extrema. Una educación inclusiva, ciudades sostenibles, el acceso a agua potable, la igualdad entre géneros, o el acceso a energías limpias...

Nuestro bienestar a medio y largo plazo depende de un entorno saludable respaldado por un desarrollo económico y social sostenible. El cambio climático es el desafío clave de nuestro tiempo y debe estar a la vanguardia de toda toma de decisiones.

Algunas grandes potencias y muchos gobiernos han incumplido todos los compromisos, y son conscientes de que sin la participación empresarial, los objetivos seguirán siendo inalcanzables. Es preciso involucrar al sector privado, que aporta el 60% del PIB mundial y el 90% de los puestos de trabajo. Hay iniciativas, como limitar el calentamiento global a 1,5 grados, que pueden conseguirse en algunas economías avanzadas pero, los países emergentes y en desarrollo precisan más apoyo de los bancos y un sector privado involucrado.

Es importante evitar más restricción para la financiación de proyectos de desarrollo y de acción climática, y que esto en algunos países frágiles no dependa de la movilización de recursos internos y como último recurso sea una financiación en condiciones favorables a largo plazo para proyectos prioritarios vitales.

La cooperación internacional se impulsó para abordar desigualdades e injusticia, las amenazas a la salud, la crisis de deuda y el futuro del comercio, el cambio climático, la movilidad laboral transfronteriza y el deterioro de la paz y la seguridad en el mundo. Hoy el mundo se enfrenta a un nuevo sistema cuyas características y reglas de juego se están configurando de acuerdo con las capacidades de las grandes potencias antiguas y emergentes.

Las reglas para hacer frente a los riesgos y las crisis deben enmarcarse en políticas coherentes con prioridades específicas, no a corto plazo, no en acciones dispersas, sino de acuerdo con un enfoque integrado de progreso hacia el desarrollo sostenible.

A medida que las múltiples crisis dañan más países y regiones, el mundo debe mantener el rumbo e intensificar los esfuerzos para alcanzar los objetivos. A pesar de los desafíos, la visión establecida en la Agenda 2030 sigue siendo tan relevante hoy como lo fue en 2015. Los 17 objetivos siguen proporcionando un marco integral para la acción audaz y transformadora necesaria para construir un mundo más verde, más justo y mejor.

Urge un sistema multilateral reformado, adecuado a su propósito y capaz de hacer frente a los retos del futuro. Para poder alcanzar los objetivos de la agenda 2030, precisamos una reflexión sobre nuevas prácticas en la cooperación internacional y el multilateralismo, sobre todo hacer más que decir para inspirar un cambio positivo.

Anwar Zibaoui, ON Economía, Opinión, 20 Febrero 2024

https://www.elnacional.cat/oneconomia/es/opinion/objetivos-desarrollo-sostenible-se-alejan-2030-anwar-zibaoui_1162504_102.html

jueves, 15 de febrero de 2024

El regreso del proteccionismo comercial

 Desde mediados del siglo pasado, los países desarrollados habían impulsado la liberalización del comercio, levantando restricciones a los flujos del dinero y vinculando las transacciones económicas a las nuevas normas de un orden internacional. Para ello, establecieron organizaciones y concertaron acuerdos vinculantes para garantizar un comercio multilateral libre y un sistema de pagos internacional estable.

Sin embargo, las políticas proteccionistas están regresando. En el sudeste asiático, los gobiernos han empezado a apoyar el sector productivo nacional de sus industrias avanzadas, orientados a la exportación y favoreciendo una competencia efectiva. Y, recientemente, los países occidentales han empezado a adoptar medidas reguladoras, como el de protegerse del cambio climático o por al temor a perder una ventaja en las áreas de alta tecnología.

En Estados Unidos, hay nuevas prácticas comerciales y nuevas leyes que tienen implicaciones en la ciencia, la tecnología y el capital humano, como la Ley de Chips y Ciencia, de 2022. O la ley de reducción de la inflación que proporciona 370.000 millones de dólares en subsidios para inversiones en energías limpias. De esta forma, están trasladando componentes industriales y cadenas de suministro específicos a su territorio, o al de los socios en los que confían; y abordan restricciones específicas al comercio, la inversión y la tecnología con China. Un ejemplo, para evitar depender de las importaciones, es el subsidio con 39.000  millones de dólares a las industrias de desarrollo de los semiconductores, empresas a las que también se prohíbe colaborar con el gigante asiático durante 10 años.

En la Unión Europea también aumentan las voces entres sus miembros para proteger y apoyar la competitividad de las actividades económicas continentales y hacer frente a ese tipo de políticas estadounidenses, por ejemplo, con 160.000 millones de euros destinados a determinados proyectos de innovación, transformación digital, fabricación de baterías y para acción climática.

Recientemente, la Unión Europea anunció la intención de implementar medidas extra para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, exigiendo a las empresas que paguen un precio más alto para obligarlas a adaptarse. Y, para que no se vean perjudicadas por la competencia externa, se ha decidido imponer una tasa adicional a las importaciones de fuera de la UE, como “Mecanismo de ajuste del Límite de Carbono MCC”. Esta medida sin precedentes afectará a las exportaciones de países en desarrollo, especialmente, de acero, fertilizantes, derivados energéticos, aluminio y cemento.

En Japón, el gobierno ha decidido respaldar con 500.000 millones de dólares a 60 grandes empresas para inducir la inversión nacional y reducir la dependencia de China.

En el siglo XVIII, Adam Smith, considerado el padre de la teoría económica moderna, reveló las ventajas del libre comercio sobre la productividad, la especialización y la división del trabajo. Ahora, por primera vez, nos encontramos en un mundo en el que el comercio, el capital y las inversiones se alejan de las reglas del juego establecidas y de los acuerdos internacionales  que lo facilitaban.

Las políticas de liberalización lograron enormes beneficios, aumento de las tasas de crecimiento económico, aumento espectacular del volumen del comercio internacional desde los años sesenta y una disminución del número de personas que sufren pobreza extrema en el mundo.

Por el contrario, las medidas proteccionistas, algunas improvisadas y experimentales, pretenden proteger los intereses económicos nacionales y apoyar a las clases más desfavorecidas. Pero están teniendo un alto coste en subsidios, deuda, impuestos, aranceles e inflación, e impactan en la estrategia de abordar el cambio climático o la transición verde.

Además, amenazan con mayores tensiones con China, la interrupción de cadenas de suministro, y, especialmente grave, tienen un gran impacto en las economías del sur global, y en cómo estos países pueden configurar sus prioridades, políticas, la financiación y el futuro. El proteccionismo no proporcionará una póliza de seguro para la supervivencia.

Para hacer frente a las crisis económicas, es indispensable una respuesta global, y encontrar el equilibrio entre los que producen, pero no consumen y los que consumen pero no producen. Y si bien, cada país puede determinar cómo hacer las cosas en su casa, este reto requiere visión a largo plazo, hay que pensar en las próximas generaciones.

Durante mucho tiempo los vencedores no solo escribían la historia, sino que también buscaban establecer reglas que aseguren que su victoria continúe en formas distintas a la guerra. Hoy los tiempos han cambiado y también las potencias y los actores globales.  

En definitiva, la comunidad internacional debe negociar un pacto de crecimiento global y evitar el aumento del proteccionismo para guiar la toma de decisiones empresariales. La responsabilidad es construir un futuro en común 

Anwar Zibaoui, EXPANSIÓN, Opinión, 15 febrero 2024

https://www.expansion.com/catalunya/2024/02/15/65ce5c1de5fdea64678b4599.html