viernes, 29 de enero de 2016

Irán sí, pero con cautela


Economia Digital, dijous, 28/01/2016

http://www.economiadigital.es/es/notices/2016/01/refugiados-detras-de-los-numerosiran-si-pero-con-cautela-81256.php


Hay mucho ruido estos días con la eliminación de las sanciones contra Irán. Es cierto que es uno de los cambios más significativos en el panorama de los negocios y que ofrece grandes oportunidades para las empresas locales, regionales e internacionales pero hay que tomarlo con mucha cautela. Al igual que todos los cambios, lleva  potenciales oportunidades pero  también está  cargado de incertidumbre y riesgo.

El Plan Integral de Acción Conjunto (JCPOA) para eliminar las sanciones contra Irán, acordado el 14 de julio 2015, abre la posibilidad para que las empresas internacionales puedan hacer negocios con este Estado, a cambio de medidas creíbles para demostrar que su programa nuclear está diseñado exclusivamente para fines civiles. En el acuerdo, Irán aceptó que bajo ninguna circunstancia va a buscar, desarrollar o adquirir armas nucleares.

Como en la mejor tradición del bazar Persa, parece que el precio recibido por el programa nuclear que Irán ha vendido es bastante alto. La cantidad de dinero que recibirá Teherán será de 150.000 millones dólares que son sus depósitos congelados en bancos de Europa y EEUU. Un valor diez veces el costo del programa nuclear en venta durante los últimos diez años de negociación, hasta que llegó el momento adecuado para llegar a un acuerdo que puede ser un mal negocio para los grandes aliados de EEUU como Israel o Arabia Saudita, pero no necesariamente para toda la región o las empresas internacionales.

La economía iraní está configurada para entrar en una era de alto crecimiento impulsada por el aumento de los ingresos de exportación de hidrocarburos, petroquímicos y otros productos manufacturados, junto con el acceso a los activos congelados y la inversión extranjera. Un hecho, que podría acelerar el crecimiento del 2% este año a un 5,2% anual hasta 2019.

Las prioridades serán la industria del petróleo y el gas, sacar adelante una gran cartera de proyectos estratégicos paralizados en los últimos años y que las empresas energéticas empiecen a negociar inversiones y nuevos contratos. El país necesita con urgencia sacar provecho de sus 157 millones de barriles de petróleo y 34 billones de metros cúbicos de reservas de gas. El 9% y el 18% del total mundial, respectivamente.

Las misiones empresariales de Europa y Asia, han empezado la carrera y van preparando el terreno para realizar ofertas y van pensando en grandes beneficios del desarrollo de la infraestructura, y la importación o la fabricación de bienes de consumo. Sobre todo  automóviles y electrónica, alimentos y bebidas en el segundo mayor mercado de consumo de Oriente Medio.

Irán tiene un programa amplio para modernizar su economía y las infraestructuras. Sus  planes son aumentar su producción de acero, cobre y aluminio. Además cuenta con la industria minera más grande en la región, también pretende dotarse de 25.6GW de nueva capacidad de generación eléctrica que requerirá una  inversión de 70.000 millones de dólares, tiene planes para construir miles de kilómetros de nuevas vías férreas y líneas de metro, así como mejorar los puertos y aeropuertos, promover su sector turístico y hotelero.

Sin ir más lejos, la capital, Teherán, se enfrenta a una grave escasez de habitaciones. Sólo tiene 96 hoteles. Las cadenas internacionales ya están situándose en el mercado.

Este gigante regional dormido con una población de 80 millones y un PIB de 404.000 millones de dólares, se beneficia de una ubicación geográfica ventajosa. Con rutas de exportación establecidos en Asia Central y Oriente Medio, ofrece grandes oportunidades pero las empresas tienen que pisar con cuidado; el entorno empresarial sigue siendo difícil y complejo.

Hará falta mucho tiempo para recuperarse de los daños que causaron las sanciones. De momento, los impactos directos del comercio serán limitados. Algunos sectores necesitarán tiempo para materializarse. Las empresas internacionales tienen hoy la posibilidad invertir en las zonas francas o formar una empresa mixta con un socio local.

Seguramente en la nueva etapa que se abre, encontrar los socios será un gran reto tanto por la demanda como por la estructura y relaciones de negocios son opacas y quienes no están familiarizados con el país podrían tener problemas. Se recomienda a las empresas mucha  prudencia, cautela, conocimiento real del mercado y buscar el socio adecuado para sus negocios.

También hay factores de riesgos que van desde un colapso incontrolado de los precios del petróleo, debido a la competencia de  otros países productores después del fin de las restricciones a las exportaciones de petróleo iraní, reduciendo aún más los precios.

Otro riesgo seria paralizar el programa de alivio de las sanciones, debido a las objeciones de los EEUU y la UE  por el no cumplimiento de Irán de las condiciones del acuerdo, lo que llevaría  a volver a imponer sanciones.

A nivel interno, el régimen se enfrenta a una sociedad civil  joven, enérgica y ambiciosa. Hay un profundo resentimiento por las malas condiciones económicas, como consecuencia de las sanciones y las guerras en Siria, Irak y Yemen. El desempleo crece y el coste de vida ha pasado a ser intolerable. Los iranís no van perder esta gran oportunidad económica para pedir reformas políticas que permitan a su país cambiar de rumbo, para volver a ocupar el lugar que le corresponde entre las naciones.

viernes, 15 de enero de 2016

Refugiados, detrás de los números


Economia Digital,  Miércoles,06/01/2016

http://www.economiadigital.es/es/notices/2016/01/refugiados-detras-de-los-numeros-80824.php

2015 se ha despedido, marcado por los conflictos, la violencia y una de las mayores crisis humanitarias ocurridas desde la Segunda Guerra Mundial: la crisis de los refugiados.

Expulsados de sus hogares por la guerra y la muerte, sus vidas se han transformado en un infierno y su futuro en espejismo.
Para poder vivir están dispuestos a todo, incluso a asumir el riesgo de morir.

Más de 3.600 personas han desaparecido este año en naufragios en el Mediterráneo. Un tercio, es decir, 1.300 son niños muertos ahogados, según los datos de Unicef. Entre ellos Aylan Kurdi, cuya foto conmovió la conciencia internacional, desgraciadamente sólo por una semana.

La inmigración forzosa es una consecuencia natural de la agitación, y es sólo la punta del iceberg. ¿Cómo se puede pensar en retener a millones de personas que están tratando de evitar la guerra, el hambre o la dictadura?

¿Cómo se puede creer que la política orientada a la seguridad es la única opción que Europa puede presentar a sus vecinos del Sur? Las políticas de cooperación con regímenes autoritarios que reprimen a sus ciudadanos ya no son efectivas. 

Se calcula que hasta diciembre 1.006.000 personas llegaron a Europa. El 80% cruzaron el Mediterráneo. El 50% de los refugiados lo hicieron desde Siria, el 20% desde Afganistán y el 3% desde Irak. Europa recibió casi un millón de nuevas peticiones de asilo entre enero y noviembre de 2015.

Actualmente el mundo paga el precio del terrible fracaso por no evitar las guerras en Libia y Siria. El Mediterráneo es hoy una región en transformación que está experimentando cambios políticos y socioeconómicos radicales y la huida masiva de miles de refugiados, demuestran cómo regímenes dictatoriales y corruptos y una desigualdad aguda puede provocar una profunda agitación política, económica y social.

No se puede permitir que el Mediterráneo se convierta en el cementerio de miles de personas, que huyen de sus países por guerras y muerte en busca de una vida digna. El Mediterráneo no puede ser una nueva versión del muro de Berlín durante la Guerra Fría.

Europa tiene importantes desafíos en las áreas de seguridad, en la acogida de estas personas y en las políticas internas. Es peligroso distraernos del Mediterráneo. Esto no haría más que alimentar la fractura socioeconómica de las riberas norte y sur.

Europa tiene que implicarse. Su futuro está estrechamente relacionado con la capacidad de desarrollo de esta región por la fuerte interdependencia y los múltiples canales de transmisión. Por lo que se necesita superar los muros de incomprensión, recelo y diferencias del pasado que entorpecen el futuro. No hacerlo, supondría un coste demasiado alto.

La magnitud del desafío, en medio de la agitación política y social, deja a las medidas existentes de asistencia financiera claramente  insuficientes para el propósito. Hace falta una nueva política europea para el Mediterráneo. Un Plan Marshall sería una solución realista para resolver los problemas económicos  endémicos.

Es fundamental encontrar una alternativa a la campaña de desprestigio que retrata a los refugiados como terroristas y una amenaza para la sociedad de acogida.

Es triste ver cómo esta campaña, que se basa en el principio de culpabilidad colectiva, ha creado un conflicto más amplio y ha ampliado las sospechas y la desconfianza para crear división en la sociedad. Además, deliberadamente, distorsiona las enseñanzas de la tolerancia y la compasión para provocar una ruptura entre los países, sociedades y culturas.

La carencia de políticas eficaces y actuales que aborden de manera eficaz el tema de los refugiados requiere una respuesta urgente y coordinada a nivel regional e internacional con la participación de la sociedad civil, los gobiernos y los organismos internacionales. Se deberían impulsar iniciativas conjuntas a favor de los refugiados que nos recuerden, en primer lugar, que el carácter universal de los derechos humanos y libertades fundamentales no debería admitir dudas.

Los  refugiados son un hecho en estos tiempos, la tolerancia resulta indispensable para hacer posible la convivencia.

Detrás de estos números hay miles de historias. Miles de tragedias en medio de la incapacidad internacional para ayudar a estos seres humanos. Pero están aquellos que sobrevivieron para contar al mundo cómo fueron abandonados. Otros, por desgracia, han muerto y sus historias permanecerán en el olvido.

martes, 12 de enero de 2016

Marruecos avanza


Marruecos mantiene su estabilidad en un entorno regional tormentoso. Es la primera economía en el Magreb en términos de crecimiento. Una excepción que navega de forma equilibrada, entre la geoeconómica y la geopolítica, en un momento de cambios profundos.

Economía, reformas y estabilidad son las tres áreas que afectan directamente la vida de los marroquíes. Hoy, la estabilidad depende de cómo se gestionan la economía y la agenda de reformas, así como de la lucha contra los extremistas.  La economía empieza a beneficiarse de la modernización. En los últimos quince años, su modelo de desarrollo está cambiando. Hay avances en su apertura a nuevos mercados y la diversificación de sus socios. De seguir este ritmo el reino podría formar parte del club de los emergentes.

Reformas, inversiones en grandes proyectos de infraestructuras, programas para la emergencia del turismo, la industria y las energías renovables, obras como TangerMed - uno los puertos más grandes del Mediterráneo-, fábricas de automóviles,  como Renault, industria aeronáutica, tranvías urbanos, y alta velocidad - la mayor obra ferroviaria de África que estará lista en 2017- son ejemplos de la vitalidad del pais.

Marruecos intenta explotar su ventaja competitiva geoestratégica y posicionarse entre los campeones. Sin alejarse de Europa, se acerca a África, para convertirse en una plataforma de producción y exportación, una puerta de entrada entre ambos continentes. Esto no sólo beneficia a las empresas marroquíes: también aumenta el atractivo internacional del país.

El vínculo económico entre España y Marruecos es asimétrico. Son socios naturales, complementarios y necesarios. España es el primer socio comercial: 20.000 empresas españolas exportan a este mercado y más de 1.500 están presentes en múltiples sectores. En 2014, los intercambios comerciales alcanzaron los 10.000 millones de euros. Marruecos es el noveno mercado a nivel global, segundo fuera de la UE y primero de África.

Las nuevas realidades requieren escribir una nueva narrativa, una nueva alianza de ganadores que, además de potenciar la relación bilateral, apueste por competir juntos para desempeñar un rol puente entre África y América Latina. Marruecos y España tienen la estabilidad y liderazgo para asumir riesgos y avanzar. Los empresarios lo han traducido creando un consejo económico bilateral copresidido por Mario Rotllant.

Pero a pesar de estos importantes avances y medidas positivas, aún queda mucho por hacer para abrir sustancialmente el espacio político y crecer económicamente.

Expansión, Edición Catalunya, Pag. 2 Opinión, Lunes, 11 enero 2016