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lunes, 29 de julio de 2024

Una comisaria europea para el Mediterráneo

El anuncio de la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de crear una cartera separada para ocuparse del Mediterráneo como parte de su próximo equipo es una decisión acertada y necesaria para impulsar la cooperación y la búsqueda de nuevas sinergias entre ambas orillas de la región.

"El Mediterráneo debe tener una atención prioritaria", dijo Von der Leyen en el Parlamento Europeo en Estrasburgo el pasado 18 de julio. "Por eso nombraré un comisario europeo para la región y propondré una nueva agenda para el Mediterráneo porque el futuro de las dos orillas del Mediterráneo es el mismo", apuntó la máxima representante de la UE.

En el Mediterráneo se acumulan los problemas y se multiplican los actores y los conflictos, lo que constituye un desafío común que precisa de un enfoque coordinado y global. Las buenas intenciones y palabras sin contenido no son suficientes. Las tragedias humanas que se suceden diariamente en nuestra región evidencian los desequilibrios y desigualdades que siguen existiendo.

Todo el Mediterráneo está experimentando un cambio radical. La región vive una situación de incertidumbre: crisis económica, guerras, intentos lentos de reformas,... Estamos en una etapa clave. No actuar multiplica el riesgo y afecta al conjunto de países.

Los conflictos, la cuestión de la seguridad, la necesidad de energías renovables, la crisis de los refugiados o la crisis migratoria son desafíos que la UE debe resolver con carácter de urgencia.

El sistema de valores europeos está en juego. A priori, la UE no tiene una estrategia o un plan concreto para abordar todos estos retos. Hasta el momento, ha actuado como un socio secundario, a veces incluso sin tener voz propia. Sin embargo, la región, desde Marruecos hasta el Golfo, es donde Europa tiene más intereses económicos y estratégicos.

En el Mediterráneo Sur y Oriental y el Magreb 50 millones de jóvenes están en paro, 27 millones sin formación y el 50% de los 388 millones de habitantes son menores de 25. Esto es una bomba de relojería. Europa tampoco está en su mejor momento, pues en los últimos años ha tenido que lidiar con graves crisis, como la guerra en Ucrania o la tensión en Oriente Medio. Los esfuerzos por integrar países de la región bajo un mismo paraguas, como el Proceso de Barcelona en 1995, la Política Europea de Vecindad en 2004, el instrumento de Vecindad y Asociación en 2007 y la Unión por el Mediterráneo en 2008 han dado pocos frutos, y menos aún credibilidad.

El futuro depende de la capacidad para adaptarse a las nuevas realidades y no levantar nuevos muros en el Mediterráneo. Lo que está en juego es mucho. Se necesita un nuevo enfoque europeo sobre las bases de la cooperación. Los cambios de paradigma, las nuevas tendencias en todos los sectores económicos y el nuevo escenario geopolítico global implican hoy una revisión urgente de la relación entre el Mediterráneo y Europa, caracterizada durante mucho tiempo por ser una relación donante-beneficiario. Trabajando en igualdad de condiciones fomentaremos una mejor cooperación que conducirá al fortalecimiento de economías más inclusivas y a un mayor bienestar social en ambas orillas de la región. Además, esta mayor cooperación nos permitirá convertir retos como la revolución digital o la economía verde y azul en nuevas oportunidades de futuro para explorar nuevos horizontes.

En la carrera entre EEUU y China, la Unión Europea solo encontrará su lugar en el nuevo orden mundial aliándose a sus socios del Mediterráneo y asociándose con África para crear un polo competitivo global. Pero ello requiere desplazar el centro de gravedad hacia el sur. Fomentar la cooperación económica ayudaría a solucionar los problemas de inmigración y radicalización, además de impulsar la interacción intrarregional, la creación de empleo, la inversión, el apoyo a las mujeres y jóvenes, la experiencia crediticia, o la promoción del turismo sostenible. Hablamos de políticas clave que podrían ayudar a resolver las condiciones socioeconómicas desesperadas en algunos países de la orilla sur. Se lucharía contra la pobreza y el desequilibrio.

Ha llegado el momento de poner en marcha un programa ambicioso que apoye la creación de un espacio común. La UE debe adoptar una nueva política clara y efectiva. La figura de un Comisario Europeo para el Mediterráneo supondría una respuesta efectiva y una apuesta estratégica ante la situación crítica que atraviesa nuestra región. Es necesario revitalizar la Unión por el Mediterráneo que constituye el marco regional de cooperación adecuado entre los 43 Estados miembros.

Europa tiene que implicarse ya que su futuro está estrechamente relacionado con la capacidad de desarrollo de la otra orilla. Si los europeos y los mediterráneos quieren ser más que vecinos y convertirse en propietarios de un futuro común, deben entender esta evidencia

Hay que pasar de las emociones a las soluciones, y no esperar con los brazos cruzados a que aumenten los riesgos, los desafíos y los costes. Las oportunidades perdidas han sido muchas y muy dolorosas.

Anwar Zibaoui, EXPANSIÓN, Tribuna-opinión, 23 de Julio 2024

miércoles, 17 de enero de 2024

El Mar Rojo, nueva línea de frente

Las guerras tienen repercusiones negativas en las economías. No solamente en la zona específica en conflicto. Sea Ucrania o ahora Gaza, siempre se producen daños colaterales, victimas civiles, destrucción, aumentos de precios, inestabilidades, y otros problemas.

Los ataques del grupo de Hutíes de Yemen, que apoyan a los palestinos asediados en Gaza, y atacan con misiles los buques comerciales en el Mar Rojo, ya está provocando el aumento de las tarifas de los fletes marítimos por el tiempo extra que tardan los barcos en rodear África en los viajes de ida o vuelta, entre Asia y destinos europeos.

En consecuencia, se prevé que las tasas de inflación vuelvan a aumentar, que se interrumpan las cadenas de suministro en fábricas y tiendas debido al retraso en la llegada de bienes, repuestos y materias primas, y que los principales bancos centrales congelen sus planes de reducción de los tipos de interés.

El transporte marítimo constituye un pilar fundamental de la economía mundial. Por mar circulan más del 80% de las mercancías y alrededor del 50% del petróleo consumido en el mundo.  Además de los múltiples componentes de productos elaborados en distintos países.

El 12% del comercio mundial pasa por el Mar Rojo. Desde el inicio del conflicto, las principales compañías navieras han desviado más de 200.000 millones de dólares en mercancías hacia el Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica, para evitar los ataques con misiles. Obviamente, no debemos olvidar el impacto que la crisis tendrá en los ingresos que genera el Canal de Suez para Egipto.

La seguridad de la navegación marítima en el Mar Rojo, es indivisible de la seguridad en toda la región, y de la navegación marítima internacional, y por tanto de la economía mundial. Si la amenaza se extendiera al Mar Arábigo, por donde transita un tercio del petróleo mundial, el costo económico aún sería mayor.

Así que ahora, el Mar Rojo se ha convertido en una línea de frente, también en el conflicto entre Irán y Estados Unidos, que durante décadas han evitado una confrontación directa. EEUU ha liderado la formación de una coalición multinacional para asegurar la navegación marítima en el Mar Rojo

Recordando los costos económicos del Covid en 2020, el bloqueo del Canal de Suez en 2021, Ucrania en 2022, o la actual guerra en Gaza, que sigue su curso sin saberse ni su área geográfica final ni su periodo de tiempo, está claro que la globalización declina.  El modelo de abastecimiento global que ha prevalecido con las cadenas de valor impulsadas por productos de bajo coste no tiene resiliencia. Y con las nuevas tecnologías y los patrones de demanda evolucionando, hay que acortar las cadenas hacia modelos de abastecimiento regionales, con nuevos centros de fabricación y logísticos más equilibrados. Es el momento de repensar como fortalecer la economía para impulsar el progreso, en un mundo en cambio.

En Gaza, la guerra es un riesgo permanente y presente mientras la paz esté paralizada. Para evitar extender las consecuencias de la guerra, con todos los riesgos económicos o militares inherentes para las rutas comerciales y el mundo, urge lanzar una ofensiva diplomática. Un acuerdo político que conduzca a una solución general y permanente de la situación en su totalidad.

Anwar Zibaoui, 11 Enero 2024, Opinión-Economía, EXPANSIÓN

https://www.expansion.com/catalunya/2024/01/11/659fcb6be5fdea4a178b45bd.html

miércoles, 11 de octubre de 2023

La nueva ruta de las indias

 El 9 de septiembre pasado, durante la Cumbre del G-20, se lanzó una nueva iniciativa para desarrollar un corredor ferroviario y marítimo que conecte la India con Europa a través de Oriente. Este proyecto multinacional está apoyado por Alemania, Arabia Saudita, EEUU, Emiratos Árabes Unidos, Francia, India, Italia y la Unión Europea. La Casa Blanca es el principal impulsor de la iniciativa y seguramente es un desafío a las ambiciones económicas de China y permitirá contrarrestar su creciente influencia en Oriente Medio y Europa.

El Corredor Económico India-Medio Oriente-Europa (IMEC, por sus siglas en inglés) no es una idea novedosa. Hace 2000 años, a través de esta ruta, los comerciantes indios suministraban a Roma mercancías por valor de más de mil millones de sestercios anuales, más de lo que se necesitaba para sostener el Imperio.

El plan parece rivalizar con la enorme iniciativa china de infraestructura de la zona y la nueva Ruta de la Seda para conectar Asia, África y Europa, anunciada en 2013. La administración Biden intenta completar su impulso diplomático en la zona de Oriente Medio con un gran acuerdo con Arabia Saudita que incluya la normalización de relaciones entre el reino e Israel para contribuir a hacer de Oriente Medio una región más próspera, estable e integrada.

Pero IMEC es significativo desde una perspectiva de infraestructura y conectividad, además del ángulo geopolítico. El proyecto estará compuesto por dos corredores separados: el corredor este, que conectará a la India con el Golfo Arábigo, y el corredor norte, que conectará el Golfo con Europa.

A lo largo del recorrido ferroviario se tenderán cables para electricidad, para datos de alta velocidad, y tuberías de energía, especialmente de hidrógeno limpio. Se complementarán y reforzarán las rutas marítimas y viales existentes y las cadenas de suministro regionales, buscando aumentar la eficiencia, generar empleos, reducir emisiones y mejorar el comercio.

Bien ejecutado, puede ayudar a unir a los países de la zona y establecer la región como un centro de actividad económica y no de conflicto y crisis permanente, como es actualmente.

En términos geopolíticos, el IMEC se promociona como un contrapeso a la Ruta de la Seda de China, aunque la escala y alcance de ésta ha sido mucho mayor desde su lanzamiento. Sin embargo, es una alternativa viable y sus impulsores pueden causar cierta preocupación en Beijín.

Mejorar la conectividad entre todas las regiones debe ser una prioridad porque no es solo un medio para aumentar el comercio global, sino también para la confianza mutua. En todo el mundo, es necesario hacer más para liberar el potencial de las economías emergentes y garantizar oportunidades económicas equitativas. La exploración y expansión de rutas y redes comerciales pueden contribuir al crecimiento económico de cualquier zona del mundo, y al desarrollo de soluciones más sostenibles y eficientes que eviten guerras, desplazados e injusticias.

Anwar Zibaoui, EXPANSIÓN, Opinión, Economía, 9 octubre 2023

https://www.expansion.com/catalunya/2023/10/09/6523df12e5fdeaa6738b4599.html#

martes, 7 de marzo de 2023

La fuerza de los fondos del Golfo

Los fondos soberanos del Golfo están cambiando sus estrategias de inversión, buscando activos alternativos que aseguren el rendimiento e impacto en su entorno económico, apoyando sus economías locales y creando riqueza para sus generaciones futuras. 

En 2022, los fondos soberanos del Golfo han invertido más de 90.000 millones de dólares. El doble que en 2021. Un 60% se destinó a Europa y América del Norte.  A pesar que algunos países europeos están ofreciendo más oportunidades a los inversores del Golfo, puesto que se han vuelto más cautelosos en sus relaciones con China después del Covid19.

Históricamente, estos fondos invertían en Europa en activos trofeo como equipos de fútbol, grandes almacenes o joyas inmobiliarias. También en bonos y renta variable global que ahora tienen tasas muy bajas de interés. Por ello ahora están utilizando su riqueza para reclamar un papel más importante en el escenario mundial, diversificar sus economías y ganar influencia geopolítica. Se les reconoce como inversores inteligentes, flexibles y maduros que han roto estereotipos.

De los 10 fondos soberanos más activos del mundo, cinco son de Oriente Medio. Y de los 60 mayores acuerdos del año pasado, operaciones de más de 1.000 millones de dólares, 26 se llevaron a cabo por fondos soberanos del golfo.

Sin embargo, las grandes reservas de capital de Oriente Medio siguen sin explotarse. Y su potencia de fuego recibirá un nuevo impulso, ya que se pronostica que el crudo Brent promediará los 94 dólares por barril durante los próximos cuatro años. Una riqueza neta financiera que alcanzará los 5.6 billones de dólares para 2026.

Tal cantidad de superávit sin precedentes fortalecerá los balances de la región, respaldará los activos de riesgo regionales en el mediano plazo y impulsara aún más su posición como una región acreedora crítica en la economía global.

Arabia Saudita ya ha presentado una estrategia para hacer crecer su fondo de inversión pública, de 607.000 millones a 1,8 billones de dólares para 2030, y para administrar estas enormes sumas y buscar acuerdos. El reino quiere una economía más diversificada con menos dependencia de los ingresos de los hidrocarburos y expandirse a nuevas industrias con sus fondos de inversión y utilizando fusiones y adquisiciones para escalar sus locales.

Los fondos de riqueza de Oriente Medio se han posicionado muy bien a medida que los precios del petróleo aumentaba tras las invasión rusa de Ucrania situándolos a medio y largo plazo.

Su nuevo peso ha empujado a los fondos de la región para que sean más estratégicos. Ahora estos inversionistas son más difíciles de ganar y rápidos para rechazar acuerdos que no encajan con sus objetivos de construcción de nación o generación de rendimientos.

Los fondos soberanos del Golfo han conseguido desplegar capital tanto para un retorno de la inversión con rentabilidad como para objetivos políticos, lo que ilustra el tamaño y la escala de la transformación en los activos del Golfo.

Anwar Zibaoui, Opinión, Expansión, 2 marzo 2023

https://www.expansion.com/catalunya/2023/03/02/6400966c468aeba3128b4642.html
 

miércoles, 8 de diciembre de 2021

Gas Mediterráneo y Europa


La economía global parece haber entrado en un "súper ciclo" de materias primas, debido a las expectativas de una fuerte recuperación pospandemia, impulsadas por la vacunación masiva y los programas de estimulo económico. A mayor demanda, suben los precios, y Europa se está viendo muy afectada por su fuerte dependencia energética. La Unión Europea importa alrededor de 40.000 millones de dólares en gas natural, que representa un 23% de sus importaciones totales de energía. Aproximadamente un 43% proviene de Rusia.

La seguridad energética es una preocupación fundamental. La UE debería disponer de alternativas para diversificar sus fuentes de suministro, así como gestionar sus riesgos políticos y económicos, y limitar su dependencia del gas ruso. Los recientes y grandes descubrimientos de gas natural en el Mediterráneo oriental dan a la UE la opción que está buscando, aunque también plantea nuevos retos para gobiernos y actores internacionales en la carrera para explotar la riqueza descubierta.

El Mediterráneo Oriental podría convertirse en una de las principales áreas globales de suministro de gas. Los recursos se estiman en 122 trillones de pies cúbicos de gas, además de 1,7 millones de metros cúbicos de petróleo, localizados en las costas de Siria, Líbano, Chipre, Israel, Egipto y Palestina.

Las cantidades globales pueden justificar los enormes costes de un nuevo gasoducto hasta Italia y el resto de Europa. Desde el sur del mediterráneo, ya están los gaseoductos que transportan el gas de Argelia a UE. Se trata de una oportunidad de desarrollo y crecimiento tanto para los países productores como para la UE, que para el año 2030 precisa importar unos 113.000 millones de metros cúbicos anuales.

El potencial de la región es considerable. Además del petróleo y el gas, cuenta con un sistema de energía hidroeléctrica, recursos eólicos, radiación solar de los más altos del mundo, así como grandes extensiones de desierto.Técnicamente, la región podría ser uno de los grandes actores energéticos y cubrir las necesidades de una buena parte del planeta. Pero, los descubrimientos de yacimientos de gas están revolviendo la olla de agitación regional. La ausencia de un Ley de demarcación de límites marítimos y el apetito de otros jugadores como Rusia y China provocan una situación volátil y altamente complicada.

Es esencial encontrar las mejores soluciones económicas y estratégicas que optimicen las operaciones, movilicen los recursos necesarios y favorezcan la viabilidad a largo plazo. Algunos países tendrán que unir sus fuerzas si quieren aprovechar sus recursos. Todos los actores públicos y privados del sector son conscientes de las ventajas de una visión compartida que desarrolle la cooperación energética entre las dos orillas del Mediterráneo e impulse la construcción de un mercado de gas natural en la región.

La Vanguardia,

viernes, 14 de agosto de 2020

Gas Mediterráneo, ¿Un dividendo o un desafio?


  Los recientes acontecimientos que han tenido lugar en el Mediterráneo oriental por la batalla del gas originan perspectivas peligrosas en las relaciones entre los países vecinos de la región.

El descubrimiento de los últimos yacimientos de gas está incrementando la agitación regional, provocando diversas reacciones: la tensión entre Turquía, Grecia y Chipre; entre Líbano e Israel; la ausencia de una ley de demarcación de límites marítimos entre Líbano, Israel y Chipre, o la guerra en Siria y el apetito de otros jugadores externos como Rusia, China y Qatar, provocan una situación volátil y altamente complicada.

Estos descubrimientos han generado nuevas expectativas en el mercado mundial de la energía; plantean nuevos retos para gobiernos y actores internacionales, e inician la carrera para explotar la riqueza descubierta. Además, tienen implicaciones económicas regionales, ya que probablemente se podría convertir el Mediterráneo oriental en una de las principales áreas globales de suministro de gas. Los recursos de la región se estiman en 122 trillones de pies cúbicos de gas, además de 1,7 millones de metros cúbicos de petróleo en las costas de Siria, Líbano, Chipre, Israel, Egipto y Palestina.

Estados Unidos y Rusia, los mayores productores mundiales de gas natural, están preparados para desempeñar un papel en la intermediación y el beneficio de las próximas crisis. Todo ello conlleva que las potencias europeas, a pesar de ser las principales beneficiarias de esta riqueza, podrían quedar relegadas.

A la región mediterránea no le sobran conflictos ni desafíos estratégicos para los próximos años, y hay muchos factores que se unen para desencadenar una posible crisis. Por ejemplo, los planes de expansión de Turquía en el Mediterráneo, un conflicto que casi desencadena una guerra entre Turquía y Grecia hace unas semanas y que se evitó por los esfuerzos y presiones realizados por la canciller Angela Merkel. Al mismo tiempo, la tensión prevalece en el frente libio, con el riesgo de un conflicto egipcio-turco. En cualquier caso, Europa se encuentra involucrada en luchas de poder y energía en el Mediterráneo.

En la era del eclipse europeo dentro del escenario de las relaciones internacionales, Francia, Italia y España intentan mantener la presencia europea activa en el Mediterráneo porque constituye, junto con Asia occidental y África del Norte, una extensión de la seguridad económica y estratégica europea. Por lo tanto, Europa estaría cometiendo un grave error si la seguridad del Mediterráneo oriental se deja en manos de otras partes.

La seguridad energética es una preocupación fundamental. La UE debería disponer de alternativas para diversificar sus fuentes de suministro, así como sus riesgos políticos y económicos, además de limitar su dependencia del gas ruso, que representa el 38% de sus importaciones. La crisis en Ucrania y la posibilidad de una interrupción en el suministro de gas a Europa muestran la necesidad de obtener soluciones, y los recientes y grandes descubrimientos en el Mediterráneo oriental dan a la UE la opción que justamente está buscando.

Las cantidades globales pueden justificar un nuevo gasoducto entre el Mediterráneo oriental e Italia y el resto de Europa. Desde el sur del Mediterráneo, ya están los gasoductos que transportan el gas desde Argelia a la UE, a donde se dirige el 70% de la producción del país magrebí. Argelia es el tercer exportador mundial de gas con una capacidad de producción de 80.000 millones de pies cúbicos de GNL. Pero sería necesario completar el gasoducto MIDCAT a través de los Pirineos catalanes, cuya capacidad prevista es precisamente de 8.000 millones. Eso convertiría a España en país ‘hub’ o de tránsito, proporcionándole así grandes ingresos y beneficios económicos.

Una de las ventajas de la explotación de gas mediterráneo no es solo la gran oportunidad de desarrollo y crecimiento para los nuevos países productores, sino también para la UE, que para el año 2030 necesitará importar unos 113.000 millones de metros cúbicos anuales.

Hasta el 2035, se espera que la demanda de gas natural crezca en un promedio del 1,9% al año, superando a todas las demás fuentes de energía. Se prevé también que el consumo mundial de energía crezca un 41% hasta 2035.

Los riesgos internos y geopolíticos son las principales causas de todo esto. Algunos países tendrán que unir sus fuerzas si quieren aprovechar sus recursos y encontrar las mejores soluciones económicas y estratégicas para optimizar sus operaciones. Deberán tener en cuenta que explotar esas enormes reservas de gas y atraer la inmensa inversión extranjera no será posible sin promover un entorno pacífico y estable entre ellos.

Esta crisis de la COVID-19 nos recuerda la importancia del colectivo, la proximidad, la interdependencia y la necesidad de contar con una visión compartida a largo plazo, algo esencial para movilizar los recursos necesarios para desarrollar la cooperación energética entre las dos orillas del Mediterráneo e impulsar la construcción de un mercado energético en la región.

Han existido diversas iniciativas en el ámbito de la cooperación euro-mediterránea de energía que no han generado resultados significativos. Por ello, los principales actores públicos y privados deberían multiplicar sus esfuerzos para cambiar esta tendencia, puesto que todos son conscientes de la dependencia mutua en materia de energía entre Europa y el Mediterráneo.

https://atalayar.com/blog/gas-del-mediterr%C3%A1neo-%C2%BFun-dividendo-o-un-desaf%C3%ADo

https://elcandelerotecnologico.com/2020/07/31/gas-mediterraneo-un-dividendo-o-un-desafio/

https://www.cronicaeconomica.com/gas-mediterraneo-un-dividendo-o-un-desafio-146086.htm

jueves, 16 de enero de 2020

Irak pone la sangre

Los iraquíes ponen la sangre

Una vez más, un país es víctima y escenario de los conflictos de los otros dentro de su territorio. Esta vez es Irak, que ve cómo Irán y EEUU intentan atacarse, matar generales, lanzar misiles y expulsarse mutuamente del territorio iraquí. Poco importa lo que quieran los propios ciudadanos iraquíes.

La debilidad de Irak es evidente, la mayoría de su población ya no confía en ningún gobierno, que seguirá sin responsabilizarse de las ruinas, y continuará saqueando el país, según intereses privados y por encima del interés nacional del pueblo. La clase dominante debería ser consciente de que, tarde o temprano, el ejercicio poco ético del poder tendrá consecuencias.

El principal perjudicado en este enésimo conflicto entre EEUU y Irán es el movimiento de protesta de los jóvenes iraquíes. A pesar de las amenazas y la intimidación - incluido el asesinato de centenares de jóvenes para reprimir las manifestaciones-, y de la situación conflictiva del país, la gente sigue en las calles. Son las llamadas "Protestas de octubre", iniciadas tres meses atras, tras años de quejas contra la corrupción y la influencia extranjera.

Desde entonces, las protestas se han extendido por todo el país. Los iraquís piden electricidad, agua, luchar contra la corrupción, el desempleo y la pobreza. Estos jóvenes, se están enfrentando a las balas con el pecho desnudo, porque sienten su horizonte obstruido y desconfían de las promesas de los sucesivos gobiernos. Sienten que sólo se les promete miseria y marginación, en un país que duerme sobre una enorme riqueza.

Porque Irak es un país rico, con enormes reservas de hidrocarburos, pero la economía sufre las consecuencias de las guerras, la corrupción, los 8 millones de iraquíes exiliados y los centenares de miles de muertos.

Un problema de los iraquíes es la balcanización de su sistema político, y las relaciones de seguidismo que algunas formaciones políticas importantes tienen con el exterior, sobre todo con Irán. Hay un mosaico de partidos y tendencias, donde se mezclan las diferencias étnicas, las nacionalistas o sectarias. Cada uno de estos poderes intenta conseguir más cuotas de poder.

La idea del Estado no está profundamente arraigada. Ni en la sociedad ni en las fuerzas políticas. Las elecciones no son suficientes cuando la idea de instituciones está ausente. Solo hay una carrera febril por el monopolio y las ganancias personales.

En Irak se debe garantizar una forma inclusiva y responsable de gobernanza. El tejido social debilitado es un obstáculo para recuperarse de la guerra con los extremistas. Se necesita una identidad nacional y una visión liderada por políticos que no se imponga desde el exterior. Existe una creciente sensación de identidad iraquí, que puede respaldarse con el apoyo regional e internacional. Los intereses de los iraquíes residen en un país estable, democrático y próspero. No en guerras, terror y caos. Los países vecinos y las grandes potencias deberían promover esto.

Males endémicos

Iraq tiene capacidad para asumir la seguridad y la protección de su población, impulsar la reconciliación y la coexistencia pacífica, hacer una reforma constitucional, y eliminar sus males endémicos: la corrupción y la represión por motivos étnicos, sectarios o religiosos.

Pero, necesita menos intromisiones, menos conflictos y menos intereses extranjeros. Irak puede ser un instrumento para impulsar la paz y la estabilidad regional, y que el cambio que el pueblo iraquí reclama no tarde en llegar. 

El Periódico de Catalunya, Pag.14, Internacional, Miércoles, 15 enero 2020

miércoles, 15 de enero de 2020

Crisis EEUU - Irán: impacto económico

Oriente Medio, de nuevo, se convierte en un polvorín tras el asesinato del general iraní Qasem Soleimani en Bagdad. La acción del dron de EEUU ha desencadenado nuevos niveles de tensión, y tanto Washington como Teherán han amenazado con más violencia, añadiendo más incertidumbre política en una región ya inestable.

La escalada de las tensiones entre EEUU e Irán, aumentará los precios del petróleo, beneficiando a los países exportadores, pero conlleva múltiples consecuencias económicas negativas para los consumidores y las empresas. Caen las bolsas, hay desconfianza empresarial y los problemas para garantizar la seguridad de los negocios y las personas afectarán a las previsiones de crecimiento de la economía.

Una fuerte interrupción en el suministro del petróleo en la región impactará en Asia, y podría afectar a la economía de EEUU y, en muchos aspectos, a las relaciones internacionales. Incluso podría llevar al mundo a una recesión o algo peor.

Se esperaba en 2020, un crecimiento económico en Oriente Medio y Norte de África, impulsado por la economía no petrolera. Pero ahora, se ha creado un obstáculo para la actividad del sector privado.

La retórica política agresiva ha aumentado, con un presidente estadounidense impredecible y un Teherán frustrado y enojado, y ambas partes tienen las espadas en alto, pero ninguno de los dos puede permitirse una guerra. Para EEUU es un año de elecciones presidenciales,  y Trump obtiene capital político interno. Pero el país sufriría si es arrastrado a una nueva guerra en la región, aunque la política americana es confusa y no está claro si el asesinato encaja en alguna estrategia más amplia.

En el otro bando, Irán está sufriendo duras sanciones económicas y sus líderes se enfrentan a una reacción interna. Saben que una guerra con EEUU destruiría la ya débil economía y las infraestructuras. Por ello se supone, que las represalias iraníes serán ataques contra activos militares o interés estadounidenses en Irak o en la región. Mientras el mundo espera a ver qué pasa, y aunque es posible que la guerra no suceda, los inversores seguirán asustados y la economía sufrirá las consecuencias.
 
Existe el temor que un error de cálculo pueda provocar un conflicto irreversible. No hay que olvidar que un conflicto de duración indefinida dañaría seriamente la economía mundial y ninguna zona estarìa a salvo de sus consecuencias. Esperamos que los hidrocarburos no sean, otra vez, más importantes que la sangre de la gente de la región.

Expansión, Edición Catalunya Pag.2 Lunes, 14 enero 2020

miércoles, 11 de diciembre de 2019

MEDA ECONOMIC WEEK 2019 Press INFO I

 13 Edición
20-22 Noviembre 2019
http://www.medaeconomicweek.org/

"The MedaWeek Barcelona (Mediterranean Week of Economic Leaders) is nowadays the iconic conference dedicated to promoting the Mediterranean region worldwide. This event endorses the key economic sectors and the cultural values of this region through a wide variety of forums. MedaWeek Barcelona serves as the main meeting point for voicing the interests of the private sector in the socio-economic development of the Mediterranean countries.

Since its debut in 2006, MedaWeek Barcelona has been jointly organized by the Association of the Mediterranean Chambers of Commerce and the Industry (ASCAME) and the Barcelona Chamber of Commerce, Industry and Navigation, with the collaboration of prominent Euro-Mediterranean organizations.
Over the last twelve editions, more than 20,000 businessmen and businesswomen have participated in the MedaWeek Barcelona." 



SOME PRESS - INFO

"MedaWeek llega a su 13 edición como principal Foro de Economïa Mediterránea"
 Barcelona, 27 Octubre 2019   LA VANGUARDIA
"...Esta nueva edición, se celebrará del 20 al 22 de noviembre y contará con la participación de autoridades y empresarios de las dos riberas del Mediterráneo. Bajo el lema "Un nuevo amanecer para el Mediterráneo", la cita pondrá de manifiesto que las economías mediterráneas buscan ahora transformarse en sistemas más respetuosos con el medio ambiente. Así, la cumbre apostará por la sostenibilidad y por las energías verdes, como la solar y la eólica, y por la economía circular, según informan los organizadores...."
"Las oportunidades de inversión en África a debate en la MedaWeek Barcelona"
 Barcelona, 1 Noviembre 2019  LA VANGUARDIA
"Empresarios, expertos y representantes gubernamentales e institucionales abordarán las oportunidades de inversión y comercio que ofrece el continente africano en el Foro para el Desarrollo Económico de una Nueva África (NABDF), que se celebrará en el marco de la Semana Mediterránea de Líderes Económicos (MedaWeek).
La décimo sexta edición del NABDF tendrá lugar el próximo 20 de noviembre bajo el paraguas de la MedaWeek Barcelona 2019, evento económico organizado por la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria del Mediterráneo (ASCAME), la Cámara de Comercio de Barcelona, la Unión por el Mediterráneo (UpM), el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed) y el Consorcio de la Zona Franca.
En este foro se abordarán cuestiones como la importancia de la colaboración regional para encaminar a África hacia una nueva fase de crecimiento económico y desarrollo o la potencialidad del continente en el ámbito de la inversión y el comercio.
En este evento, además, se expondrán diversos modelos de negocio de éxito, soluciones innovadoras y casos de buenas prácticas de empresas de todo el continente, según explican los responsables de la MedaWeek, que se celebrará del 20 al 22 de noviembre en la Casa Llotja de Mar.
El NABDF tratará asimismo las oportunidades de empleabilidad de un continente que, según los organizadores del encuentro, necesita crear 20 millones de puestos de trabajo al año, multiplicar el número de centros educativos y mejorar sus infraestructuras para dar respuesta al elevado crecimiento de su población.
Otro de los temas que centrarán el debate será la "infrautilización" del gran potencial que tiene África en materia de energías renovables. "El Mediterráneo y África juntos concentran el 60 % del potencial solar del mundo, ya que algunos países llegan a acumular alrededor de 3.000 horas de luz al año", señalan los impulsores del programa.
Para que se materialicen las oportunidades de inversión que ofrece África es necesario, no obstante, que el continente siga un curso pacífico y de crecimiento sostenido en el tiempo, así como la integración económica territorial.
El desafío, apuntan desde la MedaWeek, radica ahora en "la implementación de un mercado común africano, de una zona de libre comercio que promueva los intercambios".

"La Cumbre del Mediterráneo, Europa y África, apuesta por una economía sostenible y circular"  28 Octubre 2019 ,   TENDENCIAS 21 (Revista Electrónica)

"MedaWeek celebra su 13ª edición bajo el lema “Un nuevo amanecer para el Mediterráneo”, en una clara apuesta por la transformación de las economías mediterráneas en sistemas más dinámicos y respetuosos con el entorno, que se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
 Los temas más relevantes para el tejido empresarial mediterráneo estarán presentes en el encuentro en forma de foros y seminarios en los que los participantes podrán intercambiar conocimientos, casos de éxito y buenas prácticas. África será uno de los focos principales de la edición 2019 por las múltiples oportunidades de desarrollo, colaboración e inversión que el continente brinda, sobre todo a los países de la ribera sur mediterránea.
 La economía circular y la regeneración urbana serán los asuntos de actualidad que, junto con el potencial de las energías solar y eólicas en los países mediterráneos, tendrán cabida dentro dela cumbre de sostenibilidad. Sin embargo, el sector privado mediterráneo no solo debe que reinventarse en materia medioambiental, sino que la progresiva incorporación de la mujer resulta también esencial para su eficiencia a medio y largo plazo.
 Tras 12 exitosas ediciones, la ‘Semana Mediterránea de Líderes Económicos’ se ha constituido como el principal foro para la promoción del sector privado y la integración regionales. Un evento que ha acumulado más de 20.000 participantes desde su creación y que este año contará con numerosos foros, seminarios, encuentros corporativos y reuniones institucionales."


 Las mujeres serán protagonistas en la 13ª Semana Económica de Líderes Mediterráneos
19 Noviembre 2019, MujerEmprendedora Periodismo Constructivo
Las mujeres desempeñan un rol esencial para el desarrollo económico de los países mediterráneos y la consecución de los objetivos de integración regional. Un colectivo que, a pesar de estar cada vez más presente en posiciones emprendedoras y en puestos directivos, todavía tiene un largo camino por recorrer hasta llegar a la inclusión plena especialmente en las economías del norte de África y Oriente Medio.
En los países de la ribera sur del Mediterráneo, la tasa de participación femenina en la economía es de las más bajas del mundo con un promedio de tan solo un 16% frente al 33% mundial. Un hecho que provoca que aminore el crecimiento de la región, pues solo mediante la participación de las mujeres en el trabajo se consigue aumentar la clase media y reducir las desigualdades sociales y de género.
La incorporación de la mujer al mundo laboral podría añadir 12 billones de dólares al PIB mundial para el año 2025 e incrementar el crecimiento económico en 600 billones de dólares anuales en los países de Oriente Medio y el norte de África. Una zona en la que, a pesar de los grandes avances registrados en los últimos años, la representación de la mujer en el mercado laboral sigue siendo menor al 30%, cifra muy inferior a la del porcentaje de hombres: un 77%. Los datos de desempleo son también preocupantes para la región, ya que la tasa de paro entre las mujeres se sitúa en el 18% llegando a alcanzar el 41% en el caso de las más jóvenes.
Para hacer frente a esta realidad, una de las sesiones del ‘Mediterranean Women Entrepreneurs Forum’, co organizado por Afaemme (Association of Organisations of Mediterranean Businesswomen), tratará sobre la nueva generación de jóvenes mujeres emprendedoras. El encuentro está pensado para que participe cualquier mujer, independientemente de si acaba de iniciarse en el mundo empresarial o lleva años en los negocios. Será una plataforma idónea para establecer relaciones de negocio, compartir buenas prácticas y analizar el papel de la mujer en el desarrollo económico de la región.
El Mediterráneo no alcanzará un nivel de progreso aceptable si no apuesta por la igualdad de oportunidades y garantiza la plena participación de la mujer en la economía. En opinión de Anwar Zibaoui, Coordinador General de ASCAME, “el Mediterráneo necesita su mejor talento. Privarse de la mitad de su población es algo impensable”. Además, asegura que “promover una relación positiva entre el avance de las mujeres en la economía y el crecimiento del PIB es una necesidad para hacer frente a los retos económicos de la región y aprovechar plenamente el talento de toda la población y no solo de una parte”.
MedaWeek Barcelona 2019 está organizado por ASCAME, la Cámara de Comercio de Barcelona, la Unión por el Mediterráneo (UpM), el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed) y el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona. Una plataforma de cooperación empresarial que aspira a conseguir un Mediterráneo más saludable, limpio e igualitario, que rompa con los viejos enfoques y construya nuevas relaciones entre las dos orillas del Mediterráneo y África. Concretamente, MedaWeek Barcelona 2019 forma parte del Plan Internacional de Promoción Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) de la Cámara de España.

lunes, 4 de noviembre de 2019

Los libaneses han dicho basta

Nunca antes la población del Líbano se había unido así. Millones de libaneses de todas las religiones, posición social o política se han unido bajo una sola bandera para expresar su frustración y consternación con un Gobierno y un sistema que les ha traicionado demasiadas veces desde su fundación en 1943. Las protestas masivas que estallaron después de que el Gobierno anunciara nuevas medidas fiscales regresivas tienen su origen en los niveles extremadamente altos de desigualdad: el 1% de los depositantes posee más del 50% de los depósitos.

Aunque la guerra civil terminó hace 30 años, fallan servicios básicos como electricidad, agua, sanidad o acceso a educación. Se pisotean los derechos más básicos de una población que ha decidido rebelarse. Estudiantes, profesores, 'pymes', médicos, trabajadores o pensionistas, los libaneses comparten los mismos sentimientos de fatiga e injusticia, el deterioro de las condiciones económicas y de las perspectivas de futuro.

Una tasa del desempleo del 30% y una inflación del 6% sitúa al Líbano en un índice de miseria del 36%.Tiene un gran déficit fiscal y comercial, una enorme deuda contraída por la reconstrucción tras la guerra civil y el impacto de los conflictos en la región.

La política libanesa es un mosaico de alianzas contradictorias basadas en la supervivencia por encima de todo y está controlada por los grandes actores regionales. El conflicto en Siria explica en parte la inestabilidad del país. Pero el sistema político libanés confesional impide un el consenso nacional y prolonga el estancamiento. Esta situación ha generado apatía y desilusión entre la población.

Paciencia y coraje

Líbano ha soportado tensiones regionales, acoge a dos millones de refugiados, combate al terrorismo mientras teme el colapso económico, y ve, con  sus 16 millones de emigrantes, como la emigración es parte de su historia y su presente, y define y determina su economía, cultura y la movilidad de su capital humano.

Este movimiento de la sociedad civil es el primer desafío real a los partidos establecidos y la élite gobernante. Y es otro ejemplo de población que se rebela contra la corrupción, los monopolios y el control unilateral del poder que excluye a lo demás. Vivir dignamente no puede ser un sueño inalcanzable.

Ahora, Líbano necesita líderes capaces de desactivar crisis y hacer concesiones para el interés general. La democracia requiere diálogo y escuchar a la gente. Es necesario un período de transición rápido, un gobierno provisional que se forme sobre la base de la competencia y coloque el Líbano en el camino hacia la recuperación.

Es el momento de la dignidad y de una nueva generación que asuma su propio destino para construir un futuro mejor. Será una batalla compleja por la composición interior, y por las conexiones regionales e internacionales. Es preciso paciencia, responsabilidad y coraje. Cuando emerja la libertad en Oriente Medio, lo hará en gran parte debido a que Líbano es libre.

El Periódico de Catalunya, Edición Digital. Opinión,  Lunes 04 / 11 /2019

martes, 23 de julio de 2019

Europa: Balance negativo en Oriente Próximo


Ahora que se va a constituir una nueva Comisión Europea es hora de hacer balance de la actuación exterior  de los últimos años y especialmente en Oriente Medio.

Europa está paralizada. La política exterior de Donald Trump con su enfoque populista, aumenta las dificultades y las crisis en el mundo. Ante esta realidad, los líderes europeos deben tomar medidas para alcanzar soluciones concretas a cualquiera de los conflictos en Oriente Medio. Es urgente, porque se ha demostrado que impactan en Europa, como con el auge de los movimientos extremistas.

Las relaciones internacionales se están volviendo caóticas e impredecibles, llenas de incertidumbre y  en Oriente Medio hay muchos ejemplos. Palestina ve su territorio reducido cada año. Siria está dividida en varias facciones. Líbano aparentemente se ha rendido a su destino. Libia ha entrado en una nueva fase de guerra civil. Argelia y Sudan están pendientes de la revuelta de su pueblo y las respuestas del estamento militar. Irak aún está sangrando, mientras Jordania se mantiene difícilmente a flote. Y el rescate del acuerdo nuclear con Irán  se va derrumbando y Turquía  navegando entre Rusia y EEUU.

Mientras tanto, Europa está debilitada, y es incapaz de llenar el vacío dejado por los EEUU. Agotada por sus divisiones internas y las crisis, conflictos de refugiados o de identidades. Disputas que favorecen especialmente a Rusia, que refuerza su estatus político, y a China, que está tratando de reemplazar económicamente a los EEUU y a Europa en el mundo.

En Oriente Medio, Putin es el mayor beneficiario de la debilidad  de Europa, posiblemente, con la complicidad del amigo americano Trump. Y en el plano económico, China se consolida como el primer socio comercial de Oriente Próximo y África, en detrimento de la UE.

De hecho, la Unión Europea es el segundo socio económico de los países árabes. Sin embargo, el comercio entre las dos partes, si bien es importante y denso, se mantiene por debajo de las expectativas. Además, estos intercambios se caracterizan por su asimetría: la tasa de importaciones árabes de la UE representa el 27% del volumen global, mientras que las exportaciones árabes a Europa es del 11%.

La estabilidad y la seguridad están amenazadas por comportamientos y políticas mal planeadas que generan más desigualdades y peligrosos desafíos. 

Es responsabilidad de Europa ayudar a sus vecinos  a lograr el desarrollo económico, científico y tecnológico necesario para reducir las disparidades económicas y sociales y promover una renovación del mundo árabe. Para este fin, es preciso iniciar proyectos de desarrollo concretos  para movilizar las inversiones y las personas y establecer equilibrios productivos que respondan a las preocupaciones comunes de seguridad, económicas y sociales.

Configurar futuras alianzas para crear un entorno que favorezca la convivencia y la cooperación entre los pueblos de las dos regiones. Esta acción permitiría la integración de las generaciones emergentes y el arraigo de los valores de tolerancia y aceptación del otro, más allá de los estereotipos trillados, lejos de cualquier forma de exclusión y rechazo que engendre irreparablemente una lógica de confrontación y antagonismo.

Es posible construir una relación sana entre el mundo árabe y Europa, alejada de prejuicios, con una gestión común de los problemas comunes, la inmigración, el terrorismo, el cambio climático, la demografía, la urbanización, la corrupción y la democracia.  Es posible un enfoque global e integrado y una responsabilidad compartida. Tenemos el mismo objetivo: el desarrollo común. La UE debe implicarse ya que su futuro está estrechamente relacionado con la capacidad de desarrollo de la región.

Hay opciones y recursos. La tarea es difícil, hay muchos desafíos, pero existen mecanismos y estructuras como "El diálogo 5 + 5" o  la "Unión por el Mediterráneo" o La Unión del Magreb Árabe que se pueden dinamizar para asentar la cooperación euro-árabe. El esfuerzo humanitario europeo debe transformarse en una campaña diplomática para restablecer la paz y la estabilidad en algunos países de la región. De lo contrario, Europa no habría cumplido con sus obligaciones morales históricas.

El equilibrio geopolítico global está cambiando, y Europa en lugar de mirar hacia adentro, debe forjar su propia visión estratégica sobre el nuevo orden global, una visión unificada hacia EEUU y China y hacia sus vecinos en Oriente Medio. El futuro será de todos, o no será.

El Periódico de Catalunya, Opinión, Lunes, 22 Julio 2019

jueves, 6 de junio de 2019

El Golfo no necesita otra guerra

Aunque el mundo todavía sufre las consecuencias de la Guerra del Golfo en Irak, Donald Trump, que se ha retirado del acuerdo sobre el programa nuclear iraní, endurece la posición de EEUU. Se espera que una segunda ola de duras sanciones contra Irán empeoren aún más la situación. La crisis actual en el Golfo no es un acto pasajero, ni un problema solo entre Washington y Teherán, o Israel e Irán. Refleja la profunda crisis entre Irán y Arabia Saudi. Y la cambiante e ineficaz posición política europea en las negociaciones con Irán. Lo local y lo regional se superponen con lo internacional.

La lucha regional entre Teherán y Riad se complica. Está en juego el control del estratégico estrecho de Bab Al-Mandeb, el paso hacia el Canal de Suez, por donde pasa la mayor parte del petróleo del mundo. Y en esta batalla, Yemen, un Estado ya empobrecido, es empujado hacia un colapso de su economía, se ensancha la división sectaria, aumenta la inseguridad y el vacío político, mientras su gente muere.

Irán vive una grave crisis interna y una complicada situación externa. La tensión con Occidente es clara. El desempleo y el coste de vida crecen. La economía se ha visto perjudicada por las políticas exteriores, los persistentes problemas estructurales, y el acceso a la financiación internacional y la corrupción. Además, con el acuerdo nuclear constantemente bajo amenaza de revocación, los bancos y empresas internacionales no se establecen en Irán. Todos estos problemas han persistido desde que el modelo implantado por la república islámica llegó al poder.

Al salir del acuerdo nuclear y vincular a Teherán con grupos terroristas, EEUU desencadena inestabilidad y cuestiona la intervención iraní en Siria, Yemen y Irak. Por su propio interés, Irán no puede abandonar el acuerdo nuclear, independientemente de lo que ofrezca la UE o de las sanciones que impone EEUU.

Para reducir la presión actual, hay que impulsar un diálogo regional. Restablecer la confianza y el respeto mutuos podría resolver los problemas regionales. Con la riqueza que existe en esta región, con su historia, la gente merece una vida mejor y pacífica.

La región no puede vivir al borde de la guerra de manera permanente, invadiendo fronteras con misiles, milicias o aviones voladores, y usando a sus ciudadanos como rehenes. Es preciso abrir canales, regresar a la mesa de negociaciones y dejar de cambiar mapas y agotar la riqueza.

El enfrentamiento entre EEUU, Israel y Arabia Saudi con Irán parece el preludio de una guerra, que será costosa para toda la región. Es necesario encontrar una solución pragmática, restablecer las relaciones de vecindad y gestionar los enormes recursos de la región para mejorar la vida de sus ciudadanos.

No parece que a Trump o al régimen iraní les convenga una guerra. Pero la situación se podría deslizar hacia otro conflicto sangriento por casualidad, o quizás fabricado, si los partidarios de la línea dura en EEUU, Irán, Israel y Arabia Saudi ganan la partida.

El Periódico de Catalunya,  Opinión, Pag.7  Martes, 4 de Junio 2019

lunes, 18 de febrero de 2019

De una primavera a un duro invierno

Ocho años desde el estallido de la ola de protesta o la llamada Primavera Árabe, y la economía no ha ido a ninguna parte entrando en un círculo vicioso. Solo cinco de los 22 países de Oriente Medio han registrado un crecimiento económico.

Desde 2011 hasta 2017,la región ha perdido 802.800 millones de dólares en actividad económica. Algunos países están al borde de la ruina económica y financiera, por las guerras y la inestabilidad política. Además, los riesgos geopolíticos surgen por el terrorismo y la insistencia de algunos gobernantes en no dejar sus sillas aunque esto cueste cientos de miles de vidas y millones de desplazados. 

El PIB de Argelia, Irán, Kuwait, Egipto y Sudán es menor ahora que en 2011. El conflicto ha arruinado las economías de Siria, Libia y Yemen. Las sanciones contra Irán y el precio del petróleo y la crisis en la región del Golfo han hecho más daño.

El desempleo fue uno de los factores fundamentales de los movimientos de protesta, junto con la lucha contra la corrupción y una mayor participación democrática. Pero, ocho años después, el cumplimiento de estas expectativas se ve lejano y el duro invierno derivado del fracaso político y económico ha provocado que decenas de miles de jóvenes decepcionados se radicalicen o intenten emigrar lejos y huir de la guerra y la miseria. 

Con 40 millones de jóvenes desempleados, la mitad sin educación ni formación, la región tiene la mayor tasa de paro juvenil en el mundo: un 27,2%. El mayor desafío es crear empleo al mismo ritmo que crece la población. 

El progreso económico requiere un cambio político, pero la inestabilidad ha impactado en el crecimiento y el empleo. Se necesita crear economías inclusivas y empleo juvenil. Se requiere un enfoque dual en la creación de puestos de trabajo, incluido el autoempleo y adaptar los conocimientos al mercado laboral, liberar el camino para el sector privado, una mayor inversión pública en infraestructuras, en sanidad y educación.

Los árabes cuentan con todos los recursos para tener éxito: una población joven, una gran cantidad de fuentes de energía (petróleo, gas, energía solar), destinos turísticos impresionantes y una ubicación geográfica excepcional en la encrucijada de Europa, África y Asia.

Los jóvenes menores de 30 años son mayoría. Ellos representan el futuro y deben ser la prioridad de los gobiernos. Es necesario proporcionarles un proyecto alternativas para acomodar su enorme energía, para reconstruir la región, liberarla del sectarismo, la tiranía y la injusticia.

Expansión, Opinión. Ed. Catalunya Pag.2, Jueves, 14 febrero 2019

domingo, 30 de diciembre de 2018

El viajero del Golfo

A pesar de los planes para desarrollar su propia industria turística y transformarse en destino, el Golfo sigue siendo una región emisora de turistas con alta capacidad de gasto. Largos períodos de buen tiempo, y tener la sede de las tres mejores aerolíneas del mundo, Emirates, Qatar Airways y Etihad Airways, entre otras ventajas, no evitan que el turismo saliente haya crecido en los últimos años, alcanzando unos gastos superiores a los 60.000 millones de euros en 2017. Una cifra similar a los ingresos de España por turismo, con 82 millones de visitantes el mismo año. Es decir, que el turismo saliente de los seis países de la península Arábiga tiene un gasto 6.5 veces más alto que el promedio mundial. 

Los viajeros de esta región son en su mayoría jóvenes y orientados a la familia, con grandes ingresos disponibles, y que buscan alojamiento, comida y servicios de alta calidad. Valoran la variedad de atracciones y paisajes, la infraestructura desarrollada y los sistemas comunes de visa y moneda, que facilitan los viajes de múltiples destinos.

Consideran que Europa ofrece diversidad de experiencias, así como oportunidades para comprar lujo, marcas y moda. Las barreras para reservar un viaje a Europa incluyen cuestiones de seguridad y protección, y el idioma, entre otras.

Son viajeros experimentados. Un 80% hace uno o dos viajes al año. Planifican con antelación, y prefieren ir a destinos directos. Para facilitar su llegada, es clave comprender que les interesa el ocio familiar, el paisaje, y la cultura, y no están condicionados por el sol y playa.

Es importante disponer de una visión general de sus perspectivas, y comprender el perfil de esos viajeros. Europa puede desarrollar productos turísticos paneuropeos específicos para atraer a los turistas que buscan visitar múltiples destinos.

Barcelona está de moda en los países del Golfo. La ciudad y la pasión por el Futbol y el Barça son factores de peso, y no dejan de ser claves los vuelos directos que las compañías aéreas del Golfo - la última de ellas, Etihad - han establecido para facilitar estas llegadas. Además, varios hoteles emblemáticos de la ciudad son propiedad de inversores de esta región. Es decir, Barcelona está en la agenda de estos turistas. Pero, captar estos viajeros implica impulsar programas específicos para promocionar Barcelona en esa región.

En la era del LowCost y los problemas derivados del turismo masivo, este turista excepcional escasea. El éxito de Barcelona y los otros destinos europeos, dependerá de ofrecer productos unificados para atraer a estos millones de turistas deseados.

Expansión, Edición Catalunya, Página 2, Jueves, 12 diciembre 2018

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Juego de Tronos en Yemen

Y de repente, el mundo vuelve a hablar de Yemen. La crisis que enfrenta Arabia Saudita en el contexto del asesinato del periodista Jamal Khashoggi en su consulado en Estambul el 2 de octubre ha rescatado del olvido la guerra y la violencia que lleva ya varios años y miles de muertos.

Pero ¿que pasa realmente en Yemen más allá de buenos y malos?. Yemen padece varios conflictos políticos y militares. En 2014, los Huthi tomaron el control de la capital, Sanaa, y otras partes del país, con el pretexto de reclamar una mayor participación en el poder. Disolvieron su Parlamento, y forzaron la dimisión del presidente Mansour Hadi, que, tras huir del arresto domiciliario, se refugió en Riad, la capital de Arabia Saudita. La guerra entre el norte y el sur se intensificó con los ataques a la ciudad de Adén, mientras Al-Qaeda cometía actos terroristas y se hacía fuerte.

Entretanto, los Huthi, primero se aliaron con el ex-presidente Ali Abdullah Saleh en el poder de 1978 a 2012, derrocado por el levantamiento popular que quería recuperar el poder, aunque fuera prolongando los problemas del país, y que fue finalmente asesinado por ellos, en 2017, acusado de traicionarles. En 2015, una coalición de 10 países liderada por Arabia Saudita y Emiratos Árabes, respaldada por Estados Unidos, Reino Unido y Francia en apoyo de lo que consideran gobierno legitimo de Yemen, entró en guerra bombardeando posiciones de los rebeldes en la llamada "Operación Tormenta Decisiva". Han recuperado el control de una gran parte del territorio, pero con un altísimo coste económico y humano, la mayor parte de las víctimas son civiles

La historia de Yemen, es la de una tierra compleja, con una estructura tribal muy fuerte y con la proliferación de armas, que han ocasionado más de 35 años de problemas y guerras. La vida nunca ha sido fácil en esta tierra. Hay un sentimiento secesionista en el sur. La guerra de las tribus chiitas Huthi para ampliar su influencia en esta región. El terror de Daesh y AlQaeda que han aprovechado el descontento y el vacío de poder para ganar terreno y seguidores. Y la intervención de la coalición internacional liderada por Arabia Saudita.

Ante este caos, el estado no tiene capacidad para atender las necesidades más urgentes y básicas de su población. Existe un brote de cólera sin precedentes, y el país enfrenta una crisis alimentaria catastrófica. 22 millones de personas necesitan ayuda alimentaria urgente, de ellos, 1.800.000 niños menores de cinco años enfrentan desnutrición aguda.

Yemen es el escenario de una lucha regional entre Teherán y Riad que se está complicando. Está en juego el control del estratégico estrecho de Bab Al-Mandeb, el paso hacia el Canal de Suez, por donde pasa la mayor parte del petróleo del mundo. Esta batalla ha empujado este estado empobrecido aún más hacia el abismo, mientras se ensancha la división sectaria. El país se desangra, hay un vacío político, sin ningún tipo de liderazgo formal, no hay gobierno, la seguridad se deteriora rápidamente, la economía está colapsada y la gente muere

Más allá, de las luchas de poder, y de la geopolítica, la situación ha provocado un peligroso enfrentamiento entre Irán y Arabia Saudita, que necesitan encontrar una solución pragmática, restablecer las relaciones de vecindad y gestionar sus enormes recursos para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos y de la región. La retirada de Donald Trump del acuerdo con Irán sobre su programa nuclear, y la decisión de endurecer la posición de EEUU, puede empeorar la situación.

Desde 1978 más de 550.000 personas han muerto en Yemen, por el hambre, la violencia o asesinadas, se estiman 10.000 desde 2015. Pero, la situación empeora.  El creciente número de víctimas civiles está elevando los temores sobre una situación humanitaria ya deteriorada. Ante esta catástrofe, la comunidad internacional debe actuar con máxima prioridad. Existe un interés moral y estratégico en estabilizar a Yemen, terminar la guerra no es suficiente. Es preciso buscar una salida negociada para desactivar las causas que han alimentado esta situación explosiva.

La única solución a la situación, es tratar de raíz todos los problemas. Las soluciones violentas y militares han demostrado no ser una opción. En esta zona nunca las armas han resuelto nada y solo han dejado muertes, odio, destrucción y que la paz y los anhelos de los pueblos de vida digna y libertad sean un proceso casi imposible de alcanzar. Una solución política debe prevalecer con el tiempo, pero solo si se consideran seriamente todos los desafíos y se abordan las cuestiones económicas, las reformas democráticas, los derechos humanos y de las minorías.

Hace unos días, murió Amal Hussain, la pequeña hambrienta niña yemeni. Imagen de la tragedia de su pueblo y de las terribles consecuencias de la hambruna y la guerra. Murió tras protagonizar otra de las imágenes impactantes de los últimos años que se espera que no quede pronto en el olvido. Tras más de 35 años de dictaduras, violencia y subdesarrollo, la nación más pobre del mundo árabe merece una oportunidad. A Yemen, le sobran bombas y le falta paz.

Crónica Global,  Pensamiento,Sábado, 10/11/2018 

miércoles, 24 de octubre de 2018

Las otras historias de Oriente Próximo

  La información sobre conflictos desestabilizadores, gobiernos represivos, primaveras frustradas, terror, caos y la peor crisis de refugiados, suelen ser los titulares de las noticias que llegan de Oriente Próximo, pero esta no muestra todas las historias ni es la imagen completa de una región en continua evolución. Hay tendencias económicas - como la revolución tecnológica- y sociales  -como la cultura innovadora- que se han puesto en marcha, son positivas y contrarrestan la fatalidad y el pesimismo.

Entre los factores de recuperación económica y revitalización regional está el papel inclusivo de la tecnología, el espíritu empresarial y el impulso del sector privado con una narrativa alternativa que crea nuevas industrias, y en consecuencia, nuevos empleos, y que puede diversificar las economías de la región alejándola de apostar solo por la producción de hidrocarburos.

La energía del futuro de Oriente Medio no será el petróleo, será su capital humano. En la región viven 380 millones de personas, el 60% de ellas menores de 30 años. Los jóvenes deben ser la prioridad. Son la energía que, bien canalizada, puede reconstruir la región, liberarla del sectarismo y la injusticia. El paro, sobretodo el desempleo juvenil, es un problema grave que aumentará si no se proporcionan alternativas.

La creación de empleo, especialmente para la población joven, es un desafío y una prioridad. En los últimos cinco años, la población en edad laboral de la región aumentó en 50,2 millones. Sin embargo, solo encontraron empleo la mitad, unos 25,4 millones de personas.

Los jóvenes, universitarios, emprendedores y nativos digitales, están interesados en las energías renovables, la robótica y las nuevas tecnologías. Hay que convertir esta tendencia en una opción de futuro mediante la creación de un entorno que promueve y fomenta el espíritu empresarial, mejora la educación y apueste por la innovación y un crecimiento inclusivo. La tecnología educativa es necesaria para proporcionar el salto. El ecosistema debe ser propicio para la captación de talento, y ayudar a producir una generación de creadores de empleo en lugar de solicitantes de trabajo. Por tanto, hace falta una acción seria para crear economías inclusivas y empleo juvenil y los gobiernos deben ayudar a fundar nuevas empresas, liberar el camino para el sector privado, y redirigir la inversión pública hacia elementos intangibles como la educación, la investigación y el desarrollo.

Existen también historias de coraje y ambición protagonizadas por mujeres empresarias. Iniciativas innovadoras, con gran impacto en su comunidad y que están cambiando mentalidades. Hay una tendencia ascendente, con participación del 22%, pero lejos aún del promedio mundial del 33%. La participación de las mujeres en la economía aumenta la clase media y reduce las desigualdades. 

Uno de los aspectos más notables es el auge de las startups con una alta tasa de crecimiento, El mundo árabe no será Silicon Valley, pero está en un momento prometedor. Se multiplican las iniciativas, los Business Angels. Crece espectacularmente el comercio electrónico y las grandes empresas internacionales empiezan a apostar por esta región. El numero de fondos de capital riesgo se ha duplicado. Las universidades están construyendo aceleradores e incubadoras para impulsar startups lideradas por jóvenes universitarios. Se notan los vientos de cambio desde Casablanca, Túnez, El Cairo, Ammán, Beirut, Dubái, o Riad. 

Estos jóvenes graduados son aprendices conocedores, adaptables, y trabajadores. Son empresarios digitales, agentes de cambio pacífico y positivo y portadores de los nuevos valores de la región árabe: el trabajo duro, la apertura y el aprendizaje. La brecha de financiamiento  para las Pymes en la región es significativa: se necesitan 280.000 millones de dólares (unos 242.000 millones de euros). Las pymes representan el 75% de los empleos en la región, pero solo reciben el 8% de los préstamos. Empoderar a esta generación, invirtiendo en sus nuevas empresas es el mejor uso constructivo de su energía. 

La innovación es una cuestión de supervivencia para sociedades y países, y el talento, la materia prima de la economía, se extiende por la región. El cambio constructivo puede provenir de la inversión en la innovación y en el espíritu empresarial que lleven a una revolución económica que beneficiará a todos, Desde el exterior hay mucha confusión y sensación de caos en esta región. Pero el caos puede ser el amigo del emprendedor, y el espíritu empresarial consiste en alterar el status quo.

El Periódico de Catalunya, Opinión, Pag. 8   Lunes, 15 Octubre 2018

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Turquia: Preocupación Creciente

Turquia eligió a principios de verano a Recep Tayyip Erdogan como el primer Presidente ejecutivo del país con nuevos poderes ampliados. 

Pero la nueva era no ha empezado bien y varios graves acontecimientos han impactado sobre la economía que está a medio gas y que era la razón principal de su éxito en los últimos años.

Nadie puede negar el milagro económico impulsado por el presidente Erdogan, que ha logrado multiplicar por cinco el nivel de ingresos per cápita en doce años y reducir la tasa de analfabetismo. Además, Turquía es hoy una de las 20 economías del mundo y juega un mayor papel en el escenario mundial.

Además, Turquía atrajo más de 180.000 millones de dólares de inversión extranjera en la última década. 50.000 empresas extranjeras se han instalado en su territorio, y su economía ha crecido en unos 800.000 millones de dólares al año. Ahora, Turquía es el sexto mayor socio comercial de la UE, con un volumen de comercio total de 140.000 millones de euros.

En los últimos diez años, crecieron el número de empresas españolas establecidas en Turquía a 610 y las inversiones de España superaron los 10.000 millones de euros. El volumen del comercio bilateral alcanzó los 9.800 millones de euros.

Pero desde el intento de golpe de Estado de julio de 2016, la ola de ataques terroristas, la cuestión kurda, las tensiones con Rusia, EEUU y la UE, la guerra en Siria y la creciente erosión de las instituciones democráticas, las cosas han empeorado. De momento no afectó a las tasas de crecimiento, y de hecho la economía turca creció en un asombroso 7,4% en el primer trimestre de 2018. Pero, a pesar de la  solidez de la expansión económica en los últimos años, hay dudas de que el impulso pueda mantenerse por mucho más tiempo.

El crecimiento se mantiene principalmente porque el Estado comenzó a inyectar dinero en la economía pero descuidó otras cuestiones clave como la inflación y la devaluación de la moneda, el aumento del déficit por cuenta corriente y el desempleo. La inversión extranjera directa ha caído a su nivel más bajo desde 2010, la tasa de crecimiento es la más baja desde 2008 y la recesión es una preocupación creciente.

Son muchos retos por resolver en un entorno de incertidumbres políticas y económicas. Se avecina una desaceleración de una economía que necesita impulsar cambios estructurales. Lograr esto en medio de la tensión política interna, regional e internacional será difícil pero no imposible.

La economía es lo suficientemente fuerte para soportar tormentas y el país tiene numerosos puntos fuertes: un PIB de 800.000 millones de dólares, una población de 80 millones, una ubicación geográfica con acceso a 1.600 millones de personas en Europa, Oriente Medio y Asia Central, instituciones modernizadas y un clima de negocios abierto. Pero el crecimiento está por debajo de su potencial, lejos del 9% de los mejores años, por eso necesita crecer más del 4% para crear empleo y atraer inversores para financiar el déficit.

El presidente Erdogan es una personalidad extraordinaria e inteligente, pero su estilo ha unido en su contra, todas las contradicciones tanto internas como externas. Parece querer dominar todo. Pero su proyecto de un partido de un solo hombre es muy frágil. Los últimos acontecimientos muestran esta debilidad política.

Con el nuevo mandato se teme que el control del presidente sobre la política fiscal y monetaria implique que haya más arbitrariedad en el entorno económico. Un ejemplo es el último decreto ley en el que Erdogan como presidente nombra al Erdogan ciudadano como presidente del mayor fondo soberano estatal con unos 200.000 millones de dólares. Esta tendencia podría inquietar a las empresas internacionales y afectar las esperanzas de los turcos de poder unirse algún día a la Unión Europea.

Hace dos décadas, Erdogan era el portador de un nuevo mensaje de pluralismo y poder compartido. Hoy, él mismo es el mensaje. Ya no se vota por un programa, una filosofía o incluso una nueva élite gobernante: se vota por Erdogan.

Hace cuatro años, Turquía parecía haberse convertido en un modelo de apertura económico que enfatizaba la empresa privada y un sector público solido que respetaba las normas y prácticas internacionales, especialmente en lo que respecta a la transparencia y el Estado de derecho. Hoy, sin embargo, la economía turca parece ser propensa a las tentaciones intervencionistas y las prácticas corruptas​.

El presidente debe encontrar un equilibrio, hay muchos frentes abiertos, y el futuro de Turquía depende de su respuesta ante los desafíos tanto internos como externos. Si la inestabilidad persiste puede desestabilizar al país, dañar su crecimiento y afectar a Europa.

Crónica Global, Pensamiento, Viernes, 21 septiembre 2018