domingo, 29 de septiembre de 2019

Perspectivas económicas en el Magreb

La región del Magreb se encuentra en un momento político y económico clave para su futuro. Los continuos disturbios y protestas políticas, además del conflicto abierto en Libia, afectan a la situación económica. 

En Argelia, tras la renuncia del Presidente Bouteflika, las reformas económicas y políticas previstas y los esfuerzos para abordar el nepotismo y la corrupción se han ralentizado, generando incertidumbre. Hay preocupación por el equilibrio fiscal y la inflación, y especialmente, por los ingresos que provienen de hidrocarburos, que representan el 80% del total.

En Marruecos, se mantiene la estabilidad económica y las perspectivas inmediatas, aunque hay protestas sin resultados ni cambios políticos que resuelvan los problemas de fondo. Se ha controlado la deuda, y el reto más importante para el reino es el rápido crecimiento de la población. El desempleo juvenil y el lento crecimiento incrementan la desigualdad y desencadenan malestar social.

Túnez se enfrenta a las subidas de impuestos en el combustible y los bienes básicos, y a las políticas de austeridad y a nuevas elecciones parlamentarias y presidenciales. Pero se esperan progresos. La inflación está disminuyendo y el Gobierno se está consolidando fiscalmente, lo que debería detener el aumento de la deuda pública para 2020.

En Libia, el conflicto abierto mantiene al país -en el ámbito político y económico- encaminado a una incertidumbre prolongada y una interrupción económica. 

Sin embargo, se estima que la región crecerá más del 2% este año. Túnez y Marruecos alcanzarán un 2.7% y 3.2 % en 2019, y hasta un 3.2% y un 3.8% en 2020. Argelia y Libia quedarán por debajo del 2%.

Hay mucho margen de mejora. Recuperar el proyecto de integración de la Unión del Magreb Árabe seria clave en una región que tiene ya más de 101 millones de personas y enormes recursos naturales. Y no olvidemos que su situación geográfica es clave, entre Europa al norte, y el África subsahariana al sur.  

China se aprovecha de las ventajas de esta región y ha conseguido un avance espectacular  aumentando su comercio y sus esfuerzos de inversión en un 15%. A de pesar que la UE sigue siendo  el primer socio económico del Magreb y dos tercios de los intercambios magrebíes se efectúan con la UE, las empresas europeas sólo dedican el 2% de sus inversiones en esta región.

La perturbación política paraliza las economías y puede disuadir las inversiones extranjeras en el corto plazo. Sin embargo, toda la región podría mejorar rápidamente si se acometen las reformas adecuadas.

Expansión, Edición Catalunya, Pag.2  Jueves, 26 septiembre 2019

1 comentario:

  1. Maghreb la gran promesa que nunca se concretisa, es una pena que no avance esta región con el gran potencial que tiene, y lo has detallado muy bien falta integración y políticas que atraigan la inversión.

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