jueves, 21 de marzo de 2013

El crecimiento de Catar



Cada vez que llego a Catar compruebo como está cambiando  en plazo muy corto de tiempo. Doha la capital parece una ciudad en construcción, un mosaico de empresarios y trabajadores de decenas de países. Los recién llegados están inundando el mercado aunque esto a veces sólo puede servir para intensificar la competencia.

 La pequeña península, rica en gas, está viviendo un auge espectacular y un crecimiento sin precedentes. Su economía se ha expandido diez veces, impulsada por las exportaciones de gas, mientras que su población se ha duplicado. Con el Mundial de Futbol de 2022 como proyecto estratégico, Doha se está preparando para un esfuerzo inversor extraordinario, con el enfoque principal en las infraestructuras para diversificar una economía dependiente del hidrocarburo.

Catar es el mercado de mayor crecimiento y el más rápido de proyectos, debido sobre todo a la presión de organizar un evento mundial diferente en 2022: el nivel de gastos se ha notado mucho más allá de las costas del Golfo.

 Las empresas internacionales desean jugar su papel sea como consultoras, contratistas o proveedores. Muchos buscan trabajo por primera vez en este mercado, ya sea por cuenta propia o en empresas conjuntas. La clave del  éxito será conocer el mercado, la comprensión de las necesidades de los clientes, precios de las ofertas atractivas y la selección de los mejores socios locales.

Los ambiciosos planes no tendrán ningún problema de financiación; disponen de 140.ooo millones de dólares, que es la valoración de los proyectos planeados o en curso. Una cantidad enorme de contratos para diseñar, licitar y ejecutar. Serán 370 adjudicaciones que se concursaran en pocos años. Las oportunidades abarcan sectores como el petróleo y el gas, la petroquímica, la industria, el transporte, la energía, el agua, la construcción y las infraestructuras. Escuelas y universidades, 12 estadios, 90.000 habitaciones de hotel y la infraestructura para recibir 400.000 aficionados, bienes y servicios, etc.

Pero el Emirato tiene que resolver algunos problemas y no poner en peligro su éxito, como los largos procesos de licitación o los retrasos, la coordinación entre los órganos de gobierno y las múltiples partes interesadas. O despejar las dudas sobre si Doha tiene la capacidad logística para administrar un programa de gran inversión, sobre todo el suministro de materiales y mano de obra.
 
A pesar de esto, Catar corre para aprovechar su momento y tenerlo todo a punto y la aceleración del crecimiento muestra pocas señales de ceder.
 
Expansión, Edición Catalunya, Pag.2. Miércoles, 20 marzo 2013




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