Los fondos de Oriente Medio han invertido más de 900.000 millones de euros en los mercados globales, pero ahora pueden estar buscando un cambio de rumbo, empujados por los precios bajos del petróleo, la situación en la Unión Europea y EEUU, sus mercados preferenciales; y los compromisos de enormes proyectos en la región.
Los países del Golfo tienen más de 220.000 millones de euros invertidos en valores de renta variable de EEUU, y otros 350.000 millones de euros de inversión directa en Estados Unidos, Europa y Asia. Sin embargo, en los últimos dos años han invertido con precaución en la UE y EEUU, y se han reorientado, por una parte hacia Asia, y por otra hacia su región y sus necesidades domésticas. La zona euro ha sufrido una recesión prolongada y la inversión en renta variable europea tiene bajo rendimiento. El euro está en un nivel bajo frente al dólar y todo indica un crecimiento débil. Mientras, el Índice Nikkei ha ganado un 54% en los últimos dos años, favorecido por las medidas gubernamentales, y son mucho más atractivos la renta variable japonesa, las acciones de Asia y los mercados emergentes.
Por otra parte, los países del Golfo pueden absorber sus ingresos petroleros en la región por el constante lanzamiento de grandes programas de inversión en diversificación económica e infraestructuras. Se espera que unos 614.000 millones de euros se concederán a diferentes proyectos, durante el período 2015- 2018, en los Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Egipto y Arabia Saudita. Equivale al 47% del PIB regional. Arabia Saudí concentra el 45% de esas inversiones.
También el Golfo se está convirtiendo en la meca para bancos y gestoras de patrimonio, por la cantidad de dinero de capital privado valorado por 193.000 millones de euros, frente a los 964.000 millones de euros en 2010. Y a pesar de los bajos precios del petróleo, los estados del Golfo no están frenando sus compromisos de capital, lo que indica que tendrían que echar mano de sus enormes reservas. En muchas operaciones, los fondos soberanos combinan factores políticos, económicos y financieros. Son casi 5,3 millones de euros, o el 9% del PIB mundial, el 40% corresponde a fondos de Oriente medio. Los gobiernos y grupos europeos que buscan capitales en la zona deberán adaptarse a esta nueva realidad y demostrar un profundo conocimiento del pensamiento de los fondos soberanos en la región Será imprescindible un compromiso a largo plazo para la construcción de relaciones que agreguen valor a su política de inversión.
Los países del Golfo tienen más de 220.000 millones de euros invertidos en valores de renta variable de EEUU, y otros 350.000 millones de euros de inversión directa en Estados Unidos, Europa y Asia. Sin embargo, en los últimos dos años han invertido con precaución en la UE y EEUU, y se han reorientado, por una parte hacia Asia, y por otra hacia su región y sus necesidades domésticas. La zona euro ha sufrido una recesión prolongada y la inversión en renta variable europea tiene bajo rendimiento. El euro está en un nivel bajo frente al dólar y todo indica un crecimiento débil. Mientras, el Índice Nikkei ha ganado un 54% en los últimos dos años, favorecido por las medidas gubernamentales, y son mucho más atractivos la renta variable japonesa, las acciones de Asia y los mercados emergentes.
Por otra parte, los países del Golfo pueden absorber sus ingresos petroleros en la región por el constante lanzamiento de grandes programas de inversión en diversificación económica e infraestructuras. Se espera que unos 614.000 millones de euros se concederán a diferentes proyectos, durante el período 2015- 2018, en los Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Egipto y Arabia Saudita. Equivale al 47% del PIB regional. Arabia Saudí concentra el 45% de esas inversiones.
También el Golfo se está convirtiendo en la meca para bancos y gestoras de patrimonio, por la cantidad de dinero de capital privado valorado por 193.000 millones de euros, frente a los 964.000 millones de euros en 2010. Y a pesar de los bajos precios del petróleo, los estados del Golfo no están frenando sus compromisos de capital, lo que indica que tendrían que echar mano de sus enormes reservas. En muchas operaciones, los fondos soberanos combinan factores políticos, económicos y financieros. Son casi 5,3 millones de euros, o el 9% del PIB mundial, el 40% corresponde a fondos de Oriente medio. Los gobiernos y grupos europeos que buscan capitales en la zona deberán adaptarse a esta nueva realidad y demostrar un profundo conocimiento del pensamiento de los fondos soberanos en la región Será imprescindible un compromiso a largo plazo para la construcción de relaciones que agreguen valor a su política de inversión.
Expansión, Opinión, Edición Catalunya, Pag.2, Martes 2 junio 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario