Las relaciones entre España y Marruecos viven sus mejores momentos. Los dos países enterraron u obviaron los conflictos o temas espinosos y crónicos, e iniciaron una etapa de fuertes vínculos políticos, económicos, militares, sociales y culturales.
Salvo el tema espinoso del Sáhara y Ceuta-Melilla, la evolución es positiva entre los dos países en materia de lucha contra el terrorismo y por la seguridad y el control de fronteras y la emigración clandestina. Y las exportaciones agrarias marroquíes a la UE han dejado de ser un hándicap para las relaciones bilaterales.
España y Marruecos se necesitan mutuamente. La relación de España con Marruecos se ha convertido en estratégica. El país magrebí es un aliado sólido y fundamental para España y su política exterior en el Magreb y en África.
A España y a Europa les interesa que a Marruecos le vaya bien, que progrese sin grandes problemas hacia la democracia, los derechos humanos, la igualdad de los géneros y un reparto más equitativo de la riqueza. Cuanto mejor le vaya a Marruecos mejor le irá a España. Y viceversa.
España es cada vez más activa en Marruecos en el terreno cultural, y dispone de la red de Instituto Cervantes más importante del mundo después de Brasil.
El vínculo económico entre España y Marruecos es asimétrico. Son socios naturales, complementarios y necesarios. España es el primer socio comercial, 22.000 empresas de España exportan a este mercado y más de 1.500 están presentes en múltiples sectores productivos y de servicios. Marruecos es el segundo mercado fuera de la UE después de EEUU y el primero de África.
Las exportaciones españolas a Marruecos crecieron un 16,3% de enero a agosto de 2017. España se consolida así, por cuarto año consecutivo, como el primer socio comercial de Marruecos. Los flujos bilaterales se duplicaron en los últimos seis años alcanzando los 12.600 millones de euros. Además, el turismo español es uno de los colectivos más importantes en Marruecos. 800.000 marroquíes viven en España, u miles de españoles trabajan en Marruecos.
Extender la cooperación multilateral entre ambos países en África para poner en marcha proyectos de interés común y en beneficio del continente africano, ofrece grandes oportunidades, pero también grandes desafíos. Con Marruecos se debe aspirar a construir una relación parecida a la que se mantiene con Francia y Portugal. El interés mutuo minimiza muchos problemas.las relaciones humanas, turísticas, económicas, comerciales y culturales pesan mucho más que los temas conflictivos.
Expansión, Edición Catalunya, Opinión, Pag.2 Lunes, 8 enero 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario