domingo, 31 de julio de 2022

La nueva normalidad del turismo Mediterráneo


 RESUMEN:

El sector turístico se ha visto muy afectado en los dos últimos años por la lucha contra la pandemia del COVID-19. La vuelta a la normalidad no está a la vista, ya que el coronavirus aún no está totalmente controlado. Sea cual sea la nueva normalidad, con la progresiva relajación de las normas sanitarias y la reapertura de las fronteras, los turistas están volviendo, sobre todo a los destinos vacacionales del sur de Europa: en el primer semestre de 2022, hubo un crecimiento del 11,7% en los destinos europeos del Mediterráneo, mientras que Oriente Medio y África experimentaron un descenso del 20,8%.

Cuatro países mediterráneos se encuentran entre los destinos más populares del mundo: Francia, España, Italia y Turquía. El Mediterráneo es el primer destino turístico del mundo, ya que representa el 35% de todas las llegadas de turistas internacionales y el 30% de los ingresos del turismo mundial. Alberga el 20% de la capacidad hotelera mundial. En los 24 países mediterráneos hay 10.000 destinos, unos 100.000 hoteles y cerca de un millón de restaurantes. El turismo mediterráneo también representa el 13% de las exportaciones de los países mediterráneos y el 23% del sector de los servicios, dando empleo a millones de personas.

Pero la pandemia ha dejado al descubierto numerosas debilidades del sector turístico mediterráneo, que se enfrenta a un exceso de capacidad hotelera, a la burocracia, a la falta de flexibilidad e innovación; a las crisis económicas recurrentes y a la escasa cooperación entre todos los agentes del sector. Muchos países del sur de la región sufren de incertidumbre e inestabilidad política. Y como su principal fuente de divisas se ve afectada, las consecuencias económicas pesan especialmente en estos países, desanimando a los inversores, exacerbando el desempleo y empujando a las poblaciones jóvenes a emigrar. El cambio climático, las catástrofes naturales, los incendios, los huracanes, las sequías y la escasez de recursos, así como los terribles atentados terroristas, plantean grandes problemas al turismo. Lo que ocurre en cualquier parte del mundo afecta dramáticamente a todo el sector turístico.

En la actualidad, todos los países vacacionales más populares del sur de Europa están afectados por una ola de calor extrema, con temperaturas muy por encima de los 40 grados y sin lluvias durante meses. Italia está luchando no sólo con una crisis de gobierno, sino también con una sequía e innumerables incendios forestales. La situación en España es similar, con incendios especialmente graves en el noroeste, en la frontera con Portugal y en Cataluña, pero las llamas también arden en el centro de España y en Andalucía. Ante la tensa situación, el vecino Portugal ha declarado el tercer estado de emergencia más alto. Se han quemado decenas de miles de hectáreas de bosque y se han destruido casas; los incendios también se han cobrado vidas humanas.

 La pandemia ofrece la oportunidad de convertirse en un punto de inflexión para el sector hacia un turismo basado en la sostenibilidad. Para ello, todo el sector turístico mediterráneo necesita urgentemente apoyo para permitir su transformación basada en los tres pilares de la sostenibilidad -económica, medioambiental y social- con la ayuda de las empresas locales y la innovación digital. El turismo del futuro requiere un replanteamiento de toda la cadena de valor, destinos, empresas y turistas. El turismo orientado a la comunidad promueve un comportamiento responsable del consumidor al fomentar un intercambio cultural y un entendimiento más profundos que el tradicional turismo de sol y playa. La concienciación de los veraneantes es especialmente importante en este sentido, ya que los consumidores determinan la demanda y son un poderoso motor de cambio. El turista medio ha cambiado después de la pandemia y, en general, busca experiencias personales en lugar de un turismo de masas. Esta tendencia a la individualización va acompañada de mayores expectativas en términos de calidad, higiene y precauciones de seguridad.

Para seguir atrayendo a los turistas en el futuro y asegurar la posición de liderazgo de la región mediterránea en el mundo, es necesaria la creación de un organismo formal de la industria turística mediterránea. El turismo mediterráneo sigue siendo un sector irregular, heterogéneo y fragmentado. Un foro común para el sector turístico mediterráneo podría aunar voces y representar intereses comunes, compartir recursos, asegurar precios, negociar contratos, proporcionar apoyo legal en disputas y comunicarse con los gobiernos. El objetivo debe ser un plan para consolidar el sector para una cooperación más profunda en la región y coordinar un mercado turístico mediterráneo coherente, moderno y eficiente. Sólo juntos podrán los países mediterráneos hacer realidad este objetivo en la nueva normalidad.

Anwar Zibaoui, Opinión, Economía,  Turismo Mediterráneo, 29 julio 2022

https://www.freiheit.org/es/espana-italia-portugal-y-dialogo-mediterraneo/turismo-en-el-mediterraneo-la-nueva-normalidad

 https://www.freiheit.org/

 ARTICULO EXTENDIDO: 

"""La batalla contra el covid-19 continúa mientras se convierte en una enfermedad crónica que todavía no está bajo control. La pandemia ha expuesto numerosas vulnerabilidades y problemas, sin embargo, nos encontramos ante una oportunidad única de reiniciar sectores como el turismo y ofrecer un nuevo modelo más sostenible.

El sector turístico mediterráneo ya enfrentaba la sobreoferta de capacidad hotelera, la burocracia, la falta de flexibilidad e innovación, crisis económicas o la poca colaboración entre todos los actores del sector. Problemas como el cambio climático, los desastres naturales y la limitación de recursos disponibles o desafíos como actos de terrorismo sin sentido, incendios, huracanes o sequias. Lo que ocurre en cualquier lugar del mundo afecta a todo el sector turístico de forma drástica.

Sea cual sea la nueva normalidad, con la reapertura gradual de fronteras, los viajeros empiezan a llegar a sus destinos y es el momento de responder debidamente con soluciones duraderas y definir el futuro.
Porque a pesar de la pandemia y la guerra en Ucrania los indicadores son buenos. En el primer semestre de 2022, se ha producido un crecimiento del 11,7% en los destinos mediterráneos europeos. Aunque, Oriente Medio y África registraron una disminución del 20,8%.  La  región mediterránea tiene el 20% de la capacidad de alojamiento hotelero a nivel mundial. Los 24 países mediterráneos cuentan con 10.000 destinos, unos 100.000 hoteles y un millón de restaurantes.

Cuatro países mediterráneos están entre los principales destinos mundiales Francia, España, Italia, Turquía. El Mediterráneo es la zona principal de turismo del mundo, acoge el 35% de todas las llegadas de turistas internacionales y el 30% de los ingresos por turismo a nivel mundial. El turismo mediterráneo también representa el 13% de las exportaciones de los países mediterráneos, el 23% del sector de servicios y emplea a millones de personas. Sin embargo, el turismo mediterráneo sigue siendo un sector irregular,  heterogéneo y fragmentado.

Muchos países del sur de la región pagan cara la factura de la pandemia, de la inseguridad y de la inestabilidad política. Y con su principal fuente de divisas impactada, las consecuencias lastran unas economías con problemas profundos, ahuyentan a los inversores, incrementan la inestabilidad, agravan el desempleo, empujando a sus jóvenes a emigrar.

Ahora el sector turístico mediterráneo  requiere un apoyo vital que facilite su transformación hacia un nuevo modelo más resiliente, verde y azul, que fortalezca las economías locales de forma equilibrada y sostenible.

La pandemia puede ser el punto transformador de las economías mediterráneas. Sabemos que debemos reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Ha comenzado una Cuarta Revolución Industrial, con nuevas herramientas digitales, que son un poderoso acelerador de la inclusión, la competitividad y la cooperación y que mejora la sostenibilidad. Desde la crisis financiera mundial de 2008, sabemos que hay que evolucionar. Si bien históricamente, el turismo ha demostrado una gran capacidad para adaptarse, innovar y recuperarse de la adversidad, esta situación sin precedentes requiere nuevos enfoques, una respuesta solida y asociación a varios niveles
Los retos presentes y futuros para el Mediterráneo pasan por convertirse en un destino turístico sostenible e imponen una responsabilidad compartida basada en los tres pilares de la sostenibilidad: económico, ambiental y social. El turismo del futuro incorpora objetivos de desarrollo equilibrado y focalizado, y precisa un cambio de actitud de toda la cadena de valor: destinos, empresas y turistas deben enfrentarse a los desafíos y involucrarse en las nuevas medidas y acciones que garanticen su sostenibilidad, eficiencia y rentabilidad.

Un turismo impulsado por la comunidad también promueve el comportamiento responsable del consumidor al fomentar un intercambio cultural y una comprensión más profundos que el turismo tradicional de sol y playa. No hay que olvidar la importancia de la concienciación del visitante. Los consumidores son un poderoso motor de cambio. Sus voces y demandas tienen el poder de mejorar la economía y el bienestar

El nuevo viajero post-pandemia ha cambiado y buscará experiencias más personales, alejándose de los destinos masivos. Este viajero ha desarrollado mayores expectativas de higiene y seguridad , y es probable que cambie a experiencias de vacaciones que se centren en la calidad en lugar. Es un cambio de enfoque importante.

La industria turística mediterránea carece de un organismo formal que pueda reunir a todas sus voces, y represente y coordine sus intereses compartidos. Hace falta establecer un organismo  único que actúe como foro del sector para fomentar una mayor colaboración y unidad, compartir recursos, asegurar precios, renegociar contratos, brindar soporte legal para disputas y comunicarse con los gobiernos. Es preciso mejorar la capacidad de continuar atrayendo turistas, con el fin de afianzar la posición  de liderazgo  a nivel mundial

El camino está claro: impulsar la cooperación y coordinación de un mercado turístico mediterráneo coherente, moderno y eficiente. Un sector rentable, que genere no solo ingresos sino también puestos de trabajo y beneficie a toda la población. Un sector preparado ante el cambio climático y alineado con los Objetivos de Desarrollo. Sin un plan global que consolide su liderazgo, la recuperación y perdurabilidad  está en peligro.

El impacto del turismo no solo es importante en la economía. También es una experiencia de aprendizaje que abre nuevas perspectivas a otras culturas, facilita la comprensión de la historia, y el modo de vida de otros pueblos. No es de extrañar que algunos de los mejores escritos de la literatura han sido producidos por escritores viajeros como Marco Polo e Ibn-Battuta."""

Anwar Zibaoui JULIO 2022


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