jueves, 24 de octubre de 2013

Los árabes, de compras

Es muy conocida la pasión de los inversores de Oriente Medio, especialmente los árabes del Golfo, por las compras de inmuebles, hoteles de renombre y centros comerciales en Europa y en el mundo. La crisis financiera en 2008 y las grandes pérdidas que originó les había frenado un poco este apetito de asumir altos riesgos, y les había obligado a ser más cautelosos.
 
Pero algo está cambiando en los últimos meses en el mercado inmobiliario europeo, lo que se traduce en un aumento de confianza de los inversores en el sector, a pesar de la volatilidad en los mercados de acciones y de bonos. Los inversionistas de Oriente Medio y Norteamérica son los principales impulsores de este aumento de la actividad, que alcanzó un valor de 32.600 millones de dólares de transacciones, lo que muestra un aumento del 22% sobre el mismo periodo del año pasado, el más alto desde 2007.
 
Por tanto, los inversores de Oriente Medio vuelven a desempeñar un papel activo en los mercados de inversión inmobiliaria, no sólo en Europa sino a nivel mundial, con operaciones en muchas de las ciudades más grandes del mundo. Demuestran capacidad para desplegar grandes sumas de dinero pero para operaciones adecuadas, lejos de los caprichos de otras épocas.
 
El precio del petróleo continúa proporcionando una fuente constante de capital, dinero que la región no puede absorber, por lo que buscan fuera oportunidades atractivas en el sector inmobiliario, sobre todo en ciudades muy conocidas.
 
Este capital es, en general, de carácter institucional, casi la mitad procede de los fondos soberanos. Las transacciones de los compradores de Oriente Medio muestran un fuerte sesgo hacis Londres,.cerca del 50% del total, y en las oficinas, aunque hubo varias grandes propiedades comerciales entre las compras realizadas.
 
Por ejemplo, los fondos soberanos de Qatar han sido los principales compradores de la propiedad europea en los últimos meses, con inversiones de 3.500 millones en ocho compras, como la villa de los atletas olímpicos de Londres o los Champs Elysées de Paris.
 
Estos compradores buscan ciudades o países por su potencial de crecimiento sólido y su estatus como un centro económico, financiero regional o global, junto con un entorno político estable y un sistema legal transparente. Y se sienten atraídos por el flujo de ingresos constante y la posibilidad de crecimiento del capital a largo plazo. Estos factores son claves para acelerar sus decisiones.
 
Expansión, Edición Catalunya, Opinión, Pag 2, Miércoles, 23 octubre 2013

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