El regreso del Banco Africano de Desarrollo a Costa de Marfil, su sede original después de pasar 11 años en Túnez, es una señal de que la situación ha cambiado. Una evidencia de que el proceso de paz y la transformación están en marcha. En África occidental, Costa de Marfil es central y clave para la integración tanto de la sub-región como del continente.
En Costa de Marfil, desgarrada por una guerra que dejó más de 3.000 muertos, después de una larga crisis político-militar durante 10 años y una grave crisis económica desde mediados de los 80 , todo estaba languideciendo. Retroceso económico, tejido social perturbado, infraestructuras degradadas, instituciones debilitadas, destierro del mundo y evitado por los empresas internacionales.
Hoy, el país renace. La paz es más rentable, la mayoría de sus políticos parecen más conscientes de que la terquedad y el aislacionismo conducen a los conflictos con consecuencias son impredecibles, a pesar de los sentimientos.
Económicamente, los logros son indiscutibles al pasar de un retroceso del - 4,7% en 2011 hasta un avance del 9,8% en 2012, del 8,7% en 2013 y un 10% previsto en 2014. Esta fuerte subida está impulsada sobre todo por la inversión pública, la minería, la construcción,y la agroindustria.
La mejora del clima de negocios y la diplomacia económica han contribuido a que el país sea un destino atractivo para los inversores privados, favorecido por la nueva ley de inversión, la implementación de la ventanilla única para la creación de empresas (5.500 compañias creadas desde 2012), el establecimiento del tribunal arbitral y la simplificación de los procedimientos de propiedad de la tierra.
Estas reformas situaron el país entre los diez principales reformadores en 2013, según Doing Business 2014. Además, Costa de Marifil disfruta de una buena calificación de crédito, aunque todavía tiene pendiente el desarrollo del sector privado y consolidar la estabilidad macroeconómica.
Costa de Marfil es el mayor productor de cacao del mundo, ya que representa el 36% de la producción. Café y cacao son los principales recursos naturales, con el 70% de las exportaciones y el 15% del PIB. Un fuerte crecimiento es necesario pero no suficiente para reducir la pobreza y la desigualdad. Se deben fortalecer las políticas redistributivas, la educación, la sanidad y, sobretodo, crear empleo.
Costa de Marfil ha sido testigo de la decadencia, del renacimiento y del resurgimiento, En tres años ha salido del circulo vicioso para entrar en uno virtuoso. Ahora toca superar todos los ensayos.
Expansión, Ed.Catalunya, Pag. 2, Opinión, Lunes, 22 septiembre 2014
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