lunes, 20 de mayo de 2019

La nueva inversión internacional : 2019

El mundo está cambiando a un ritmo acelerado por el progreso tecnológico, los factores geopolíticos, el cambio climático y el proteccionismo. Esta evolución trae incertidumbre y riesgo e influye en las decisiones del inversor internacional.

Los países deben reelaborar sus políticas actuales, abordar tanto el cambio como la confianza de los inversores a través de decisiones políticas y marcos legales, y crear un ecosistema que permita que tanto la sociedad como la economía prosperen, de forma que el desarrollo del mercado interno no obstaculice el comercio internacional. Pero ¿están preparados los gobiernos para afrontar estos retos?

Una comprensión  de los riesgos es tan fundamental para que los gobiernos tomen decisiones inteligentes como lo es para que los inversores elijan los proyectos correctos. Las opciones para los gobiernos son múltiples, desde políticas proteccionistas hasta el libre comercio. Por otro lado, el dinero se protege, por lo que los inversores también tienen la libertad de elegir dónde quieren colocarlo.

Hay nuevos desafíos, como la industria 4.0, la economía digital, la inestabilidad política ante la cambiante geografía humana, o los nuevos modos de colaboración. Un futuro diferente que nos lleva a un cambio global.

Las agencias de promoción deberían evolucionar para seguir siendo competitivas, adaptarse para gestionar y atraer inversión y ayudar a crear empleo y oportunidades, y redoblar los esfuerzos innovadores para alcanzar altos niveles de éxito.

El flujo mundial de inversión internacional cayó un 23% en 2017. La inversión transfronteriza se redujo drásticamente, mientras que el crecimiento fue cero en las economías en desarrollo. Con una recuperación modesta en 2018, esta tendencia negativa es una preocupación que exige la formulación de políticas, especialmente para los países emergentes, donde la inversión internacional es crucial para su desarrollo industrial sostenible.

Las agencias disponen de una gran cantidad de datos que les puede permitir identificar la estrategia más adecuada. Un número creciente de inversores está buscando opciones que puedan crear un impacto positivo en la sociedad y en el mundo. El término acuñado es "Inversión Ética o Socialmente Responsable", una nueva tendencia que aumentó un 37% en 2017, a 445.000 millones de dólares. Estas inversiones son exitosas, generan retornos alentadores y un gran impacto social por lo que hay que tener en cuenta en el futuro global. Hay que estar preparados para enfrentarse a la nueva realidad. 

Expansión, Edición Catalunya, Opinión.  Sábado, 11 Mayo 2019

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