jueves, 19 de diciembre de 2019

Mediterráneo sostenible

Encajado entre África, Asia y Europa, con una gran biodiversidad y características históricas que lo hacen único, el mar Mediterráneo se enfrenta hoy a numerosos desafíos.  Su futuro y el de toda la región pasa por resolver múltiples amenazas: el desarrollo económico, el cambio climático, la demografía, la desigualdad entre el norte y el sur, la población joven, la inclusión de la mujer, el paro, el exceso de urbanización, la democracia, la gestión del turismo, la contaminación, el tráfico marino...

Es imprescindible mejorar la gestión de este mar común y de sus recursos, como por ejemplo la política energética, especialmente en el campo del gas y la energía solar, y conservar su inmenso patrimonio. La historia del Mediterráneo siempre ha estado dependiente  del clima  y la dieta: no hay que olvidar que los productos del suelo dependen del cielo.

En los próximos años, las consecuencias del calentamiento global se volverán más graves. Si no se toman medidas urgentes, el cambio climático y la escasez de agua en el Mediterráneo acrecentarán el impacto de los diferentes conflictos y añadirán nuevos retos. Es preciso ordenar los usos, gestionar los recursos y conseguir la sostenibilidad.

Hoy la mayoría de países están comenzando  a sufrir los efectos de la contaminación y hay una creciente conciencia de que el cambio climático no tiene fronteras, nacionalidad o religión y no se puede detener construyendo muros. Afecta a todos. La situación exige movilizarse y construir juntos un futuro sostenible.
En el Mediterráneo es urgente impulsar la creación de economías eficientes en recursos y resistentes al clima. Es el primer paso hacia un futuro que debe incrementar la cooperación entre las riberas del Mediterráneo, proteger su ecosistema, impulsar los empleos verdes y fomentar el crecimiento sostenible en línea con la Agenda 2030.

Resulta necesario buscar un consenso global con la participación de todos los actores públicos y privados  en torno a los principios generales de afrontar el desafío climático con una combinación de solidaridad social e internacional, innovación tecnológica y oportunidades de negocios.

El potencial de la región es considerable. Cuenta con un sistema de energía hidroeléctrica, recursos eólicos y radiación solar de las más altas del mundo. Técnicamente, la región podría cubrir sus necesidades y la del resto del mundo a través de energía solar.

Todos los recursos deben estar al servicio del Mediterráneo y sus economías y sus pueblos. Ahora es el momento de estimular este crecimiento sostenible en el Mediterráneo .

EXPANSIÓN, Edición Catalunya, Pag.2. Miércoles, 18 Diciembre 2019

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