La economía de Túnez ha entrado en recesión el segundo trimestre debido a una serie de factores, como una caída de la inversión, de las exportaciones y de la producción de sus sectores no manufactureros, y una fuerte caída de ingresos por turismo, de un 59,6 %, debido a los ataques terroristas. Esto aumentará la tasa de desempleo - del 15%- y afectará a la recuperación.
El turismo es su principal industria y aporta el 10% del PIB y el 15% del empleo, de manera que el golpe a este sector daña a la estabilidad política y económica.
La economía ha experimentado una fuerte caída desde 2011,y sólo ha conseguido crecer un 3%, muy por debajo de las tasas necesarias para proporcionar puestos de trabajo para la creciente población.
Su principal Socio comercial es Europa, y la demanda se ha reducido por la crisis en la zona euro.
Túnez tiene los ingredientes para re-dinamizar su economía: una fuerza de trabajo bien formada, situada entre el Mediterráneo y el Sahara, que actúa como un enlace de negocios para Europa y África. Apertura económica, turismo, energía y sol, son factores importantes para conseguir atraer la inversión, pero el país tendrá que apostar por un sistema que proteja la economía, y que de garantías a los inversores eliminando restricciones y trámites burocráticos de la anterior etapa de la corrupción.
El modelo económico actual ha llevado a una baja inversión, baja productividad y bajo valor añadido. Existe una necesidad urgente de una reforma fundamental en todos los sectores de la economía, sobretodo las leyes bancarias y de inversión.
La inversión extranjera podría proporcionar un impulso necesario, dado que el país dispone de escasos recursos financieros, El Gobierno tiene que actuar con urgencia para reintegrar a los jóvenes desilusionados en la vida económica y política. Si falla, el riesgo de un retorno a la agitación popular es muy alto. En Túnez, el espíritu empresarial podría ser el vehículo para la innovación, pero eso requiere un cambio de mentalidad. Se debe animar y facilitar que los jóvenes puedan crear sus propias empresas.
La recuperación está indisolublemente vinculada a dinamizar la economía y el turismo. Un clima político más estable y la ayuda internacional, sobretodo de la UE, serán claves. Para ello se necesita invertir en democracia, paz y seguridad; y un desarrollo más equilibrado. Esto atraerá la inversión y un repunte continuo del turismo, y sus beneficios ayudarán a promover la estabilidad social, pero además, el gobierno debe trabajar con el sector privado.
Expansión, Edición Catalunya, Pag. Opinión, Lunes, 21 septiembre 2015
Expansión, Edición Catalunya, Pag. Opinión, Lunes, 21 septiembre 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario