Marruecos vuelve a ser el destino de la primera visita oficial fuera de la UE de un Presidente de la Generalitat. El viaje que el President Artur Mas realizará esta semana al país es una muestra de apoyo al camino emprendido por Marruecos y ayudará a impulsar la cooperación política, económica y social desde Cataluña.
Cataluña es el primer socio comercial de Marruecos en España, representa el 25% del total. Nunca antes a las relaciones bilaterales habían alcanzado el nivel actual. Y Cataluña ha transformado este país en un centro de acción prioritario y implicando a las empresas catalanas se han implicado en este proceso.
Es el principal cliente de África, y el tercero fuera de la UE, solo superado por EEUU y Turquía. Los intercambios se han incrementado espectacularmente en la última década, un 250%. España es su segundo socio comercial con intercambios que alcanzan los 5.500 Millones €. Hay que añadir los flujos entre Ceuta y Melilla y el norte de Marruecos. También refleja la importancia de este mercado, la presencia de más de 1.500 empresas, gran parte de ellas catalanas, presentes en sectores como electricidad, telecomunicación, inmobiliario, turismo, agricultura, pesca, distribución, transporte, textil, banca, energía, Ingenierías, automoción, o aeronáutico. Además, se abren oportunidades en los grandes proyectos de construcción de autopistas, puertos y aeropuertos, redes ferroviarias y energías renovables.
La economía marroquí ha sido la que mejores logros han tenido en el Norte de África durante la última década, aunque el crecimiento del PBI ha sido lento, ya que es un importador neto de materias primas. En 2011, el PIB creció un 4.3 %. Este año apunta a una cierta mejora pero dependerá del desarrollo político y sobre todo de la situación económica europea, que es su principal socio comercial.
Con unos bajos niveles de deuda pública e inflación, y un sistema financiero estable, Marruecos no ha sido muy golpeada por la crisis mundial por su limitada exposición a los mercados internacionales. En los últimos años, se han aplicado una serie de planes diseñados para modernizar el país, reducir el paro y atraer la inversión, como el ambicioso programa de infraestructuras, el plan 2020 para el turismo, el Plan MarocVert para el sector agrícola, así como la puesta en marcha del Puerto TangerMed, la fábrica de Renault o el tren de alta velocidad, entre otros.
Esta visita puede ayudar a multiplicar la cooperación y el conocimiento mutuos, pero es imprescindible la creación de marcos estables y permanentes, que favorezcan la difusión adecuada de la realidad de ambos países y fomenten la actuación de todos los agentes de la sociedad civil, especialmente los económicos.
Expansión, Edición CAtalunya, Opinión, 27 febrero 2012
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