martes, 15 de mayo de 2012

Algo está cambiando en Africa


Nelson Mandela decía siempre: « Parece imposible hasta que se hace ».  Y África, el llamado  Continente sin esperanza, parece que empieza a tenerla. Algo está cambiando no solo a nivel político. Las últimas elecciones en Senegal y Liberia o el rechazo de las tentativas golpistas en Malí señalan una tendencia. También a nivel económico empiezan, aunque lentamente, a cambiar los indicadores. África es una región que aún está pendiente de ocupar su lugar: muchos de sus países buscan el camino. Algunos, con tasas de crecimiento económico al alza, caída de la hambruna, mejoras en cuanto a enfermedades y el caos político. Pero el resto o la mayoría de ellos todavía tienen un largo camino por recorrer. En la última década, África ha crecido más rápidamente que el este de Asia. Aun teniendo en cuenta el efecto dominó de la desaceleración en el hemisferio norte, el FMI espera que África crezca un 6% este 2012.

PERO LOS DATOS tienen que ser tomados con mucha prudencia. Las cosas son muy precarias y la mayoría de los africanos viven con menos de dos dólares al día. La producción de alimentos sigue siendo insuficiente. La esperanza de vida es en algunos países inferior a los 50 años. La hambruna, la sequía, la deforestación y la desertización son recordatorios crueles de que el continente que menos ha contribuido a las emisiones de CO2 puede que sea el más afectado por el cambio climático. La autocracia, la corrupción y las luchas no van a desaparecer de repente, pero en un momento oscuro para la economía mundial el progreso de África es una señal de que es posible la promesa de la transformación. 

Algunos países, como Angola, Ghana y Guinea, han tenido un vertiginoso crecimiento, y otros han comenzado una senda positiva. Sudáfrica, que representa un tercio del PIB de la región, es el modelo para muchos a pesar de sufrir una plaga de casos de corrupción. Hay un nuevo escenario favorable: la llegada de turistas crece un 6,2% frente al 4,4% a nivel mundial, y hasta el 2015 se esperan flujos de capital y de inversión extranjera de casi 116.000 millones de euros, lo que equivale a la creación de 350.000 empleos anuales. El alto crecimiento del PIB se asienta en parte en la hipótesis de la fuerte demanda y los altos precios de las materias primas.

África tiene grandes ventajas, incluyendo una abundancia de recursos naturales y una gran fuerza laboral, además de un importante potencial de crecimiento. Entre los desafíos se cuenta la escasez de habilidades o formación, la falta de integración regional y las infraestructuras, que ahora son puntos débiles. Por eso los gobiernos y el sector privado deben colaborar para crear un mercado regional e impulsar medidas para aprovechar al máximo el potencial del continente.

Después de décadas de abandono, África tiene una oportunidad real de seguir los pasos de Asia. compuesta por más de 50 estados, el crecimiento y la inversión se concentran en un grupo relativamente pequeño de 10 países que atrajeron más del 70% de los proyectos entre el 2003 y el 2010. La tasa de inversión extranjera se ha disparado en la última década. Estados Unidos, Francia, el Reino Unido, los Emiratos Árabes Unidos y China encabezan la lista de países inversores. Pero África todavía necesita reformas profundas, crear empleos y aumentar los ingresos. Los gobiernos deberían facilitar la creación de empresas y hacer nuevas leyes sobre la tierra que permitan expandir el sector agrícola y asegurar la autosuficiencia alimentaria. Y, sobre todo, los políticos deben aceptar el juego democrático dejando el poder cuando sus votantes así lo decidan. Asia ha disfrutado de un dividendo demográfico que comenzó hace tres décadas y ahora está disminuyendo. En África se está empezando: con mil millones de habitantes, el 40% tienen menos de 15 años. Esta demografía puede traer un dividendo o un desastre. Dependerá en gran medida del acierto político y económico de los gobiernos. 

LA LLEGADA DE China ha mejorado las infraestructuras y ha aumentado el sector manufacturero. Otros países, como Brasil, Turquía o la India, están siguiendo el ejemplo. África podría entrar en el mercado mundial de la industria ligera y los servicios. El comercio transfronterizo, cerrado durante décadas, es cada vez mayor con la caída de las barreras arancelarias. El crecimiento del continente ha impulsado la creación de muchas empresas locales que atienden a una nueva clase media emergente. África tiene ahora 60 millones de africanos con unos ingresos de 2.300 euros al año, y serán 100 millones en el 2015. El entusiasmo por la tecnología es evidente: más de 600 millones de usuarios de teléfono móvil y la región donde más avanza la banca por SMS. Comprender los puntos fuertes de África, los retos y tener las estrategias oportunas puede ayudar a los países a posicionarse de manera más competitiva frente a otras regiones, Las posibilidades están claras y el futuro puede ser prometedor. África puede ser la gran historia de la próxima década y la carrera solo acaba de empezar.

El Periódico de Catalunya, Opinión, Pag.8, Lunes 14 Mayo 2012

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